Esperan Gobierno reaccione hoy a caída de popularidad

Por Juan Bolívar Díaz

El Presidente  Leonel Fernández pronunciará un discurso esta noche que algunos círculos vaticinan que será el comienzo de  una ofensiva contra la caída de popularidad del Gobierno, mostrada en encuestas y  a través de  la percepción de algunos observadores.

Entre  figuras de la administración de Fernández  se habló estos días de un “plan mediático” de descrédito, lo que otros sectores describen más bien  como pérdida de popularidad  por desaciertos y  crecida deuda social.

El discurso que pronunciará esta noche el presidente Leonel Fernández ante los dirigentes nacionales de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) estaría destinado a retomar la ofensiva frente a la caída de la popularidad del gobierno que muestran encuestas y percepciones generalizadas.

El pánico parece apoderarse de voceros gubernamentales que denuncian lo que denominan como plan mediático de descrédito y no aceptan que la deuda social acumulada y los desaciertos desgastan la popularidad de los gobiernos y, más aún, cuando acumulan dos períodos consecutivos y en tiempos de crisis económicas.

Una arenga política

Para disipar confusiones, el secretario general del PLD, Reynaldo Pared Pérez, precisó el jueves que el doctor Leonel Fernández hablará este domingo en su condición de presidente del partido morado, y que de haber sido un discurso de Estado se habría producido en el Palacio Nacional y no en un hotel, como está programado para las 8 de la noche de hoy domingo.

Diversos medios habían anunciado que el mandatario dirigiría un mensaje a la nación para explicar los alcances y repercusiones en el país de la crisis económica internacional, aunque desde el principio se habló de un acto público al que se ha convocado a los más de 400 miembros del comité central del partido oficial, al centenar de legisladores y otros tantos alcaldes, a los altos funcionarios y a los aliados.

El discurso sería el primer paso en una estrategia dirigida a contener el deterioro de la imagen del gobierno y a devolver la confianza de sus propios dirigentes y militantes en el liderazgo del presidente Fernández, que aparece en declive en las últimas encuestas publicadas y en otras, oficiales y de oposición, que circulan limitadamente.

Es obvio que en las dificultades financieras que obligaron al gobierno a restablecer el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional después de medio año en suspenso, influye la crisis económica global, y es natural que el doctor Fernández, dueño de una sólida retórica comunicativa,  magnifique sus repercusiones para restarle responsabilidad al dispendio y las erráticas políticas de inversión que se le enrostran.

La crisis internacional repercute en el país desde el inicio del período de gobierno en el 2008, aunque al principio el presidente Fernández sostuvo con reiteración que la economía nacional estaba “blindada”, y en vez de asumir un programa de racionalidad en la inversión y de austeridad, amplió subsidios, inició una inoportuna segunda línea de metro y desbordó el gasto corriente hasta acumular déficits por más de de 150 mil millones de pesos, en los últimos tres años y medio.

Conspiración mediática.  Tres funcionarios e importantes dirigentes del PLD denunciaron esta semana lo que consideran una especie de “conspiración mediática” para reducir la imagen del presidente Fernández, estigmatizar a los peledeístas como corruptos y condenar el gobierno. Dicen que es promovida por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y sus aliados en la sociedad civil y los medios de comunicación, especialmente en la televisión. Y reclamaron una estrategia gubernamental para enfrentarlos.

El primero fue el director de prensa de la presidencia, Rafael Núñez, quien en artículo del lunes en el Diario Libre, sostuvo que “como no hay razones económicas para atacar al gobierno del presidente Leonel Fernández, el partido opositor, valiéndose de los aliados en los medios de comunicación, se lanzaron hace un tiempo a querer desprestigiar la figura del Presidente de la República”, con la intención de invalidar su gran obra. Se refirió a “todo tipo de bellaquerías, de manipulaciones groseras y tratativas diseñadas hasta en el exterior, que no son de ahora”, para concluir exhortando al equipo de gobierno a enfrentarlos.

En El Nacional del mismo día, Euclides Gutiérrez insistió en la puesta en marcha de “un plan para desacreditar al PLD, a su gobierno y al Presidente de la República”, responsabilizando, en particular, a los programas televisivos. Se quejó de que sus compañeros “no comprendan que los objetivos de esa campaña, la mayoría de las veces, están financiados por organismos internacionales”.

