El PRM necesita coherencia y disciplina para vencer el inmenso poder del PLD

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El principal partido opositor pareció superar el desafío de 7 diputados y del expresidente Hipólito Mejía a su Dirección Ejecutiva, pero sin poder aprovechar el descontento nacional frente a la garata y la imposición política que lidera el PLD   

                                                Por Juan Bolívar Díaz

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) pareció haber superado esta semana el desafío de siete diputados y sobre todo del expresidente Hipólito Mejía a su Dirección Ejecutiva por el sostenido rechazo a la imposición del padrón electoral abierto en la elección de las candidaturas, contenido en el proyecto de Ley de Partidos del Senado.

Sin embargo, se advierte que los perremeístas caen en la tentación de reproducir las luchas intestinas que destruyeron el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de donde procede la mayoría ellos, desperdiciando el descontento nacional que anhela una coherente y disciplinada adscripción a los principios y prácticas democráticas.

Casi se arma la de Troya

El PRM comenzó la semana con una crisis cuando uno de sus dos principales líderes, el expresidente Hipólito Mejía, emitió un declaración escrita expresando su «decisión de apoyar la modalidad de primarias abiertas» con el padrón nacional de electores, desafiando la posición contraria de su Dirección Ejecutiva y coincidiendo con el interés del grupo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que hegemoniza el poder, encabezado por el presidente Danilo Medina, y que busca imponerlo por encima de casi todos los partidos y de las expresiones de la sociedad civil.

El pronunciamiento de Mejía, el domingo 6, ocurrió cuando se había convocado para el día siguiente al órgano ejecutivo y a 7 diputados que el jueves 3 coincidieron con sus colegas danilistas en boicotear la sesión donde la Cámara de Diputados conocería el proyecto de Ley de Partidos aprobado el mes pasado por el Senado. Se hablaba de sancionar a los que desatendieron los reclamos del vocero de la bancada perredmeísta, Alfredo Pacheco.

Después de una reunión del presidente y el secretario general, Andrés Bautista y Jesús Vásquez, de sus relevos electos, José Ignacio Paliza y Carolina Mejía, y  del precandidato presdencial Luis Abinader con el también precandidato Hipólito Mejía, se anunció que éste, aunque prefería el padrón abierto, «como un demócrata acogería la línea del partido». Tras varias horas de reunión con los diputados, los siete  bajo cuestionamiento se comprometieron también a acatar la decisión de la Dirección Ejecutiva, tras asegurar que no estaban en desacuerdo con el fondo,  sino con la forma en que se condujo la frustrada sesión y que preferían que el proyecto fuera a comisión de estudio.

Inconsistencia de Hipólito

            Hasta ahora la dirección del PRM salió bien del trance, Mientras Hipólito Mejía quedaba como coherente defensor de las primarias abiertas, pero incoherente e indisciplinado dirigente partidario, ya que apenas 10 días antes, el 23 de abril, su vocero de prensa Andrés Matos había emitido un comunicado tras la difusión de una entrevista de enero donde defendía las primarias abiertas: «Luego el propio presidente (Mejía) ha reiterado que aunque está de acuerdo con las primarias abiertas, respeta y apoya la decisión del PRM, su partido, que aprobó que sean primarias cerradas», indicaba. La misma posición había externado en otras entrevistas de televisión y al periódico El Día el 23 de octubre.

Hipólito hizo un largo recuento de su apoyo a las primarias abiertas, señalando que en su gobierno promulgó la ley 286-04, donde se establecieron, pero no recordó que la Suprema Corte la declaró inconstitucional en el 2005. Relató gestiones ante el presidente Medina en el 2013 junto a otros dirigentes del PRD, asumiendo que el PRM, constituido después, tenía que seguir la misma línea. Y sostuvo que la aprobación del padrón cerrado  se produjo «Sorpresivamente, en una reunión de la Dirección, convocada sin agenda ´previa». Aunque fue hace 13 meses, en abril del 2017, él nunca la había objetado.

Por televisión, la doctora Milagros Ortiz Bosch, reconoció cambios de preferencias a causa del dominio de los mecanismos electorales que estableció el PLD, pero rechazó que el PRM lo aprobara de improviso. Entregó los informes de comisiones encargadas por la Dirección Ejecutiva para estudiar los proyectos de leyes de Partidos y del Régimen Electoral. La primera, de siete miembros, dos vinculados a Mejía  incluyendo a Salvador Ramos que la presidió, consignó en el punto 17, página 12, que «La elección de los candidatos será mediante el voto universal, personal, directo y secreto de la militancia de cada partido, con el Padrón de Militante de cada partido».

Unapérdida de tiempo

            Después de las reuniones del lunes, Hipólito Mejía no ha desmentido lo que se le atribuyó, de haber acatado la línea partidaria. Como él decía en su declaración que la decisión sobre el padrón no fue llevada a la Comisión Política del Comité Nacional para su ratificación, lo que él nunca solicitó, la salida pudo haber sido esa. Pero podría ser una simple pérdida de tiempo, ya que los seguidores de Abinader, firme opositor al padrón abierto, aparecen como mayoría en ese partido, según las encuestas y por el resultado de la reciente elección de dirigentes.

Una desautorización de la Dirección Ejecutiva, constituida por 50 miembros, hubiese constituido una catástrofe para el PRM que justamente encabeza un bloque de 11partidos que han mantenido una oposición cerrada al proyecto de los danilistas, y remitía directamente y sin amortiguamiento a las confrontaciones que destrozaron el antiguo PRD.

Otra expresión de la recurrencia de los antiguos perredeístas a la garata es la petición del secretario general Jesús Vásquez de que anulen la reciente votación para elegir los dirigentes, basado en irregularidades organizativas, como no haber entregado el padrón a todos los candidatos con anticipación o que hubo que diferir la votación en una diez por ciento de las localidades por retrasos logísticos.

Hasta ahora nadie ha denunciado exclusiones, dislocaciones o manipulación del padrón, y Vázquez, un veterano organizador, debió admitir que los fallos no fueron por manipulación ni engaño, sino fruto de prisa y deficiencias, El tenía suficientes méritos para haber sido escogido para repetir en el cargo, pero por «prudencia unitaria», que debió entender, los dos mayores líderes del partido sumaron fuerzas por Carolina Mejía para secretaria general y a José Ignacio Paliza para presidente.

Muy difícil de entender

            La detonación del conflicto por el padrón en el principal partido de oposición es difícil de entender cuando los organismos locales están eligiendo los delegados para culminar a principio de junio el proceso convencional que ha producido una  significativa renovación en la dirección partidaria nacional y local del PRM, algo que no ocurre hace muchos años en el sistema partidista.

Es comprensible que los seguidores de Danilo Medina, enfrentados a Leonel Fernández por el control del PLD, traten de imponen el padrón abierto para beneficiarse de  que el 23 por ciento de los electores reciben cada mes un ingreso del Estado. Pero es muy difícil de entender que todavía haya opositores que no se den cuenta que si los danilistas logran los dos tercios de los votos de los diputados, «conquistando» los 30 que les faltan para imponerle a todos  el padrón abierto, su paso inmediato sería la reforma de la Constitución, para lo cual se requiere la misma proporción.

Mucho peor es que con todas las desventajas que confrontan, los dirigentes del PRM no puedan interpretar el sentimiento nacional que reclama unidad, coherencia y firmeza para limitar el desmesurado control que el PLD ha impuesto sobre el Estado y la sociedad, hasta el extremo de plantear que lo de la ley de partidos es un asunto exclusivo  de Danilo Medina y Leonel Fernández. Las encuestas indican una mayoritaria desconfianza de a ciudadanía en el sistema partidista, y sin revertirla significativamente no hay posibilidad de cambio alguno. Sin eso ni todos los partidos juntos desplazan al PLD.

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La única opción de los diputados  

En cuanto al proyecto de Ley de Partidos aprobado por los senadores, el miércoles la Cámara de Diputados agotó la única opción que tenía sin previo acuerdo político: enviarlo a la comisión que ya venía estudiando las dos piezas de reformas electorales, pues  ninguna de las dos posiciones sobre el padrón puede conseguir las dos terceras partes de los votos ni para modificar el proyecto de los senadores, ni para rechazarlo o aprobar otro.

Quedó evidente que la ausencia del bloque danilista la semana anterior fue una maniobra política, tal vez para medir cuántos diputados del PLD y el PRM estaban dispuestos a seguirlos. Con ellos fuera, los demás podrían completar el quórum, lo que hubiese ocurrido con todos los del PRM. Pero en tal caso entraban de inmediato los gobiernistas para evitar que dos tercios de esos decidieran. Para evitarlo, el jefe de esa bancada se mantuvo dentro del salón, aunque escondiera la cabeza cuando pasaban lista.

El balance de la maniobra fue que no le desertó ni uno a Leonel, y que los 7 del PRM se arrepintieron. Con todo hay quienes siguen apostando a que «el presidente se impondrá como quiera y a cualquier costo», Mientras todo indica que pasará semanas para el siguiente capítulo del drama político, ya que la presidencia de los diputados está en manos del experimentado y firme leonelista Rubén Maldonado, hasta el 16 de agosto.

La capitulación del PRD en aras de la reelección

Por Juan Bolívar Díaz
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Sin el menor rubor y en un acto público el empresario Miguel Vargas Maldonado entregó esta semana el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la más tradicional organización política de la historia nacional, en un nebuloso y precipitado pacto electoral con el gobierno, cuyos alcances no han podido definirse tras meses de negociaciones.

