Sabia rectificación de Danilo Medina

Por Juan Bolívar Díaz
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Al revocar su poder 7-13 (P7-13) que reconocía el 45 por ciento del valor de las parcelas 215 y 40 sobre la Bahía de las Águilas en Pedernales a los beneficiarios de un fraude inmobiliario multimillonario, el presidente Danilo Medina no sólo atendió un inmenso y creciente clamor nacional, sino que se libró de un lastre para su gobierno que con ese proyecto heredó un regalo envenenado.

El olfato político del mandatario le permitió percibir que la sociedad rechazaba la ignominia de premiar a quienes hace 16 años fueron encarcelados por haberse constituido en una asociación de malhechores para apoderarse de una zona protegida de un inmenso valor ecológico y potencialmente económico.

El proyecto de crear un fideicomiso  para dar paso a una supuesta inversión multimillonaria estaba dividiendo hasta el mismo gobierno y sus legisladores, algunos de los cuales no guardaron silencio, como el senador por Peravia, Wilton Guerrero, quien siendo director del Instituto Agrario Dominicano en 1997 motorizó la acción que llevó a prisión a su antecesor en el cargo Jaime Rodríguez Guzmán y varios asociados por la expedición ilegal de títulos de la atractiva Bahía de las Águilas.

Huchi Lora  reivindicaba la última batalla de su hermana Piky, quien ya enferma de cáncer concluyó la investigación que le encomendó el Estado y documentó el fraude de Bahía de las Águilas

Una circunstancia fortuita operó contra el proyecto, ya que el lunes 18 la Suprema Corte de Justicia conocía una instancia relativa a la demanda penal por usurpación de los terrenos. La Fiscalía del Distrito Nacional y la Procuraduría General que la iniciaron hace 17 años, tuvieron que sostenerla, dejando al gobierno de espalda a la acción judicial reivindicativa del patrimonio público y en asociación con una mafia de traficantes.

Con el agravante de que el sostener la demanda alejaría  cualquier intento serio de invertir en terrenos en litis con el Estado. Se imponía la revocación, más aún ante la encomienda presidencial de defender el patrimonio público tras proclamar que “el Estado es el propietario legítimo de los terrenos en cuestión”, lo que no hicieron los gobiernos anteriores ni los funcionarios actuales que promovían la transacción.

Una demoledora avalancha

 

El rechazo a la transacción se expandía a velocidad de rayo por las redes sociales, con los periódicos digitales y los programas de radio y televisión a la cabeza,  alcanzaba a casi todos los diarios, y encontraba eco en las organizaciones sociales y ecológicas, con graves admoniciones de la Academia de Ciencias y Universidad Autónoma de Santo Domingo. Los jóvenes parecían encontrar un nuevo motivo para reanudar las protestas que los enardecieron por el déficit fiscal de Leonel Fernández.

El martes 19, cuando el presidente Medina reunió en el Palacio Nacional a 11 ejecutivos de medios de comunicación pudo contactar el nivel de rechazo a la transacción que validaba lo que tras una minuciosa investigación en 1997 la entonces  directora del Catastro Nacional, Piky Lora Iglesias, catalogara como el mayor fraude inmobiliario de la historia nacional.

Sólo dos de los comunicadores apoyaron el plan gubernamental y advirtieron que la ayuda al desarrollo de la región suroeste no justificaría que se terminara tan abruptamente la luna de miel del gobierno con la ciudadanía y que “le saldría más cara la sal que el chivo”.

Al día siguiente se pondría la tapa al pomo con el comunicado de la Conferencia del Episcopado que llamaba a “defender el patrimonio nacional y los recursos naturales frente a inversionistas extranjeros o nacionales” que atenten contra el mismo, y la advertencia del embajador de Estados Unidos de que antes de cualquier transacción había que “limpiar los títulos”.

