Emerge Moreno en Gallup-HOY; Danilo y Abinader siguen firmes

Por Juan Bolívar Díaz
LEONEL Y MIGUEL EN BAJA

La novedad en la primera encuesta Gallup-HOY del 2015 es el salto en las preferencias electorales del abogado Guillermo Moreno, atribuido en parte a la incrementada tasa de rechazo a los expresidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández y al candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas.

Pese al impedimento constitucional de la reelección, el presidente Danilo Medina sigue liderando las preferencias electorales, mientras el economista Luis Abinader se reafirma como principal alternativa de oposición, encabezando las preferencias para la candidatura presidencial del nuevo Partido Revolucionario Moderno (PRM) .

Emerge Guillermo Moreno. La sorpresa de la encuesta Gallup-HOY publicada esta semana ha sido el nivel de preferencias electorales alcanzado por el doctor Guillermo Moreno, quien no llegó al 2 por ciento en la última elección presidencial, y ahora registra entre 9 y 24 por ciento en cuatro hipotéticos escenarios; en la oposición solo superado por Luis Abinader, muy por encima de Miguel Vargas y ligeramente arriba de Hipólito Mejía.

Moreno registra un mínimo del 9 por ciento si compite con Danilo, Abinader y Miguel. Sube al 10.5 por ciento frente a Danilo-Miguel-Mejía, a 18 por ciento frente a Leonel-Abinader-Miguel, y hasta 24 por ciento si va contra Hipólito-Miguel-Leonel, justamente los que registran las más altas tasas de opiniones negativas, de 77, 70 y 63 por ciento, respectivamente, lo que se ha manifestado en otras encuestas.

Es significativo que el partido de Moreno, Alianza País, aún no está reconocido por la Junta Central Electoral, y en la tabla de las preferencias por partidos en esta encuesta apenas logra un 1.3 por ciento de simpatías. Pero su líder viene subiendo en otras encuestas. Por ejemplo en la última del Centro Económico del Cibao (CEC) de mediados de enero alcanza un 11 por ciento y 7 por ciento en la última de la firma Greenberg.

Moreno podría estar recibiendo parte de las simpatías que pierde el expresidente Fernández, zarandeado por acusaciones de corrupción. Moreno pidió su procesamiento judicial, junto a su fundación Global, con un fuerte expediente de corrupción que a principios del año pasado fue desestimado por un Ministerio Público.

Danilo sigue arriba. Aunque se reduce del 83 al 73 por ciento la aprobación general a la actual gestión presidencial, en relación a la Gallup-HOY de agosto pasado, Medina mantiene una popularidad suficientemente alta como para que pudiera ser reelecto en primera vuelta, si no existiera la prohibición de la reelección consecutiva. Sin embargo, sube del 48.5 al 64 por ciento la proporción que cree que él debe ser el candidato presidencial del PLD y del 66 al 70 por ciento los que creen que debe reformarse la Constitución para que pueda repostularse.

La votación de Medina también se reduce en escenarios electorales hipotéticos, si pudiera ser candidato ahora, en relación a la encuesta de agosto, pero seguiría ganando en primera vuelta. Frente a Abinader y Miguel baja del 73 al 69 por ciento, y ante Hipólito-Miguel se reduce del 76 al 70.5 por ciento, en ambos adicionándose ahora a Moreno.

La aprobación de la gestión de Medina sigue concentrada en la inversión y mejoramiento de la educación, donde se apunta un 89 por ciento. En construcción de obras públicas, en medidas a favor de la mujer, la juventud y los deportes, el Gobierno obtiene más de 50 por ciento de aprobación, pero queda por debajo del mismo en una docena de renglones. Los peores, con aprobación menor al 30 por ciento, son lucha contra la corrupción, contra la delincuencia, control de la migración ilegal y del tráfico y consumo de drogas.

Se repite la contradicción de la alta popularidad del Presidente con las proporciones que consideran mala la situación de la economía nacional. 66 por ciento la considera negativa, 4 puntos más que en agosto, y solo 12 por ciento buena o muy buena. El 35 por ciento cree que al final del período presidencial la economía estará peor, un 18 por ciento igual y 35 por ciento mejor. El 47.5 por ciento cree que las cosas van por mal camino y solo 35 por ciento por buen camino. El 85 por ciento cree que no hay ninguna o pocas posibilidades de salir de la pobreza y solo 12 por ciento cree que hay muchas. Pese a todo eso, el 60 por ciento dice que el país está progresando.

Leonel y Miguel en baja. Si bien Leonel Fernández supera a los opositores en los escenarios hipotéticos, ve reducida sus preferencias del 44 al 39 por ciento frente a Abinader, y del 45 al 40 por ciento ante Hipólito, incluyendo a Moreno, lo que implicaría una segunda vuelta. Su tasa negativa se triplicó del 22 al 62.5 por ciento.

Una ventaja de Fernández es que sin su voluntad es muy difícil que se pueda modificar la Constitución para que Medina pueda repostularse y en ese caso él está muy por encima de todos los demás precandidatos de su partido y queda como el de mayores preferencias para la presidencia en el 2016. Con la desventaja para el PLD de que un frente opositor, que podría ser incentivado por el alto rechazo que registra su presidente, pudiera vencerlo en segunda vuelta.