Es relevante que el partido más votado todavía en la última elección presidencial, capitula y se entrega en aras del reeleccionismo presidencial, contradiciendo uno de sus planteamientos fundamentales, y contribuyendo a la concentración del poder que encarna la principal negación de sí mismo, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Corbatas azules, parte 2

La capitulación la firmó el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, mucho más empresario que líder político, el lunes 7 de septiembre, tan precipitada como su renuncia tres meses antes a una candidatura presidencial que se auto atribuyó con el concurso del secuestrado Tribunal Superior Electoral que le avaló repetidas violaciones a los principios democráticos consagrados en la Constitución, en la ley electoral y en los estatutos del PRD.

Fue la culminación de un proceso iniciado el 14 de mayo del 2009, cuando Vargas Maldonado firmó con el presidente Leonel Fernández un pacto para viabilizar la constitución del 2010. No tenía cargo directivo en el partido blanco ni procuró autorización previa de ninguno de sus organismos, firmó en su calidad de excandidato presidencial, que lo fue en el 2008 cuando perdió las elecciones a manos precisamente de Fernández con votación de 53,8 a 40,4 por ciento.

Desde entonces Vargas había justificado el pacto aduciendo que reivindicó el histórico compromiso perredeísta de no reelección promovido por su líder José Francisco Peña Gómez en la constitución de 1994 y violentado por el presidente Hipólito Mejía con la reforma del 2002. Y en efecto la Constitución del 2010 prohibió la reelección presidencial inmediata, pero ahora Vargas volvió a pactar con un presidente del PLD no sólo para restablecer el reeleccionbismo, sino que también le suma los votos del PRD.

El pacto fue firmado en el mismo escenario del 2009, el hotel Jaragua, y para no dejar duda de la continuidad, los protagonistas volvieron a vestir corbatas azules, aunque esta vez el gran ausente fue el doctor Leonel Fernández, todavía presidente del PLD, sustituido por el mandatario de turno Danilo Medina, para reafirmar que el poder lo ostenta quien reparte los sobrecitos y parcelas del Estado.

Sin siquiera los 10 cheles

 Si poco táctico fue que Vargas renunciara a su candidatura sin precisar las condiciones y términos del pacto que anunciaba, más absurdo es que lo firmara sin haber cerrado las negociaciones tres meses después, quedando a expensas de lo que quiera desembolsar el PLD de los “diez cheles” en que su histórico dirigente Euclides Gutiérrez Félix tasara el valor del apoyo del PRD a la reelección de Danilo Medina.

En el pacto del Comité Político del PLD a fines de mayo para salvar su unidad y viabilizar la reforma constitucional reeleccionista quedó consignada la repostulación total de sus legisladores. En el caso de los alcaldes se estableció que habría encuestas en los municipios donde la gestión no garantizara el triunfo. Voceros perredeistas anunciaban nuevas provincias para buscar senadores, pero tropezaron con la ley electoral.

Los actuales diputados perredeístas, unos 40, podrán ser repostulados, pero por el voto preferencial tendrán que valerse por sí mismos, pues los peledeístas escogerán a sus compañeros de partido. Todavía esta semana voceros de la categoría del secretario general del PLD, Reinaldo Pared, han repetido que no cederán las candidaturas a alcaldes en los grandes municipios que ganó el PRD en la anterior elección, como Santo Domingo Norte, Santiago y San Cristóbal, lo que conllevaría candidaturas separadas en los mismos, donde los perredeistas defienden miles de empleos en un penoso regateo público.

Es contradictorio que un negociante de la categoría de Vargas Maldonado haya ignorado un principio fundamental de toda transacción, asegurar los términos antes de la firma, razón por la cual muchos preguntan si no hay compensaciones impublicables en el pacto, como en la negociación del bloque de diputados perredeistas, quienes saben que el voto preferencial impide garantizarles sus puestos. Las generalidades de los 15 propósitos del “Acuerdo de un Gobierno Compartido de Unidad Nacional” firmado el lunes no justifican tanto desprendimiento en una política tan mercantil.

Una expresión macondiana

La capitulación del mayor partido del intento democrático nacional bajo términos tan vagos, en apoyo casi incondicional al partido gobernante es una ocurrencia extraña en la política, expresión del macondismo latinoamericano que certificó García Márquez. Hasta dirigentes fieles al PRD, como Fiquito Vásquez, han explicado la precipitación en que tenían que contener la hemorragia de los perredeístas hacia el PRM, lo que será difícil si no les garantizan siquiera las alcaldías con miles de plazas para militantes. Pero nadie entiende que hayan sido tan malos negociadores, exponiéndose a la humillación de los diez cheles.

Mientras tanto, el partido que desde su fundación encarnó las luchas democráticas de tres cuartos de siglo dominicano, se encamina a su autoliquidación. Deja atrás las luchas contra la tiranía de Trujillo y sus batallas por instaurar la democracia, desde su triunfo electoral de 1962 a la revolución constitucionalista y su resistencia a la invasión militar norteamericana de 1965 y a la cuasi dictadura de los 12 años de Balaguer. También el triunfo electoral de 1978 que abrió la democratización del país y su confrontación con el PLD que nació como negación absoluta del perredeísmo y lo hostilizó al máximo.

Todavía en la anterior elección presidencial, la del 2012, con Hipólito Mejía de candidato presidencial, el PRD obtuvo la mayor votación, un millón 911 mil 341 sufragios, 200 mil más que el millón 711 mil 737 que consiguió el PLD, lo que representó 42.13 a 37.73 por ciento. Aunque con el voto de los respectivos aliados, el presidente Medina ganó la elección por 51.21 a 46.95 por ciento. Pero a pocos queda claro que el PLD ha incentivado el desguañangue del PRD, tras haber absorbido en gran proporción a lo que dejó Balaguer como partido, y las garatas y divisionismos de los perredeístas han determinado el proceso de involución de la democracia dominicana, donde un grupo político que ya no se somete a elección de sus militantes, lo mercantiliza todo en aras del control total de las instituciones estatales y sociales.-

 

Se afianza la oposición al Gobierno del PLD

Por Juan Bolívar Díaz
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La ofensiva opositora del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se afianzó esta semana con un documento en el que sustenta cuestionamientos a una de las esencias propagandísticas del Gobierno del presidente Danilo Medina, las “visitas sorpresa”, con un cumplimiento de apenas 11 por ciento de los compromisos contraídos para la región Sur.

El PRM encara el desafío de elegir gran proporción de sus candidaturas de forma democrática, como hizo con la presidencial, y seguir conformando su Convergencia en base a acuerdos programáticos, en contraposición al reparto antidemocrático y las pujas por ventajas individuales que caracterizan el amplio frente oficialista.

Gran desafío al Gobierno

La evaluación del resultado de las visitas sorpresa del presidente Medina a las diez provincias de la región Sur, presentada esta semana por el Frente Agropecuario del PRM constituye un desafío al Gobierno que ha explotado propagandísticamente al máximo ese programa desde su comienzo, por los datos en que está fundamentada y el pobre resultado registrado, con un cumplimiento de promesas de apenas 11 por ciento.

A partir de San Cristóbal y Peravia, y abarcando todas las provincias del Sur-Suroeste, el documento identifica cada visita presidencial, fecha, las comunidades y entidades beneficiarias, las instituciones oficiales responsabilizadas, los montos y objetivos comprometidos y luego indica el nivel de cumplimiento, que en 51 casos es cero, aunque en 38 alcanza el cien por ciento. La mayoría con ejecución parcial en proporciones que van del 1 al 98 por ciento. Llama la atención que en algunos casos se asegura que se hicieron erogaciones, pero los beneficiarios niegan haber recibido las partidas.

El resumen general establece que el presidente Medina se comprometió a apoyar pequeños proyectos de desarrollo agropecuario sureños con un total de 166 promesas, de las cuales apenas 18 han sido cumplidas, para un 10.84 por ciento.

 De 22,371 millones de pesos comprometidos, apenas se han erogado 3,030 millones, para un 13.55 por ciento, quedando pendientes 19,340 millones de pesos.

La investigación fue realizada del 1 al 15 de agosto. El agrónomo Leonardo Faña, director de la campaña del sector agropecuario del PRM, sostiene que el Gobierno instrumenta los órganos agropecuarios del Estado y que redujo el presupuesto al Ministerio de Agricultura de 11,500 millones en el 2013 a 8 mil millones de pesos en el 2015.

Sobre los combustibles

En las dos últimas semanas de agosto el PRM realizó ruedas de prensa para denunciar que el Gobierno no aplica los precios de paridad de los combustibles en el mercado local en relación al costo del petróleo en el mercado internacional, acusándolo de estar cobrando impuestos ilegales.

La Comisión Económica perremeísta sostuvo que el Gobierno sobrecargó los precios de los combustibles recaudando en exceso 1,084 millones de pesos entre el 22 y el 28 de agosto, y 892 millones de pesos para la semana del 29 de agosto al 4 de septiembre.

Presentó los cálculos de lo que deberían costar los diversos combustibles, en relación a los que predominaban en el 2008 con cotizaciones similares a las de ahora tanto del petróleo como de los productos refinados en el mercado internacional.

Encabezada por el economista Arturo Martínez Moya, quien fuera secretario de Industria y Comercio, en el último Gobierno de Balaguer y presidente de la Refinería de Petróleo en el de Hipólito Mejía, la Comisión Económica del PRM debe saber de lo que habla. Sostiene que mientras en Centroamérica las gasolinas cuestan 156 y 170 pesos el galón, en el país 184 y 202 pesos, lo que representa un 20 por ciento más cara. Resaltan las dificultades de competencia de las empresas dominicanas y reclaman precio justo en beneficio de empresarios, transportistas y usuarios.