Mientras la Fundación Institucionalidad y Justicia y Participación Ciudadana  denunciaban una cadena de violaciones a preceptos constitucionales y legales que podrían generar acciones judiciales como la advertida por el exfiscal Guillermo Moreno  de que el Presidente podría estar incurriendo en el delito de prevaricación.

El gobierno se había quedado apenas con el apoyo de un diario y del presidente titular  del Partido Revolucionario Dominicano Miguel Vargas Maldonado, un exitoso empresario inmobiliario, y a medias del Cardenal Nicolás López Rodríguez, cuya opinión quedó reducida por el comunicado del pleno del Episcopado.

La última batalla de Piky

Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia.

Durante el encuentro con el mandatario, los ejecutivos periodísticos Huchi Lora, Persio Maldonado, Osvaldo Santana, Rafael Molina Morillo y Juan Bolívar Díaz fueron tan contundentes en rechazar la transacción con los retenedores de títulos falsos, que luego de tres horas otros consideraron redundante insistir.

Huchi Lora  reivindicaba la última batalla de su hermana Piky, -la única mujer en la insurrección guerrillera de Manolo Tavarez en 1963 contra el golpe de Estado al gobierno constitucional de Juan Bosch- quien ya enferma de cáncer concluyó la investigación que le encomendó el Estado y documentó el fraude de Bahía de las Águilas. La abogada Laura Acosta Lora, hija de Piky, quien encabezó el rechazo la transacción y mantiene copia de las pruebas de la estafa inmobiliaria, sería recibida por el presidente Medina al día siguiente.

En resumen Piky Lora estableció: sin aprobación del consejo directivo del IAD, su titular Rodríguez Guzmán pidió el traspaso de las parcelas 215-A y 40 con 36 mil 197 hectáreas para un supuesto asentamiento campesino en terreno donde solo crece guazábara. El mismo día 5 de diciembre de 1995, el Registrador de Títulos de Barahona transfiere la parcela.

Dos meses después el administrador de Bienes Nacionales, Carlos Eligio Linares, aprueba el traspaso, sin autorización del Poder Ejecutivo. Se entregan títulos a supuestos campesinos, familiares, empleados y relacionados de los funcionarios y hasta a difuntos, que a su vez procederían a “venderlos” en violación a la ley de reforma agraria que lo prohíbe, al senador de Pedernales Antonio Féliz Pérez, y a otros políticos. Gran parte de los títulos fueron luego revendidos a personas y empresas, “compradores de buena fé”, en una clara maniobra para tratar de legitimar el fraude y complicar su anulación demandada en 1997 ante la justicia. A todos ellos es que el P7-13 le venía a reconocer el 45 por ciento del valor de esos terrenos.

Muchos millones de dólares

Francisco Javier García

En el curso del diálogo con el presidente Medina se preguntó al Ministro de Turismo Francisco Javier García, el nombre de la empresa que según  dijo allí estaba lista para invertir en Bahía de las Águilas más de mil cien millones de dólares para un proyecto turístico. El funcionario sólo mencionaba que era “apellido Land”, por lo que se le requirió el nombre completo de la razón social. Reiteró deletreando la respuesta: “ele-a-ene-de”.

Al parecer el ministro de Turismo no recordaba el nombre de la importante “empresa norteamericana”. Dos días después entregó el proyecto de inversión remitido al presidente Medina el 4 de septiembre del 2012 por el bufete de abogados Pérez-Siragusa Martínez a nombre de una empresa “de capital canadiense” que identifica como Lamb Development Corporation. (Lamb en inglés es ovejo y Land es tierra). La comunicación especifica que el proyecto data del 2006 y fue presentado formalmente al ministerio de Turismo en el 2010 y que ha tenido la cooperación del mismo.

