Corrupción e impunidad alientan la delincuencia

Por Juan Bolívar Díaz
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Los niveles de corrupción e  impunidad que se registran en el país son un aliento permanente a la delincuencia en los jóvenes excluidos de las oportunidades de una vida digna pero también en los organismos llamados a combatirla como la Policía Nacional, la dirección de Control de Drogas y las Fuerzas Armadas.

La República Dominicana volvió a quemarse en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional (TI) publicado esta semana con una nota de 32 sobre 100, compartiendo con Ecuador el séptimo escalón más bajo entre 32 países americanos y en la posición 118 entre 176 de todos los continentes.

Con rampante corrupción.  El Índice de Percepción de la Corrupción de TI entregado por Participación Ciudadana, que es su capítulo nacional, ratificó al país entre los más corruptos de América y del mundo, aunque no en los últimos escalones como quedó en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial de septiembre pasado.

El país aparece entre los que a juicio de la prestigiosa institución tienen niveles “rampantes” de corrupción, mayor al de 117 de los 176 países evaluados a nivel mundial. Entre 32 de América comparte con Ecuador la nota de 32 puntos en un escalafón de 100, lo que en la nomenclatura escolar dominicana equivale a quemadura absoluta.

Sólo seis de los países americanos incluidos en la evaluación registran un mayor índice de corrupción. Haití y Venezuela son los peores con nota de 19, seguidos por Paraguay, Honduras, Guyana y Nicaragua, que obtienen puntuación de 25, 28 y 29. Canadá, con 84 puntos, y Estados Unidos con 73 encabezan la transparencia en el continente, seguidos de Chile, Uruguay, Puerto Rico, Costa Rica y Cuba, que registran entre 72 y 48 puntos. A nivel mundial los países mejor evaluados son Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelandia, que alcanzan 90 puntos. Canadá tiene la mayor puntuación entre los americanos, con 84.

El Índice de TI data de 1995, pero este año tiene nueva metodología, por lo que no se pueden establecer comparaciones con los años anteriores. Refleja cómo son vistos los países en términos de transparencia por  el mundo de los negocios, académicos y organismos internacionales.

Aunque en esta evaluación la República Dominicana resulta quemada, aparece relativamente mejor que en el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial publicado en septiembre pasado, donde ocupó el escalón 144 tanto en despilfarro del gasto gubernamental como en favoritismo de los funcionarios públicos, y el 142 en desvío de los fondos públicos, entre 144 países evaluados.

Criminalidad y corrupción.  El índice de TI, como también el del Foro Económico Mundial, marca una correlación entre criminalidad y corrupción, tanto a nivel universal como en América. Las naciones donde hay menor corrupción son a la vez las de menores niveles de criminalidad. A nivel internacional Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelandia, en América Canadá, Estados Unidos, Chile, Uruguay y Costa Rica, encabezan tanto la transparencia como la seguridad ciudadana.

En cambio Venezuela, Haití, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala y México, que encabezan la corrupción en ambos índices, tienen a su vez  las más altas tasas de criminalidad del continente, aunque hay excepciones como El Salvador y Jamaica, cuya criminalidad es alta pero tienen más control de la corrupción.

Los profesionales de la conducta y los cientistas sociales suelen sustentar la correlación entre corrupción y criminalidad, mayor cuando las instituciones son débiles, ineficientes o parte de la corrupción misma y en consecuencia predomina la impunidad, que se convierte en el mejor caldo de cultivo de la criminalidad.

Si el sistema político y los funcionarios estatales están permeados por la malversación y la corrupción, sobre todo cuando es visible y no conlleva responsabilidad, en los demás estamentos sociales se relaja el concepto de la ley y de la honestidad, generalizándose y normalizándose  la apropiación de lo ajeno y colectivo.