Muchos dominicanos no entienden por qué la gasolina premium costaba 100 pesos el galón, según la resolución de la Secretaría de Industria del 27 de agosto del 2004, cuando el precio del petróleo de referencia para el país promedió 41.51 dólares el barril, y en agosto del 2015 se vendía a 202 pesos, con el petróleo alrededor de 45 dólares, como estaba el viernes. La tasa de cambio en agosto 2004 estaba en 39.54 pesos, y ahora en 45.20. Las diferencias alrededor del 10 por ciento, no justifican la duplicación del precio.

El tema del endeudamiento

El sostenido endeudamiento externo e interno es otro de los temas con que la oposición está enfrentando al Gobierno. Y ahí han entrado en escena economistas tan reconocidos como Miguel Ceara Hatton, quien dirige la Comisión de Políticas Públicas del PRM; Eduardo Tejera, y el exgobernador del Banco Central Guillermo Caram, y Jimmy García Saviñón, provenientes de la disensión del Partido Reformista. Caram sostiene que el endeudamiento del Gobierno es ya insostenible. García Saviñón escribió que Medina tomó prestados 5,342.9 millones de pesos en sus primeros 29 meses, a un ritmo de 184.24 millones de dólares mensuales y 6.14 por día.

La Comisión Económica del PRM sostuvo a finales de julio que “el pueblo ha pagado la enorme deuda pública acumulada por los gobiernos del PLD con seis reformas tributarias, recursos que en su mayor parte destinaron al financiamiento de gastos corrientes y campañas electorales”. Que aumentaron el endeudamiento público en 15 mil millones de dólares en los últimos diez años, con un incremento del 232 por ciento, de 6,822 millones en el 2005 a 22,635 millones de dólares en marzo pasado.

Cuando le suman las deudas del Banco Central, Banco Agrícola, Banco de la Vivienda, con los generadores eléctricos de casi mil millones de dólares, y mediante financiamiento a constructores gubernamentales, los perremeístas llevan el total de la deuda estatal a 36,672 millones de dólares, alrededor del 55 por ciento del producto bruto interno.

Si se divide esa suma entre 10 millones de dominicanos, significa que cada uno, incluso los más pobres, deben actualmente 3,667 dólares, es decir 165,391 pesos.

Respuesta del Gobierno

Hasta ahora la estrategia gubernamental parece ser ignorar las persistentes denuncias y demandas de la oposición, especialmente del PRM, con perspectivas de encabezar un frente electoral bipolarizador y que esta semana concurrió ante el Ministerio de Obras Públicas para reclamar, amparándose en la ley de libre acceso a la información, todo lo concerniente al escandaloso contrato de concesión de la carretera Santo Domingo-Samaná, con costos de peaje desproporcionados y subsidio estatal, donde se denuncia corrupción.

La tendencia ha sido atribuir cada denuncia al simple interés de la campaña electoral, lo que no deja de ser cierto, pero resulta insuficiente cuando la ofensiva es sistemática y documentada.

 Se deja la respuesta al inmenso aparato comunicativo del Gobierno y a la propaganda, o se incentiva a terceros a responder, como ocurrió esta semana con un directivo de la Asociación de Distribuidores de Gas que salió a justificar los precios de los combustibles.

Para los estrategas del Gobierno, responder al PRM es importantizarlo, investirlo como interlocutor. El PLD ha navegado en los últimos años con una pobre oposición, desde que en el 2009 comenzaron las negociaciones que han subordinado el Partido Revolucionario Dominicano al interés gubernamental.

Con escandalosa influencia sobre los medios de comunicación y una alta proporción de los periodistas y comentaristas, la propaganda oficial es la mejor respuesta a los cuestionamientos.

Importante reto del PRM

Colocado en las encuestas y la percepción general como principal opción de oposición, el PRM enfrenta un escenario muy difícil, pues a pesar de sus documentadas denuncias, tiene poco espacio en los medios de comunicación. Por lo menos está demostrando que reúne profesionales y técnicos capaces de cuestionar las políticas gubernamentales y dirigentes políticos decididos a enfrentar al PLD.

El candidato presidencial del PRM, Luis Abinader, ha tomado un discurso bien fundamentado, coherente con sus técnicos, pero se cree que le falta impactar más en la emocionalidad social. Su discurso de aceptación de la candidatura en junio, y las respuestas que ha dado a los planteamientos del presidente Danilo Medina, lo han proyectado en el debate. A mediados de agosto presentó los lineamientos básicos de su programa de Gobierno, sometiéndolos a consideración de la sociedad política y civil. Y se trata de un documento ponderado.

Abinader y el PRM avanzan cerrando acuerdos para fortalecer su Convergencia, hace dos semanas con Dominicanos por el Cambio que preside Eduardo Estrella, y este domingo con el Frente Amplio que postulaba a Fidel Santana, con el mérito de basarlos en planteamientos programáticos, evadiendo la discusión de simple reparto que caracteriza el proyecto reeleccionista del presidente Medina. Les falta pasar la prueba de la elección de las candidaturas provinciales y municipales. Se dicen conscientes de que si utilizan consultas y mecanismos democráticos, y renuevan la oferta, se anotarán importantes éxitos.

 

La Gallup-HOY registra resultados contradictorios

Por Juan Bolívar Díaz

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La encuesta Gallup-HOY publicada esta semana presenta una población contradictoria, que da alta aprobación a una reforma constitucional que la mayoría cree comprada, y a la reelección presidencial y la gestión del Gobierno, a pesar de expresar que la corrupción lo abarca todo y que le agobian la delincuencia, la inflación y el desempleo.

Con 63 por ciento de preferencias electorales el presidente Danilo Medina corre cómodo a su reelección, favorecido por una cultura presidencialista y continuista, fortalecida por el clientelismo y el reparto del Estado y por un enorme aparato mediático, todo lo cual obliga a los opositores a unificarse por lo menos para evitar la insignificancia.

Alta aprobación de Danilo. El nivel de aprobación que arrojó la encuesta Gallup-HOY a la reforma constitucional y el proyecto reeleccionista del presidente Danilo Medina sorprendió hasta a sectores progubernamentales que temían un mayor costo político derivado de la forma en que se consiguió modificar la Constitución y por los antidemocráticos pactos de reparto que la viabilizaron.

La preferencia del 62.6 por ciento registrada por Medina, con apenas 17.4 por ciento para Luis Abinader, 3.6 por Guillermo Moreno y 1.2 para Quique Antún, arroja un desnivel sin precedente a 10 meses de una elección presidencial. En la historia de las encuestas electorales dominicanas nunca se había registrado una diferencia tan alta, muy superior a la ventaja de 54.4 a 34.5 por ciento que a la misma distancia de los comicios del 2012 obtuvo Hipólito Mejía frente a Medina, entre los que estaban habilitados para votar y de 47.9 a 33.4 por ciento en el universo de la encuesta Gaallup-HOY publicada en agosto del 2011. Al final Medina pudo remontar la diferencia y obtener victoria en primera vuelta con 51 por ciento del sufragio, aunque con la ayuda de todo el poder del Estado, que no dispondrán ahora sus opositores.

En relación a la anterior Gallup-HOY, publicada en febrero, Medina redujo sus preferencias en 6.4 por ciento y Abinader las elevó en 4, mientras Moreno caía 5 por ciento. En la oposición se esperaba un resultado menos desfavorable, como el arrojado por una encuesta telefónica de Newlink publicada esta misma semana por el periódico El Dinero que marcaba 54 a Medina, 37 para Abinader, 7 a Moreno y 2 para Antún.

Muy bajo costo de la reforma. Analistas y articulistas, incluyendo a progubernamentales, esperaban un mayor costo político de la forma en que se aprobó la reforma de la Constitución para viabilizar la repostulación del presidente Medina. Resalta que el 52 por ciento de los encuestados por Gallup entienden que corrió el dinero, contra sólo 26 por ciento que no lo cree, y otro 22 por ciento que no responde, y también que 67 por ciento, dos tercios, desaprobara el pacto Danilo-Leonel para seleccionar las candidaturas para los comicios del próximo año.

Esas altas tasas de rechazo no impidieron que el 64 por ciento manifestara aprobación por la reforma constitucional, lo que podría explicarse en la cultura presidencialista y la histórica adscripción de los dominicanos al continuismo en el poder, así como en la laxitud frente a la corrupción, que muchos ven como cosa normal en la política a pesar de que, en correspondencia con lo que ocurre en el mundo de hoy, crece en el país su rechazo.

Esa laxitud es contradictoria con el 88 por ciento que en la misma encuesta considera que la corrupción en los gobiernos y la política dominicana es un problema muy grave y que se manifiesta principalmente en la policía, los políticos, funcionarios del Gobierno, los abogados y los militares. Otra contradicción es que aunque el 60 por ciento estima que en este Gobierno hay igual o mayor corrupción que antes, 62 por ciento piensa que el Gobierno está interesado en enfrentarla. Pero el 60 por ciento considera que se requieren sanciones drásticas, incluso de cárcel para combatirla, en uno de los pocos países del mundo democrático que no tiene un solo político preso por corrupción.

Mayores contradicciones. En esta encuesta se repite una contradicción fuerte entre los niveles de aprobación del presidente Medina y las insatisfacciones con los resultados de un Gobierno próximo a entrar en su cuarto año. Resalta que 82 por ciento apruebe la gestión del mandatario, aunque apenas cuatro de sus renglones fundamentales reciben más del 50 por ciento de reconocimiento, especialmente educación, con 87 por ciento, construcciones con 62 y turismo y salud, con 55 y 53 por ciento.