Por su parte Miguel Vargas sigue a la deriva en la encuesta de esta semana. En los cuatro escenarios hipotéticos llega al 5 y 6 por ciento frente a Leonel y se cae al 2 y 3 por ciento frente a Danilo, aunque ya lleva meses como candidato presidencial del viejo PRD y todavía Abinader y Mejía compiten por la candidatura del PRM, cuya definición podría hundirlo hasta el fondo.

El PRSC es insustancial. La Gallup-HOY, cuyo trabajo de campo fue hecho del 24 al 27 de enero ratifica como insustancial al Partido Reformista Social Cristiano, con penas el 2.6 por ciento de las preferencias electorales, lo que de mantenerse implicaría que dejaría de estar entre los tres partidos privilegiados que por haber obtenido más del 5 por ciento de los votos en la elección anterior, se reparten en iguales proporciones el 80 por ciento del financiamiento estatal a los partidos.

El partido que dominó el escenario político entre 1966 y 1996, con 8 años de intervalo por el PRD, no alcanzaría ni la mitad del 6 por ciento de los votos que registró en el 2012 cuando respaldó la candidatura ganadora de Danilo Medina. A mediados del año pasado anunció su decisión de competir ahora separado, pero la mayoría de sus dirigentes se mantienen en puestos del gobierno peledeísta, incluyendo a su presidente Federico Antún.

 

Gallup-HOY: reina Danilo, PRD se hunde y surge PRM

Por Juan Bolívar Díaz
danilo medina56

Lo más relevante de la encuesta Gallup-HOY publicada esta semana es la alta aprobación, por encima del 80 por ciento, que mantiene el presidente Danilo Medina al comenzar la segunda mitad de su período gubernamental, lo que podría incentivar a sus partidarios que piden reforma constitucional para repostularlo.

Resalta también el hundimiento en las preferencias electorales del histórico Partido Revolucionario Dominicano (PRD) mientras su fracción constituida en Partido Revolucionario Moderno (PRM) emerge como segunda fuerza, dentro de la cual Luis Abinader se afianza como candidato presidencial preferido.

El reinado de Danilo. Iniciada la segunda mitad de su período gubernamental el presidente Danilo Medina mantenía su alta popularidad con dos tercios de la población a favor de modificar la Constitución de la República para que pueda optar por la reelección, lo que podría incentivar a quienes vienen promoviendo esa propuesta.

La encuesta Gallup-HOY publicada esta semana, cuyo trabajo de campo se realizó del 29 de agosto al 2 de septiembre, registra 91 por ciento a su favor en respuesta a una pregunta cerrada de aprobación o desaprobación, el 83 por ciento sobre su desempeño, y 81 por ciento cuando se preguntó si cumple sus promesas de gobierno. Esta encuesta se realizó antes del veto a la ley que convertía la loma Miranda en parque nacional, considerada su decisión más impopular. En la anterior encuesta, en mayo, su aprobación fue del 89 por ciento.

Otro registro a favor del presidente Medina es que obtendría tres cuartas partes de los votos en dos escenarios en que se enfrentara al expresidente Hipólito Mejía o al economista Luis Abinader por el nuevo PRM, y en ambos casos con el ingeniero Miguel Vargas Maldonado como candidato del PRD. Frente a Mejía y Vargas el 76 por ciento y ante Abinader y Vargas 73 por ciento.

Sin embargo, cuando se preguntó quién debe ser el candidato presidencial del PLD sólo el 48.5 por ciento de los encuestados respondió que Danilo Medina, y el 17 por ciento Fernández, con su esposa, la vicepresidenta Margarita Cedeño, en tercer lugar con 5 por ciento. Reinaldo Pared y Francisco Javier, creciendo, obtienen poco menos del 5 por ciento.

El problema para la repostulación de Medina radica en que luce casi imposible lograr las dos terceras partes de los votos de los integrantes del Congreso Nacional requeridos para modificar la prohibición constitucional.

Perspectivas de Leonel. Aunque registra una alta tasa de rechazo del 22 por ciento, y no ganaría en primera vuelta en los dos escenarios presentados a consideración de los electores, frente a Mejía y Vargas o Abinader y Vargas, al obtener 45 y 44 por ciento, el expresidente Leonel Fernández se mantiene como una fuerte opción electoral para su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de cara a los comicios del 2016.

De los potenciales candidatos sólo Mejía, con 37 por ciento, tiene una tasa de rechazo (que nunca votarían por el) superior al 22 por ciento que registran Fernández y Miguel Vargas. El primero no ha decidido lanzarse a buscar la candidatura presidencial del nuevo PRM, mientras el segundo viene presidiendo actos en diversas regiones del país donde se le proclama como opción presidencial del PLD que preside.

Pero las preferencias que registra Leonel, con el voto de oposición dividido y sin que haya aún fraguado el proyecto de “Convergencia por un Mejor País” que envolvería al PRM y varios partidos y grupos emergentes, lucen suficiente para que se mantenga en la carrera por el retorno al poder, y sin su favor es virtualmente imposible la reforma constitucional que abra espacio a la reelección de Medina.

