Nueva correlación de fuerzas en el PLD

Por Juan Bolívar Díaz

Los resultados de la votación interna para elegir 138 nuevos miembros del Comité Central (CC) del PLD arrojan importantes cambios en la correlación de fuerzas entre sus dos mayores líderes, el presidente Danilo Medina y su antecesor Leonel Fernández, pero sin que se pueda interpretar que éste haya sido derrotado.

El certamen también ratificó la necesidad de una ley de partidos políticos que incentive el ejercicio de la democracia interna, garantice la libre y equitativa competencia y sancione los abusos de los recursos estatales en las campañas electorales, tanto internas como nacionales.

Barrida de los danilistas. Más allá de las fuertes contradicciones, que incluyeron brotes de violencia, lo más relevante ha sido la barrida electoral protagonizada por los candidatos señalados como seguidores del presidente Medina, que según estimaciones extraoficiales implicaron la conquista de cerca de dos tercios de los sillones del CC en disputa.

Los informes disponibles hasta ayer sábado, cuando oficialmente sólo se había computado el 81 por ciento de la votación, indican que los danilistas habrían conseguido una amplia mayoría de los 138 asientos, para algunos sobre el 60 por ciento. Otros 30 fueron escogidos mediante el inédito método de uno por cada uno de los 26 integrantes del Comité Político, lo que hacía más difícil el predominio absoluto de alguna de las corrientes políticas y grupales que inciden en la organización.

Eso no se traduce automáticamente en un control del CC ya que los 138 elegidos el domingo, son apenas el 20 por ciento de los 620 que integrarán el organismo, que hasta ahora era de unos 400. A los 168 se sumarán 52 legisladores que también pasarán a formar parte del mismo.

En cualquier caso la barrida danilista, que ha repercutido en la opinión pública, tendrá incidencia al interior del partido gobernante, fortaleciendo la incidencia del Presidente y ampliando sus posibilidades de gobernar al margen de los intereses de un Leonel Fernández que ha permitido el inicio de una nueva campaña por la candidatura presidencial del PLD cuando apenas había transcurrido el primer cuarto de la actual gestión y sin que algún otro partido amenace poner en jaque al oficialismo.

Deseos de alternativas. Hay que tomar en cuenta que Danilo Medina no es un improvisado en la política partidaria y que durante años se le consideró el albañil sobre el cual pudo llegar su partido al poder y erigirse la fortaleza de Leonel Fernández, en sus primeros 6 años de gobierno. El era el enlace con la dirigencia media y baja, quien atendía demandas y buscaba colocaciones, mientras el abogado cultivaba las alturas.

Cuando era presidente Fernández suscitaba la adhesión de la mayoría del CC y del Comité Político, pero empezó a debilitarse cuando sus partidarios comenzaron a activar para imponer un cuarto período de gobierno y tercero consecutivo. Cuando fue obvio que hasta dentro del partido había resistencia a ese continuismo y se quiso colar la candidatura de la esposa, no consiguieron el apoyo ni del Comité Politico. El derroche de dinero y poder que han exhibido los más cercanos activistas de Leonel, como Félix Bautista y Díaz Rúa, también es causa de rechazo interno.

Sin un partido de oposición que en lo inmediato amenace el reinado peledeísta, es natural que crezcan las ambiciones de otros dirigentes por acceder a una candidatura que presumen triunfante. De ahí que se hayan lanzado abiertamente Francisco Javier García, Reinaldo Pared y Temístocles Montás, y que se mantengan las aspiraciones de otros como José Tomás Pérez y Francisco Domínguez Brito.

Habría una especie de todos contra Leonel, generalizándose el criterio de que sus tres períodos son suficientes. Quien ha hablado más abiertamente de la necesidad de renovación es el ministro de economía, Montás. Alguien cercano a Medina señaló “la alta tasa de rechazo que mantiene Leonel en las encuestas que no se publican”.

No subestimen a Leonel. Sería superficial pretender que los resultados de una elección interna tan limitada decreten el ocaso del liderazgo del expresidente, un político de muy alto carisma, a quien medio PLD le debe una extraordinaria prosperidad y en muchos casos riquezas, obtenidas gracias a su capacidad para retener el poder, sin olvidar que fue clave para que Medina pudiera sucederlo.

Es visible el fuerte apoyo que Fernández conserva entre legisladores, especialmente los senadores, y en los sectores más conservadores de la sociedad, a quienes se ha entregado, así como los abundantes recursos económicos acumulados por su estado mayor político.

Con la alta aprobación que ha logrado en su gestión, nadie debería sorprenderse del auge político de Danilo Medina, pero con la imposibilidad de repostularse, es difícil que pueda subordinar definitivamente la fuerza interna y externa que mantiene el presidente del PLD. En el actual escenario nacional, sin un partido de oposición que amenace su predominio, aún con el actual alto rechazo de Fernández, no asoma todavía quien pueda emerger como alternativa victoriosa. Por eso mismo, los legisladores peledeistas leales a Leonel dificultarían un proyecto de ley para abrir la brecha de un plebiscito o referendo sobre reelección, y ni hablar de reforma constitucional, por la mayoría requerida de dos tercios de la Asamblea Nacional.

Mientras tanto no hay dudas que el danilismo sale fortalecido del proceso interno del PLD, con el leonelismo a la defensiva, pero lejos de estar vencido, lo que repercutirá en una intensificación de la precipitada precampaña para unos comicios nacionales que distan a dos años y cuatro meses. No debe esperarse que la sangre llegue al río, dado el sentimiento de cuerpo de los peledeístas y su acentuada vocación de poder que los dota de capacidad para pactar entre ellos y con fuerzas extrañas.

Se desmitifica el PLD. La votación del domingo 12 siguió desmitificando el partido que fundara el profesor Juan Bosch, con más de un millar de aspirantes a 168 puestos, una campaña desaforada y derrochadora por todos los medios de comunicación, enfrentamientos que llegaron a un muerto y varios heridos, robo de urnas, inversión de recursos de dudoso origen y denuncias de fraudes y manipulaciones.

Las denuncias de abuso de recursos estatales salieron de los propios peledeístas, incluyendo a cuatro senadores, llegándose al extremo de entregar copias fotostáticas de decenas de cheques del quebrado Consejo Estatal del Azúcar distribuidos como parte de la campaña de su director ejecutivo.

Ciertamente que las irregularidades no fueron generalizadas, y que no se ha documentado, como otras veces, un desmadre en el abuso del poder, pero el dinero se impuso, con inversiones de hasta dos dígitos de millones de pesos para alcanzar un puesto en un organismo que en los últimos 9 años apenas ha sesionado cuatro o cinco veces para ratificar candidaturas, aunque también significativamente para prolongar el mandato de la mayoría de sus altos dirigentes.

Con una votación que el segundo boletín estimó en 731 mil, alta para una limitada elección interna, pero apenas 28 por ciento de un abultado padrón de 2 millones 646 mil miembros, el PLD se ratifica como fuerza dominante. La extensión por casi una semana del cómputo también desmitifica su eficiencia y disciplina.

Los brotes de violencia, con un muerto en Maizal, Esperanza, con tiroteos golpes y heridos en Santiago, Santo Domingo Oriental, La Romana, Barahona, Pedernales y Ocoa, la masificación peledeísta parece recorrer el terreno de la política tradicional. .

De nuevo quedó evidente la necesidad de una ley de partidos que garantice la democracia interna y sancione los excesos, que los partidos dominantes se han negado a aprobar en las doce ocasiones que ha sido introducida al Congreso Nacional, desde la elaboración de su primer proyecto por consenso social y político del 1998-99.-

Hipótesis sobre este cambio

Nadie duda que el disfrute y uso de los recursos estatales es uno de los factores que explican este cambio en el partido gobernante. Pero no es suficiente, ya que los activistas pro Leonel no son desarrapados ni aficionados en el uso del poder. Como es propio de la incultura democrática y la falta de reglamentación y sanción, el poder de algunos funcionarios jugó un papel, pero sin alcanzar los desniveles de años anteriores.

A los leonelistas les devolvieron un poco de la medicina que ellos utilizaron contra los danilistas, no sólo cuando Fernández se impuso en la candidatura presidencial para los comicios del 2008, cuando Danilo acuñó la sentencia “me venció el Estado”, sino incluso cuando trataron de cerrarle el paso para la candidatura del 2012. Primero gastaron una millonada recogiendo dos millones de firmas y tratando de imponer una nueva reelección que acababa de ser prohíbida, sino luego con las frustradas precandidaturas de Margarita Cedeño y del vicepresidente Rafael Alburquerque.

Jugó su papel también la cultura presidencialista, según la cual en el partido oficial no se debe ir contra la corriente del responsable del Gobierno, pero también influyó, y en gran medida, el nuevo estilo de liderazgo de Medina dentro y fuera de su partido, más cercano a los dirigentes y militantes y a más diversos sectores sociales.

Dentro del PLD muchos celebran que Medina dejara atrás el aparataje de poder, el providencialismo, el boato y el desprecio por el tiempo de los demás que implicaban los sistemáticos atrasos de hasta tres horas en la llegada de Fernández a sus compromisos nacionales o partidarios. Se le llegó a atribuir renuencia en recibir a dirigentes y militantes partidarios y que los hacía esperar durante horas.

 

Avanza Abinader y se hunde Leonel

Por Juan Bolívar Díaz
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En el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) estaría emergiendo un nuevo liderazgo encarnado en el economista y empresario Luis Abinader, que se coloca por encima de Hipólito Mejía y de Miguel Vargas Maldonado, de acuerdo a los resultados de la encuesta Gallup-HOY publicada esta semana.