Esa apropiación se manifiesta de forma diferente en relación a la posición que ocupan los delincuentes en la sociedad. Los altos ejecutivos públicos y privados no tienen que apelar a las armas ni a la violencia física para acumular riquezas de forma ilegítima. En la base de la sociedad, los individuos tienden a utilizar la violencia a menudo para la simple subsistencia o para la acumulación en actividades ilegítimas como el narcotráfico.

El efecto demostración.  Desde los años sesenta los teóricos de la comunicación abundaron sobre el efecto demostración de la riqueza a través de la televisión y los impresos en los sectores depauperados. Ello cobra mayor vigencia cuando se trata de la riqueza mal habida y acelerada que exhiben los funcionarios y dirigentes políticos. Es tanto que en países donde se ha disparado la delincuencia, los grupos de altos ingresos tienden a ocultar los llamados “signos exteriores de riqueza” para reducir sus riesgos.

El aliento a la delincuencia se produce también de forma directa a través de los choferes, vigilantes, guardaespaldas, empleados domésticos, mensajeros, mozos y otros trabajadores cuando contactan directamente el derroche en que viven sectores privilegiados, sobre todo cuando se dan cuenta de que no ha sido fruto del trabajo, sino de la corrupción. Afecta especialmente a los llamados “ninis”, los jóvenes que ni estudian ni trabajan y que no tienen mayores razones para respetar las reglas de una sociedad que no les da oportunidades de alcanzar un nivel de vida digno y que permite o auspicia la concentración de los bienes por vía de la apropiación de lo colectivo.

El mismo efecto se reproduce entres militares y policías que en el caso dominicano reciben salarios de hambre que los inducen a “buscárselas” como puedan, incluso asociándose a la delincuencia común, para sostener a sus familias. Los que se deslumbran con las riquezas fáciles obtenidas por los funcionarios y políticos con los que están en contacto, dan el salto a actividades más lucrativas como el narcotráfico.

Estudiosos como la antropóloga Tahíra Vargas sostienen que la asociación de fuerzas policiales son la delincuencia ha alcanzado tasas tan altas que implican una total reestructuración de las fuerzas policiales para hacer frente a la creciente criminalidad, cuyos niveles reales no se miden más allá de los homicidios, porque la desconfianza en la policía determina que muchos de los asaltos, robos y violaciones no se denuncien. El país apareció también en el último escalón del índice del Foro Económico Mundial en el renglón confianza en la institución policial entre 144 países.

La ejecución como respuesta.  En estos días como cada vez que la delincuencia comete una barbaridad como el atentado que ha dejado en agonía visual a la joven ingeniera Francina Hungría, cobra vigor la pretensión de que el problema se resuelve con ejecuciones sumarias de delincuentes o endurecimiento de las penas, como si la máxima de 30 años fuera poca.

Esta semana se llegó al extremo de que en una sesión oficial, varios diputados dieron recomendaciones al Jefe de la Policía Nacional sobre la forma de eliminar delincuentes y hubo alguno que hasta le recriminó por haber capturado vivo a uno de los asaltantes de la joven Hungría, lo que dejó en evidencia el primitivismo con que se pretende controlar la delincuencia.

La ejecución sumaria, en supuestos “intercambios de disparos”, se generalizó en las últimas dos décadas. En 1999 hubo alarma cuando se llegó a contar 250 muertos a manos de la Policía, en el 2001 descendieron a 171, pero ya para el 2005 fueron 437 y 455 en el 2008, según estadísticas de la Procuraduría General. Luego han oscilado entre 200 y 300, promediando sobre 250 por año, lo que totalizaría más de tres mil, pero en vez de contener la delincuencia y la inseguridad estas han aumentado.

Esa política policial ha barbarizado la sociedad dominicana cobrando centenares de vidas de inocentes, por ejemplo la del padre José Antonio Tineo en 1999, la jovencita Arlene Pérez, asesinada de un disparo policial en el 2004 la noche en que su novio la dejaba en su casa de Arroyo Hondo, el comerciante y pastor evangélico de Jarabacoa Manuel Adalberto Jiménez, y los cinco choferes asesinados por una patrulla en el parque Mirador del Sur el 30 de diciembre del 2008.