La insatisfacción se expresa a partir de los renglones de deportes, transporte, control fronterizo y medio ambiente, con notas por debajo del 40 por ciento. Pero electricidad, reforma policial, manejo de conflictos, pobreza, economía y seguridad ciudadana quedan con menos del 30 por ciento. En materia de inflación, empleo y delincuencia la aprobación queda entre 17 y 14 por ciento.

Más aún, a la pregunta sobre cuáles son los principales problemas del país, los mayores señalamientos son para la delincuencia, que abarca dos tercios, y le siguen alza del costo de la vida, desempleo, falta de electricidad, agua potable y corrupción administrativa.

Una mina que está explotando el reeleccionismo es la del nacionalismo, maximizando hasta niveles irresponsables una supuesta conspiración de todo el mundo contra la nación dominicana, de la cual el presidente Medina es su nuevo salvador, promoviendo un inconcebible aislamiento del país.

Unificarse o morir. Con el nivel de preferencias que registra el reeleccionismo en la encuesta más acreditada del mercado, más las ventajas del control absoluto del Estado, el desafío es muy grande para una oposición que todavía trata de reconfigurarse tras el virtual entierro del Partido Revolucionario Dominicano, que habiendo obtenido 47 por ciento contra ese poder estatal en la última elección, absurdamente renunció a llevar candidaturas propias cuando faltaban 11 meses para los próximos comicios, quedando a expensas de una alianza aún indefinida, con el partido gobernante.

Los números de Gallup-HOY y las perspectivas nacionales indican la urgencia de una total convergencia de quienes pretendan enfrentar la maquinaria de poder absoluto del Partido de la Liberación Dominicana, que tendría que configurarse en torno a las candidaturas de Abinader y Moreno, por lo menos para aspirar a un mejor balance congresual y municipal.

Hay todavía amplios espacios para ganar apoyo de los sectores insatisfechos por razones socioeconómicas que multiplican sus protestas y demandas, de los preocupados por la institucionalidad y el equilibrio democrático, y de los más de 700 mil jóvenes que llegan a la edad de votar, en su mayoría con escasas oportunidades de desarrollo.

Como todos han adelantado, un amplio frente electoral que gane credibilidad tiene que conformarse a partir de un programa mínimo de cambios sociales, económicos e institucionales, compromiso real para reducir la corrupción y malversación en todos los estamentos del Estado, y con candidaturas que generen ilusión de renovación. Pero tienen que lograrlo en breve plazo antes de que se afiance la sensación de invencibilidad que ya proyecta la reelección. La permanencia de la dispersión tendría un costo devastador para la sociedad dominicana y para quienes persistan en ignorar la realidad.-

 

 

 

“La maldita reelección”: el desafío de tres en uno

Por Juan Bolívar Díaz

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La forma acelerada, atropellada y de reparto del Estado en que se ha manejado la reforma de la Constitución para permitir la repostulación del presidente Danilo Medina vuelve a mostrar el alto costo que ha tenido en la historia nacional la reelección fundada siempre en la corrosión de las instituciones y la compra de conciencias.

Aunque para muchos la triple alianza parece invencible, por su premura no deja de ser indicativa de debilidad, y podría reproducir aquí la avalancha de rechazo al sistema político que se vive en la región, si un frente de oposición apela a los dos tercios de la población que viene expresando insatisfacción y desconfianza en los partidos políticos.

Costo de la financiación. Aunque la reforma constitucional no contaba con suficiente apoyo ni en el propio partido de gobierno, terminó imponiéndose con repartos antidemocráticos sin precedente primero en sus propias entrañas y luego con el sistema político. Nadie podrá precisar el costo de financiación de la 39 reforma de la Constitución dominicana que comenzó doblegando a la mitad de los legisladores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que dejaron solo a su líder Leonel Fernández, y siguió con los 42 diputados del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), 9 del Reformista Social Cristiano (PRSC) y 2 de los 36 del nuevo Partido Revolucionario Moderno (PRM), estos últimos en vías de expulsión.

La reforma reeleccionista de Medina no tiene precedente en la adolescente democracia dominicana, ya que nunca los tres partidos dominantes durante más de medio siglo, se habían puesto de acuerdo para constituir un frente electoral. Aún a nivel mundial es difícil encontrar una concertación parecida, a no ser en las luchas contra las tiranías, como en Chile para rescatar de Pinochet el sistema político e institucional.

El pacto reeleccionista que implica a los tres partidos comenzó por sus diputados, que lo hicieron público, arrastrando a sus dirigentes, que para no quedarse en el descalabro han tenido que plegarse. Ningún organismo del PRD o el PRSC discutió ni aprobó el acuerdo, y sus líderes, candidatos presidenciales, no lo han explicado.

En el debate en la Cámara de Diputados el vocero del PRM Nelson Arroyo responsabilizó a los ministros de Obras Públicas y Economía y al reformista Marino Collante de haberse ocupado de persuadir a sus colegas, y nadie lo enfrentó. La diputada Minou Tavárez dijo sentirse asqueada del mercado en que convirtieron el Congreso. Los votos de diputados se habrían cotizado hasta a 10 millones de pesos. Algunos líderes y senadores, recibirían otros incentivos, como asignaciones de obras públicas.

Costo para el presidente. Todo el reparto antidemocrático y las protestas que ya está generando hasta en el propio PLD, donde miles de precandidatos que habían invertido fuertes sumas en su promoción, se ven amenazados, podría generar un alto costo, más aún al conllevar el aplastamiento de un liderazgo tan fuerte como el de Leonel Fernández y seguidores.

La palabra de Danilo Medina queda devaluada, tanto que en todo el proceso no ha justificado el haber cambiado sus promesas de que solo gobernaría 4 años, para involucionar a lo que siempre se ha hecho en la historia dominicana, desde Santana, Báez y Lilís, hasta Horacio, Trujillo, Balaguer y Leonel, a quien estigmatizó por ello en el 2008.

Abundan los vídeos y las citas de Medina en la Internet, resaltando el costo económico, institucional y democrático del reeleccionismo, desde su campaña por la nominación presidencial para el 2008 cuando le “venció el Estado”, a la lucha por el poder en el 2012 y al comenzar su gobierno. En “Las Propuestas de los Candidatos” del Grupo de Comunicaciones Corripio al final de la campaña del 2012, Danilo Medina se explayó explicando por qué nunca buscaría reelegirse, tras recordar que estaba prohibido “y es muy difícil que ningún presidente pueda conseguir los votos suficientes para modificar la Constitución”. Fue tajante: “yo quiero cuatro años y nada más”.

Danilo se extendió en explicaciones sobre cómo la reelección es antidemocrática, “porque tenemos instituciones democráticas muy débiles todavía. Tal vez en los próximos 20 años, cuando tengamos un período sucesoral de cuatro o cinco gobiernos, y hayamos avanzado en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, entonces esas instituciones estén en capacidad de soportar la reelección”. Y agregó que “los funcionarios, cuando van a un proceso de reelección, no distinguen la línea que separa los bienes públicos de los bienes partidarios, y terminan dañando la imagen de los presidentes, dañando la imagen de los partidos y dañando la economía”.

Parece que las premoniciones de Medina se están dando en el actual proceso, que ya tiene alto coto en el PLD, y que “la maldita reelección”, como abjuraba Hipólito Mejía antes de caer en la tentación de modificar la Constitución para fracasar en su persecución, amenaza con enterrar lo poco que venía quedando de los dos partidos más antiguos de la historia nacional. Y todavía faltan más de once meses para las elecciones.

Un gran desafío nacional. Aunque hay propensión a creer que ante el pacto de tres en uno no hay mucho por hacer, el mismo representa un enorme desafío para la sociedad dominicana, si acaba de fraguar la planteada “Convergencia por un Mejor País”, que tendría como base principal al PRM y su candidato Luis Abinader, configurado en las encuestas como alternativa.

Si estos se manejan con el acierto que tuvieron en sus elecciones primarias y abren un real y amplio espectro político y social, por lo menos producirían una bipolarización del proceso y trazarían una línea de Pizarro, haciendo insubstancial a todo el que quede fuera de los dos polos, y nutriéndose aún más de la disidencia que producirá el reparto antidemocrático, por ejemplo en un PRD que desde hace meses viene reduciéndose en las encuestas a menos del 5 por ciento de las preferencias.

En el país podría repetirse una coyuntura como la del 1978, de todos contra el poder absoluto, cuando todo el presupuesto nacional, y el control total de las instituciones y empresas estatales, incluyendo junta electoral, militares, policías y jueces no fue suficiente para imponer la reelección. Ahora no hay un líder opositor de las capacidades de Peña Gómez, pero una ola de indignación está relegando los partidos tradicionales en todo el continente. Empezó por Venezuela, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay y Ecuador, y se ha extendido a Colombia, llegando a Centro América por El Salvador. El año pasado Varela y Solís fueron electos presidentes de Panamá y Costa Rica, aunque las encuestas los situaban en tercer lugar de preferencias, desplazando a partidos tan antiguos como el tico Liberación Nacional. Y en Guatemala y Honduras las masas piden la renuncia de los presidentes, en el primero tras liquidar a la vicepresidenta y los jefes del Banco Central y la seguridad social.

Muchos creen que República Dominicana vive aislada del mundo, pero seguramente no tienen en cuenta que las encuestas registran una fuerte insatisfacción y desconfianza en los partidos políticos. La última Encuesta sobre Cultura Política de la Democracia en RD, 2012, auspiciada por reconocidas instituciones, arrojó una caída del 58 al 49 por ciento de apoyo al sistema político, solo un 37 por ciento con militancia partidista y con los partidos en el último escalón de confianza ciudadanía, 32 por ciento, por debajo hasta de la Policía, entre las 12 más importantes instituciones nacionales.