También resultó relevante el fortalecimiento del liderazgo del presidente Danilo Medina, quien mantiene muy alta aprobación mientras continúa en declive el del expresidente Leonel Fernández, cuyas preferencias electorales de cara al 2016 han caído al 11 por ciento.

Alta valoración de Danilo.  Aunque declinó en relación a enero, la valoración del presidente Danilo Medina en la última encuesta Gallup-HOY sigue siendo muy elevada, generando un 71 por ciento de satisfacción con sólo 15 por ciento de insatisfechos. En la de enero la aprobación de la gestión del mandatario alcanzó  el 81 por ciento con 16 por ciento de desaprobación. Con tan alta deuda social acumulada y 8 años seguidos de dominio de su partido, más el grave déficit fiscal heredado, es difícil que el presidente pueda mantener tan altas tasas de aprobación.

Cuando se preguntó sobre el desempeño presidencial de Medina en relación a la expectativa que se tenía, el 70 por ciento dijo que se maneja mejor de lo esperado, casi 10 puntos más que el 60.5 por ciento registrado en enero. La valoración de la gestión en educación se eleva hasta el 82 por ciento, atribuible al acatamiento del clamor nacional por el cumplimiento de la ley que dispone el 4 por ciento del producto bruto para la educación preuniversitaria.

La gestión en el apoyo a la agropecuaria alcanza aprobación del 75 por ciento, 74 en la economía y el 70 por ciento en salud. Se quema en inseguridad ciudadana, combate al narcotráfico, la corrupción y el costo de la vida, con puntuación descendente entre 54 y 46 por ciento.

Los ingredientes de la personalidad del presidente Medina resaltan en su valoración, muy superior al 55 por ciento que se manifiesta satisfecho con su gobierno en general y con el 27 por ciento que expresó insatisfacción. En la opinión pública se sigue apreciando el sello de modestia, austeridad, humildad y cercanía con la gente en el desempeño público del mandatario, sobre todo en contraste con el boato, la majestad y el triunfalismo que rodeaba a su antecesor.

Margarita sigue en alta. Resalta también la alta proporción de simpatía que sigue registrando la doctora Margarita Cedeño de Fernández, colocada en el segundo lugar de preferencias para la próxima candidatura presidencial del partido morado, entre todos los encuestados, con 23.5 por ciento, y liderando entre  los confesos peledeístas con 31 por ciento. Le siguen Jaime David Fernández con 4 por ciento en los dos niveles y José Tomás Pérez con 4 y 2 por ciento respectivamente.

La abogada comenzó su acumulación popular cuando, como primera dama, manejó personalmente un presupuesto anual que alcanzó hasta 800 millones de pesos, superior a los de los ministerios de la Mujer, la Juventud y Deportes juntos, y con contribuciones de otros organismos estatales que le permitieron realizar una intensa labor de asistencialismo social, socorriendo personalmente a grupos y personas necesitadas o en condiciones de precariedad. Ahora como vicepresidenta tiene a su cargo el gabinete que maneja los subsidios sociales del gobierno.

Desde luego que la doctora Cedeño ha puesto un gran empeño y su simpatía personal para emerger como figura presidenciable por encima de la caída en que se encuentra la popularidad de su esposo. Ya en la anterior Gallup-HOY registraba una alta tasa de opinión favorable, 75 por ciento, y desfavorable de apenas 17 por ciento, sólo superada por el presidente Medina. Sin embargo, a la pregunta sobre los políticos más admirados en la encuesta de abril, sólo fue señalada por el 0.5 por ciento, lo que pudiera ser un indicador de que se le aprecia más como asistencialista que como política. Pero eso no la descalificaría como potencial candidata presidencial.

Relevante para el PRD

La emergencia de Luis Abinader como nuevo líderperredeísta, situándose con mayores simpatías que el expresidente Hipólito Mejía y el presidente titular de su partido, Miguel Vargas Maldonado, puede ser el hallazgo más relevante de la encuesta Gallup-HOY publicada esta semana.

Abinader obtuvo el mayor porcentaje para candidato presidencial de todos los partidos de cara a las aún distantes elecciones del 2016, y para la candidatura del PRD supera a Mejía y Vargas en las preferencias del electorado en general y de los que se dicen miembros o simpatizantes del partido blanco.

Entre todos los encuestados el economista obtiene 26 por ciento de las preferencias, mientras Vargas registraba el 20 y Mejía el 18 por ciento. Entre quienes se confesaron perredeístas, Abinader consiguió la opinión favorable del 41 por ciento, en tanto que Hipólito se mantuvo bien situado con el 35 por ciento, mientras Vargas Maldonado apenas conseguía el 9 por ciento.

El resultado es concordante con un sentimiento que se expresa cada vez más abiertamente entre dirigentes del PRD de que sería necesaria la emergencia de un líder y un candidato alternativo para superar la crisis del principal partido de oposición, de la que se responsabiliza en mayor medida a Vargas Maldonado, y en segundo lugar a Mejía.

Ya en la anterior encuesta, (18-21 de enero pasado) Abinader encabezaba a los perredeístas en opiniones favorables, con 37 por ciento, y una tasa de rechazo de 29 por ciento. Mejía y Vargas registraban opiniones favorables del 28 y 20 por ciento, respectivamente, con elevadas tasas de rechazo del 63 y 65 por ciento.

Tremenda caída de Leonel

En medio de acusaciones e intentos de ser procesado por el enorme déficit fiscal de unos 200 mil millones de pesos del año pasado y por presunto tráfico de influencia en beneficio de su Fundación Global, la popularidad del expresidente Leonel Fernández se hunde progresivamente y no solo en el universo de los encuestados, sino incluso entre quienes se manifiestan miembros o simpatizantes de su partido.

A la pregunta de quién debería ostentar la candidatura presidencial del PLD para la elección del 2016, apenas el 11 por ciento del total señaló a Fernández, proporción que apenas subía al 16 por ciento entre sus propios partidarios.

Aunque no se incluía el nombre de Danilo Medina en las opciones, por estar prohíbida la reelección consecutiva, el 25 por ciento de los encuestados y el 28 por ciento de los que se consideran peledeístas, lo señalaron en el renglón “o tros”, lo que sugiere un desplazamiento hacia él, por lo menos coyuntural, en el liderazgo popular del PLD.

El indicador más fuerte de la caída de la popularidad de Leonel en esta Gallup-HOY se registró cuando se preguntó por los políticos más admirados y sólo el 3.2 por ciento lo señalaron, muy lejos del 30 por ciento marcado por Joaquín Balaguer, el 18.4 de Francisco Peña Gómez y el 18 por ciento de Juan Bosch. También lo superaron Antonio Guzmán y Danilo Medina, con 6 y 3.5 por ciento, respectivamente.

Caída asombrosa tras 8 años consecutivos de gobierno y 12 de los últimos 16. A pesar de una activa red de más de 2 mil “Comunicadores con Leonel”, beneficiados en las nóminas y con la publicidad del Estado, en los medios se percibe un progresivo declive de la popularidad del ex mandatario. Ya en la Gallup de enero registró opinión desfavorable del 52.3 por ciento y favorable de sólo 37.5 por ciento.

Sigue el rechazo a Miguel

Luis Abinader, quien tuvo un buen desempeño como candidato vicepresidencial perredeísta el año pasado, se estaría beneficiando del cansancio general, y en especial de sus compañeros de partido, con la crisis que mantiene al PRD al borde de la división, percibida por muchos como una irremediable confrontación entre Vargas y Mejía, que se inició en marzo del 2011 cuando el presidente del partido perdió la candidatura presidencial para el 2012 a manos del expresidente.

Desde entonces Mejía ha estado abierto a varios intentos de mediación mientras Vargas los ha evadido.

Ahora, del 11 al 15 de abril en curso, cuando se preguntó a los encuestados que se consideraron perredeístas quién es responsable de la crisis del PRD, el 40 por ciento dijo que tanto Miguel comoHipólito, el 50 por ciento individualizó a Vargas y sólo el 6 por ciento a Mejía.

En enero las respuestas a la misma pregunta habían arrojado un resultado parecido, 34 por ciento a ambos, y 54 y 9 por ciento respectivamente. En el universo de los encuestados a Miguel le va menos mal. La mitad cree que ambos son por igual responsables, un 23 por ciento lo culpa a él y 16 por ciento a Hipólito.

En enero la diferencia de culpabilidad era de cuatro puntos, 20 a 16 por ciento del universo. Como consecuencia de su crisis, que lo incapacita para asumir un sólido rol de oposición política, el PRD se mantiene en una de sus más bajas tasas de preferencia en su historial de 74 años, de 22.4 por ciento que registró en enero cayó ahora a 21.7, mientras el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ascendió del 51.7 al 53.2 por ciento de las preferencias.

A la pregunta de cuál sería la vía para superar la crisis, el 57 por ciento dijo que una convención nacional, en enero fue el 64 por ciento.

 

Todo bajo control en la votación del PLD

Por Juan Bolívar Díaz
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El ingeniero químico y economista Danilo Medina será electo hoy candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con un respaldo tan apabullante que podría superar las tres cuartas partes de los miembros de esa organización política.

En la segunda boleta de votación, los electores ratificarán la propuesta del Comité Central peledeísta de auto prolongarse su mandato y el de los dirigentes nacionales por otro periodo de cinco años, lo que será un nuevo revés para la institucionalidad democrática del sistema partidista.

Premio a la tenacidad.  Con un panorama totalmente despejado, sin tensiones ni dudas, Danilo Medina emerge hoy como candidato presidencial del partido morado para las elecciones del 2012, por segunda vez en su historia, y en un escenario similar al del 2000 cuando perdió frente al agrónomo perredeísta Hipólito Mejía.