Inversión para la seguridad

En más o menos medida todos los gobiernos han auspiciado el primitivo método de la ejecución sumaria como forma de enfrentar la delincuencia, contribuyendo a una institución policial al margen de la ley, donde no han faltado quienes han degenerado al sicariato. Todos han planteado, ahora también, una reforma policial que ha quedado en papeles o en la superficialidad

Ni siquiera han podido abordar el problema fundamental de unos sueldos que no incentivan la función policial y la honestidad y que no atraen a miles que quisieran un empleo decoroso. La tabla anexa muestra los irrisorios niveles de salarios de la PN, que no se diferencian de los de las Fuerzas Armadas y de la Dirección de Control de Drogas.

Con 32 mil 947 miembros, 52 generales, a octubre pasado, el jefe de la PN ganaba 74 mil pesos, los coronales de 20 a 21 mil, los tenientes de 11 a 12 mil, sargentos  7 a 9 mil y cabos y rasos apenas sobre 6 mil pesos mensuales. La primera inversión tendría que ser en salarios, pero eso parece difícil de entender en una sociedad donde abunda la hipocresía y la ficción.-

 

RD sigue en primeros lugares en corrupción

Por Juan Bolívar Díaz
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Aunque ascendió cinco escalones en el Indice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (FEM), de la posición 110 a la 105 entre 144 naciones evaluadas, la República Dominicana quedó ratificada en el liderazgo internacional en corrupción y en desconfianza en la Policía y baja calidad de la  educación.

Sin embargo el país volvió a ser bien evaluado en fortaleza del sistema bancario,  transferencia de tecnología, relaciones obrero patronales, porcentaje de la deuda pública en relación al producto bruto, calidad de las infraestructuras de puertos y aeropuertos y en protección a los inversionistas.

Las peores calificaciones.  Al igual que en los dos años anteriores, el Indice de Competitividad Global 2012-13 ratificó a la República Dominicana en los últimos escalones en corrupción, en calidad de la educación y en confiabilidad en los servicios policiales. En dos de los tres renglones que miden corrupción, despilfarro en el gasto gubernamental y favoritismo de los funcionarios, el país queda líder en la posición 144, y en el tercero, desvío de fondos públicos, ocupa la 142.

El informe publicado el miércoles en Suiza, donde tiene su sede el FEM, también ratifica al país en el último lugar en confiabilidad de los servicios policiales en lo que ya lideraba el año pasado cuando fue colocado en el 142 de igual número de naciones.

El tercer renglón donde el país queda peor parado es en la calidad de la educación. La primaria en el penúltimo escalón, el 143, en el 142 en calidad de la educación en ciencia y matemática, y el 137 en calidad de todo el sistema educativo.

Pero es relevante el ascenso de 19 escalones en la tasa de matriculación en la educación primaria, al pasar del 111 el año pasado a 92 ahora.

Como se puede observar en un cuadro anexo, elaborado en base al informe, la República mantiene casi los mismos niveles del año pasado en esos renglones, teniéndose en cuenta que esta vez la evaluación abarca a dos países más, al pasar de 142 a 144. En los otros renglones en que el país queda mal parado son: alcance del dominio del mercado (139), confianza de la población en los políticos (138) y calidad del suministro eléctrico (130). Igual posición ocupa en la tasa nacional de ahorro, aunque en esto registra un ascenso de 8 escalones, en relación al año anterior. En crimen organizado mejoró de 113 a 110, pero en eficiencia del marco legal de las regulaciones empeoró al caer de la 112 a la 119.

Las mejores calificaciones.  Lo más positivo para el país en este informe es el ascenso de cinco escalones en el Indice Global en relación al año pasado, del 110 al 105, aunque queda todavía en peor condición que el año antepasado cuando estaba en el 101, entonces entre 139 naciones evaluadas.