Al día siguiente, en el canal 9, Rafael Camilo, el director de Aduanas y un peledeísta generalmente ponderado, reconoció que “nunca la imagen del gobierno había estado tan baja como ahora”, lo que atribuyó a la “manipulación de informaciones que han hecho el PRD y algunos sectores de la sociedad civil”. Empero, Camilo se diferenció al reconocer errores, actos inadecuados en el manejo de la cosa pública, y planteando la necesidad de una nueva estrategia de comunicación y de centrar la atención en los problemas que más preocupan a la sociedad,  como salud, educación y seguridad.

Y aseguró que el presidente trabaja en una estrategia para recuperar la imagen del PLD.

Mejor ayuda del gobierno

Los resultados de las encuestas Gallup-HOY y Penn-Schoen, publicadas hace dos meses, y de otras que circulan limitadamente, han disparado la alarma de los peledeístas. Muestran que el PRD ha recuperado la primacía política y mantienen  su candidato Hipólito Mejía con alta ventaja. Ganó particular rechazo la encuesta CID-Gallup de Costa Rica, que dejó al presidente Fernández con la más alta desaprobación en la región centroamericana con 63 por ciento, aunque no muy distante del 61 por ciento que antes había registrado la Penn-Schoen y del 59 por ciento de la Gaullup-HOY.

Entre los seguidores de Danilo Medina se debate sobre la necesidad de lograr un apoyo firme del presidente Fernández, pero al mismo tiempo sin opacar la figura del candidato ni hacerlo cargar todo el peso muerto de la gestión gubernamental. Saben que deben “trocar el pasivo por el activo del gobierno”, pero que “la mejor ayuda que se puede dar de cara a la candidatura oficial es enderezar el rumbo, gobernar bien, buscar mejorar la imagen del gobierno, afrontar las pequeñas demandas de las comunidades”.

Para que eso sea posible, lo primero es aceptar que hay grandes insatisfacciones en la ciudadanía, y que hasta en los países desarrollados dos períodos de gobierno consecutivos desgastan incluso los más firmes liderazgos, más aún  cuando hay una deuda social acumulada muy alta y en medio de una crisis económica internacional.

En vez de buscar la causa de las insatisfacciones, y reconocer que 11 años de gobierno, de los últimos 15. es un período significativo para haber resuelto problemas básicos, que hay desbordamientos de corrupción y dispendio, y que se precisaría de renovaciones como las que han realizado en los últimos días los gobiernos nuevos de Brasil y Chile, los funcionarios y voceros peledeístas dan palos de ciego, atribuyendo su decadencia a planes mediáticos, a la sociedad civil y a un partido opositor que persiste en demostraciones de incoherencia interna.

El talento y la clarividencia política del presidente Fernández tienen un desafío importante  con el discurso de hoy, llamado a marcar la estrategia política de su gobierno y partido de cara a las elecciones presidenciales de dentro de diez meses.-

Reafirmación del líder

Aunque el telón de fondo del discurso de hoy sería preparar al partido para iniciar una ofensiva que le permita retener el poder en los comicios del año próximo y no dejar dudas de su apoyo a la candidatura presidencial de Danilo Medina, el doctor Fernández persigue, en primera instancia, reafirmarse como líder del PLD.

Llama la atención que este acto se anunció al día siguiente de la reunión del Comité Político peledeísta que relegó, sin explicación, hasta el 28 de agosto la proclamación formal de Danilo Medina como candidato, más de dos meses después de su elección. Aunque se dijo que el escogido prefería la fecha del 16 de agosto.  El 16 de junio, 10 días antes de la elección de Medina, el presidente del PLD pronunció un discurso ante el liderazgo nacional de su partido prometiendo  respaldar a quien ganara, diciendo que “se verá al león recorriendo las calles por todo el territorio nacional, ondeando la bandera morada y entonando nuevos cantos de victoria”.

Ya entonces se expresó temor de que el afán por reafirmarse como líder del partido lleve al mandatario a protagonizar la campaña, compitiendo en el escenario del candidato y reduciendo su estrategia de diferenciación, que se expresa en la afirmación de que “proseguiría lo que está bien, corregiría lo que está mal y haría lo que nunca se ha hecho”.

Aunque se ha puesto énfasis en que el presidente explicaría los alcances de la crisis internacional, eso ya lo hizo en un discurso a la nación el 17 de marzo pasado, donde abundó sobre las políticas adoptadas para evadir el peso del alza de los combustibles y los alimentos y anunció nuevos programas, incluyendo un plan de austeridad para reducir el gasto en 12 por ciento, ahorrar 10 por ciento en la energía que consumen los organismos públicos, estimular la producción de alimentos, establecer 800 plazas agropecuarias y vender paquetes de alimentos suficientes para 8 personas durante una semana, al precio de mil 248 pesos. Aún pendientes están de materialización.