Si se atiende el resultado de las encuestas y a la tradición peledeísta, Medina será electo por una aplastante mayoría, que podría alcanzar las tres cuartas partes de los miembros del PLD, aunque por lo menos uno de sus contrincantes, el mercadólogo José Tomás Pérez, proclama que habrá sorpresa, y que nadie alcanzará la mitad de los votos, por lo que habría una segunda vuelta.

Los otros dos aspirantes son el abogado Francisco Domínguez Brito y el ingeniero Radhamés Segura.

El economista Medina alcanzará la nominación casi de manera plebiscitaria tras un largo proceso en el que muchos creyeron que el frustrado proyecto continuista del presidente Leonel Fernández le cerraría el paso como ocurrió para los comicios del 2008, cuando la Constitución permitía la reelección presidencial.

Por momentos se dio por hecho que el primer mandatario y sus seguidores respaldarían a la primera dama Margarita Cedeño o al vicepresidente Rafael Alburquerque.

 Danilo Medina no se dejó provocar ni desesperar y en todo momento expresó su  convicción de que alcanzaría la nominación presidencial, acuñando la frase de que “cuando pasen las turbulencias, la nave peledeísta se estabilizará y seré el candidato”.

El político sanjuanero se benefició  de las indefiniciones de sus contrincantes, que en su generalidad condicionaban sus aspiraciones a que el presidente Fernández no buscara una repostulación que le vedaba la Constitución.

Era una carta para buscarse el apoyo del mandatario, lo que vino a resultar imposible cuando el que corría solo y decidido había ganado un amplio respaldo en el partido y en un “sector externo” constituído por unos 460 grupos que según sus voceros integrarían a 300 mil personas.

Danilo Medina recibirá este domingo un premio a la tenacidad y la paciencia políticas.

Tres cuartas partes.  Hace casi dos meses las encuestas más acreditadas Gallup-HOY y Penn, Schoen Berland, daban a Medina una alta preferencia para la candidatura presidencial del PLD en el 2012.

La primera, realizada a fines de abril, le otorgó el 60 por ciento de las preferencias del universo de los encuestados, y el 66 por ciento entre los que se manifestaron peledeístas. José Tomás Pérez aparecía en un distante segundo lugar con el 3.5 por ciento.

La encuesta Penn, a principios de mayo, sólo preguntó preferencias a los que se consideraban peledeístas y entre ellos Medina alcanzó el 81 por ciento. Y todavía había reticencia en algunos sectores a aceptar la realidad de que el contradictor del líder se imponía. Una encuesta privada reciente le otorgaba sobre del 80 por ciento. Para la fortaleza del candidato es conveniente obtener una votación al menos parecida a la última que logró Fernández hace cuatro años.

Cuando se realizaron los trabajos de campo de las dos encuestas más tradicionales del mercado nacional todavía eran candidatos los doctores Rafael Alburqueruque y Franklin Almeyda, que luego se retiraron, lo que podría haber producido cambios en los posicionamientos, pero entre ambos sólo sumaban el 6 por ciento de las preferencias registradas en las dos encuestas.

Para este día están convocados a las urnas los 2 millones 251, 832 miembros  que aparecen en el padrón del PLD, pero dado que los resultados son predecibles por la escasa competitividad, se teme que no votarán ni la mitad, lo que preocupa a dirigentes peledeístas que no quieren obtener una votación menor al millón 100 mil que sufragaron  para la elección del candidato presidencial del PRD el 6 de marzo pasado.

Plebiscito aprobatorio.  En los ámbitos peledeístas se da por hecho que una gran  mayoría se inclinará por la ratificación de los más de 400 miembros del Comité Central, el presidente y el secretario general del partido. Aún dirigentes y militantes que creen poco democrática la prolongación del mandato a dirigentes que ya llevan 11 años en los cargos nacionales, consideran perjudicial que se imponga la negativa.

En primer lugar porque la propuesta de prolongación decidida en una sesión del Comité Central en octubre pasado, salió del propio Leonel Fernández, y decirle no entrañaría un sacudimiento inconveniente al comenzar la campaña electoral.

Entre los seguidores de Danilo Medina hay opiniones divididas, pero se ha bajado la línea del sí, para evitar fricciones con el líder y presidente de la nación.

Segundo: que si se impone el no habría entonces que abrir una elección de dirigentes, lo que se cree imposible en medio de la campaña electoral. Así lo expresó el politólogo Gedeón Santos, vocero de Danilo Medina, en una entrevista por Teleantillas el jueves.

En la asamblea nacional de dirigentes presidida por el doctor Fernández el miércoles 15, el dirigente y ministro de Turismo Francisco Javier García exhortó a los miles de concurrentes a votar por la ratificación, tras ser presentado como vocero del máximo organismo.

Llamó la atención la ríspida reacción del secretario general Reinaldo Pared Pérez ante la exhortación del precandidato José Tomás Pérez a votar no, para reivindicar la democracia interna en el partido morado.

Contra la prolongación se ha manifestado vigorosamente la coherente Minou Tavárez Mirabal, así como Melanio Paredes y la Fuerza Boschista que preside Luis de León. La misma posición se atribuye a otros núcleos peledeístas como el que promovía a Franklin Almeyda Rancier.

Todo apunta al triunfo de la prolongación de una dirección política que lleva ya 11 años y se auto confirió otros  cinco, lo que conlleva también la extensión  del proceso de devaluación de la democracia interna en el PLD y en el sistema político dominicano.

Un joven dirigente peledeísta confió con resignación que difícilmente los militantes del partido desatenderán una línea que le ha sido bajada.

Tradición de avalancha

Las encuestas de los últimos dos meses y las percepciones de los analistas indican que Danilo Medina será electo por una alta proporción, siguiendo una tradición peledeísta de avalancha por el que tiene mayores posibilidades al escoger sus candidatos presidenciales, lo que es considerado como herencia del liderazgo fundacional que ponía énfasis en un fuerte sentimiento de unidad.

Cuando se eligió candidato al líder y fundador del PLD, el profesor Juan Bosch, fue casi siempre por votación unánime. Entonces era por organismos partidarios con apenas unos cuantos miles de militantes. Así fue para los cinco comicios presidenciales realizados entre 1978 y 1994.

En abril de 1995, al ser candidato por primera vez, el doctor Fernández alcanzó el 93 por ciento de los votos de los organismos, integrados por apenas 9 mil miembros. En segundo lugar quedó Norge Botello con el 2.5 por ciento, y Euclides Gutiérrez  apenas obtuvo el 1.4 por ciento.

La elección de candidato presidencial más competitiva en la historia del PLD fue precisamente la del 27 de junio de 1999, cuando fue escogido Danilo Medina con el 52 por ciento de los votos de los organismos, integrados entonces por 12 mil 500 militantes. El entonces vicepresidente Jaime David Fernández, quien era preferido por  el universo de los electores, según las encuestas, obtuvo el 39 por ciento.

A partir del Congreso del 2001, el PLD decidió masificarse, eliminando la condición del paso por un círculo de estudios para ser miembro del partido, y dos años después escogió de nuevo a Fernández como candidato presidencial por una abrumadora mayoría del 88 por ciento. Jaime David  obtuvo el restante 12 por ciento. Y para la elección del 2008 Fernández logró la repostulación venciendo a Danilo Medina 72 a 28 por ciento.

Pasan las turbulencias para el PLD y Danilo

Por Juan Bolívar Díaz
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El retiro de la candidatura presidencial de la primera dama, doctora Margarita Cedeño de Fernández, despeja el panorama para una competencia democrática de la que muy probablemente saldrá el licenciado Danilo Medina como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Con el presidente Leonel Fernández comprometido a guardar neutralidad en la contienda y después de un doble tropiezo político es muy difícil que pueda endosarle su caudal de votos a alguno de los precandidatos, lo que beneficia al segundo líder peledeísta que ha trabajado denodadamente por la candidatura.

Margarita marchitada

La declinatoria de Margarita Cedeño a la precandidatura presidencial se esperaba desde el mismo domingo 10 de abril en que fue propuesta en la reunión del Comité Central del PLD. Cuando se aprobó que la añadieran a la lista de los seis aspirantes declarados, ya se había regado como pólvora el compromiso del presidente Fernández de persuadirla a “no correr”.

 La candidatura de la doctora Cedeño quedó marchitada en la  víspera, como consecuencia de la saturación de incertidumbres que había generado el prolongado y atropellante proyecto continuista que el presidente Fernández había liquidado apenas el día antes, lo que ya era reclamado con sordina por muchos de los dirigentes originales del partido morado.

Cuando en su reunión del sábado 9 el Comité Político acordó presentar al Comité Central las precandidaturas de los seis peledeístas que habían expresado sus aspiraciones, ahí debió quedar todo, lo que habría dificultado que al día siguiente agregaran a la primera dama y tal vez hasta que la aprobaran. Pero fue el propio presidente Fernández quien advirtió que no podrían impedir la presentación de otras candidaturas.

En esa circunstancia es que Felucho Jiménez plantea que eso sólo podría ocurrir con “tu mujer Leonel”, advirtiéndole que “si pierde será una derrota para ti y si gana,  una victoria pírrica porque se vería como una imposición del poder”. Y fue entonces que el líder peledeísta prometió que aunque la aprobaran, él se encargaría de que no corriera. Eso se regó como pólvora en la reunión del Comité Central al día siguiente, de donde casi todos salieron esperando que la dama rechazara de inmediato la nominación. La sorpresa fue que la dilatara dos semanas.