Sin embargo, Dominicana aparece en el antepenúltimo lugar en el índice global  entre los latinoamericanos, solo superado por Paraguay en el escalón 116 y Venezuela que lidera la región en el 126 y queda peor que todos los países centroamericanos. Los mejor situados son Chile en la posición 33, Panamá en la 40, Brasil 48, México en la 53, Costa Rica 57, Perú 61 y Colombia en la 69, todos en la primera mitad mejor de los 144 evaluados. Los que más avanzaron en relación al año pasado fueron Ecuador 15 escalones, Panamá 9, Nicaragua 7 y Perú 6.

Examinando el capítulo referente a la RD se puede concluir que su  mejoría  fue en primer lugar en transferencia tecnológica con un salto del escalón 61 al 31. También en la matriculación escolar primaria, capacidad para la innovación, y en protección a la propiedad intelectual, donde la mejoría fue de cinco escalones.

Como se puede apreciar en cuadro anexo, en 18 de los 112 renglones de la evaluación el país queda en la mitad mejor situada, resaltando la fortaleza bancaria y la transferencia tecnológica, donde ocupa los escalones 30 y 31. Luego en la deuda general en relación al producto bruto y la calidad del transporte aéreo, en posición 41.

Pero también debe observarse que, aunque todavía están en la mitad del índice, se retrocede notablemente en el estatus de desarrollo de clusters, del escalón 56 al 77, en impacto de los negocios en la inversión extranjera, del 41 al 59, en equilibrio del presupuesto gubernamental como porcentaje del PIB, de la 45 a la 61 y en la transparencia en elaboración de políticas gubernamentales que pasa de la posición 54 a la 69.

Los líderes mundiales.  Seis naciones europeas se encuentran entre las diez de todo el mundo que lideran la competitividad internacional, de acuerdo al informe del FEM. Suiza ocupa el primer lugar y le acompañan Finlandia, Suecia, Holanda, Alemania y Reino Unido. Es relevante que hay tres de Asia, encabezadas por Singapur que está en el segundo lugar, y Hong Kong y Japón en noveno y décimo puestos. Estados Unidos es la única de América en esa cima, con la séptima posición.

Los informes de competitividad del FEM se construyen desde el año 2004 con encuestas de opinión entre ejecutivos realizadas por instituciones asociadas y con datos de fuentes públicas internacionales. Incluyen 12 categorías, con 112 renglones que ofrecen un panorama integral de la competitividad de los países. Definen la competitividad como el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad.

El Foro Económico Mundial se define como una organización internacional  independiente comprometida con el mejoramiento de la situación mundial, y promueve asociaciones entre líderes para las agendas globales y regionales. Celebra una reunión anual en su sede suiza y una segunda en algún otro país.

El expresidente Leonel Fernández le confirió mucha importancia al FEM y asistió en enero del 2011 a su cita de Davos, y tres meses después a la regional celebrada en Río de Janeiro, Brasil. Pese al activismo del doctor Fernández, los dos informes publicados después de sus participaciones, cuestionan fuertemente la competitividad del país y sus doce años de gobierno, caracterizados por la siembra de cemento y varillas y el clientelismo político-económico.

Confirma preocupaciones

Los últimos informes del FEM constituyen una confirmación de las mayores preocupaciones nacionales y los reclamos de correctivos que han predominado en la sociedad dominicana en las últimas décadas. En sentido general de la necesidad de un gran esfuerzo por crear condiciones que coloquen el país en capacidad de competir en el escenario internacional. Es relevante que en este informe RD queda por debajo de todos los países de la región. Haití no está en la evaluación.

Igualmente confirma la validez de las demandas nacionales para poner coto a la corrupción, por la prioridad de la inversión en educación y energía, así como en el mejoramiento de la seguridad ciudadana, particularmente con una profunda reforma de la Policía Nacional. En esos renglones es que la nación aparece peor evaluada, y no solamente en este informe, sino también en los de múltiples instituciones internacionales, como el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, Transparencia Internacional y Amnistía Internacional.