Aún con la alta aprobación que ha registrado el presidente Medina, el tres en uno conlleva riesgos.-

 

El Gobierno busca salvar su Plan de Regularización

Por Juan Bolívar Díaz
P12

Para salvar del fracaso su Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) el Gobierno se propone otorgar una estatus de “inmigrante regular provisional” a unos 220 mil que habrán iniciado el proceso al término del plazo el 16 de junio próximo, pero que no han podido cumplir los requerimientos económicos por renuencia de sus empleadores.

Atrapado en contradicciones y discursos xenofóbicos, el Gobierno se enfrentará al hecho de que más de la mitad de los inmigrantes indocumentados ni siquiera han podido iniciar su regularización, estimándose en más de 300 mil los que quedarían sujetos a la deportación muchas veces anunciada pero difícil de ejecutar en tan alta proporción.

Llegarían a unos 220 mil. Al iniciarse esta semana la cuenta regresiva del mes para cerrar las inscripciones al PNRE, 207 mil 424 inmigrantes habían acudido a 24 centros de registro para iniciar el proceso, complicado por sus múltiples requerimientos, y son apenas centenares los que han sido acreditados con un carnet, tan pocos que las autoridades han dejado de dar el dato.

El doctor Washington González, viceministro de Interior y Policía encargado del Plan, confía que al 16 de junio sumarán entre 215 y 220 mil personas en gran parte haitianas, lo que representaría 42 por ciento de los 530 mil estimados en la Encuesta Nacional de Inmigrantes concluida en el 2012, de los cuales 458 mil 233, el 87 por ciento, provenían de Haití. A estos habría que agregarle algunas decenas de miles más que llegaron después de la encuesta, y que a partir de octubre del 2011 no califican para ser regularizados, por lo que los “deportables” pudieran andar sobre los 350 mil.

Aunque se establecieron 24 centros de atención, el grueso ha acudido a los del gran Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y San Pedro de Macorís, de acuerdo a los datos que ofreció el funcionario por Teleantillas. Complicado, porque en estos centros se establecían cuotas por día y había que acudir de madrugada para conseguir turnos, que en muchas ocasiones tenían que comprar a traficantes. Otra limitación ha sido que al no llevar todos los documentos requeridos, el promedio ha tenido que acudir unas 5-6 veces. La falta de información a una población dispersa, con poco acceso a los medios de comunicación y escasos niveles de instrucción también ha complicado el proceso. Y aunque el Gobierno no cobra nada, los inmigrantes tienen que notarizar hasta las facturas de compras de electrodomésticos, y en muchos casos han tenido que “dar contribuciones”.

Pocos llenan los requisitos. El viceministro González reconoce que muy pocos de los solicitantes han podido completar los requisitos, especialmente las condiciones laborales y socio-económicas, que incluyen certificaciones de empleo, propiedades o contratos de alquiler de muebles o inmuebles y hasta cuentas bancarias. El 95 por ciento presentó por lo menos un documento de identidad, acta de nacimiento cédula o pasaporte, como establece el plan. Pero esa misma proporción no ha podido completar los requerimientos socio-económicos.

El problema principal ha sido la poca colaboración de los empleadores. Lo reconoció el funcionario, quien dijo que apenas en las últimas dos semanas los grandes empleadores agropecuarios y de la construcción habían mostrado interés en ayudar a regularizar sus empleados. Una excepción había sido el grupo Vicini, con dos ingenios en operación, que hasta contrató abogados para ayudar a sus trabajadores haitianos.

Desde que se abrieron las inscripciones en junio del año pasado, se viene advirtiendo que los empleadores agrícolas, de la construcción y hasta domésticos, se han negado a emitir constancia salarial. Pretextan que son trabajadores temporales, sin contratos laborales y por tanto de mucha movilidad.

Otro factor que ha dificultado el proceso es la cantidad de requisitos, por ejemplo cuentas bancarias que muy pocos braceros haitianos, de la construcción o domésticos podía abrir por carecer de documentación o por sus condiciones socio-económicas y hasta por desconocimiento de la lengua nacional.

Estatus provisional salvador. “Hay que buscar una solución” proclamó el viceministro González, consciente del bajo porcentaje de inmigrantes que ha podido presentar todo lo que se le demanda. Numerosos casos, como el de Iván Saint Fleur, presentado en la misma entrevista de Uno+Uno, son indicativos del exceso de requisitos. Testimonió que comenzó el proceso el año pasado con pasaporte y visa, acreditación de su empleador doméstico, testigos de su arraigo en el país, papel de buena conducta, contrato de alquiler de vivienda y otros menores, todo notarizado, y no ha podido ser acreditado después de siete viajes de madrugada a un centro de atención capitalino. Es obvio que la gran mayoría de los inmigrantes haitianos no pueden reunir todas esas condiciones.

Pero después de año y medio trabajando en el plan, habría que considerar un fracaso la mínima cantidad de inmigrantes que han completado el proceso, y no por falta de documentación, como se repite buscando un “chivo expiatorio”. De ahí la solución del carnet provisional, que tendrá una duración de dos años “para que completen requisitos”. Será una manera de prolongar el período original, sin admitirlo formalmente. Habrá que esperar para ver si los empleadores son obligados a colaborar. Es obvio que una gran mayoría prefiere la informalidad de una mano de obra abundante que, por indocumentada, carece de posibilidades de reclamar derechos y condiciones laborales, como horario, pago de horas extra, salarios mínimos, seguridad social y prestaciones.

No será suficiente. Además del estatus provisional a los 220 mil inscritos para que completen los requisitos, el Gobierno tendrá que ponderar qué hacer con unos 350 mil que ni siquiera pudieron comenzar. Seguirán culpando a las autoridades haitianas que no han podido responder todas las demandas de documentos. La embajada haitiana tenía pendiente unas 15 mil, pero entre los otros más de 300 mil puede haber de todo. La encuesta de Inmigrantes dijo que el 92 por ciento tiene algún documento. En los últimos meses estaban pidiéndoles hasta pasaporte, cuando el plan valida también actas de nacimiento y cédulas.

En esa inmensa mayoría predominan los jornaleros agrícolas, chiriperos y trabajadores domésticos que carecen de los miles de pesos que cuestan las notarizaciones de documentos, que no tienen un empleador fijo, y con esposas e hijos más difíciles de demostrar su arraigo en el país.

Haber dejado pasar tanto tiempo para regularizar los inmigrantes, lo que dispuso la ley de migración del 2004 del presidente Hipólito Mejía, fue una grave irresponsabilidad, pero mucho peor pudiera ser el autoengaño y no reconocer la complejidad del problema. Ninguna regulación de inmigrantes en el mundo ha implicado deportar más de la mitad.

 

A un año de las elecciones predomina la incertidumbre

Por Juan Bolívar Díaz
17_05_2015 HOY_DOMINGO_170515_ El País13 A

Al iniciarse la cuenta regresiva del año para las elecciones generales de 2016 el panorama nacional se configura incierto, a la expectativa de cómo saldrá el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de la profunda crisis determinada por la confrontación que protagonizan sus dos principales líderes por la candidatura presidencial.

Aunque la candidatura de Luis Abinader por el nuevo Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha arrancado con buenos augurios, está pendiente que pueda configurar un frente de oposición que arrastre las expectativas de cambio que se anidan en diversos y dispersos segmentos sociales insatisfechos por la gestión peledeísta de la última década.

De nuevo serán generales. Ya hay cinco candidatos presidenciales pero casi todo parece girar sobre la incertidumbre en que está sumido el partido que ha gobernado en cuatro de los últimos cinco períodos. Los candidatos proclamados, además de Abinader, son Miguel Vargas Maldonado y Federico Antún, por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y por el Reformista Social Cristiano, los dos que dominaron tras la liquidación de la tiranía de Trujillo hace más de medio siglo. También han sido postulados Juan Cohén, por el Partido Nacional de la Voluntad Ciudadana, y Fidel Santana por el Frente Amplio, aunque este último apoyará a Abinader, por ser parte del proyecto de Convergencia de la oposición.

Los comicios programados para el 15 de mayo del 2016 volverán a ser generales, con la elección de 4,213 legisladores y autoridades municipales, lo que no ocurre desde 1994 cuando el último fraude electoral de Balaguer se saldó con una reforma constitucional que prohibió la reelección del presidente y separó su elección de los legisladores y autoridades municipales.

La elección de 32 candidatos a senadores, 190 a diputados, 156 a alcaldes y sus vicealcaldes, 228 directores municipales y más de tres mil regidores y vocales representa un gran desafío para partidos con débiles mecanismos democráticos.

La incertidumbre se extiende también hasta los organizadores y árbitros de los comicios, la Junta Central Electoral y sobre todo el Tribunal Superior Electoral, sumidos en el descrédito, por el control que sobre los mismos se atribuye al PLD y su líder, el expresidente Leonel Fernández, que empeoraría si este termina de candidato presidencial oficialista. Dirigentes opositores, especialmente del PRM, han sostenido que las actuales autoridades electorales no garantizan elecciones libres. Otro ingrediente conflictivo es el empeño del PLD por imponer una Ley de Partidos ignorando el consenso político y social y por evadir la ley orgánica del sistema electoral que reglamentarían partidos y proselitismo.

Los costos de las salidas. Que no se pongan de acuerdo, sea que el poder presidencial y la mayor posibilidad electoral de Danilo se impongan doblegando o sobornando a los legisladores leonelistas, o que estos impidan la reforma constitucional, impactará sobre el escenario preelectoral y los comicios mismos, aunque no haya una división formal, pues todos prefieren la negociación, dificultada por acumulación de enconos hasta personales que hacen difícil recoger toda la sangre y leche derramada.