Víctima del estrés

 De no haberse prolongado por más de 9 meses el intento continuista a contrapelo de la propia Constitución, la doctora Cedeño hubiese tenido posibilidades de correr como precandidata. Lo que le cerró el paso fue el estrés a que fue sometido el PLD por lo que se veía como una desbordada ambición continuista con ribetes de caudillismo que ponía en tensión a toda la sociedad y exponía el partido hasta a la división.

Vencido el intento reeleccionista, hubo respiro hasta en los más altos niveles dirigenciales del PLD, donde se rechazaba lo de que “con ella seguimos con él” y no se concebía el inicio de un ruido que mantuviera las incertidumbres. Felucho Jiménez, dijo un dirigente peledeísta, fue un portavoz del “estrés generalizado”, y el presidente Fernández lo interpretó correctamente. Es posible que todavía estuviera ensayando otra jugada, al menos para negociar, lo que explica que en vez de cerrar con los seis precandidatos, él mismo abriera la brecha para que la inscribieran, cuando era más fácil disuadirla antes y economizarse el nuevo tropiezo.

La obligada declinación de su esposa, poco después de la de él mismo, ha dejado a Fernández en mayor debilidad para intentar inclinar la balanza a favor de un candidato alternativo a Danilo Medina, como todavía esperan quienes le atribuyen una aversión  total a las aspiraciones de su brazo derecho en sus dos primeros períodos de gobierno.

De por medio está también la promesa que formuló el primer mandatario en el discurso del viernes 8, cuando declinó su repostulación. En esa ocasión dijo que jugaría un papel neutral en la elección primaria de su partido, sin inclinar la balanza a favor de nadie y que respaldaría al que resulte electo candidato presidencial.

Por más animadversión que tenga a Medina, las perspectivas no auspician que el doctor Fernández pueda ya cerrarle el paso, sin exponer su liderazgo a sufrir nuevos tropiezos que pudieran serle costosos.

El mismo escenario del 2000

La elección de Danilo Medina como candidato presidencial del PLD, habida cuenta de que ya Hipólito Mejía fue escogido por el Partido Revolucionario Dominicano, remitiría al mismo escenario del 2000, cuando tras el primer gobierno del doctor Fernández y su partido, el perredeísta fue electo presidente con el 49.85 por ciento de los votos en la primera vuelta.

Pero yerran tanto los peledeístas como los perredeístas que pretenden extrapolar las situaciones, pues hay diferencias fundamentales. Hace 11 años había tripartidismo y el tercer candidato fue nada menos que el  caudillo reformista Joaquín Balaguer, quien obtuvo casi la misma votación que  Medina, cada uno con más del 24 por ciento. En la última elección presidencial, del 2008, el reformismo no llegó al 5 por ciento.

El Partido Revolucionario Dominicano de ahora no es el del 2000, cuando  despertaba más ilusiones de alternativa y venía de dos elecciones en que había aparecido como víctima. La del l994 por el fraude de Balaguer y la del 96 por la alianza PLD-PRSC para cerrarle el paso al doctor Francisco Peña Gómez, quien en la primera vuelta obtuvo 46 por ciento y en la segunda 48 por ciento. Peña moriría en 1998 dejando su partido en la cúspide de la popularidad por lo que barrió en los comicios congresuales y municipales de ese año.

 Es obvio que el PLD de ahora tampoco es el mismo del 2000 y ha perdido buena proporción de su crédito, pero también ha aprendido las “malas artes” del poder y las utiliza con ventajismo en los comicios. Creer que Leonel Fernández preferiría la derrota de Danilo puede ser otro error, porque nada le garantiza que a él y los suyos queden  mejor saliendo del poder. Sus riesgos serían mayores con otro partido en el gobierno.

Medina no tiene el carisma de Mejía, pero en los últimos años es un político más depurado y ha cultivado una amplia red de apoyo externo a su partido, con un discurso propositivo como casi ningún otro político dominicano. Aunque desde luego, cargaría el peso muerto del desgaste del PLD gobernante. Más aún si en aras de buscar el apoyo de Leonel postula a Margarita Cedeño  para la vicepresidencia, lo que le restaría posibilidades de diferenciarse como nueva opción.

Adiós a las turbulencias

Para analistas y observadores las perspectivas dan la razón a Danilo Medina que aún cuando el proyecto continuista tomaba fuerzas sostenía que se trataba de turbulencias destinadas a disiparse y que cuando pasaran la nave peledeísta se estabilizaría y él sería el candidato presidencial.

No faltaron advertencias de que el casi imposible proyecto continuista beneficiaba a Medina, por cuanto él corría casi solo mientras sus competidores esperaban la definición del presidente Fernández. En un escenario sin el mandatario las encuestas de los últimos meses han otorgado a Medina más del 50 por ciento de las preferencias para la candidatura presidencial en el 2012. Sólo Margarita Cedeño le hizo sombras y en algún momento le superó.

Y no es que entre los otros cinco competidores falten quienes le pudieran disputar la nominación a Medina. Ahí está el vicepresidente Alburquerque, que a fin de diciembre fue lanzado bajo la consigna de que “desde que el mundo es mundo, después del primero va el segundo”, pero luego aparentemente abandonado a su suerte cuando tomó impulso el proyecto de la primera dama.

José Tomás Pérez es de los que ha hecho mayor trabajo en las bases peledeístas y mantiene buena imagen. Francisco Domínguez Brito es una opción novedosa y refrescante, y quedan todavía Franklin Almeyda y Radhamés Segura, dos militantes de méritos partidarios.

Sin embargo, la convicción general es que ya resultará difícil que alguno de ellos pueda alcanzar a Medina en menos de dos meses que restan de la precampaña. Hasta entre seguidores del presidente Fernández cunde el sentimiento de que será muy difícil cerrarle el paso al economista e ingeniero químico sanjuanero. No se descarta una avalancha detrás del favorito, por ese sentimiento de cuerpo que tienen los peledeístas, que los hace renuentes a romper el consenso grupal, y por el deseo de alejar conflictos que pudieran poner en peligro su disfrute del poder.

 

Leonel insiste en deshojar Margaritas

Por Juan Bolívar Díaz
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El lanzamiento de la precandidatura presidencial de la doctora Margarita Cedeño, esposa del presidente Leonel Fernández, ha elevado las tensiones a los máximos niveles en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde esperan el cumplimiento de una promesa del líder de que ella no correría.

Temen la materialización de la consigna de que “con ella seguimos con él”, y se revela que el continuismo tenía menos respaldo del que se presumía en los altos niveles del partido morado ahora preocupados porque una imposición pudiera poner en peligro la unidad y las posibilidades de retener el poder en los comicios del 2012.

Dispara las tensiones.  La maquinaria reeleccionista liderada por los “ingenieros constitucionalistas” se repuso rápidamente de la decisión anunciada el viernes 8 de abril por el presidente Leonel Fernández de no correr la aventura de una repostulación  y tras una intensa promoción de la primera dama Margarita Cedeño lograron 40 horas después su inscripción como precandidata presidencial del PLD.

Desconciertos, temores y rechazos abiertos y solapados se han producido en el liderazgo tradicional del PLD, donde a la doctora Cedeño no se le atribuyen mayores méritos políticos que los de ser la esposa del Presidente de la nación, aunque nadie se atreve a discutir su derecho a aspirar a la candidatura presidencial. Hay quienes aseguran que ni uno sólo de los otros seis precandidatos está conforme con la decisión, convencidos de que el primer mandatario no podrá cumplir el papel de neutralidad, sin inclinar la balanza hacia alguno, como prometió en su discurso de declinatoria.

Dirigentes peledeístas de larga data están convencidos de que la precandidatura de la primera dama generará “mucho ruido al interior del partido”, que podría ser debilitado y hasta fragmentado en caso de una victoria que muchos verían simplemente como imposición del poder presidencial, una especie de que “con ella seguimos con él”, como se acuñó hace meses cuando algunos comenzaron a promoverla.

El rechazo incluyó al influyente aliado peledeísta Vincho Castillo, quien el domingo llegó a anunciar su separación del bloque gubernamental donde él detecta que tiene lugar “un baile de puñales”.

Contribuyó a las inquietudes el hecho de que la precandidatura fuera una iniciativa de los mismos que durante los últimos meses promovieron ardientemente la reelección del presidente Fernández aún a contrapelo de la prohibición constitucional, y no faltan quienes la consideran una nueva maniobra del mandatario,  un nuevo ajedrecista de la política nacional, con tanta sagacidad y ambición del poder como el desaparecido Joaquín Balaguer.

Sorpresa del Comité Político.  Siempre se creyó que el doctor Fernández tenía un dominio completo del Comité Político de su partido, integrado por 25 miembros, y que donde podría tener dificultades para encontrar apoyo a su repostulación era en el Comité Central con 403  integrantes, pero fue sorprendente la afirmación del doctor Euclides Gutiérrez, recogida por HOY (página 5-A del lunes 11) de que la mayoría del órgano ejecutivo “no estaba de acuerdo”. Otro miembro del organismo precisó que además de Gutiérrez no la favorecían otros 13, entre ellos Danilo Medina, Reinaldo Pared, Franklin Almeyda, José Tomás Pérez, Carlos Amarante Baret, Lidio Cadet, Radhamés Segura, Radhamés Camacho y Cristina Lizardo.

Tampoco favorecieron la precandidatura de Margarita Cedeño cuando el Comité Político se reunió el sábado 9, en víspera de la proclamación de los precandidatos. Allí se aprobó una plancha única a ser presentada al Comité Central con los seis abiertos aspirantes: Danilo Medina, José Tomás Pérez, Rafael Alburquerque, Francisco Domínguez Brito, Franklin Almeyda y Radhamés Segura.