El asesor legal detalla que la empresa de Toronto ya “ha invertido millones de dólares en adquisición de propiedades” pero sin cuantificarlo. Dice que “adquirió los derechos de propiedad y los derechos litigiosos de un grupo de los reclamantes involucrados en la litis que cursa en la Jurisdicción Inmobiliaria”. Aunque se ha negado que involucre la playa, la comunicación firmada por el abogado Cristóbal Pérez-Siraguza precisa que el proyecto “constará de 5 a 7 hoteles, donde cada resort ocupará entre 100 y 300 metros de playa”, con mil quinientas habitaciones.

Según la comunicación, la inversión total en dólares sería de 525 millones para los hoteles, 300 millones para condominios, 280 millones en campo de golf y villas y 40 millones en comercialización, totalizando 1,145 millones de dólares, sin duda un monto impresionante, pero no indica cómo se financiaría.

La página en Internet de la Lamb Development da cuenta en inglés de que fue fundada en el 2001, que ha ejecutado 9 proyectos inmobiliarios en ciudades de Canadá, no en turismo, que tiene en desarrollo o diseño otros seis en ese país, y en el exterior uno en Honduras y “un resort  de 500 acres en Cabo Rojo, en la Costa Suroeste de la República Dominicana”.

En el encuentro citado, el autor del Tema de HOY le dijo al presidente Medina que calculando la totalidad de la parcela 215-A que bordea 14 kilómetros de playa en Bahía de las Águilas y totaliza 361 millones 978 mil 762 metros cuadrados, al precio de 231.30 pesos por metro a que le vendieron 63 mil 500 metros cuadrados al italiano Aldo Meroni, aprobada por el Senado en junio del 2012, el valor total sería de 83 mil 725 millones 402 mil 627 pesos. Convertido a dólares al 40 por uno equivaldrían a 2 mil 93 millones 135 mil dólares.

Eso es ahora con la litis, pues una vez resuelta el valor de los terrenos se multiplicaría, y en la reunión un funcionario habló de 20 a 30 dólares por metro cuadrado, lo que implicaría de 7 mil 239 millones a 10 mil 859 millones de dólares. El fraude implicó sólo una parte de la parcela, pero en cualquier escenario el 45 por ciento del valor que se pretendía reconocer a los usurpadores de los títulos, podría ser la una de las más rentables operaciones inmobiliarias del mundo.

El escándalo ha servido para llamar la atención sobre la necesidad de invertir en el desarrollo de la región sur, pero eso no puede ser aceptando una inmensa estafa ni  que se necesitan 40 o 50 años para que la justicia la revoque y sancione, pues implica proclamar que en el país no hay estado de derecho.

 

 

 

Aliento al presidente Medina

Por Juan Bolívar Díaz
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Es muy temprano todavía para juzgar la gestión gubernamental que acaba de iniciar el licenciado Danilo Medina Sánchez, pero desde ya todos debemos alentarlo en los pasos positivos que viene dando y cada vez que marque algún otro en el reordenamiento del Estado, y en  orden a la racionalidad, las prioridades y la calidad del gasto público para recuperar la confianza de la ciudadanía.

Hay demasiado pesimismo en la sociedad dominicana derivado de tantos años de expectativas fallidas, con uno y otro Gobierno, de tres partidos diferentes, por lo que Medina tendrá que dar muchas demostraciones firmes para que muchos se convenzan que en realidad hará lo que nunca se ha hecho.

Ahí está su plan de austeridad, que ha comenzado por el mismo Palacio Nacional, y su código ético que son iniciativas para reducir la malversación y la corrupción, renglón en que el país acaba de ser ratificado como campeón internacional en el Indice de Competitividad del Foro Económico Mundial 2012-13.

El viernes el presidente Medina emitió su decreto 545-12 con el cual deja sin efecto tres entidades que, aunque en el momento de su creación parecieron necesarias, habían devenido en inoperantes o redundantes. Se trata del Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE), la Comisión de Apoyo a la Reforma y la Modernización de la Justicia y la Comisión Nacional de Ejecución de la Reforma Procesal Penal.

