Por Juan Bolívar Díaz
Cuando se creía que el proyecto de repostulación del presidente Leonel Fernández había sido desmontado, ha resurgido con fuerza tras la propuesta del doctor Vincho Castillo de una nueva reforma constitucional para instituir una consulta popular que permita un tercer período consecutivo que el mandatario consideró inconveniente.
El planteamiento divide ya hasta a la familia del proponente y siembra incertidumbres en el partido de gobierno, donde unos seis dirigentes aspiran a la candidatura presidencial y cuando los seguidores de Danilo Medina dan por seguro que éste ganará la nominación.
Despiertan la bestia. El proyecto que busca una brecha constitucional para la repostulación del presidente Fernández a un tercer período consecutivo parece haber resurgido con más fuerza tras la propuesta del doctor Vincho Castillo de que se modifique de nuevo la Constitución de la República para abrirle paso.
A fines de agosto el proyecto pareció haber sido congelado tras dos declaraciones terminantes que lo descarta por parte del influyente monseñor Agripino Núñez Collado y de un amplio rechazo en la opinión pública que rescata el compromiso del mandatario con la Constitución que auspició y proclamó apenas en enero pasado, tras un pacto político que asumió la no reelección consecutiva.
Contribuyeron al enfriamiento declaraciones del vicepresidente Rafael Alburquerque; del presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, y del senador Félix Bautista, uno de los hombres más cercanos al presidente Fernández. Alburquerque y Pared Pérez consideraron extemporáneo hablar de reelección y Pared, además, reconoció que el tema crea tensiones al interior del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), del que es secretario general. Bautista expresó: yo no creo que el presidente Fernández vaya a modificar la Constitución que él auspició.
Con el gobierno luchando por fórmulas que le permitieran salvar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en riesgo por el pronunciado déficit fiscal, el ambiente no parecía bueno para el recurrente tema del continuismo que siempre crea tensiones en la historia nacional.
Pero a mitad de octubre, el doctor Vincho Castillo sorprendió cuando en una conferencia escrita en un hotel capitalino propuso formalmente una reforma al artículo 124 de la Constitución de la República para permitir la repostulación de un presidente en ejercicio si obtiene la previa aprobación de un referéndum consultivo. De inmediato el cardenal Nicolás López Rodríguez expresó su desacuerdo con la propuesta, inscribiéndose en la línea de Núñez Collado, quien había dicho en agosto que no le cabía en la cabeza pensar que el mandatario fuera a modificar su propia constitución.
Legisladores al ataque. Lo novedoso de esta semana es que emergió un grupo de senadores y diputados manifestando su disposición de proclamar candidato al doctor Fernández sin precisar a través de cuál mecanismo, dada la prohibición de la reelección seguida, pero uno de los promotores, Dionis Sánchez, de Pedernales, dijo que no cree que la actual Constitución impida la repostulación del líder peledeísta, quien, desde este fin de semana y hasta febrero, se propone realizar encuentros de su partido en las diversas regiones del país, lo que para algunos es el inicio de su campaña por la reelección.
Otros senadores que asumen el proyecto continuista son Luis René Canaán, Amarilis Santana, Rubén Darío Cruz y Adriano Sánchez Roa. Tommy Galán dijo que si se salva el impedimento constitucional la mayoría de los legisladores lo respaldarían, pero cree que no hay votos suficientes para modificar la carta magna. También han sido identificados como promotores del proyecto los diputados Mario Hidalgo (quien dijo que se han celebrado varias reuniones), Lupe Núñez, Altagracia González, Plutarco Pérez, Francis Mancebo y Juan Carlos Quiñones.
Los diarios publicaron versiones de que el movimiento ya cuenta con el apoyo de 23 de los 32 senadores y unos 55 de los 183 diputados, lo que en la Asamblea Nacional sumaría 78. Todavía faltarían 65 para completar los dos tercios que requiere la reforma constitucional. Los 23 senadores aprobarían la convocatoria de la Asamblea Nacional, pero 55 diputados son insuficientes, pues se requiere la mitad más uno, que serían 92. Pero en ninguna de las publicaciones se precisa si plantean promover la reforma propuesta por Vincho Castillo. Listín Diario fija febrero como la fecha en la que lanzarían la candidatura de Leonel Fernández.
Concomitantemente comentaristas e interactivos que participan en programas de radio también han retomado la defensa, como necesidad, de la continuidad en el mando del presidente Fernández. En su conferencia del jueves 14, el doctor Castillo fundamentó su propuesta en la conveniencia de que el doctor Fernández siga al frente del gobierno para el tiempo excepcionalmente borrascoso que trae la crisis mundial, con repercusiones entre nosotros inevitables.