Los registros de esta encuesta podrían inducir a mayores tensiones en el partido oficialista, si toma fuerza el no autorizado movimiento que busca abrir espacio a la repostulación del actual mandatario, estimulado por tasas de preferencias que de mantenerse garantizarían la victoria en primera vuelta.

PRM sustituye al PRD. La mayor novedad de esta encuesta Gallup-HOY es que el PRM, resultado de la reciente división del PRD, aparece como la segunda fuerza política, con sus potenciales candidatos presidenciales Luis Abinader e Hipólito Mejía casi triplicando las preferencias que registra Miguel Vargas, quien ahora aparece como único aspirante a la candidatura presidencial del viejo PRD, a cuya presidencia se mantiene aferrado. Las preferencias por el PRD cayeron en esta encuesta al 15 por ciento, el más bajo de su historia. Lo mismo se puede decir del Partido Reformista Social Cristiano que apenas registra 3 por ciento, mientras el PLD acumula 54 por ciento.

En cuatro hipotéticos escenarios Vargas sólo llegaría al 10 por ciento compitiendo contra Leonel y Abinader; baja al 9 contra Leonel e Hipólito; cae al 6 por ciento contra Danilo y Abinader, y al 5 por ciento contra Danilo e Hipólito.

Resalta que esta encuesta, la primera que mide preferencias tras la división formal del PRD con la constitución del PRM, registra un hundimiento de las preferencias por Vargas Maldonado, quien en las cuatro Gallup anteriores obtenía entre 20 y 21 por ciento del universo de los encuestados y entre el 9 y el 13 por ciento entre los que se definían como perredeístas, compitiendo con Mejía y Abinader.

Además de la división formal del más antiguo partido nacional, los resultados adversos para Vargas podrían estar influidos por la forma en que transcurrió la convención que el 20 de julio eligió dirigentes del PRD, con violencias e imposiciones mostradas por la mayoría de los medios de comunicación, especialmente la radio y televisión.

La fortaleza de Abinader. De una oposición ahora más fragmentada, el único de los precandidatos que mantiene un proceso de fortalecimiento es el economista y empresario Luis Abinader, quien lidera las preferencias para encabezar la boleta del nuevo PRM, muy por encima del expresidente Hipólito Mejía, quien no ha definido sus aspiraciones.

En la pregunta sobre quién debe ser el candidato presidencial del PRM el 36 por ciento señaló a Abinader y sólo el 13 por ciento a Mejía. En el escenario contra Danilo y Vargas, Abinader registra 14 por ciento de preferencias y se duplica al 28 contra Leonel y Vargas. En los mismos Mejía obtiene 11 y 24 por ciento.

Abinader se ve favorecido también por la baja tasa de rechazo que registra, al igual que el presidente Medina por debajo del 1 por ciento, un enorme contraste con el 37 por ciento que dice que nunca votaría por Hipólito Mejía.

La juventud y la novedad podrían estar favoreciendo a Luis Abinader, quien desde el año pasado viene fortaleciéndose como opción. En las cuatro últimas encuestas Gallup-HOY, como en otras investigaciones, ha liderado las preferencias como opción de la oposición política para los comicios del 2016. En el universo sus preferencias oscilaban entre 21 y 27 por ciento, y entre quienes se definían como perredeístas entre 36 por ciento en septiembre del 2013 y 44 por ciento en mayo pasado, cuando Mejía registró 32 y Vargas 13 por ciento.

Datos contradictorios
El análisis de los resultados de esta encuesta Gallup arroja elementos que cuestionan la alta aprobación que registra el presidente Medina: el caso del 62 por ciento que considera que la economía del país anda mal y sólo el 15 por ciento que está bien. El 56 por ciento dice que su economía personal está mal y sólo el 18 la aprecia bien. También resalta la baja aprobación de la gestión gubernamental en los tres asuntos que más preocupan a los encuestados: la delincuencia, costo de la vida y escasez de empleo.

La lucha contra la delincuencia y el control de la inflación solo tienen la aprobación del 30 por ciento y la creación de empleos 36 por ciento. El gobierno también se quema en mejora del transporte con 44 por ciento, en energía eléctrica, 40 por ciento, en lucha contra la corrupción, 32 por ciento, y contra tráfico y consumo de drogas 27 por ciento.
La mayor aprobación de la gestión de Danilo Medina sigue estando en el mejoramiento de la educación pública, donde alcanza el 89 por ciento, en medidas a favor de la mujer, 65 por ciento, de la juventud 56 por ciento, y en obras públicas con 62 por ciento.

Diversos analistas coinciden en que aparte de la imagen personal de Medina y sus logros en educación, atención a los pequeños productores y aciertos como la modificación del contrato sobre la mina de oro de Cotuí, contribuyen a su alta aprobación tres factores: el contraste con su antecesor Leonel Fernández, la ausencia de un partido de oposición que le haga contrapeso y genere ilusión de cambio, y cierta dosis de resignación ante el desguañangue del partidismo.