Son organismos que hicieron contribuciones a la reforma institucional del Estado, especialmente CONARE. Más o menos ejecutada de acuerdo con los lineamientos consensuados, corresponde darle seguimiento a los organismos estatales vinculados, como establece el decreto.

Pero esto no es más que un comienzo, porque hay muchos otros organismos que ya carecen de sentido o que son redundantes y deben ser refundidos. Entre los más relevantes se pueden citar la Corporación Dominicana de Empresas Estatales, la Comisión para la Reforma de la Empresa Pública y la Comisión de Apoyo al Sector Salud.

El pasado miércoles 5, Martín Polanco publicó en El Caribe un reporte sobre la abundancia de “instituciones inorgánicas que engrosan gastos del Estado”, resaltando la multiplicidad de entidades que pudieran ser refundidas, comenzando por las relacionadas a promoción o asistencia social: comisiones nacionales para el desarrollo barrial y provincial, Oficina de Desarrollo de la Comunidad, Pro Comunidad, Fondo de Promoción de la Comunidad, Plan Social de la Presidencia, Dirección de Comedores Económicos, y se acaba de crear la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia y su plan Quisqueya sin Miseria.

Relacionados con el ordenamiento del transporte: Oficina Técnica del Transporte Terrestre, Autoridad Metropolitana del Transporte, Oficina para el Reordenamiento del Transporte, Dirección General de Tránsito Terrestre, Fondo de Desarrollo del Transporte Terrestre, Consejo de Administración y Regulación de Taxis, además de que los ayuntamientos tienen departamentos con los mismos objetivos.

En el ámbito agropecuario hay también gran redundancia: Instituto Nacional de Estabilización de Precios, Instituto Agrario Dominicano, Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales y sus similares Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales y Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal.

Toda esa abundancia de organismos no solo suponen miles de empleos, sino inmensos gastos en locales, mobiliarios, vehículos, dietas y energía eléctrica. En muchos de ellos virtualmente no se hace nada, porque los presupuestos no alcanzan, con el agravante de que tampoco hay incentivos para los profesionales y técnicos, pues los salarios no suelen ser atractivos.

Alentemos al presidente Medina para que intensifique la corrección de lo que está mal. Porque está muy mal que un país pobre malgaste tanto sus recursos en multiplicidades e inoperancias. El problema no es solo de corrupción, sino de despilfarro, de malversación, de desvío de los fondos públicos en aras del reparto clientelista.

No hagamos como el avestruz…

Por Juan Bolívar Díaz
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Cada vez con más frecuencia los dominicanos y dominicanas pasamos la vergüenza de leer o escuchar denuncias y evaluaciones reveladoras de nuestras miserias  institucionales, altos niveles de corrupción, malversación y falta de transparencia, y precariedad de los servicios fundamentales determinada por la ausencia de prioridad en las inversiones públicas.

Ya el informe de competitividad internacional del Foro Económico Mundial nos ha calificado como  campeones universales en malversación de los fondos públicos y en desconfianza en la policía, y competimos por los últimos peldaños en calidad de la educación, embarazos de adolescentes, muertos a manos de la policía, en favoritismo de los funcionarios públicos y en otros renglones.

Lo peor es que nos hemos acostumbrado a las denuncias y ya nada parece conturbarnos ni conmovernos. Nada nos espanta ni quita el sueño. Hemos perdido nuestra capacidad de asombro y entendemos que genéticamente estamos incapacitados para cumplir la Constitución y las leyes y cualquier norma que nos demos. La reacción es de indignación y descalificación de quienes nos desaprueban, creyendo que resolvemos el problema apelando a la soberanía nacional y a un nacionalismo hipócrita y dicotómico que la globalización universal sepultó.

