Por Juan Bolívar Díaz
Dos reuniones en menos de una semana en pleno Palacio Nacional, manifestación frente al Congreso Nacional, lanzamiento de volantes desde helicópteros, aumento de vallas y afiches y apertura de locales parecen indicar que la vorágine del continuismo se apodera de sectores del Gobierno y grupos de apoyo, especialmente provenientes del balaguerismo.
Mientras en sectores políticos y sociales aumentan las preocupaciones porque un precipitado movimiento reeleccionista, a un año y 9 meses de la próxima elección presidencial, distraiga la atención del Gobierno y genere incertidumbres institucionales que se reviertan en desconfianza y mayores problemas económicos.
Un remolino impetuoso. Los acontecimientos de las últimas semanas parecen indicar que se ha desatado la vorágine del poder que, como remolino impetuoso, se aferra al continuismo por encima de consideraciones institucionales, políticas o económicas, como ha sido recurrente en la historia nacional.
Dos reuniones en el Palacio Nacional en menos de una semana, una manifestación en otro escenario privilegiado, frente al Congreso Nacional, al instalarse los nuevos legisladores, reparto de volantes desde helicópteros, proliferación de vallas y afiches en las vías públicas, y emergencia de nuevos grupos que propugnan por otra repostulación del presidente Leonel Fernández, con apertura de locales, han copado la atención pública.
Lo más significativo, para algunos observadores, han sido las dos reuniones efectuadas en una semana en el Palacio Nacional, la última el martes 17, encabezadas por el ex secretario de Obras Públicas y dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, ingeniero Freddy Pérez, y el hasta el jueves director del Instituto Agrario Dominicano, Héctor Rodríguez Pimentel, que han incluido a la gama grupal en que se han dispersado los dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano.
Llamó la atención la destitución de Rodríguez Pimentel del IAD, lo que los más optimistas interpretan como una señal de freno del presidente Fernández, aunque no faltan maliciosos que consideran que lo están relevando de responsabilidades administrativas para que, con el mismo cargo inorgánico de Ministro sin Cartera que ostenta Freddy Pérez, pueda dedicarse a tiempo completo a promover el continuismo. Empero, para Rodríguez Pimentel, a quien el director del Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa bautizó como corrupto patológico, debe ser un castigo quedarse sin un cargo donde se maneje fondos y pueda pagar a cientos de sus activistas.
Pérez y Rodríguez no sólo han utilizado el Palacio Nacional para reuniones políticas, en violación de la Ley de la Función Pública (inciso 9 del artículo 83), sino que se han regodeado haciendo declaraciones. Rodríguez anunció allí el martes la apertura del primer local de su Corriente Balaguerista de 35 que, según dijo, instalará en todo el país para promover la continuidad del presidente Fernández.
Calma en el PLD. En los ámbitos del PLD han tomado con calma los aprestos reeleccionistas, incluidos quienes se oponen resueltamente, como los que promueven la candidatura de Danilo Medina, empeñados en evadir la confrontación. Han sorprendido pronunciamientos continuistas como el del ahora senador por Santiago, Julio César Valentín, hasta la pasada semana presidente de la Cámara de Diputados, y quien fuera vicepresidente de la Asamblea Nacional que aprobó la Constitución de Leonel que prohíbe la reelección consecutiva.
Aunque se afirma que más de la mitad de los 25 miembros del Comité Político no favorece otra reelección, la generalidad de los dirigentes peledeístas guarda discreto silencio. Se estima que si Fernández se decide terminaría imponiéndose, aunque con un costo en la unidad y la coherencia del partido. Se cree que el propio Fernández ha alentado la campaña reeleccionista con sus declaraciones públicas, primero la de Colombia, donde dijo que a un presidente de alta popularidad no se le debería vetar la reelección, y luego la del 3 de julio en almuerzo con periodistas dominicanos cuando dijo que no podía impedir la promoción pese a la prohibición constitucional porque la decisión en última instancia la tiene el pueblo.
Franklin Almeyda y José Tomás Pérez, además de Medina, han definido claramente su decisión de buscar la candidatura presidencial del PLD para el 2012. Se dice que también aspiran Francisco Javier García y Radhamés Segura, y es pública la promoción de la primera dama Margarita Cedeño de Fernández. Se señala también a Jaime David Fernández y al vicepresidente Rafael Alburquerque, pero éstos han evadido confirmarlo.