Llama la atención que en el índice de competitividad global del FEM no se evalúan las edificaciones y vías terrestres que tanto han preocupado a los gobernantes nacionales, y en las que muchos fundamentan el progreso y la modernidad.

Las lecciones de este informe son oportunas en momentos en que el Gobierno de Danilo Medina define nuevas prioridades nacionales y contempla reformas que incidirán positiva o negativamente en el mejoramiento de la capacidad competitiva de la nación. Y justifica sobradamente el compromiso que ha reiterado con la transformación de la educación, del sector energético, la seguridad pública y la prevención de la corrupción y la disminución del despilfarro de los recursos públicos.

 

Campeón mundial en corrupción; RD sigue cayendo en competitividad

Por Juan Bolívar Díaz

La República Dominicana volvió a retroceder, esta vez 9 escalones para completar 15 en los últimos dos años, en el Indice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial correspondiente al período 2011-12 publicado el miércoles 7, con la peor caída de toda América Latina.

El país resulta campeón mundial en los indicadores de corrupción y en mala calidad de la educación en las evaluaciones de esta institución internacional con sede en Davos, Suiza, a cuyas últimas dos asambleas asistió el presidente Leonel Fernández en enero y abril pasados.

Caída contradictoria.  Los retrocesos dominicanos en el Indice de Competitividad contrastan con el crecimiento que sigue registrando la economía nacional del 7% el año pasado y proyectado para el 6% en  2011. El país encabeza el crecimiento económico latinoamericano de los últimos años, pero fue el que mayor descenso registró entre los de la región en el último año en competitividad global.

En el informe 2011-12, la República Dominicana cae 9 escalones, al pasar de la posición 101 en la anterior evaluación a la 110, entre 142 naciones evaluadas, tres más que el año pasado, cuando fueron 139. El descenso es sostenido si se tiene en cuenta que en la evaluación 2010-11 el país estaba en la posición 101, y que hace dos años estaba en la 95 y cinco años atrás en la 90.

Influye en el descenso el que cada vez la evaluación abarca a un mayor número de países, pero evidencia que el pregonado progreso nacional es bien limitado en el ámbito mundial. En la del año pasado abarcaba a 139 países y ahora a 142, crecimiento de tres que coincide con el descenso dominicano en varios renglones como los referentes a educación.

No puede pasar desapercibido que República Dominicana es líder mundial en dos renglones importantes: despilfarro en el gasto gubernamental y en desconfianza en los servicios policiales, en los que se le sitúa en el escalón 142 de igual número de naciones evaluadas. En calidad de los servicios educativos, en la tasa nacional de ahorro y en la confianza en los políticos, el país queda situado en los últimos ocho escalones mundiales.

De los 22 renglones en que peor aparece el país, entre los últimos 31 de las 142  naciones, vale resaltar una mejoría en la última evaluación en  la tasa de matrícula de la educación primaria, donde pasó del escalón 120 al 111, en la eficiencia del marco regulatorio, del 120 a 112, en el crimen organizado del 121 y al 113, en el costo de la delincuencia para las empresas del 125 al 122  y en calidad del suministro eléctrico, que ascendió de la posición 132 a la 129.

Corrupción y educación.  Los renglones en los que peor situada aparece la República Dominicana en el Indice de Competitividad  coinciden con las apreciaciones y críticas de la opinión pública y el registro de las encuestas nacionales, que el Gobierno atribuye a falsa apreciación y a un supuesto “plan mediático” para el descrédito de la actual gestión gubernamental.

El índice contiene tres renglones indicadores de corrupción gubernamental: despilfarro en el gasto gubernamental, favoritismo de los funcionarios del Gobierno y desvío de los fondos públicos. En ellos el país ocupa las posiciones 142, 141 y 140, respectivamente, lo que permite sostener que se le clasifica como campeón mundial

En la materia básica de educación, las notas que obtiene el país son de altísima reprobación: calidad de la educación primaria en la posición 140, educación en matemática y ciencias 139 y la calidad general del sistema educativo aparece en el escalón 136, lo que quiere decir que sólo 6 países de 142, tienen peor evaluación en el fundamental renglón de la educación. Una mejoría significativa se advierte en la tasa de matriculación en la educación primaria, donde el país ascendió 9 escalones del 120 al 111.