 

Parece bien difícil detener a Leonel

Por Juan Bolívar Díaz
LEONEL FERNANDEZ

Tal como indican las encuestas de opinión, si no es con el presidente Danilo Medina sería bien difícil evitar que Leonel Fernández vuelva a encabezar la candidatura presidencial de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y con posibilidades de retornar al poder dada la división y el desconcierto de la oposición.

Con la presidencia del partido gobernante y de su fundación Global, el control personal de múltiples instituciones estatales, la mitad de los legisladores y alcaldes peledistas y un amplio aparato comunicacional y con los multimillonarios de su partido promoviéndolo, Fernández saca amplia ventaja a sus competidores internos.

El éxito del presidente. Con las encuestas marcándole una aprobación sobre el 80 por ciento, acercándose a la mitad de su período gubernamental, es convicción generalizada que si pudiera repostularse, nadie le podría disputar la candidatura presidencial y casi seguramente otros cuatro años de gobierno al presidente Danilo Medina.

Como quien no quiere la cosa, el astuto político sanjuanero ha logrado crearse una imagen política y personal bien distante de la aparatosidad caudillista y providencialista y del derroche y la corrupción que caracterizaron los últimos ocho años de Leonel Fernández en el poder. Reconocido por los más críticos de Fernández, dentro y fuera del PLD, Medina se ha beneficiado también del desconcierto que afecta a la oposición política, lo que deja a la ciudadanía sin ilusión alternativa.

Como consecuencia, el mandatario ha venido afianzando un liderazgo alternativo entre los peledeístas, como quedó manifiesto a principio de año con la elección de nuevos miembros de su Comité Central, e indicios como las encuestas generan la convicción de que sería una aventura volver a la figura cuya negación es causa eficiente de la popularidad danilista. Cada día es más caliente la discusión entre estrategas, dirigentes y militantes peledeístas, incluso en los medios de comunicación.

El problema de Danilo. Pronto comenzarán a llevarle la cuenta como ocurrió con el ex presidente Hipólito Mejía (2000-04), pero ya son varias las ocasiones en que el presidente Medina afirma categóricamente que no está pensando en la recurrencia histórica de la reelección, la última vez el fin de semana pasado en ocasión de su visita al Papa Francisco, Y lo han dicho también su vocero oficial Roberto Rodríguez Marchena, el presidente del Senado Reinaldo Pared, y danilistas como el vicepresidente administrador de la corporación eléctrica estatal, Rubén Bichara. Pocos reivindican abiertamente la repostulación, aunque cada día crece el susurro.

Medina actúa con responsabilidad y astucia, porque sabe que si abre esa opción, de inmediato empieza a reducirse su popularidad al perder la unanimidad de aprobación de sus propios partidarios, porque una parte considerable le debe lealtad a Leonel, y muchos más en la oposición, y hasta entre independientes que no favorecen la manipulación de la Constitución por los intereses coyunturales.

El mandatario, como muchos de sus más fieles, está consciente de su actual fortaleza, pero también de las dificultades y el costo político de abrir una campaña reeleccionista que limitaría la gestión gubernamental y las posibilidades de ampliar los ingresos fiscales que, como dijo el mandatario hace poco, dejan al gobierno con escaso margen más allá del pago de la deuda (48 de cada 100 pesos), gastos fijos y subsidios. Sólo 5 por ciento invertido en el primer cuatrimestre de este año.

Restaurar la reelección requeriría un costo elevado: dos tercios de los votos de los legisladores, que no suman todos los peledeístas y sus aliados, lo que conllevaría “conquistas” entre los 75 diputados del PRD, mancharía la gestión y afectaría la aprobación que tiene el Presidente. Habría que esperar y retardar la elección del candidato que sería en mayo próximo, pues la campaña comenzó demasiado temprano y los leonelistas, empujados por los negociantes multimillonarios, avanzan tocando puertas y reclamando lealtad. Podría dispararse la confrontación interna en términos incalculables si Fernández mantiene su firme expectativa de regreso al poder.

La Convergencia amenaza. Debe tomarse en cuenta que Leonel saca ventaja con el desconcierto de la oposición y el cansancio de las luchas internas de los perredeístas, pero podría convertirse en un blanco perfecto para agitar y viabilizar un frente electoral alternativo partiendo de los sectores mayoritarios del PRD si logran reunir a un muy disperso conjunto de partidos y grupos emergentes, organizaciones sociales y sectores independientes donde su gestión generó fuertes rechazos.

Con Danilo sería más difícil armar la “Convergencia por un Mejor País” en discusión, pero la posibilidad de que Leonel vuelva la incentiva y le suma apoyo hasta de importantes sectores económicos que temen el retorno del líder peledeísta, no solo por la crisis fiscal con que terminó, amenazando la sostenibilidad económica, sino también porque no sabe gobernar sin burlarse del presupuesto, pues acumuló déficits sobre 400 mil millones de pesos en sus últimos cinco años de gestión.