Almeyda declaró esta semana que el presidente había pedido a los precandidatos que esperen la proclama del Comité Político que a principios del 2011 debe abrir un período de precampaña y proponer precandidatos para escoger a mediados del año. Pero hay quienes creen que eso no es posible en tanto arrecia la campaña reeleccionista, en tanto José Tomás Pérez dice que él declinaría si Leonel decide repostularse.
Mientras tanto, una Cruzada por el Progreso anuncia que buscará un millón de firmas para reivindicar la soberanía del pueblo, y emergen grupúsculos que buscan subirse al carro del continuismo, como un llamado Movimiento Estrellas Rojas que se reunió la semana pasada en un viejo restaurant capitalino.
Incertidumbre a la vista. En los más diversos sectores sociales se expresan temores de que el movimiento continuista, a contrapelo de la flamante Constitución, cree incertidumbre que desvíe la atención de los problemas nacionales y distraiga el Gobierno, como ocurrió en la segunda mitad del régimen que presidió Hipólito Mejía.
Los temores aumentan en la medida en que hasta abogados reconocidos como Jottyn Cury hijo, empiezan a publicar artículos sosteniendo la viabilidad constitucional de la reelección. A ello se atribuye que un hombre tan cauto como monseñor Agripino Núñez Collado sostuviera esta semana que la nueva Constitución es un valladar a la reelección presidencial.
En igual sentido se manifestaron el miércoles el experto en derecho constitucional y hasta hace poco embajador en Washington, Flavio Darío Espinal, el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños, y el experto constitucionalista Cristóbal Rodríguez Gómez, quienes coinciden en que para que el presidente Fernández pueda repostularse tendría que modificarse de nuevo la Constitución, lo que estiman difícil y conflictivo, dado que la nueva carta magna fue también fruto de un pacto avalado por los dos principales partidos.
Son muchos los que todavía albergan esperanza de que el presidente Fernández no quede atrapado en la vorágine continuista confiando en su talento político y capacidad de ponderación.
Cada día son más los que creen que por el momento está tocado por el virus del providencialismo y está dejando correr la bola hasta ver si se vuela la valla.
Activistas a la carga
El principal promotor de la reelección que quedó prohibida en la Constitución promulgada en enero por el propio presidente Fernández, es el ingeniero Freddy Pérez, quien fuera secretario de Obras Públicas desde el 2004 a agosto del 2007, cuando fue sustituido por el actual ministro Víctor Díaz Rúa. Ambos han sido tesoreros de campañas del PLD y objeto de denuncias sobre supuestas sobrevaluación de obras. Díaz Rúa es también de los que han proclamado su apoyo a otra repostulación del doctor Fernández (El Nacional del 20 de julio pasado).
Al entusiasmo de Pérez se le atribuyen las vallas que han aparecido en carreteras y avenidas proclamando el destino del líder del PLD, que no se pertenece o que ha dado su apellido al país, el cual Reyna por él. A su activismo se le atribuyen también las manifestaciones reeleccionistas que acompañan las actividades públicas del primer mandatario en los últimos meses, incluido el cálido recibimiento de que éste fue objeto cuando visitó territorio haitiano al finalizar julio. Afiches a colores de Fernández Reyna fueron levantados espontáneamente por cientos de haitianos que los recibieron de activistas dominicanos, gratificados con billetes haitianos y dominicanos de cien pesos.
La campaña diseñada cuenta con la integración de múltiples grupos reformistas, para los cuales la reelección siempre ha sido un principio balaguerista, al decir de Rodríguez Pimentel. En las reuniones del Palacio Nacional han participado dirigentes de la categoría de Amable Aristy, Rogelio Genao, Rafaela Alburquerque, Humberto Salazar, Leoncio Almánzar y Modesto Guzmán, los últimos tres funcionarios del Gobierno.
Se ha dicho que Pérez busca como tropa de asalto a los reformistas por la experiencia que acumularon en las reelecciones de Joaquín Balaguer. Modesto Guzmán declaró tras la reunión del martes, que un reformista que no sea reeleccionista, no es balaguerista. Ellos apoyaron también la reforma constitucional del 2002 para que Hipólito Mejía pudiera repostularse en el 2004. Igual en 1998 cuando se intentó reformar la Constitución con el mismo objetivo. A mediados de agosto de ese año fue la célebre exhortación de Aristy Castro: póngase los pantalones, presidente.