Fuimos tan lejos en el salvajismo institucional que pasamos cuatro años negando las actas de nacimiento a miles de ciudadanos porque son descendientes de haitianos. Aquí no valieron ni las sentencias judiciales en contra y no rectificamos hasta que en la OEA, en el Departamento de Estado norteamericano, en el Congreso de los Estados Unidos y en la Universidad George Washington nos dijeron casi al unísono  que eso es inaceptable, que así como hay méxico-norteamericanos, dominico-americanos y dominico-españoles, puede también haber dominico-haitianos.

Esta semana el embajador de Gran Bretaña, al hablar en un evento oficial ante las máximas autoridades judiciales, incluyendo al presidente de la Suprema Corte de Justicia y al Procurador General de la República, y en el recinto sede de estas instituciones, denunció la corrupción, que se expresa en el tráfico de influencias y la extorsión, como dañino para la imagen de la nación y la inversión extranjera.

Debe estar demasiado motivado el embajador Steven Fisher para denunciar en ese escenario que por “inconvenientes asociados a la corrupción una importante empresa británica se fue hace poco del país”, y que otra ha sido objeto de una “tentativa de soborno muy grande”.

No se trató de una declaración improvisada. El embajador Fisher pronunciaba una conferencia en un evento que se supone parte de los esfuerzos que se realizan ante las Iniciativas Participativas Anticorrupción que promueven organismos internacionales, por las que este 2011 que declina fue denominado como “Año de la Transparencia y la Institucionalidad”.

Pero el mismo día, miércoles 23 de noviembre, el embajador de Estados Unidos, Raúl Izaguirre,  pronunciaba otra conferencia ante la Cámara de Comercio Dominico Americana, en la que retaba a esta sociedad a superar graves deficiencias como las de educación y electricidad, el clientelismo político y la precariedad energética.

En la misma jornada la prensa recogía los resultados de una auditoría que muestra la malversación de 700 millones de pesos en el Instituto Agrario Dominicano, y daba cuenta del piquete realizado por canjeadores de cheques al Consejo Estatal del Azúcar, cuyo director anterior -ahora en otro cargo gubernamental- les dejó con cheques sin fondos por 15 millones de pesos, que tres meses después no han podido recuperar.

Ya se ha producido la clásica indignación contra el embajador británico,  cuando lo procedente que el titular del Departamento de Lucha contra la Corrupción, allí presente, le pidiera una cita para iniciar una investigación. ¿Cuántos creen que lo hará y que terminará en sanciones? Algunos son tan descarados que se atreven a sugerir que Fisher se inventó esa denuncia para “dañar el buen nombre de la nación”. Y en vez de indignarse contra el pecado y los pecadores, lo hacen contra el conferenciante invitado.

Avance de Danilo y fortaleza de Hipólito

Por Juan Bolívar Díaz
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Más esperada que nunca, la encuesta de Gallup para HOY ratificó el bipartidismo y mostró un repunte extraordinario y la potencialidad de la candidatura presidencial de Danilo Medina, ya con el pleno apoyo de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Gobierno del presidente Leonel Fernández.

Pero al mismo tiempo quedó ratificada la fortaleza de la candidatura de Hipólito Mejía y del Partido Revolucionario Dominicano  (PRD), que mantuvo su mismo porcentaje aun con una significativa ventaja de cinco puntos y a solo dos de la mayoría absoluta necesaria para alcanzar la presidencia de la República.

El ganador fue Danilo. Así como Hipólito Mejía resultó el gran ganador de la anterior Gallup-HOY publicada en agosto, en la de noviembre lo ha sido Danilo Medina al haber logrado un repunte que cierra la brecha en la prematura lucha por la presidencia de la República a seis meses de las elecciones del 20 de mayo.

En agosto Mejía creció seis por ciento en las preferencias electorales, para quedar con un registro de 47.9 a 33.4%, que representaba una cómoda ventaja de 14.5 sobre el candidato oficialista. Pero ahora Medina marcó un extraordinario avance de 9.2  mientras el puntero mantenía su mismo porcentaje para cerrar la competencia en 47.9 a 42.6 por ciento, para cerrar la diferencia a 5.3 por ciento.