En la tasa nacional de ahorro los dominicanos quedan también con pésima evaluación, ocupando el escalón 138, es decir que sólo en 4 países se ahorra menos, lo que confirma la percepción de que hay un gran consumismo y afición a lo superfluo, al lujo y la vanidad en la población nacional, especialmente en los sectores altos y medios de la población.

Otro indicador que avala las preocupaciones actuales de la sociedad dominicana es la  confiabilidad en los servicios policiales, donde el país aparece situado en el último escalón.

Contundente evaluación.  El Indice de Competitividad del Foro Económico Mundial es un golpe contundente a los que pontifican sobre el extraordinario crecimiento y mejoramiento institucional de los últimos años y avala las críticas e insatisfacciones  de la opinión pública nacional.

 Tiene la agravante de que en este caso no se le puede atribuir a intereses políticos locales ni a ningún “plan mediático”, ya que el propio presidente Leonel Fernández ha avalado ese organismo. En efecto el mandatario asistió a finales de enero pasado a la reunión anual del Foro que se celebra en Davos, Suiza. Y tres meses después, en abril, acudió a su asamblea latinoamericana que este año tuvo efecto en Río de Janeiro, Brasil.

En ambos escenarios el mandatario dominicano pronunció discursos, que no lograron impactar a los evaluadores, dados los resultados del índice publicado esta semana, aunque generalmente el doctor Fernández causa buena impresión por el tono de modernidad y la elocuencia que lo caracterizan.

Después de la República Dominicana, los latinoamericanos que tuvieron mayor retroceso en el Indice de Competitividad de este año fueron los centroamericanos: El Salvador, Guatemala y Costa Rica que, sin embargo, se mantuvieron en escalones  superiores, 91, 84 y 61 respectivamente. Nicaragua cayó dos escalones para situarse en el 114, cuatro por debajo de RD.

En el caso dominicano el retroceso es más significativo porque en general la región latinoamericana tiene mejores perspectivas de competitividad en el escenario de crisis económica internacional, resalta el informe mismo.

Los mejores renglones

Si bien el país no aparece en el primer quintil positivo en ninguno de los 111 renglones evaluados, es notable que se inscribe en 14 dentro del segundo quintil. La mejor evaluación es en fortaleza de los bancos, donde ocupa la posición 34, lo que debe ser considerado como consecuencia de las quiebras bancarias del 2003 que generaron un saneamiento de la banca nacional.

También se evalúa muy bien la colaboración entre empleadores y empleados, en el escalón 37 de los 142 países analizados. Contrario a la percepción nacional en la deuda gubernamental como porcentaje del producto bruto interno, el país ocupa la posición 41, al igual que en prevalencia de la propiedad extranjera y en el impacto de la inversión extranjera en los negocios. Otra sorpresa es en equilibrio del presupuesto gubernamental en proporción del producto bruto, ocupando el escalón 45.

Otros renglones en que la nación queda dentro del cuarenta por ciento mejor evaluada son: flexibilidad en la determinación salarial, protección al inversionista, calidad de la infraestructura del transporte aéreo, en la transparencia en la elaboración de políticas gubernamentales y en el desarrollo de clusters. También quedan bien parados los procedimientos aduanales y la calidad de la infraestructura de los muelles portuarios, que obtienen las posiciones 57 y 58 entre los 142 países evaluados.

Atendiendo a los 12 pilares que comprende la evaluación, en el que peor parado aparece el país es el referente a instituciones e institucionalidad, seguido por  salud y educación primaria, educación superior y eficiencia profesional, e innovación. En los que resulta mejor evaluado es  en eficiencia del mercado de bienes y servicios, eficiencia del mercado laboral y desarrollo del mercado financiero.