El antileonelismo se nutre también de los temores por el poder que logró acumular el líder peledeísta, vistos como una progresiva amenaza a la institucionalidad democrática y hasta al clima de negocios. Hay quienes creen que si después de la forma en que concluyó su gestión, Fernández se siente revaluado, no habría razón para esperar importantes cambios en sus políticas económicas, institucionales y sociales. Aunque deberían contar con las extraordinarias habilidades y capacidades del líder peledeísta para interpretar el sentimiento de las masas y de los sectores tradicionales de poder.

Algunos danilistas cuentan con la conformación de La Convergencia, sobre todo si llevara un candidato novedoso, por el impacto que tendría entre los peledeístas, que podrían generar un movimiento por temor a perder el poder, viabilizando así las posibilidades de repostular al presidente. Un escribidor del poder ha insinuado que en un escenario desfavorable hasta el mismo Leonel podría facilitar la repostulación del presidente Medina.

Pero esa Convergencia no es una tarea fácil que se vea al doblar de la esquina, y precisaría tiempo y claras definiciones, mientras Leonel Fernández sigue ganando terreno y se acerca el tiempo de escoger candidatura. Es imponderable el nivel de fractura que las progresivas contradicciones internas pueden generar en el peledeísmo que hasta ahora ha exhibido una vocación por mantener el consenso grupal y el poder.

¿Que si ruge el león?

Para saber si el doctor Leonel Fernández tiene fuertes expectativas de retorno al poder debe analizarse todo lo que ha hecho desde el período de transición en el 2012, cuando repartió todo lo que pudo del Estado y gastó en exceso y acumuló capital político-económico. Y luego sólo hay que revisar dos artículos y un discurso parabólicos emitidos el 10 de febrero y 10 de marzo en el Listín Diario y el 18 de mayo ante cientos de jóvenes que constituían un movimiento para apoyar su retorno al poder.

Fernández expuso con toda franqueza su concepción mesiánica del liderazgo, fundándolo en su labor de reparto de puestos y sobrecitos que se agradecen, trayendo a Moisés al siglo 21 para resaltar su condición de escogido del Señor para liberar a su pueblo, resaltando las ingratitudes de que fue objeto y concluyendo en que sólo lo sucedió el más leal de sus discípulos. Y en el discurso planteó que todo liderazgo tiene un ciclo, cuya sucesión requiere de paciencia y que la antorcha no se puede arrebatar, porque puede quemarse quien lo intente.

Ya en mayo del año pasado, antes del primer año del actual gobierno, el presidente del PLD anunciaba que el león volvía a rugir en las calles. Al comenzar este 2014, ya se anunciaba la constitución de comisiones de trabajo para promover su reelección, incluyendo a 16 de los 31 senadores peledeístas. Pese al empuje de Danilo, Leonel afianza su liderazgo en la lealtad de los beneficiarios de su inmenso reparto de 12 años que se le sigue debiendo porque su sucesor no lo ha modificado, en la enorme prosperidad de la dirigencia y parte de la militancia peledeísta, en los dos millones de tarjetas de subsidios y en los multimillonarios que constituyen su alcancía política.

Por demás aunque Leonel tiene una alta tasa de rechazo, el análisis de las encuestas muestra altas probabilidades no sólo de ganar la candidatura sino también los comicios del 2016. En las últimas cuatro Gallup-HOY está afectado porque los peledeístas obviamente se sentirían más seguros ahora con Danilo, pero está en ascenso: del 11 al 18 por ciento en el universo, y del 16 al 26 por ciento de los partidarios. En la Penn/Schoen, que excluye a Danilo, gana frente a los tres perredeístas con más posibilidades. En una del Centro Económico del Cibao, auspiciada por Abinader, empata con éste y le gana a Mejía y a Miguel Vargas.

 

Encuestas marcan competencias Danilo-Leonel y Abinader-Hipólito

Por Juan Bolívar Díaz
tema de hoy 25 mayo

Resalta que el presidente Medina mantiene altísima aprobación, aunque las principales preocupaciones de la población  son la delincuencia, alto costo de la vida, desempleo, apagones y corrupción, con situación económica mala

Las dos encuestas más antiguas y acreditadas del país, Gallup-HOY (GH) y Penn Schoen Berland (PSB) han ratificado la altísima aprobación a la gestión del presidente Danilo Medina y evidencian que sin la competencia del mandatario, el expresidente Leonel Fernández sería un fuerte candidato del partido gobernante.

Con el Partido Reformista Social Cristiano que registra 3 y 4 por ciento de simpatías, la oposición se concentra en el dividido Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con fuerte competencia de liderazgo entre el expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader, dejando a Miguel Vargas Maldonado en posición crítica.

Coincidencias y discrepancias. El análisis de los resultados de las dos encuestas indica coincidencias y discrepancias, algunas significativas. La primera realizada del 5 al 10 de abril, y publicada por el Servicio Informativo Nacional por el Canal 9, y la difundida por HOY esta semana, es de un mes más reciente, del 8 al 13 de mayo.