Una propuesta capicúa. No han faltado quienes consideran que la propuesta formulada por el doctor Castillo es capicúa, lo que en lenguaje del dominó significa que gana por las dos puntas. En este caso que aunque favorece la continuidad del mandatario, reconoce que su propia y flamante Constitución la prohíbe, razón por la que propone la reforma. De esa forma, Vincho Castillo quedaría bien con su amigo el Presidente, quien se declarara vinchista. Pero le pondría un valladar al proyecto, dado lo costoso que pudiera resultar para la unidad del PLD y lo difícil de materializar por razones tanto internas de su partido como nacionales.
Por de pronto, la propuesta ha dividido hasta a la familia y al partido de los Castillo, la Fuerza Nacional Progresista. Mientras su hijo Vinicio se apunta a favor de la repostulación, llegando a intrigar contra el hasta ahora principal precandidato del PLD, Danilo Medina, otro de mayor proyección y astucia política, el diputado Pelegrín Castillo, descarta el continuismo. El Nuevo Diario recogió declaraciones del legislador en un encuentro con periodistas dominicanos en Nueva York el pasado fin de semana, en las que descarta el referéndum propuesto por su padre, estimando que provocaría una alteración de la estabilidad macroeconómica.
El simple aliento de la posibilidad de la repostulación de Fernández ocasiona incertidumbres en el PLD, porque varios de sus dirigentes ya están empeñados en la lucha por la candidatura presidencial, como son los casos, además de Medina, de José Tomás Pérez y Francisco Domínguez Brito. También se mencionan como posibles candidatos al vicepresidente Rafael Alburquerque y al ministro de turismo Francisco Javier García, además de la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández.
Entre los cercanos colaboradores de Danilo Medina se le resta importancia al resurgimiento del proyecto continuista, entendiéndolo como fruto de que hay lealtades muy fuertes, pero convencidos de que no tiene viabilidad y se irá desvaneciendo irreversiblemente.
Leonel descartó el peligroso tercer período
Por lo menos en dos entrevistas de televisión durante su campaña para la reelección en el 2008, el presidente Fernández descartó que pudiera aspirar a un tercer período consecutivo, y en ambos casos dijo que generaría tensiones innecesarias.
En una grabación de la entrevista que concedió a la periodista Alicia Ortega se escucha claramente al presidente decir: Yo nunca promovería una reforma constitucional para beneficio propio. En el 2012 yo no podré ser candidato. No lo voy a ser en razón de que la Constitución no lo permite, y porque yo tengo la convicción de que tres períodos consecutivos pueden generar tensiones innecesarias.
En otra entrevista concedida al periodista César Medina, en Color Visión el 12 de febrero del 2008, reproducida en un folleto con las enseñas del PLD, se puede leer cuando Leonel Fernández dice: a mí me parece que un tercer período consecutivo de cualquier presidente en cualquier lugar está generando tensiones. Fíjese los dos períodos de gobierno de Tony Blair, excelentes. El tercer período ya generó tensiones. Los dos primeros gobiernos de Felipe González, magníficos. El tercer período generó tensiones.
Empezó a señalar el caso de Alberto Fujimori en Perú cuando fue interrumpido por el entrevistador. Pero al momento él mismo retomó el hilo para señalar que si Fujimori se hubiese ido tranquilo después de sus dos primeros gobiernos, hasta lo habrían reclamado después. Pero ese tercer período generó tensiones y el desplome del sistema político e institucional democrático del Perú.
El doctor Fernández se refirió también al caso de Carlos Menen, en Argentina, diciendo que sus problemas comenzaron al pretender un tercer período consecutivo. Por todo lo cual proclama que él no podría pretender seguir en el 2012 porque eso crearía conflictos a lo interno del partido y conflictos en la sociedad. Yo tengo que entender que habré cumplido con un ciclo de la historia contemporánea que sería altamente exitoso si dejo a otro compañero del partido en el poder. No podría haber aspirado a mayor gloria ni a mayor satisfacción.
ASI HABLABA LEONEL EN EL 2008
Yo nunca promovería una reforma constitucional para beneficio propio. En el 2012 yo no podré ser candidato. No lo voy a ser en razón de que la Constitución no lo permite, y porque yo tengo la convicción de que tres periodos consecutivos pueden generar tensiones innecesarias.
A mí me parece que un tercer período consecutivo de cualquier Presidente en cualquier lugar está generando tensiones. Fíjese los dos periodos de gobierno de Tony Blair, excelentes. El tercer periodo ya generó tensiones. Los dos primeros gobiernos de Felipe González, magníficos. El tercer período generó tensiones.
Si Fujimori se hubiera ido tranquilo después de sus dos primeros gobiernos hasta lo habrían reclamado después, pero ese tercer período generó tensiones y el desplome del sistema político e institucional democrático del Perú.
(Proclamaba que no podría pretender seguir en el 2012)
porque eso crearía conflictos a lo interno del partido y conflictos en la sociedad. Yo tengo que entender que habré cumplido con un ciclo de la historia contemporánea que sería altamente exitoso, si dejo a otro compañero del partido en el poder. No podría haber aspirado a mayor gloria ni a mayor satisfacción.