Llamó la atención de los observadores las agresivas descalificaciones de  la encuesta por parte de dirigentes peledeístas, que casi convertían en derrota lo que para los analistas más independientes representaba un gran avance. El despliegue de cinco encuestas propias en el último mes, una de las cuales –la de la firma ASISA- le otorgó una asombrosa ventaja de 16 puntos con Margarita Cedeño de candidata vicepresidencial, pareció convencer a dirigentes del PLD que ya estaban cómodamente situados. Una de Hamilton Campaigns del 17 de noviembre arrojó ventaja de 46 a 45 al candidato peledeísta. Pero el 8 de noviembre la también norteamericana Zogby Analytics otorgó 56 a 40 a favor del perredeísta.

Tampoco los perredeístas han parecido conformes con los resultados de la  encuesta más acreditada del mercado electoral dominicano, pues según sus propias investigaciones mantienen entre 10 y 12 puntos de ventaja, también reducida en relación a los 16 y 18 puntos que se atribuían en los meses anteriores.

La Gallup-HOY de esta semana ratifica la bipolarización, ya que los candidatos de los dos partidos mayoritarios acaparan el 90.5 por ciento de las preferencias. La ausencia de definición en el Partido Reformista Social Cristiano contribuye a la misma. Su último candidato presidencial Amable Aristy Castro recibe 2.2 por ciento, empatado con el ascendente Guillermo Moreno. En tanto su presidente, Carlos Morales Troncoso, queda en fracción de un punto junto a sus compatriotas Ito Bisonó y Ricardo Espaillat.

Habrá dura competencia. La generalidad de las interpretaciones concluyen en que esta encuesta apunta a una dura competencia para los comicios de mayo entre las dos principales fuerzas políticas. Medidas las simpatías por partido, el resultado no dista del de las candidaturas presidenciales: 44.8 a 40.2 con diferencia de 4.6 en favor del PRD. La percepción de ganador sigue beneficiando a Hipólito, ya que el 50.8 por ciento cree que ganará en primera vuelta, mientras el 45.9 por ciento estima que lo logrará Danilo.

A diferencia de la Gallup-HOY de agosto, ahora los entrevistados que dijeron simpatizar por el PRSC se inclinan más a votar por Medina que por Mejía, en proporción de 21.7 a 8.3. En la anterior, favorecían al perredeísta con proporción de 24.7 a 17.8, lo que restablece el beneficio para el PLD de repetir la alianza que hizo en el 2010 con el reformismo, aunque el 70 por ciento de los reformistas favorece que lleven su propia candidatura. El candidato morado saca ventaja en la tasa de rechazo, pues registra sólo 28.8 por ciento en tanto el del partido blanco está en 36.5 por ciento.

Ha llamado la atención que la candidatura de Mejía-Abinader se mantuviera sin mínima variación de preferencias en relación a la Gallup de agosto, lo que permite interpretaciones contradictorias: para unos es indicativo que alcanzó su techo y se congeló, pero para otros muestra su gran fortaleza, sobre todo por la escasa propaganda que ha desarrollado. Estimaciones empíricas indican que la propaganda del peledeísta es más de 20 a 1 en las vías públicas de todo el país, y sobre 10 a 1 en prensa, radio y televisión.

Asesores de Mejía sostienen que éste se lleva de sus propias encuestas, que le dan amplia ventaja, por lo que se está reservando recursos para multiplicar su propaganda en la recta final, “consciente de que nunca podrá estar ni cerca de la inversión del partido de Gobierno en la campaña”.

Se unifican los partidos. La percepción pública es de que la elección de la primera dama Margarita Cedeño para completar la candidatura del PLD marca una tendencia a la plena unificación más acentuadamente que en el PRD. Sin embargo, la Gallup-HOY indica que Mejía supera a Medina en la preferencia de sus propios partidarios: el 97.2 de los perredeístas y el 94.4 de los peledeístas dicen que votarán por sus propios candidatos.