Ambas coinciden en la gran aprobación que sigue registrando el presidente Medina luego de haber agotado el 44 por ciento de su período gubernamental, aunque con distancia, 89% en GH y 69 en PSB. También en las preferencias para los comicios del 2016, Danilo hasta con 70 por ciento (PSB) que quieren modificación de la Constitución para que pueda repostularse, pero con él inhabilitado, ninguno de los aspirantes a la candidatura del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se aproxima siquiera a las posibilidades de Leonel Fernández.

Las dos encuestas confirman la baja significación en que ha caído el Partido Reformista Social Cristiano, al que apenas le otorgan 3 y 4 por ciento de simpatías. El PLD sigue atrayendo a la mitad de la población, en el caso de la PSB hasta 58 por ciento y en la GH 51 por ciento, mientras el PRD alcanza 38 y 22 por ciento, respectivamente. Las distancias entre las dos investigaciones son notables.

Coinciden también en marcar fuerte competencia entre Mejía y Abinader por la candidatura presidencial del PRD, y en atribuir sólo un 13 por ciento de las preferencias a Miguel Vargas, dejándolo relegado en la lucha interna. Discrepan en que la PSB otorga fuerte ventaja a Mejía y la GH a Abinader.

Es notable que ambas tienen idéntico resultado, en el mismo orden, en la pregunta sobre las principales preocupaciones de la población: delincuencia y criminalidad, alto costo de la vida, desempleo, apagones y corrupción.

Entre Danilo y Leonel. La fortaleza del presidente Medina es tal que ambas encuestas lo marcan ampliamente como preferido para la repostulación y la reelección, aún cuando tiene impedimento constitucional. En pregunta abierta de la Gallup-HOY, Medina alcanza el 51 por ciento de las preferencias de la población para la candidatura y el 50 por ciento entre sus partidarios. En segundo lugar Fernández tiene un bajo 18 por ciento de la población y 26 por ciento de los peledeístas. Sin embargo, cuando la PSB preguntó quién es el líder del PLD quedaron casi empatados 49 a 47 por ciento a favor del Presidente, con el 77 por ciento de los peledeístas favoreciendo la reelección, por lo que parece que es Medina quien lleva la antorcha en el partido gobernante, aunque Leonel luce su más posible heredero.

La alta aprobación de la gestión de Medina se explica, generalmente, en su sencillez y cercanía con la población, en cierto control de la desbordada corrupción, mejoramiento de la inversión en educación y aciertos como la revisión del contrato sobre la mina de oro, la contención en Bahía de las Aguilas y otros. El 69 por ciento de la aprobación que registra PSB sube al 85 cuando lo comparan con la gestión de Leonel. En esa alta aprobación también influye la pobre oposición y contrasta con los porcentajes que evalúan la situación económica: En GH 67 por ciento la considera mala o muy mala y sólo 11 por ciento buena o muy buena, y en la PSB 56 por ciento la entiende buena, pero 62 por ciento cree que va en dirección equivocada.

En ambas encuestas, con la mitad de los consultados prefiriendo al PLD, Fernández registra un alto rechazo en el resto, sólo 18 y 19 por ciento de este lo preferiría. Obtiene ventaja frente a los más preferidos perredeístas, pero sólo gana en primera vuelta frente a Vargas, 51 a 26 en una y 52 a 21 en la otra. Supera 46 a 32 a Mejía y muy cerrado frente a Abinader 44 a 41 en la GH. En PSB Fernández registra el mismo resultado frente a Abinader y Mejía, 48 a 42 por ciento. Eso con el actual desconcierto perredeísta, que de ser superado podría poner en apuros a Fernández.

Entre Abinader y Mejía. En el desguañangue en que se mantiene el PRD, resalta que una abrumadora mayoría, hasta 85 por ciento según PSB, seguiría a Hipólito Mejía y Luis Abinader, si crean una nueva opción, ya que creen que Miguel Vargas seguirá con el control de ese partido, aunque de 7 líderes de los dos partidos mayoritarios evaluados por la PSB éste es quien alcanza el mayor rechazo, 74 por ciento y la menor aprobación, 11 por ciento.

Abinader sigue siendo la figura nacional emergente, como lo han indicado las últimas cuatro GH. En esta última alcanza el apoyo del 27 por ciento del universo y del 44 por ciento de los perredeístas, superando significativamente a Mejía, quien obtiene 21 y 32 por ciento, y a Vargas con 20 y 13 por ciento respectivamente.

Pero en la PSB quien lidera es Hipólito con 42 por ciento del universo encuestado y 48 de los que se confiesan perredeístas, bien por encima de Abinader, quien registra 23 y 39 por ciento, y de Vargas con 25 y 13 por ciento respectivamente. Pero en la misma encuesta los dos primeros están empatados, si se enfrentan a Leonel.

Hay que tomar en cuenta que Abinader lleva más de un año en campaña por la nominación perredeísta y que Mejía no ha definido si buscará la candidatura, lo que sólo podría hacer por otro partido ya que fue expulsado por Vargas Maldonado. Esta semana, tras dar por hecho que han constituido comités del “PRD mayoritario”, que integra junto a Abinader, el expresidente dijo que dedicará todas sus energías a la construcción de la “Convergencia por un País Mejor” para derrotar al PLD y a Leonel.