La mutua desconfianza hace que ninguno crea que el otro dejará de utilizar el poder para aplastarlo, sea que predomine la reelección o vuelva Leonel al poder, por lo que algunos creen que la salida es “ni uno ni otro”, lo que se rechaza por la baja popularidad acumulada por el resto de los precandidatos, aunque uno unitario podría recibir gran parte de las preferencias que se manifiestan por los dos líderes.

La salida que más se señala entre los peledeístas, y se refleja en las declaraciones y escritos de sus parciales que prefieren a Danilo como “camino más seguro”, es el sacrificio del expresidente, otorgándole una alta cuota de candidaturas legislativas y municipales, para garantizarle que no se sienta o pueda ser aplastado por el poder danilista extendido.

Queda la posibilidad de que el Presidente decline la postulación para no exponer su imagen y concluir su Gobierno con alta aprobación y como reserva casi segura para volver en el 2020, ya que cualquiera que gane ahora no podrá reelegirse. Él reclamaría la alta cuota legislativa y municipal para no ser aplastado en caso de que Leonel gane. Así evitaría el alto costo económico, moral e institucional que conllevaría una imposición con poca legitimidad hasta en el PLD, o un “pacto de impunidad” con los leonelistas.

Perspectivas de la Convergencia. En el panorama actual, el otro elemento clave de las perspectivas para los comicios es la suerte que corra el proyecto de “Convergencia por un Mejor País” y las posibilidades de convertirlo en un gran frente opositor, sumando a los 8 grupos políticos que ya la integran, los partidos que encabezan Guillermo Moreno, Eduardo Estrella, Max Puig y Hatuey de Camps y propiciando una alianza estratégica con organizaciones populares y sociales y sectores empresariales saturados del desgaste del largo dominio peledeísta.

Las encuestas y los resultados de la convención del Partido Revolucionario Moderno han indicado que quien más posibilidades tiene de encabezar las candidaturas de la Convergencia es Luis Abinader, aunque los mermados seguidores de Miguel Vargas (también según las encuestas) creen que debe ser él por las viejas siglas perredeístas.

Junto a Hipólito Mejía, que se ha crecido apoyándolo firmemente, Abinader tiene el enorme desafío de concertar con tan disímiles sectores reconociéndoles a todos su importancia, para lo cual será fundamental que controlen las ambiciones de los perremeístas que ya se lanzan en tropel tras las candidaturas legislativas y municipales que tendrían que ser subordinadas a la Convergencia y su anunciado Plan de Nación.

En los procesos anteriores. A un año de las tres elecciones presidenciales anteriores, el panorama configurado en el Tema de Hoy, con el mismo autor, tenía parecidas características:

En mayo de 2003 el Tema de Hoy titulaba “La quiebra de Baninter es una tragedia nacional”. Tenía en jaque al Gobierno y el PRD. La JCE atravesaba por una crisis de legitimidad. El 19 de julio el título resumía: “El presidente Mejía debe abandonar la reelección”. Pero impuso su repostulación en enero del 2004, dividiendo su partido. Leonel corría solo como candidato del PLD y el PRSC se dividía tras elegir a Eduardo Estrella.

El 19 de mayo de 2007, El Tema de Hoy se titulaba “La reelección pone a prueba los avances democráticos”. El 6 de mayo Leonel y el Estado ya habían vencido a Danilo, como este afirmó, sembrando la semilla de la actual confrontación. Se discutía la necesidad de reglamentación electoral. Lo reclamaba el CONEP, la Conferencia Episcopal, Participación Ciudadana y muchas otras voces. Miguel Vargas ya era candidato presidencial del PRD y el reformismo daba bandazos.

El 15 de mayo de 2011 se titulaba “Hipólito sale con buen pie”, encabezando las preferencias con 48.7 por ciento en Gallup-HOY. Ya Leonel había desistido de repostularse pasando por encima a su propia Constitución, y Danilo sería electo candidato el 26 de junio. Seguía el debate sobre la necesidad de reglamentación electoral. El 29 de mayo el presidente de la JCE, Roberto Rosario, anuncia los proyectos de Ley de Partidos y Ley Orgánica Electoral, con asesoría de la OEA. Fueron enviados al Congreso en septiembre y a casi 4 años siguen relegados.

El deterioro del PLD

El tiempo que tome el PLD en salir de su crisis y la forma en que lo logre, incluyendo el costo institucional y económico, incidirán sobre el panorama de cara a los comicios. Va a cumplirse un mes desde que el 19 de abril estalló la confrontación con la decisión de disponer una reforma constitucional para viabilizar la repostulación del presidente Danilo Medina y no se advierte aún cómo podrá ser conjurada. Se afirma que esta semana fracasaron mediaciones externas para reunir a Medina y Leonel Fernández, como antes tampoco surtieron efecto esfuerzos de dirigentes partidarios.

No se ha publicado alguna encuesta que mida los efectos de esta crisis, pero circulan versiones de que algunas mediciones privadas comienzan a registrar declive de las preferencias por el PLD, acentuando el que viene teniendo el expresidente Fernández, y hasta de la alta aprobación que ha impulsado el reeleccionismo danilista.

La prolongación de la crisis reproduce la división y el encono en la dirección media y las bases peledeístas incrementando las posibilidades de que termine en una fragmentación, más aún teniendo en cuenta los apoyos externos, incluso entre los aliados políticos, que tiene Fernández, el gran líder triunfador de casi dos décadas.

El desplome de la imagen de armonía que vendía el peledeísmo y las mutuas descalificaciones se reflejarán en el electorado. Y en la medida en que se fortalezca una alternativa de oposición, afectarán hasta la alta popularidad del mandatario, en parte determinada hasta ahora por el rechazo a su antecesor y la falta de alternativa en la oposición que los gobiernos peledeístas absorbieron o ayudaron a dispersar.

 

 

Éxito del PRM y crisis del PLD cambian el panorama político

Por Juan Bolívar Díaz
03_05_2015 HOY_DOMINGO_030515_ El País13 A

 

 

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) pasó con éxito el desafío de la elección de su candidato presidencial, escogiendo al mayor líder emergente de los últimos años, con amplias posibilidades de encabezar una coalición de oposición para los comicios generales del año próximo.

Las circunstancias en que emerge la candidatura presidencial de Luis Abinader, en medio de una profundización de la crisis del Partido de la Liberación Dominicana, que podría implicar un alto costo político, económico e institucional, definen una nueva perspectiva política y de equilibrio en los poderes públicos.

Un significativo éxito. Haber logrado la participación de 322 mil personas en su primera elección primaria, en toda la geografía nacional, en un proceso organizativo de menos de un año y con ínfimo financiamiento estatal, es ya un éxito notable para un nuevo partido, lo que adquiere mayor relieve por el orden en que transcurrió y por la aceptación democrática de sus resultados.

Los problemas en la distribución de los materiales para la votación, que con- llevó la suspensión del certamen en las seccionales del exterior y retraso del inicio en numerosos lugares del país, resultaron insignificantes por el ejemplar comportamiento democrático de los dirigentes y militantes de la nueva organización política y porque la voluntad colectiva se inclinó 70 a 29 por ciento a favor del competidor que apareció con mayores ventajas en la generalidad de las encuestas.

Las dificultades fueron atribuidas a que fue tres días antes que culminó la revisión del padrón de electores, a un esfuerzo organizativo en más de 2,700 centros de votación, y a las limitaciones financieras de un partido que solo recibe 520 mil pesos mensuales del presupuesto nacional, mientras a otros tres les tocan sobre 18 millones.

Los dos principales precandidatos tuvieron que aportar cada uno cinco millones de pesos y avalar un préstamo por otros diez millones para cubrir el costo.

La opinión pública pasó por alto las dificultades logísticas, insignificantes por la enorme diferencia del cómputo y porque los empadronados en Estados Unidos y Europa no alcanzan al 5 por ciento del total, y sobre todo por el orden total que caracterizó el proceso, antes, durante y después de la votación, sin una sola confrontación ni impugnación.

La proyección de Abinader. Hipólito Mejía dio una demostración de integridad democrática cuando asumió el golpe de haber sido vencido de forma tan abrumadora y no solo aceptó el resultado, sin pretextar las dificultades logísticas, sino que nueve horas después del primer boletín del cómputo se apersonó ante Abinader, con su familia y colaboradores, para felicitarlo y ponerse a disposición como “un soldado del partido”.

La victoria de Abinader no fue sorpresa, pues la mayoría de las encuestas la presagiaban, algunas como las Gallup-HOY y las del Centro Económico del Cibao, en proporciones tan definidas como las arrojadas por el cómputo.

Se preveía en las seis encuestas de este periódico en dos años. La última, en febrero, marcó ventajas de Abinader frente a Mejía 45 a 16 por ciento en el universo y de 69 a 28 entre quienes se manifestaban simpatizantes del PRM. El cómputo arrojó 70 a 29, un punto de diferencia.

Abinader, economista del INTEC, con postgrado en gerencia de proyectos en Cambridge, Massachusetts, empresario de herencia familiar, se define como social demócrata y ha exhibido un discurso centrista y ponderado, partidario de reformas estructurales para el desarrollo integral y la reducción de la pobreza.

Ha registrado una de las más bajas tasas de rechazo en las encuestas del último año. En las Gallup-HOY encabezaba las preferencias para la candidatura presidencial de su partido desde abril de 2013 cuando registró 26 por ciento en el universo y 41 por ciento entre partidarios.