Tras la aprobación fue el propio presidente y líder del PLD quien advirtió que no se podía impedir la presentación de otra candidatura ante el Comité Central. Felucho Jiménez sorprendió al responder que a lo mejor proponían a Temístocles Montás, lo que fue rápidamente rechazado por este. Y entonces dijo “Leonel, pues será a tu mujer”, para a continuación advertirle que era una jugada riesgosa, pues si perdía sería una derrota para él y si ganaba, sería una victoria pírrica, pues se consideraría una imposición presidencial.

La versión, confirmada por dos de los presentes indica que entonces el presidente Fernández prometió que en caso de ser propuesta y aprobada, su esposa no correría, dando garantías de que no será precandidata.

Ante tal promesa, Danilo Medina, presente en ambas instancias,  habría instruido a sus seguidores a no desairar a la doctora Fernández y aprobar su precandidatura. El diputado Frank Soto cuestionó su militancia partidaria y  Rubén Peña pidió que se votara de nuevo para contarle los votos pues creía que no  había sido aprobada, lo que fue rechazado por el secretario general Reinaldo Pared.

El Aníbal dominicano.  De lo que hay pocas dudas es de que la postulación de la primera dama por los mismos que pretendieron la inconstitucional reelección, no es ajena a la voluntad del primer mandatario  a cuya inteligencia no podía escapar que  provocaría un gran ruido, cuando apenas la sociedad salía del sobresalto del intento continuista y está pendiente aún de la prometida rectificación de la aprobación inconstitucional de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura y de la observación presidencial a la del Tribunal Constitucional, de las que no se volvió a hablar esta semana.

Aún entre partidarios de Leonel Fernández se le atribuye una tendencia a sobre estimarse, por su convicción de que en el país son muy pocos los que conceptualizan, y por el creciente aislamiento en que se ha sumido, rodeado de áulicos, y cada vez más distante de quienes pudieran hacer el papel de conciencia crítica.

Como todo un maestro del ajedrez, el Presidente pasaría horas frente a su tablero hilvanando jugadas para mantenerse en medio del baile y que todos los concurrentes estén pendientes de su voluntad de gran estratega que al declinar la repostulación que le estaba prohibida se comparó con el legendario general cartaginés Aníbal Barca, que según expresó se detuvo a la puerta de Roma, pudiendo tomarla, por temor a destruirla.

Se trata de una especulación sin fundamento objetivo, pues lo más socorrido es que ciertamente el voluntarioso y genial estratega militar alcanzó numerosas victorias ante de acercarse a Roma con un ejército ya diezmado que había perdido la mitad de sus 60 mil hombres y caballos y 37 de sus 38 elefantes en el fatigoso rodeo de Italia a través de los Pirineos y los Alpes partiendo de la península Ibérica.

Durante más de una década Aníbal mantuvo posiciones en Italia esperando refuerzos que nunca le llegaron. Se cree  que fue una sabia decisión no intentar asaltar la capital imperial, pues habría adelantado el suicidio en que terminaría su legendaria vida más de tres décadas después en el  año 183 antes de Cristo, tras haber sido reducido y humillado, lo mismo que su pueblo, por el imperio romano. –

Un globo de ensayo

En círculos peledeístas donde se había respirado con alivio tras el final del proyecto continuista, hay decepción con la postulación de la doctora Cedeño, y hasta entre fieles seguidores del líder Fernández se expresan seguridades de que “eso a lo más que llega es a un globo de ensayo”. Hay quienes creen que se inscribió la candidatura para ver la reacción en el partido y de la opinión pública.

La generalidad de los análisis y comentarios no discuten los derechos de Margarita Cedeño, pero coinciden en que hace imposible la neutralidad que prometiera el presidente Fernández. En internet han circulado montajes fotográficos donde sintetizan en uno solo los rostros de la pareja presidencial. Mientras el escritor Andrés L. Mateo sostenía el jueves en su columna de HOY que “la candidatura de Margarita es la medida de una pasión bien visible por el poder, que cuajó en desmesurada”, porque “el verdadero candidato es él, Leonel Fernández”.

Para otros la postulación se corresponde con la decisión que atribuyen al doctor Fernández de impedir a toda costa el triunfo de Danilo Medina, por haber tenido la osadía de disputarle la candidatura presidencial en el 2008. Más suave es la interpretación de que tiene por objeto demostrar a los precandidatos quién reina en el PLD.

El presidente podría estar esperando el resultado de alguna encuesta para decidir si disuade o no a su esposa de seguir en la carrera por la nominación presidencial del PLD, sin descartar una alianza con algún otro precandidato que garantice competitividad frente al reconocido empuje de Medina. Y finalmente queda el recurso de lograr que Danilo Medina le oferte la candidatura vicepresidencial, “en aras de garantizar la unidad del partido y el apoyo del presidente y su gobierno”. Entre seguidores de éste, incluyendo a comentaristas de radio y televisión, se comparte la fórmula Danilo-Margarita.

 

Discurso de Leonel definirá su camino

Por Juan Bolívar Díaz
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Convencidos  de que se le agota el tiempo para las ambigüedades, tanto  seguidores como antagonistas del Presidente Leonel Fernández están esperanzados  de que en su discurso del próximo domingo 27, el Mandatario decidirá si transita o no el camino del continuismo.

También se espera que el  presidente de la República apele a algunos recursos para restar presión a la caldera social y responda a crecientes demandas e insatisfacciones como las recogidas por los obispos dominicanos en su carta pastoral con motivo de la festividad de la Independencia Nacional.

Se le agota el margen.  El sociólogo César Pérez en su  artículo publicado el miércoles en HOY,  recoge  la convicción general de que al presidente Leonel Fernández se le está agotando “el margen de maniobra del juego reeleccionista”, presionado por factores tanto internos como externos a su propio partido.

Por esa razón son muchos, seguidores como adversarios, los que tienen la  expectativa de que Fernández  aprovechará su comparencia del próximo 27 de febrero ante las cámaras legislativas, para despejar las incertidumbres generadas por el movimiento que promueve su reelección.

La ocasión suele ser tradicionalmente  propicia para que los mandatarios definan el curso político del último año del cuatrienio gubernamental, período en que los partidos se adelantan a celebrar elecciones primarias para escoger su candidato presidencial con un año de anticipación a los comicios. El presidente Joaquín Balaguer pudo retrasar esa indicación hasta pocos meses antes de las elecciones porque nunca tuvo competencia interna y porque la Constitución no prohibía la reelección presidencial.

El discurso-informe a la nación ocurrirá cuando en el propio partido del Mandatario, el de la Liberación Dominicana (PLD), aumenta el reclamo para  que se decida sobre el clamor de sus más ardientes seguidores, de que intente una repostulación no obstante la prohibición conteniad en la nueca Carta Magna.

Fernández tiene la presión que representan seis dirigentes de su partido que aspiran a sucederlo en la candidatura presidencial. Son ellos el vicepresidente Rafael Alburquerque, Danilo Medina, José Tomás Pérez, Franklin Almeyda, Francisco Domínguez Brito y Radhamés Segura. Con la excepción de Medina, todos han expresado de alguna manera que abandonarían sus aspiraciones si el doctor Fernández decide optar por un tercer período de gobierno consecutivo y cuarto de su carrera.

Ansiedad en el PLD.  La ansiedad es creciente en el partido de gobierno donde una gran mayoría desearía que el Presidente pueda repostularse, aunque muchos reconocen que tendría que vencer el escollo constitucional. Pero cada semana son más los que advierten que el tiempo corre contra el proyecto continuista porque tanto dentro como fuera del partido se generaliza la convicción de que su suerte es incierta.

Varios de los precandidatos presidenciales peledeístas han expresado públicamente sus expectativas de que la Comisión Política decida convocar al Comité Central a más tardar en marzo, para decidir quiénes competirán por una candidatura que tradicionalmente se define en mayo, un año antes de las elecciones.

Pero esta semana hubo algo más, no sólo que Medina recordó el plazo tradicional, sino que el secretario general del partido, Reinaldo Pared Pérez, y el precandidato Franklin Almeyda asumier que Fernández además de buscar la candidatura, también será un árbitro moderador de  la elección primaria.

Pared Pérez, también presidente del Senado, respondió cuestionamientos periodísticos sobre la reciente promoción del vicepresidente  Alburquerque para la candidatura presidencial utilizando la fotografía del presidente Fernández, y rechazó que éste tenga el aval del mandatario. Llegó a decir, como lo consignaron los diarios del martes 15, que el líder del PLD “sería incapaz de apoyar a alguien por encima de los demás. Más bien él se dedica a velar porque la unidad del partido quede intacta después de estos comicios”.

El secretario general y otros altos dirigentes peledeístas,  algunos tan cercanos al presidente como Temístocles Montás y César Pina Toribio, ministros de la Presidencia y de Economía, respectivamente, son de los que no han mostrado simpatía alguna con el proyecto continuista que encabezan los “ingenieros constitucionalistas” Félix Bautista y Freddy Pérez. Más bien se inscriben entre quienes discretamente expresan su convencimiento de que el mandatario no escogerá ese “aventurero camino” .

Tiene que desactivar la caldera.  Hay quienes creen que el presidente Fernández todavía podría seguir jugando a ganar tiempo antes de despejar la ruta para la candidatura presidencial de su partido, aún a riesgo de seguir sacrificando las posibilidades de quienes le subordinan su precandidatura, y de seguir beneficiando a  Medina, que es el único decidido y quien encabeza por mucho las encuestas excluyendo al líder del partido.