Hipólito advirtió que “nadie crea que pretendo ser el dueño de un proceso que nos pertenece a todos” y que no será obstáculo para el desarrollo del liderazgo y aspiraciones de otros compañeros, de los que se mantendrá equidistante, defendiendo la elección de los candidatos de la Convergencia mediante “procesos y procedimientos democráticos y transparentes”. Frente a la interrogante de si volverá a aspirar a la presidencia, afirmó “estaré en el lugar donde las circunstancias y las mayorías me requieran”. Nadie duda que si se lanza a buscar la candidatura será un fuerte competidor.

 

El proyecto de ley busca revocar el genocidio civil

Por Juan Bolívar Díaz
proyecto

El proyecto de ley sometido al Congreso Nacional por el Presidente Danilo Medina convalida la nacionalidad a decenas de miles de descendientes de extranjeros residentes irregulares nacidos en el país con actas de nacimiento, y establece una vía para la simple naturalización a otros que nunca obtuvieron el registro civil.

Se trata de un artificio que evade la inequidad de la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional (TC) sin enfrentarla, abriendo un atajo con un filigrana jurídico que atiende el clamor nacional e internacional de justicia y respeto a derechos humanos fundamentales, y al mismo tiempo que trata de conciliar las posiciones enfrentadas.

Convalidación y naturalización. Tal como habíamos advertido el 30 de marzo, (HOY: “Danilo Medina se debate entre Naturalización y Convalidación”) el primer mandatario optó por “una fórmula que resuelva el drama de los desnacionalizados y satisfaga los requerimientos del derecho internacional, evadiendo confrontar el dictamen del Tribunal Constitucional”. Se precisaba que “el Presidente podría hacer una fusión de Convalidación y Naturalización, aludiendo a un anteproyecto del Ministerio de la Presidencia y al plan originario de Naturalización rechazado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que visitó el país en diciembre, enarbolado por los defensores a rajatabla de la sentencia.

La propuesta de ley introducida a través de la Cámara de Diputados procura “establecer a) un régimen especial en beneficio de hijos de padres y madres extranjeros no residentes nacidos en el territorio nacional durante el período comprendido entre el 16 de junio de 1929 y el 18 de abril del 2007 (el que abarca la sentencia del TC) inscritos en los libros del Registro Civil dominicano en base a documentos no reconocidos por las normas vigentes para estos fines al momento de la inscripción; y b) el registro de hijos de padres extranjeros en situación irregular nacidos en la República Dominicana y que no figuran inscritos en el Registro Civil”.

Para los primeros, los desnacionalizados por el Tribunal Constitucional, dispone que la Junta Central Electoral (JCE) proceda a “regularizar y/o transcribir” sus actas en los libros del Registro Civil y “los acreditará como nacionales dominicanos”. Los que ya tenían cédulas de identidad y electoral serán dotados del mismo documento con su numeración anterior, y los que no la hayan tenido se les otorgará. El Estado les reconoce retroactivamente todos los actos de la vida civil que realizaron. En resumen, a los desnacionalizados se les convalidan plenamente sus derechos, con lo que se revierte el genocidio civil iniciado por la Junta Central Electoral en el 2007.

Los argumentos de Danilo. Tanto la carta con la que el presidente Medina remitió su proyecto al Congreso como las consideraciones del mismo, contienen planteamientos básicos sobre la dignidad humana, la justicia y la convivencia, llamados a desinflar el clima de odios y exclusiones que se ha promovido en el país en los últimos siete meses.

Indica que es el fruto del consenso logrado con sus consultas “inspirado en principios fundamentales sobre los que se erige nuestro Estado, tales como la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad y la convivencia fraterna”.

Sostiene que regularizar sus documentos “es la forma más justa, rápida y definitiva de terminar con la incertidumbre de estas personas y sus descendientes y desterrar para siempre la posibilidad de que sus derechos sean restringidos por carencias administrativas en las que ellos no tuvieron ninguna responsabilidad ni participación”.

Añade que se trata de permitir que personas que vivieron toda su vida con una identidad jurídica “se les reconozca definitivamente como válida y buena y puedan continuar su vida normalmente”.

En sus primeros considerando, la propuesta se refiere a los planteamientos de la sentencia, reconociendo su carácter vinculante para los poderes públicos, pero no excluye que los órganos políticos fruto de la voluntad popular “den respuestas a situaciones nuevas que se crean a partir de decisiones que dicta el Tribunal Constitucional”.

Luego señala que los órganos de representación popular tienen la obligación de buscar soluciones a los problemas sociales en base al interés nacional y guiados por los valores “que están plasmados en el Preámbulo de la Constitución, como son la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad y la convivencia fraterna”.

Reconoce insostenibilidad. El proyecto de ley evade herir susceptibilidades, por lo que no se refiere a la posición insostenible del apartheid creado por la sentencia ni al clamor nacional en su contra que crecía cada semana, ni al daño que ha producido a la imagen del país, pero todo eso influyó para que el presidente Medina mantuviera su reacción inicial de buscar una solución humana y justa al conflicto, y contó con la firmeza del equipo técnico y político del Ministerio de la Presidencia, sometido a ataques virulentos.