En febrero pasado había subido a 45 y 69 por ciento respectivamente, lo que implicó un crecimiento de 73 y 68 por ciento, mayor en la población general.

Prioridades del candidato. Durante una entrevista por Teleantillas el jueves, el candidato del PRM señaló sus prioridades inmediatas: consolidar la unidad interna, incorporando a todos los sectores a su campaña, y trabajar de inmediato por la ampliación de la “Convergencia por un Mejor País”, un frente electoral que vienen configurando desde hace un año que hasta ahora incorpora ocho partidos y agrupaciones político-sociales, para lo cual se propone tocar todas las puertas de oposición y elaborar un programa en consultas con la sociedad civil.

El economista planteó que “no pretendemos articular una alianza para repartirnos el presupuesto nacional, sino para poner en marcha un plan de nación, donde nos pongamos de acuerdo para hacer los cambios que garanticen una gestión de Gobierno al servicio de la gente, donde las instituciones funcionen y se apliquen medidas para reducir la pobreza de los sectores mayoritarios, promoviendo empresas y generando empleos”.

Luis Abinader tiene buenas relaciones con el conjunto social, incluyendo a sectores empresariales y su elección se fundamentaba en que las encuestas lo mostraban como el precandidato opositor con mayores posibilidades de encabezar una coalición de amplio espectro, y algunas lo ubicaban en competencia con el expresidente Leonel Fernández, lo que podría acentuar la corriente peledeísta que busca reformar la Constitución para postular al presidente Danilo Medina, por temor a perder el poder en 2016.

Perspectivas de coalición. Analistas, sociólogos, politólogos y articulistas, coincidieron en señalar la elección de Abinader como “un balón de oxígeno para la raquítica democracia dominicana”, según Pedro Catraín, porque implica una “voluntad de cambio y renovación del liderazgo”, a juicio de Wilfredo Lozano y porque abriría perspectivas de una nueva opción electoral que por lo menos equilibraría el monopolio del poder en manos del PLD, según Olaya Dotel, César Pérez y otros.

La firma de un documento por ocho partidos rechazando las limitaciones del proyecto de Ley de Partidos aprobado por los diputados esta semana fue señalada como un paso positivo en orden a la concertación de la oposición.

Además del PRM, el Partido Humanista y el Frente Amplio, ya en la Convergencia, incluyó a Alianza País, Alianza por la Democracia, Dominicanos por el Cambio, Opción Democrática y al Movimiento Patria para todos, encabezados por Guillermo Moreno, Max Puig, Eduardo Estrella, Minou Tavárez Mirabal y Fulgencio Severino.

Hatuey de Camps y su Partido Revolucionario Social Demócrata también se han manifestado partidarios del frente opositor y este dijo el viernes que se había reunido con Hipólito Mejía, compartiendo esa inquietud y que había llamado dos veces al presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, pero que este no le devuelve las llamadas.

Los legisladores perredeístas se juntaron con los del Partido de la Liberación Dominicana y los reformistas para aprobar al vapor el proyecto de Ley de Partidos rechazado por la mayoría de los opositores.

La elección del PRM podría ser definitoria

Por Juan Bolívar Díaz
26_04_2015 HOY_DOMINGO_260415_ El País13 A

La elección de su candidato presidencial hoy domingo representa un gran desafío para el nuevo Partido Revolucionario Moderno (PRM) cuyo éxito podría representar una nueva ilusión política democrática en un panorama caracterizado por la concentración del poder, crisis del sistema político y la desesperanza de la ciudadanía.

El éxito de su prueba electoral ratificaría la reducción del viejo Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y abriría espacio para un amplio frente de oposición que equilibraría la competencia política, pero su fracaso ratificaría la dominación absoluta del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

En el sendero del éxito. No se le ha reconocido suficientemente, debido a la desilusión en el funcionamiento democrático de los partidos políticos, y porque los usufructuarios del poder y su amplio aparato comunicativo prefieren y alientan la actual dispersión de la oposición política, pero los dirigentes del PRM llegan hoy a su votación primaria transitando un camino exitoso.

Fue en apenas nueve meses, desde que la Alianza Social Dominicana (ASD), nutriéndose de la crisis del PRD, cambió su nombre por el de Partido Revolucionario Moderno el 5 de julio del 2014, que logró establecer estructuras en los 156 municipios y 234 distritos municipales, así como en decenas de zonas en las mayores concentraciones urbanas del país.

Esa amplia organización territorial fue posible porque contó con la integración de miles de militantes y dirigentes perredeístas que abandonaron el más antiguo partido del país, en la peor división de su historia de tres cuartos de siglo. Pero ha sido relevante que el proceso culminó sin mayores escándalos y pocas divergencias por los cargos, con la excepción de Tony Peña Guaba, quien prefirió retornar al PRD, tras no conseguir la secretaría general del nuevo partido.

El éxito se debió a que en la mayoría de los casos, y a todos los niveles, se ratificaron en el PRM los cargos que ostentaban en el viejo partido, pero también a la convicción de que no podían repetir los arrebatos y confrontaciones en que degeneró el perredeísmo, y a que Hipólito Mejía y Luis Abinadcer, quienes obtuvieron el 47 por ciento de los votos encarnando la candidatura presidencial del PRD en el 2012, arrastraron una alta proporción de sus cuadros y se propusieron dar ejemplo de concertación.

Entre Hipólito y Abinader. Aunque también la abogada Geanilda Vásquez y el politólogo Amaury Justo Duarte compiten por la candidatura del PRM, la apuesta es casi absolutamente entre Abinader y Mejía, como lo han mostrado las encuestas del último año, que han otorgado mayores preferencias al economista, aunque ambos han asegurado que saldrán victoriosos, con el primero presentando en público mayores apoyos internos y externos, pero al segundo se le atribuye la ventaja de la experiencia política.

Las últimas seis encuestas Gallup-HOY, desde abril del 2013 a febrero 2015, han otorgado progresiva ventaja a Luis Abinader para la candidatura presidencial, primero por el PRD y luego por el PRM, tanto en el universo de los encuestados como entre quienes se manifestaban simpatizantes o partidarios. En febrero pasado 44.8 a 15.5 en la totalidad y 69 a 28 por ciento entre perremeístas.

Sin embargo, otra encuesta acreditada, la Penn, Schoen Berland, publicada por Noticias SIN en marzo, presentaba un resultado dividido y menos dispar: Abinader preferido 42 a 38 por ciento en el universo, pero Mejía lo superaba 52 a 45 por ciento entre quienes simpatizaban por el PRM. En la Encuesta Greenberg-Diario Libre, entre probables votantes Abinader supera a Leonel Fernández en hipotética segunda vuelta 46 a 43 por ciento, mientras Mejía casi empata 42 a 43 por ciento.

La generalidad de las encuestas ha favorecido las posibilidades de Luis Abinader por la baja tasa de rechazo que registra, sólo comparable con la del presidente Danilo Medina, que ha liderado en todas. En cambio Mejía ha competido con Leonel Fernández en las más altas tasas de rechazo. Y mucho más joven y más cercano a la sociedad civil, Abinader aparece con mayores posibilidades de encarnar un frente opositor, aunque Hipólito es más carismático, lo que lo acerca más a los sectores populares mayoritarios.

Podría definir el panorama. Hay concierto entre analistas en que la convención del PRM este domingo 26 podría definir el panorama electoral de cara a los comicios del año próximo. Si no arroja un claro ganador y hay conflicto, se afianzará la ausencia de expectativa y el pesimismo generalizado de que no hay posibilidad de disputar el poder al PLD y por lo menos equilibrar su dominio legislativo.

Si el resultado de la primaria perremeísta es claro y se cumple de inmediato el compromiso firmado el jueves por los precandidatos de que “el triunfo de cualquiera será el triunfo del partido” y que “primará en sus actuaciones la visión del bien general de la nación y de la democracia dominicana”, quedaría abierto el camino para constituir la anunciada “Convergencia por un mejor país” como alternativa electoral.

Un éxito democrático en el PRM generaría ilusión de oposición y repercutiría en la lucha interna del PLD, acentuando la tendencia de los peledeístas a irse por el “camino seguro” de la reelección, pero al mismo tiempo le haría más difícil conseguir votos para modificar la Constitución entre los 78 diputados perredeístas y perremeistas. También pondría en mayores dificultades al PRD y su candidato, Miguel Vargas Maldonado, ya reducido a preferencias de un solo dígito en las encuestas y hasta a 3-4 por ciento. Incentivaría el trasvase de perredeístas, muchos buscando candidaturas a los 4 mil 100 puestos electivos a disputarse el 15 de mayo del 2016.

Institucionalidad y jubilaciones. El fracaso del PRM facilitaría que parte de sus diputados y los del PRD acepten las ofertas de negociar su apoyo a la reforma constitucional para la reelección, aunque también podría alentar a la tendencia de Leonel Fernández sobre la base de que “no hay oposición que impida el triunfo del PLD”. Quedarían todavía otras opciones emergentes, como la de Guillermo Moreno y su Alianza País, que registra crecimiento en las encuestas, pero aún sin el reconocimiento legal, con poco tiempo para levantar este año una estructura nacional y con ínfimos recursos para competir.

La convención de hoy no sólo podría definir la suerte del PRM, sino también romper el limitado dilema Danilo/Leonel y señalar la suerte inmediata y de mediano plazo de la institucionalidad democrática nacional ahora mismo en ascuas por un nuevo proyecto reeleccionista cuyo éxito parece depender, como siempre en la historia nacional, de la debilidad de las instituciones nacionales, incluyendo los partidos, y de la capacidad para comprar y corromper voluntades políticas y legislativas.