 

Caen la popularidad del Gobierno y Leonel

Por Juan Bolívar Díaz
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La encuesta Gallup para HOY publicada esta semana marca una significativa caída de la aprobación del Gobierno y del presidente Leonel Fernández, cuya repostulación es rechazada por más de las dos terceras partes de los consultados, pero la  oposición política, considerada mala, no logra capitalizarla.

Resalta el crecimiento de Danilo Medina, quien por primera vez supera al primer mandatario y a la primera dama en la preferencia para la candidatura presidencial, aunque Fernández logra el 56 por ciento entre quienes se identifican con su Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

En su peor momento.  Los resultados de esta encuesta son devastadores para la imagen del Gobierno, que parece atravesar por lo que podría ser su peor momento, comparable con  los finales de 1968, cuando fue sacudido por los indultos a Vivian Lubrano y a los condenados del Plan Renove, por un fuerte déficit fiscal, por la sentencia de la Suprema Corte sobre el caso Sun Land, la masacre de Paya y varios escándalos de corrupción.

Según la Gallup, el 80 por ciento de los encuestados considera que las cosas van mal en el país y que las condiciones de la economía son malas, mientras sólo un 6 por ciento las considera buena y 13 por ciento regular. Al medir las expectativas para el final de este período gubernamental, el 58 por ciento no abriga esperanza de mejoría, lo que sólo ocurre en el 15 por ciento, y el 22 por ciento opina que seguirá igual.

Cuando se preguntó por la situación de la economía personal o familiar, prevaleció también una opinión negativa, ya que el 61 por ciento la definió como mala, 26 por ciento regular y apenas el 13 por ciento como buena. El 88 por ciento considera muy alto y alto el endeudamiento del gobierno. El 48 por ciento ve el país estancado, el 19 en retroceso, y sólo el 30 por ciento progresando. El 57 por ciento considera mala o muy mala la gestión del gobierno ante los efectos de la crisis internacional sobre la economía nacional, y apenas el 22 por ciento la cree buena o muy buena.

La percepción sobre la corrupción gubernamental sigue en incremento, con 67 por ciento, dos tercios, estima que ahora es mayor, 20 puntos más que en julio del 2009 y 3 más que en noviembre del mismo año. Sólo el 12 por ciento considera que hay menos corrupción que antes. La opinión se torna peor en cuanto a la impunidad que es percibida en alto grado por el 80 por ciento. Sólo el 4 por ciento dice que casi no existe.

El Gobierno tampoco pasa la prueba en materia de seguridad, ya que el 61 por ciento considera inseguro vivir en el país, 12 puntos más que en noviembre del año pasado. En materia del narcotráfico es peor con un 75 por ciento, estimando que ha aumentado en el último año, y 11.5 por ciento que sigue igual, lo que el 59 por ciento atribuye a complicidad entre autoridades y narcotraficantes. El 70 por ciento considera ineficiente el combate al narcotráfico. Y cuando se preguntó sobre los principales problemas nacionales, el 54 por ciento señaló la delincuencia y el alto costo de la vida.

Un reclamo abrumador.  La encuesta Gallup-HOY vino a ratificar la percepción que dejó el “Lunes Amarillo por la Educación” de que una abrumadora mayoría respalda el reclamo de cumplimiento de la ley (ahora también mandato constitucional)  que destina el 4 por ciento del producto interno bruto al sector educativo. El 91 por ciento lo respaldó.

El apoyo a esa demanda se evidenció también cuando se preguntó las áreas que debe priorizar la inversión aún disponiendo de insuficientes recursos. El 68 por ciento señaló la educación, 62 por ciento la salud y apenas el  0.6 por ciento privilegió el Metro en que el gobierno de Fernández sigue concentrando su inversión. La encuesta  se realizó del 25 al 30 de noviembre en medio de la campaña de manifestaciones en reclamo del cumplimiento del 4 por ciento del PIB para la educación.

Esa demanda ha mellado la popularidad del Gobierno, por las contradicciones e incumplimientos de 13 años, ya que fue el presidente Fernández quien promulgó la Ley General de Educación en el 1997, estableciendo el mínimo a ser invertido en ese renglón, tras años de reclamos de la sociedad civil.