Lo que no podrá ignorar el Mandatario son el descontento de la gente por las  generalizadas de precios y los reclamos de incremento salarial que han matizado el comienzo de este año, generando protestas sociales en diversas regiones.

También tendrá el Presidente, sobre todo si deja abierto el camino al continuismo, que poner atención a las grandes insatisfacciones reflejadas por la Conferencia del Episcopado DominicanoCarta  publicada el jueves, donde se   denuncia un “estado de incertidumbre, desigualdad social, pobreza, delincuencia, deficiencia educativa, violencia, impunidad, destrucción y contaminación del ambiente, pérdida de valores e identidad”.

El grito episcopal subió de tono para proclamar que “en esta situación de atracos, sicariato, narcotráfico, participación de autoridades en actos delictivos, corrupción administrativa, politiquería clientelista, inseguridad ciudadana, no podemos construir un país libre, soberano e independiente  tal como lo soñara el Padre de la Patria Juan Pablo Duarte.

En el contexto político llamó la atención que los obispos concluyeran su carta pastoral llamando a que “Hagamos valer nuestra Constitución” y a que “superemos la gran brecha que separa el discurso de la realidad, la teoría de la práctica” y a “construir un estado de derecho, donde se pongan en práctica los principios de nuestra Carta Magna y se guarde el debido respeto a las leyes.

Más presión. El presidente tendrá la presión ademásde un déficit fiscal que retrasó hasta el pago salarial en enero, y excedió los compromisos  del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que le ha requerido una nueva “carta de intención que reitere las políticas para el 2011 en línea con el programa”.

¿Un último aliento?

Mientras duró el largo viaje presidencial de dos semanas por Suiza e India y con la velocidad que tomó la promoción del vicepresidente Alburquerque sobre la base de que “después del primero va el segundo”, creció la convicción de que “Leonel no está en eso de volarse su propia Constitución”. Pero un veterano dirigente peledeísta aseguró esta semana que tras el retorno del mandatario “lo de Alburquerque fue frenado”.

Un dirigente de tanta experiencia y conocimientos marrulleros como Luis Incháusti, no se arredró para decir por Teleantillas el jueves que hay funcionarios  que han hecho grandes   fortunas y ahora  temen hasta de sus propios compañeros de partido, por lo que empujarán hasta lo indecible para que Fernández se mantenga en el poder. entendiendo que sólo él les garantiza continuar en el poder, y que requieren algunos años más para terminar de lavar sus fortunas.

La circunstancia de que no se haya podido aprobar la ley orgánica del Tribunal Constitucional, en el que muchos cifran esperanzas de que dictamine una procedencia de la repostulación del presidente Fernández, se ha considerado un tropiezo indicativo de lo abrupto que está el camino al continuismo por el artículo 124 de la Constitución.

Fue Félix Bautista quien en diciembre dijo en Nueva York que “ocho de los jueces que integrarán el Tribunal Constitucional entienden que el presidente puede reelegirse en el 2012”. En el mismo discurso anunció la búsqueda de 2 millones de firmas para un referendo sobre la reelección, lo que comenzó a ejecutarse al concluir el año.

Aunque ya hay consenso para que la ley orgánica del Tribunal Constitucional consigne la facultad de éste para conocer incluso las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, como establece la Carta Magna, todavía los oficialistas insisten en que puedan integrarlo abogados mayores de 75 años, lo que ha impedido la aprobación de la ley. Se cree que la insistencia oficialista tiene como objetivo llevar a la presidencia del nuevo organismo al doctor Rafael Luciano Pichardo, quien precisamente por ese límite de edad tiene que ser jubilado de la Suprema Corte.

 

Eclipse democrático al interior del PLD

Por Juan Bolívar Díaz

Aunque sujeta a  un plebiscito aprobatorio, la decisión de los integrantes del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de auto prolongarse por cinco años su estatus de dirigentes y por dos a la dirección media constituye un paso más en el eclipse de la democracia  interna en esa organización política.

 En lo inmediato acentúa el poder de la cúpula gobernante, especialmente de su líder el presidente Leonel Fernández, y obedece al temor de someterse al veredicto de las bases, pero también busca evitar luchas internas que pudieran debilitar el partido de cara al desafío electoral del 2012 que conlleva elección de candidato en pocos meses.

Sorpresiva decisión.  La auto prolongación del período  de los  integrantes del Comité Central (CC) del PLD, en la reunión efectuada el sábado 9 de octubre, sujeto a la aprobación de  un plebiscito no estatutario, sorprendió a la militancia partidista y  a la opinión pública. La prórroga implica también al Comité Político (CP) que “es el organismo ejecutivo del Comité Central”, integrado por el presidente, el secretario general y 23 miembros electos por  el CC. Decidieron también prolongar, pero sólo hasta después de las elecciones del 2012 el mandato de los dirigentes provinciales, municipales e intermedios.

La forma de elección de los integrantes del CC “por un período de cinco años”, según el artículo 13 de los Estatutos del PLD, está señalada en el artículo 16 que establece “el voto secreto y universal de la mayoría simple y no menor del 33 por ciento de los votos”. Se consagra la elección de 382 miembros, a los cuales se suman “de pleno derecho” los integrantes salientes del CP y los ex miembros del mismo con militancia ininterrumpida en el partido. 100 deben ser electos por todos los militantes del partido, 235 por los militantes que sufraguen “en cada lugar”. Otros 17  por los miembros de las seccionales del exterior y 30 más por el Comité Político que cesa en sus funciones.

Se estima que el CC actual tiene 400 miembros, de los cuales el 75.55 por ciento asistió a la reunión del sábado 9 que escogió la Comisión Organizadora del Congreso que debe reunirse cada cinco años, señalado como “el más alto organismo de dirección del partido” y que integran los miembros del CC, y los presidentes de los comités provinciales, municipales, intermedios, de las circunscripciones electorales y de las seccionales.

Minimización del partido.  La prolongación del período de la alta dirección es considerada  un paso adicional en el “proceso de minimización” a que viene sometido el PLD en aras del liderazgo cuasi  caudillista del presidente Fernández, quien concentra la dirección del partido en el Comité Político de 25 miembros, casi todos altos   funcionarios de su gobierno y por tanto subordinados a él.

 Hace tiempo que en el PLD se considera que el CP es el único  organismo operante. Los miles de comités de base e intermedios, como los provinciales y municipales ya no se reúnen  ni son consultados ni elaboran planes ni propuestas como en los orígenes. El CP tampoco ofrece los informes que eran costumbre en la organización. El CC se reúne más o menos cada año pero no delibera ni traza políticas y muy pocos de sus integrantes se muestran dispuestos a “romper el consenso grupal” que favorece al doctor Fernández.

La desestructuración es tan grande que ya nadie sabe cuántos son los comités de base ni los intermedios, aunque se supone que suman decenas de miles. Sus dirigentes han quedado atrapados en redes clientelares aceitadas por la acumulación de dinero en los altos dirigentes que reparten favores gubernamentales, instrumentándolo todo, al decir de uno de los dirigentes que todavía reivindican los orígenes del partido.

La corrupción al interior del PLD quedó al desnudo y fue denunciada por dirigentes medios que acudieron a la televisión quejándose del predominio del dinero y el poder de los funcionarios gubernamentales y municipales  en la elección de los candidatos para las elecciones congresuales  y municipales de mayo pasado.

El miedo a las bases.  Aunque hay mucha disensión en el PLD por la auto prolongación del período,  pocos  se han atrevido a  expresarlo públicamente, incluyendo a un puñado de miembros del CC, como los senadores Charles Mariotti y Euclides Sánchez, y especialmente Luis Incháusti, quien la considera “una violación y traición a las ideas y principios democráticos que  encarnó el profesor Juan Bosch”. Este combativo dirigente que se proclama defensor de las bases llegó a sostener esta semana que de los 25 miembros del CP sólo José Joaquín Bidó Medina, Lidio Cadet  y  José  Tomás Pérez han escapado a la corrupción.

Para un talentoso cuadro político peledeísta la extensión del mandato obedece al temor de muchos dirigentes de someterse al veredicto de las bases. Otro cree que la decisión forma parte de un proceso para preservar el liderazgo político del doctor Fernández ante el hecho cada vez más evidente de que tendrá que dejar la presidencia de la nación en el 2012. El presidente del Comité Provincial del PLD en Santiago, Monchy Rodríguez, fue citado por HOY diciendo que la decisión expresa una “posición unitaria alrededor del liderazgo nacional que preside Leonel Fernández”.

La prolongación fue aceptada o por lo menos no  objetada por  los aspirantes a la candidatura presidencial del PLD, incluyendo al principal Danilo Medina, atendiendo al criterio expresado por el secretario general Reinaldo Pared Pérez de que obedece al interés de que el partido acuda unido a las elecciones del 2012. Pero la evidencia de que favorece el liderazgo de Fernández, es que el Comité Central es prolongado por cinco años y los dirigentes de los organismos medios sólo hasta después de las elecciones. Eso quiere  decir que de ganar la elección presidencial otro peledeísta tendrá que manejarse más de tres cuartas partes del período con el mismo comité central de Leonel Fernández.

No quieren riesgos

Seguidores de Danilo Medina explican que aceptaron la prolongación convencidos de que hay que evitar  las posibilidades de que una competencia por los cargos provoque enfrentamientos entre danilistas y leonelistas que se traduzcan en mayores segmentaciones y debiliten la unidad del partido.