El triunfo de Luis Abinader podría hasta definir también la jubilación de Hipólito Mejía, Miguel Vargas y Leonel Fernández. En cualquier caso el economista, con menos de 50 años, quedaría en el campo de batalla al igual que Guillermo Moreno.-

El desafío del padrón

El expresidente Mejía y el economista Abinader se han disputado con mucha altura la candidatura presidencial perremeísta, cuidándose de aparecer muchas veces juntos, no descalificarse ni ofenderse, preconizando entre sus seguidores que se necesitan mutuamente si quieren recobrar la credibilidad que perdieron por las extremas confrontaciones escenificadas en el partido de donde provienen.

Se vaticinaba que sería imposible que en pocos meses pudieran elaborar un padrón para escoger candidatos para los comicios del año próximo, Rescataron uno de los viejos padrones perredeistas depositados en la Junta Central Electoral, del cual excluyeron los que figuran en los listados de los partidos mayoritarios cruzándolos informáticamente. Y abrieron un período menor de un mes para nuevas inscripciones, que totalizaron unas 300 mil. Cerraron un padrón de 2 millones 100 mil ciudadanos, después de revisiones en municipios, distritos y zonas, sin objeciones ni disensiones significativas. Esperan que entre 500 y 600 mil acudan a las urnas hoy en 2 mil 500 centros de votación.

Pero por encima del optimismo con que se han expresado tanto la Comisión Nacional Organizadora, presidida por Milagros Ortiz Bosch, los dos principales dirigentes del partido, Andrés Bautista y Jesús Vásquez, o los mismos precandidatos, el padrón de electores sigue siendo el talón de Aquiles para el éxito de la convención. Como telón de fondo está la anterior elección primaria del PRD, en el 2011, que constituyó a Hipólito Mejía candidato presidencial para el 2012. El perdedor Miguel Vargas Maldonado aún alega que fue vulnerado por el supuesto voto de entre 200 y 300 mil peledeístas. Una comisión organizadora de tanta credibilidad como la de ahora, entonces presidida por el doctor Enmanuel Esquea, desechó el alegato y aunque pocos le dieron crédito, fue la fuente de la gran división del PRD. Además de la exvicepresidenta Ortiz Bosch, en la organización hay otras personalidades inobjetables como Sonia Guzmán, Hugo Tolentino, José García Ramírez, Antonio Almonte y Antonio Rodríguez.

Hipólito en un laberinto; debería apoyar a Abinader

Por Juan Bolívar Díaz
22_02_2015 HOY_DOMINGO_220215_ El País13 A

Las encuestas y la opinión pública marcan una amplia ventaja para Luis Abinader en la competencia por la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y lo señalan como el de mayores posibilidades de encarnar una alternativa ante la maquinaria política del poderoso Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

El escenario luce desfavorable para el expresidente Hipólito Mejía, quien arriesga demasiado en una competencia a la que entró empujado por su entorno político, cuando él mismo contemplaba apoyar a Abinader y convertirse en el líder que requeriría el proyecto de frente electoral concebido como “Convergencia por un Mejor País”.

Abinader se afianza. La última encuesta Gallup-HOY, publicada la semana pasada, muestra que Luis Abinader mantiene un progresivo afianzamiento en sus aspiraciones de ganar la candidatura presidencial de su partido, que ya se marcaba en las cinco investigaciones anteriores del 2013 y 2014, y ahora aparece como el político opositor con mayores preferencias de cara a los comicios del año próximo.

En esta encuesta el economista Abinader supera al agrónomo Mejía 45 a 16 por ciento en el universo, y 69 a 28 entre quienes dijeron simpatizar por el PRM en respuesta a la pregunta de quién cree que debería ser candidato presidencial en 2016. En la totalidad de los encuestados casi lo triplica, con diferencia de 29 puntos. Entre los perremeístas, que deberán elegir candidato presidencial el 29 de marzo próximo, la diferencia es mayor, de 41 puntos.

En escenarios frente a candidaturas de Danilo Medina, Miguel Vargas y Guillermo Moreno, Abinader registra 13% y Mejía 11 por ciento, y cuando se sustituyó a Medina por Leonel Fernández, la diferencia se amplía 24 y 18 puntos. En todas las preguntas el economista queda mejor parado que el agrónomo: en opiniones favorables 33 a 20; en desfavorable 41 a 70.

En la encuesta CID Latinoamérica publicada en HOY esta semana también sale adelante en imagen favorable y muy favorable de las personalidades del PRM, 45 a 34 por ciento; y en imagen desfavorable o muy desfavorable 46 a 64%.

Abinader queda bien posicionado también cuando Gallup preguntó a los encuestados a fines de enero pasado por cuál de los posibles candidatos a la presidencia nunca votarían. Su tasa negativa fue apenas de 0.7 por ciento, empatado con el presidente Medina, quien registró 0.8. Hipólito encabeza el rechazo con 41 por ciento, seguido de Leonel con 31 y Miguel Vargas 11%.

Tras lanzamiento de Hipólito. Es significativo que las diferencias entre ambos precandidatos se va ampliando progresivamente en la serie de seis encuestas Gallup-HOY desde el 2013. En la anterior, agosto del 2014, el universo favoreció a Abinader 36 a 13 por ciento, con 23 puntos de diferencia. En esa oportunidad no se segregaron los partidarios, tal vez porque estaban en proceso de constituir el nuevo partido. En la penúltima, de mayo 2014, ya se ratificaba la tendencia pero con menores diferencias: 27 a 21 por ciento en el universo y 44 a 32 entre sus partidarios.

La Gallup-HOY, del 16 al 23 de enero es la primera de la serie que se publica después que Hipólito se lanzara abiertamente tras la candidatura presidencial del PRM, y aunque apenas a semanas de que lo anunciara, a mediados de diciembre, ya llevaba varios meses recorriendo el país. Es significativo que en vez de mejorar su posicionamiento frente a Abinader, se hayan ampliado tanto sus desventajas.

Los que favorecen la precandidatura del expresidente, reivindican el 47 por ciento de los votos que obtuvo en el 2012 aún compitiendo con todo el poder y el enorme dispendio y reparto del Gobierno del PLD, que ese año registró un exceso presupuestario de 156 mil millones de pesos, solo en el Gobierno central, y unos 200 mil por todo el Estado. Pero no toman en cuenta las dos derrotas consecutivas de Mejía tras su presidencia 2000-04 y que en el 2016, con 75 años de edad, volverá a competir contra la misma maquinaria de poder.

¿Una expectativa fallida? Tanto entre sus más ardorosos seguidores como entre analistas políticos y observadores se esperaba que el inicio de la campaña abierta por la candidatura del PRM daría un fuerte aliento a los registros de Mejía en las encuestas, lo que todavía no se debe descartar, aunque apenas faltan cinco semanas para la fecha en que se ha pactado la votación primaria del PRM, el domingo 29 de marzo.

Las esperanzas de los hipolitistas se han fundado en que se repetiría el proceso para la elección presidencial anterior, cuando en marzo de 2011, “llegó papá”, derrotando a Miguel Vargas que tiempo antes le llevaba gran ventaja en las encuestas. Pero ahora hay diferencias importantes. Aquella vez el competidor había perdido la elección presidencial anterior y la congresual y municipal del 2010, había pactado con el presidente Fernández la reforma constitucional y se alejó progresivamente de las posiciones históricas de su partido.

Tampoco fue una sorpresa la victoria de Mejía. En “El Tema de Hoy” del 6 de marzo de 2011 el subtítulo rezaba “Un resucitado Hipólito Mejía aparece como favorito en la elección primaria de hoy retando el control de la maquinaria partidaria atribuido a Vargas Maldonado”. El vaticinio se fundamentaba en que a mediados de febrero la Gallup-HOY le había dado una ventaja de 11 puntos en las preferencias del universo frente a Vargas, y de 21, con 60.6 a 39.0, entre los que se decían perredeístas. Se citaban otras cuatro encuestas que otorgaban amplísimas ventajas al agrónomo, aunque también a dos que favorecían a Vargas.

Así mismo se anotaba que ya en la Gallup-HOY de julio del 2010, tras los comicios legislativos y municipales en que el PRD no ganó una sola provincia bajo la presidencia de Vargas, Mejía lo alcanzó en las preferencias del universo y le llevó 8 puntos entre los que se confesaron perredeístas para la elección presidencial del 2012.

En la opinión pública. El economista y empresario Luis Abinader no solo ha sido favorecido en las encuestas como potencial candidato presidencial, sino también por la gran mayoría de los articulistas y los que hacen opinión pública, especialmente en los segmentos de clase media y alta.

Hipólito conserva muchas simpatías en los sectores populares, donde llega más su carisma, su discurso y su habitual buen humor. También porque su Gobierno, sobre todo en la primera mitad, desconcentró la inversión pública con miles de pequeñas obras que llegaron a comunidades olvidadas.

Abinader está lejos del carisma popular del expresidente, con la desventaja adicional de no haber tenido experiencia en cargos públicos, pero todavía con 47 años es percibido como más representativo de un electorado mayoritariamente de su generación, como una alternativa novedosa, y un profesional gen que no genera rechazos ni sufre de incontinencia verbal. En los partidos y grupos que auspician la Convergencia es ampliamente preferido, y uno de ellos el Partido Humanista Dominicano, ya lo ha proclamado su candidato, no por rechazo a Mejía, sino porque creen que su bajo rechazo les abre mayores perspectivas de crecimiento, sobre todo en los segmentos juveniles, de mujeres y clases medias. Y particularmente porque atrae más perredeístas aún indecisos o con Vargas Maldonado. En la última Gallup-HOY 47 a 34 por ciento.