Sin embargo, el estrechamiento de la competencia que indica esta encuesta podría alentar  el papel de Caballo de Troya que aún se atribuye al presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado y a alguno de sus fieles, que llegan al extremo de plantear una modificación de la candidatura vicepresidencial, lo que carece de precedente y sería un desastre mercadológico y político.

La persistencia del “fenómeno Vargas Maldonado” ratifica la percepción del PRD  como un partido ingobernable, que debe ser el único en el mundo cuyo presidente no apoya al candidato presidencial luego de ocho meses de electo, pero se aferra al cargo, en su caso peor por haber modificado los estatutos partidarios bajo el predicamento de que el candidato debe también presidir el partido para evitar precisamente el absurdo que él está protagonizando.

En el ascenso de Danilo Medina habría influido la selección de Margarita Cedeño, tal como se esperaba en lo inmediato, por sus  propios méritos y porque mete en la campaña a los más beneficiarios del Gobierno de Leonel Fernández, con enorme potencial económico y de uso de los recursos del Estado. Ya las movilizaciones del PLD incluyen varios helicópteros y un gran despliegue de recursos, incluyendo los repartos del Plan de Asistencia Social de la Presidencia que preceden las giras proselitistas.

Pero nadie puede ignorar los propios méritos de Danilo, que desde su elección como candidato en junio no se ha dado tregua en una agotadora labor regional y provincial y con sus presentaciones ante las organizaciones sociales, donde ha sido portador de un discurso propio, aunque ahora con menos énfasis en la diferenciación del gobierno de su partido.

El peso de las insatisfacciones. El carisma de Hipólito parece seguir jugando en su favor, con un discurso que interpreta y se apropia de las grandes insatisfacciones de la sociedad. Una serie de spots televisivos del PLD que enfatizan sus desaciertos de gobierno miles de veces repetidos no le han quitado un solo voto, según el resultado de esta encuesta, lo que podría deberse al axioma de que el último golpe es el que más duele.

La Gallup-HOY sigue mostrando unos porcentajes muy elevados de insatisfacciones con la marcha de la economía, con un 75 por ciento que la considera negativa, aunque 9 puntos menos que en agosto. El 57 por ciento cree que su situación económica personal es negativa, con un 68 por ciento que cree que las cosas en el país van por mal camino y 59 por ciento advierte que al final del Gobierno será peor, contra sólo un 31 por ciento con expectativas de que mejorará.

A la pregunta sobre los principales problemas nacionales, las respuestas se van casi todas a los que son de difícil amortiguación en los 6 meses que distan para las elecciones: alto costo de la vida, delincuencia e inseguridad, desempleo, apagones, pobre inversión en educación, narcotráfico y corrupción.

El peso de las insatisfacciones se verifica en todos los estratos sociales, como quedó patente en la reciente convención del Consejo Nacional de la Empresa Privada, cuyas conclusiones fue una larga y terrible factura con cargo al Gobierno. Las denuncias de corrupción, incluidas algunas tan dramáticas como la formulada esta semana por el embajador de Gran Bretaña o la de la auditoría al Instituto Agrario Dominicano, sigue a la orden de cada semana, mientras crecen las protestas y demandas sociales.

El congelamiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no mejora las perspectivas de ingresos para los próximos meses, en un escenario internacional cada vez más complicado y con el petróleo sobre 95 dólares el barril. Aunque el economista y analista político Bernardo Vega cree que facilitará otro “desguañangue” de la economía similar a los de los comicios del 2008 y 2010 en beneficio de la candidatura oficialista. Eso, por un lado podría dar votos por el reparto y los parches de emergencia, pero también acentuar el rechazo en las clases medias y altas, cuya capacidad de influir en la opinión pública es significativa.