Se puso de ejemplo que había una decena de dirigentes con aspiraciones de ser electos para secretario general, citándose entre ellos a Aristipo Vidal, Manuel Crespo, Luis de León, Radhamés Jiménez, Rubén Bichara, Simón Lizardo y Carlos Amarante Baret.

Por igual temían que el partido entrara en una etapa de ebullición interna fruto de las ambiciones de muchos militantes de acceder a los cargos de presidentes de los comités de base e intermedios, sobre todo de estos últimos que están incorporados a las nóminas estatales con sueldos más elevados.

En el 2008 en esta página se publicó  que 42 mil 434 presidentes de comités de base estaban en las nóminas de dos secretarías de Estado y otros 6 organismos estatales cobrando 143 millones 120 mil pesos mensuales.

También se aireó otra “Nómina Pago Inspectores” de 1,209 personas que cobraban a través del Instituto Agrario Dominicano entre 15 y 25 mil pesos al mes, que según fuentes eran presidentes de comités intermedios. Esta totalizaba 18 millones 355 mil pesos mensuales.

Cualesquiera que sean las justificaciones para auto prolongarse mandatos, inventando un plebiscito no contemplado en los Estatutos del PLD, ello revela el progresivo debilitamiento de la institucionalidad democrática del sistema partidista dominicano, con mayores repercusiones cuando afecta al partido que gobierna y controla el Poder Legislativo.

Ello explica por qué sigue engavetado el proyecto de ley de partidos políticos objeto de numerosos consensos en los últimos trece años para pautar la democracia interna de las organizaciones políticas, incluyendo la elección de sus dirigentes y candidatos.

Si el principal partido teme a la elección democrática de sus dirigentes, es difícil que ese proyecto sea convertido en ley.

Asombrosamente ni el principal partido opositor está insistiendo en reclamar su aprobación aunque fue parte de los acuerdos pactados entre el presidente Leonel Fernández y el ahora presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado.-

 

Frenan la precipitada campaña reeleccionista

Por Juan Bolívar Díaz

El desbordamiento de los pujos continuistas quedó frenado esta semana por una serie de declaraciones de personalidades, incluyendo al vicepresidente Rafael Alburquerque, al presidente del Senado, Reinaldo Pared,  y especialmente al senador Félix Bautista, considerado como uno de los hombres de más confianza del presidente Leonel Fernández.

El frenazo habría sido determinado por el creciente descontento que dentro  y fuera del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) estaba generando la campaña reeleccionista con desprecio de la nueva Constitución y en medio de tensiones con el sector empresarial por los esfuerzos gubernamentales para solventar un elevado déficit fiscal.

Significativas declaraciones.  La primera señal de freno pudo haber sido la destitución de Héctor Rodríguez Pimentel de la dirección del Instituto Agrario Dominicano el 19 de agosto. Pero tanto éste como el secretario sin cartera Freddy Pérez persistieron en su ofensiva continuista proclamando que ni siquiera es necesaria la reforma de la Constitución para que el presidente Fernández pueda optar por un tercer período consecutivo.

El martes coincidieron en el telediario de Teleantillas el ingeniero Pérez y el vicepresidente Rafael Alburquerque, un político que toma la medida de cada oración que va a pronunciar. Expresó contundentemente en el sentido de que “es totalmente extemporáneo hablar de candidaturas en estos momentos”, que lo importante es dedicarse a resolver problemas, y que el Presidente “no está en estos momentos pensando en la repostulación”.

El mismo martes, el precandidato presidencial peledeísta  Danilo Medina evadió referirse concretamente a la promoción de la reelección, considerándola “hipotética”, pero sí dijo que está “construyendo un proyecto presidencial, dentro y fuera del PLD, concitando respaldo de mucha gente que nunca antes había hecho política”. Y advirtió que no busca confrontación con nadie porque quiere ser el candidato de todos.

El miércoles tocó al secretario general del partido morado y presidente del Senado referirse a la campaña pro reelección, indicando que ese tema no se ha tratado en el Comité Político, y que es extemporáneo. “Lo más importante en lo queda hasta el 2012 es que nos esforcemos en una buena labor de Gobierno”. Y admitió que el continuismo podría generar tensiones dentro de su partido, aunque descartó que provoque una división.

El mismo día, el dirigente José Tomás Pérez sostuvo que será el candidato presidencial del PLD en el 2012 “en caso de que el Presidente no motorice una reforma constitucional que le permita una nueva repostulación”. Antes, e incluso en su propaganda política, había condicionado su postulación a que el doctor Fernández no se lance, pero esta semana reconoció que el texto actual lo impide.

Al menos un frenazo.  La tajante declaración de Bautista, a quien se vinculaba con la campaña continuista, por lo menos pareció un frenazo al desbordamiento de los dos últimos meses y que tuvo aliento del propio Presidente Fernández cuando el 3 de julio dijo a los reporteros que la continuidad de un mandatario al frente de su país “es un tema de soberanía nacional”, ya que la decisión “en última instancia la tiene el pueblo”.

Ningún observador de la política nacional cree que Bautista formuló tal declaración sin consultar a su jefe político y administrativo. E incluso algunos creen que fue inducida por el propio mandatario, hasta quien habrían llegado señales de que  la campaña, al menos por el momento, no “estaba cayendo bien” en importantes sectores de poder y que precipitaba tensiones en su propio partido. Coincidencialmente se producían reuniones de entidades empresariales con precandidatos a la presidencia como Miguel Vargas, Hipólito Mejía y Danilo Medina.

Los días por venir permitirán comprobar si se frenó o no el desbordamiento  continuista que la semana anterior llegó a incluir reuniones abiertas en salones del propio Palacio Nacional. En lo que coinciden diversos analistas es que por el momento ha sufrido un tropiezo. Para algunos ya el Presidente se habría convencido de las graves dificultades que enfrentaría, moviéndose en el “terreno movedizo” que, valiéndose de su propia experiencia, le advirtió el miércoles, el ex presidente Hipólito Mejía, cuando en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio contó cómo los tumba polvo y vividores de la política son capaces de convencer a cualquiera de embarcarse en un proyecto absurdo.

Aunque cuenta con la participación de una amplia gama de grupos remanentes del otrora dominante Partido Reformista, ahora aliados del presidente Fernández, el proyecto reeleccionista podría incluso provocar desprendimientos en su “Bloque Progresista” que lo ha respaldado en las cuatro últimas elecciones. El 2 de agosto se informó que uno de los partidos que lo integran, la Fuerza Nacional Progresista, había decidido iniciar la promoción nacional de la candidatura presidencial del diputado Pelegrín Castillo, quien ha tomado distancia del continuismo, pese a que su padre, Vincho Castillo, lo favoreció.

Circunstancias desfavorables.  La crisis fiscal por la que atraviesa el Gobierno por el desbordamiento del gasto en la pasada campaña electoral, y las tensiones que generan los esfuerzos por elevar los ingresos no parecen ser el ambiente adecuado para embarcarse en un proyecto continuista que demandaría cada vez más recursos y produciría incertidumbres institucionales que podrían desestabilizar la economía nacional.

Esas tensiones llegaron esta semana al punto de que una veintena de asociaciones empresariales, que incluyó a todos los sectores industriales, denunciaron la decisión del Gobierno de cobrar el ITBIS a las importaciones en las aduanas para adelantarse unos RD$2,000 millones  en lo que resta del año. Amenazaron con recurrir ante la justicia para invalidar una acción administrativa violatoria de la ley de Competitividad y  “que provocaría un daño inminente a nuestra institucionalidad y pone en riesgo la seguridad jurídica, la producción y la generación de empleo en el país”. El Gobierno lograría luego que los grandes empresarios aceptaran la medida para contribuir a mantener el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos negociadores esperan en Washington las respuestas que no pudieron obtener aquí en más de dos semanas de conversaciones sobre el tope al déficit fiscal.

Para algunos lo del adelanto del ITBIS es apenas un “tente en pies”, convencidos de que se requerirán otros gravámenes para tapar el hueco y afrontar la inminente confección del presupuesto para el 2011, que según la nueva Constitución debe llegar al Congreso el 1 de octubre, en apenas un mes. Se duda que pueda contar, como el de este año, con un financiamiento externo de RD$116,000  millones, extendido a RD$120,000 millones, unos US$3,200 millones.

Como si eso no fuera suficiente, esta semana afloraron tensiones entre partido y Gobierno por designaciones de dirigentes que quedaron desbancados por las elecciones de mayo pasado, mientras el Presidente es asediado por peledeístas y aliados que reclaman “pago a sus sacrificios”. Una serie de decretos emitidos a cuentagotas durante dos semanas, algunos revocados y otros retenidos, y la lentitud en posesionar a nuevos funcionarios, parecían indicar por lo menos desconcierto.

La tapa al pomo

El panorama pareció despejase el miércoles cuando se produjo la segunda declaración al respecto, en sólo una semana, del siempre cauto rector de la Universidad Católica Madre y Maestra y reiterado mediador monseñor Agripino Núñez Collado. Y más aún cuando se destapó el flamante senador Félix Bautista, considerado en los últimos tiempos como “el político y funcionario más cercano al presidente Fernández”.

Núñez Collado había dicho el día 18 que la nueva Constitución es “un valladar a la reelección presidencial”. Ahora dijo que no se puede meter presos a los que promueven el continuismo, pero sostuvo contundentemente que para ello sería imprescindible una modificación de la Constitución. “Y no cabe en mi cabeza pensar o ver al Presidente solicitando que su Constitución sea acomodada para que él pueda, precisamente, violarla o hacer una nueva Constitución”, añadió.