En enero del 2009 fue la principal demanda llevada a la Cumbre de las Fuerzas Vivas convocada por el presidente Fernández, donde se estableció un calendario de incremento que sería burlado por tercer año consecutivo con el proyecto de presupuesto para el 2011. El artículo 63 de la Constitución proclamada este año otorga rango constitucional al mandato de la ley 66-97.

El PRD no capitaliza el descontento.  La desaprobación de la gestión gubernamental del presidente Fernández se refleja en las preferencias por su partido de cara a las elecciones del 2012, que registra notable reducción, pero es relevante que no se refleja en un avance de los partidos de oposición, ni siquiera del Revolucionario Dominicano (PRD), que sigue siendo percibido como el principal.

 Cuando se preguntó a los encuestados por quién votaron en la elección presidencial anterior, el 61 por ciento dijo que por Leonel Fernández, pero sólo el 39 por ciento de los mismos dice que lo haría por su partido en el 2012. Un relevante 25 por ciento dice que no volvería a votar por el mismo partido que lo hizo en el 2008.

El 29 por ciento de los consultados dijo haber votado por Miguel Vargas Maldonado en la elección anterior, subiendo a 32 por ciento los que lo harían en el 2012 por el PRD,  lo que significa que éste sólo consigue tres puntos de los 22 que pierde el partido de gobierno. El Partido Reformista atrae 2 puntos, pasando al 4 por ciento. Los que dicen haberlo preferido hace dos años sólo representan el 2 por ciento de los encuestados. Es significativo que el 24 por ciento dice que no votaría por ninguno, o no sabe o no responde.

El poco crecimiento del PRD es coherente con la escasa aprobación que recibe cuando se pide evaluar la oposición que realiza al gobierno. El 51 por ciento la considera mala o muy mala, y sólo el 21 por ciento buena o muy buena. Otro 21 por ciento la estima regular. En la pregunta sobre el partido que más se identifica con el entrevistado, el PRD sigue bien atrás del PLD con 30.8 por ciento a 42.5 por ciento.

El escaso avance perredeísta se correspondería con el hecho de que desde los comicios del 2008 está inmerso en una fuerte lucha interna y sus dirigentes parecen dedicar más tiempo a los ataques  mutuos que a la oposición al gobierno, con poca atención a las luchas sociales y a los grandes problemas nacionales, y sin lograr una significativa diferenciación de los actuales gobernantes ni crear ilusiones de cambio.

Leonel no pasa la prueba

Esta es la encuesta en que el presidente Leonel Fernández ha quedado peor parado en los seis años consecutivos de gobierno, lo que pudiera atribuirse al desgaste del segundo período consecutivo y tercero en 14 años, y a la campaña por una nueva postulación, contrariando su propia y flamante Constitución. Sólo el 35 por ciento de  los encuestados aprueba la forma en que Fernández conduce el Gobierno, mientas un 45 por ciento la desaprueba, y el 19 por ciento se queda neutral.

El 77 por ciento cree que el mandatario está dispuesto a otra reforma constitucional para ser candidato, y de los que se identifican como peledeistas, el 78 por cierto la cree posible. Pero  sólo un tercio de los encuestados aprueba que el doctor Fernández sea candidato presidencial por tercera vez consecutiva, mientras 62 por ciento se expresó en contra. Un 80 por ciento percibe que el mandatario está interesado en continuar en el poder más allá del 2012 y apenas el 9 por ciento cree que no.

Es relevante que por primera vez en la serie de encuestas Gallup los consultados prefieren a Danilo Medina como candidato presidencial por encima del presidente Fernández, con puntuación de 36 a 28 por ciento. La crónica de HOY registró “un salto” de Medina de 20 puntos en relación a la encuesta de julio pasado, donde incluso había quedado por debajo de la primera dama Margarita Cedeño de Fernández, que ahora cayó a la mitad en las preferencias, del 25 al 12.4 por ciento.

Sin embargo, entre los encuestados que dijeron identificarse con el PLD, el presidente Fernández registra su  indiscutible liderazgo, siendo preferido por el 56 por ciento, más del doble del 22 por ciento que alcanza Medina. Este, sin embargo, se reafirma como relevo al ser preferido como candidato presidencial por el 49 por ciento en caso de que no lo sea el presidente Fernández. La doctora Cedeño queda en segundo lugar con el 26 por ciento.