También aludió al pacto del presidente Fernández con el ahora presidente del Partido Revolucionario Dominicano Miguel Vargas Maldonado, que viabilizó la aprobación de la nueva carta magna y que eliminó la prescripción anterior de una sola repostulación “y nunca más”, cambiándola por la prohibición de la reelección consecutiva,

El influyente Monseñor podría estar expresando el desconcierto y hasta disgusto que se advierten en círculos eclesiásticos y empresariales, en los que él se mueve como pez en el agua, con la campaña continuista que se desbordó en las semanas anteriores. Pero la declaración más sorprendente fue la emitida el mismo miércoles 25 por Félix Bautista al estrenarse en el Senado. “Yo no creo que el presidente Fernández vaya a modificar la Constitución que él auspició. Pienso que si lo hace sería una gran mancha que quedaría en su gestión”, sostuvo el hasta hace una semana poderoso supervisor de las obras del Estado.

 

La fuerte vorágine del continuismo

Por Juan Bolívar Díaz

Dos reuniones en menos de una semana en pleno Palacio Nacional, manifestación frente al Congreso Nacional, lanzamiento de volantes desde helicópteros, aumento de vallas y afiches y apertura de locales parecen indicar que la vorágine del continuismo se apodera de sectores del Gobierno y grupos de apoyo, especialmente provenientes del balaguerismo.

Mientras en sectores políticos y sociales aumentan las preocupaciones porque un precipitado movimiento reeleccionista, a un año y 9 meses de la próxima elección presidencial, distraiga la atención del Gobierno y genere incertidumbres institucionales que se reviertan en desconfianza y mayores problemas económicos.

Un remolino impetuoso.  Los acontecimientos de las últimas semanas parecen indicar que se ha desatado la vorágine del poder que, como remolino impetuoso, se aferra al continuismo por encima de consideraciones institucionales, políticas o económicas, como ha sido recurrente en la historia nacional.

Dos reuniones en el Palacio Nacional en menos de una semana, una manifestación en otro escenario privilegiado, frente al Congreso Nacional, al instalarse los nuevos legisladores, reparto de volantes desde helicópteros, proliferación de vallas y afiches en las vías públicas, y emergencia de nuevos grupos que propugnan por otra repostulación del presidente Leonel Fernández, con apertura de locales, han copado la atención pública.

Lo más significativo, para algunos observadores, han sido las dos reuniones efectuadas en una semana en el Palacio Nacional, la última el martes 17, encabezadas por el ex secretario de Obras Públicas y dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, ingeniero Freddy Pérez, y el hasta el jueves director del Instituto Agrario Dominicano,  Héctor Rodríguez Pimentel, que han incluido a la gama grupal en que se han dispersado los dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano.

Llamó la atención la “destitución” de Rodríguez Pimentel del IAD, lo que los más optimistas interpretan como una señal de freno del presidente Fernández, aunque no faltan maliciosos que consideran que lo están relevando de responsabilidades administrativas para que, con el mismo cargo inorgánico de Ministro sin Cartera que ostenta Freddy Pérez,  pueda dedicarse a tiempo completo a promover el continuismo. Empero, para Rodríguez Pimentel, a quien el director del Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa bautizó como “corrupto patológico”, debe ser un castigo quedarse sin un cargo donde se maneje fondos y pueda pagar a cientos de sus activistas.

Pérez y Rodríguez no sólo han utilizado el Palacio Nacional para reuniones políticas, en violación de la Ley de la Función Pública (inciso 9 del artículo 83), sino que se han regodeado haciendo declaraciones. Rodríguez  anunció allí el martes la apertura del primer local de su “Corriente Balaguerista” de 35 que, según dijo, instalará en todo el país para promover la continuidad del presidente Fernández.

Calma en el PLD.  En los ámbitos del PLD han tomado con calma los aprestos reeleccionistas, incluidos  quienes se oponen resueltamente, como los que promueven la candidatura de Danilo Medina, empeñados en evadir la confrontación. Han sorprendido pronunciamientos continuistas como el del ahora senador por Santiago, Julio César Valentín, hasta la pasada semana presidente de la Cámara de Diputados, y quien fuera vicepresidente de la Asamblea Nacional que aprobó la “Constitución de Leonel” que prohíbe la reelección consecutiva.

Aunque se afirma que más de la mitad de los 25 miembros del Comité Político no favorece otra reelección, la  generalidad de los dirigentes peledeístas guarda discreto silencio. Se estima que si Fernández se decide terminaría imponiéndose, aunque con un costo en la unidad y la coherencia del partido. Se cree que el propio Fernández ha alentado la campaña reeleccionista con sus declaraciones públicas, primero la de Colombia, donde dijo que a un presidente de alta popularidad no se le debería vetar la reelección, y luego la del 3 de julio en almuerzo con periodistas dominicanos cuando dijo que no podía impedir la promoción pese a la prohibición constitucional porque la decisión “en última instancia la tiene el pueblo”.

Franklin Almeyda y José Tomás Pérez, además de Medina, han definido claramente su decisión de buscar la candidatura presidencial del PLD para el 2012. Se dice que también aspiran Francisco Javier García y Radhamés Segura, y es pública la promoción de la primera dama Margarita Cedeño de Fernández. Se señala también a Jaime David Fernández y al vicepresidente Rafael Alburquerque, pero éstos han evadido confirmarlo.

Almeyda declaró esta semana que el presidente había pedido a los precandidatos que esperen la proclama del Comité Político que a principios del 2011 debe abrir un período de precampaña y proponer precandidatos para escoger a mediados del año. Pero hay quienes creen que eso no es posible en tanto arrecia la campaña reeleccionista, en tanto José Tomás Pérez dice que él declinaría si Leonel decide repostularse.

Mientras tanto, una “Cruzada por el Progreso” anuncia que buscará un millón de firmas para reivindicar “la soberanía del pueblo”, y emergen grupúsculos que buscan subirse al carro del continuismo, como un llamado Movimiento Estrellas Rojas que se reunió la semana pasada en un viejo restaurant capitalino.

Incertidumbre a la vista.  En los más diversos sectores sociales se expresan temores de que el movimiento continuista, a contrapelo de la flamante Constitución, cree incertidumbre que desvíe la atención de los problemas nacionales y distraiga el Gobierno, como ocurrió en la segunda mitad del régimen que presidió Hipólito Mejía.

Los temores aumentan en la medida en que hasta abogados reconocidos como Jottyn Cury hijo, empiezan a publicar artículos sosteniendo la viabilidad constitucional de la reelección. A ello se atribuye que un hombre tan cauto como monseñor Agripino Núñez Collado sostuviera esta semana que la nueva Constitución “es un valladar a la reelección presidencial”.

En igual sentido se manifestaron  el miércoles el experto en derecho constitucional y hasta hace poco embajador en Washington, Flavio Darío Espinal,  el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños, y el experto constitucionalista Cristóbal Rodríguez Gómez, quienes coinciden en que para que el presidente Fernández pueda repostularse tendría que modificarse de nuevo la Constitución, lo que estiman difícil y conflictivo, dado que la nueva carta magna fue también fruto de un pacto avalado por los dos principales partidos.

Son muchos los que todavía albergan esperanza de que el presidente Fernández no quede atrapado en la vorágine continuista confiando en su talento político y capacidad de ponderación.

Cada día son más los que creen que por el momento está tocado por el virus del providencialismo y está dejando correr la bola hasta ver si se vuela la valla.

Activistas a la carga

El principal promotor de la reelección que quedó prohibida en la Constitución promulgada en enero por el propio presidente Fernández, es el ingeniero Freddy Pérez, quien fuera secretario de Obras Públicas desde el 2004 a agosto del 2007, cuando fue sustituido por el actual ministro Víctor Díaz Rúa. Ambos han sido tesoreros de campañas del PLD y  objeto de denuncias sobre supuestas sobrevaluación de obras. Díaz Rúa es también de los que han proclamado su apoyo a otra repostulación del doctor Fernández (El Nacional del 20 de julio pasado).

Al entusiasmo de Pérez se le atribuyen las vallas que han aparecido en carreteras y avenidas  proclamando “el destino” del líder del PLD, “que no se pertenece” o que ha dado su apellido al país, el cual “Reyna por él”. A su activismo se le atribuyen también las manifestaciones reeleccionistas que acompañan las actividades públicas del primer mandatario en los últimos meses, incluido el “cálido recibimiento” de que éste fue objeto cuando visitó territorio haitiano al finalizar julio. Afiches a colores de Fernández Reyna fueron levantados “espontáneamente” por cientos de haitianos que los recibieron de activistas dominicanos, gratificados con billetes haitianos y dominicanos de cien pesos.

La campaña diseñada cuenta con la integración de múltiples grupos reformistas, para los cuales “la reelección siempre ha sido un principio balaguerista”, al decir de Rodríguez Pimentel. En las reuniones del Palacio Nacional  han participado dirigentes de la categoría de Amable Aristy, Rogelio Genao, Rafaela Alburquerque, Humberto Salazar, Leoncio Almánzar y Modesto Guzmán, los últimos tres funcionarios del Gobierno.

Se ha dicho que Pérez busca como tropa de asalto a los reformistas por la experiencia que acumularon en las reelecciones de Joaquín Balaguer. Modesto Guzmán declaró tras la reunión del martes, que “un reformista que no sea reeleccionista, no es balaguerista”. Ellos apoyaron también la reforma constitucional del 2002 para que Hipólito Mejía pudiera repostularse en el 2004. Igual en 1998 cuando se intentó reformar la Constitución con el mismo objetivo. A mediados de agosto de ese año fue la célebre exhortación de Aristy Castro: “póngase los pantalones, presidente”.