En el ámbito nacional crecía también la convicción de que había que reparar esa iniquidad y eliminar un elemento que consumió la atención nacional y muchas energías durante un tercio de los 21 meses que lleva esta gestión gubernamental.

El proyecto fue publicado el mismo día que la acreditada encuesta Penn and Schoen-SIN revelaba que el 72 por ciento aprobaba la ciudadanía de los descendientes de haitianos que habían sido registrados. En enero la Gallup-HOY registró 58 por ciento.

La acogida casi general que ha recibido el proyecto y su aprobación a unanimidad y de urgencia en la Cámara de Diputados, adelanta su rápida conversión en ley, ya que es fruto, tal como se había considerado imprescindible, de la voluntad política de los dos mayores líderes del partido gobernante, que tiene 31 de los 32 escaños y el otro, el reformista Amable Aristy adelantó su conformidad. Hasta muchos de los que defendían la exclusión han aceptado la solución “salomónica y pragmática”.

Reparos de derechos humanos. Se puede prever que la ley será acogida con alivio en el ámbito internacional, por los gobiernos y organismos multilaterales y aún en las instituciones que velan por los derechos humanos, porque dejará sin efecto el despojo de la ciudadanía a decenas de miles de personas, que en esos ámbitos se considera la violación más grave de derechos humanos en la historia del sistema interamericano.

Habrá un reparo fundamental a la decisión de convertir en extranjeros y obligar a una “naturalización ordinaria” a los descendientes de inmigrantes irregulares que nunca han sido declarados en el Registro Civil, como ya lo hizo la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para Refugiados y Migrantes (ACNUR), que consideró el proyecto como “un primer paso para restaurar la nacionalidad de decenas de miles de personas”.

Pero planteando que “también debería remediar de manera efectiva la situación de la mayoría de las personas afectadas por la sentencia del Tribunal cuyo nacimiento no ha sido declarado”.

En el país el Comité de Solidaridad con las Personas Desnacionalizadas valoró el proyecto como un esfuerzo del Gobierno por encontrar una salida humanitaria y justa al drama de la desnacionalización y lo acepta como una transacción de consenso, pero ratifica su convicción de que todos los nacidos en el territorio nacional antes de la Constitución del 2010 tienen derecho a la nacionalidad, incluyendo los no declarados.

Citan la sentencia del 2005 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, “nuestra última instancia en materia de derechos humanos, en el caso de las niñas Yean y Bosico.

Por igual, Participación Ciudadana consideró positiva la propuesta de ley y abogó por un mecanismo “sencillo, accesible y razonable” para la naturalización de los indocumentados nacidos en el país.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se irá por el mismo camino de la aprobación con reparos, dados sus planteamientos históricos al respecto, y fue quien llevó el caso Yean y Bosico a la Corte. Pero por el momento los expedientes que tiene en trámites son todos de los desnacionalizados y la ley los dejaría sin objeto.

Sin duda conjuraría la avalancha de denuncias contra el país.

Los de la naturalización

Empeñado en conjurar el escándalo internacional y hacer justicia a los que habían sido aceptados como dominicanos, el Gobierno mantuvo la esencia del anteproyecto elaborado por el Ministerio de la Presidencia, del que dimos cuenta el 16 de marzo (HOY: “Toca al PLD revocar el genocidio civil”). Pero hizo concesiones a las posiciones nacionalistas en cuanto a los que nunca fueron registrados como dominicanos. Se planteaba una vía rápida para darle acceso a la naturalización sin que tuvieran que registrarse como extranjeros.

El proyecto enviado al Congreso les da un plazo de 90 días para inscribirse en el libro de extranjería y luego y otro de sesenta (60) días para acogerse al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.

Solo después de dos años podrán optar por la “naturalización ordinaria” Todo ello sujeto a un reglamento por definirse.

Fuentes bien informadas indican que el presidente Medina tuvo que hacer concesiones en el proyecto original que fue denunciado por la Fuerza Nacional Progresista, cuyo líder, Vincho Castillo, habría planteado la ruptura de su alianza con el partido gobernante, con lo que consiguió el apoyo del expresidente Leonel Fernández, quien a su vez negoció y logró el endurecimiento de las condiciones para la naturalización de los no registrados, que son de los más pobres del país, y cuyo número podría superar el de los descendientes de extranjeros que tienen registro de nacimiento.

Quedan excluidas de la validación las actas de nacimiento que configuren el delito de falsedad de escritura cuando el hecho “le sea imputable directamente al beneficiario”, lo que tendría que someterse a un tribunal. Los de la naturalización deberán demostrar haber nacido en el país y tener arraigo social en el mismo.

 

Danilo afianza liderazgo; apoyo a domínico-haitianos

Por Juan Bolívar Díaz

La encuesta Gallup para HOY muestra que el liderazgo del presidente Danilo Medina en la coyuntura en que crece su influencia en los organismos directivos de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) a costa del expresidente Leonel Fernández cuyo gobierno es señalado como el más corrupto en casi medio siglo.

La investigación indica también un fortalecimiento de Luis Abinader en las preferencias para la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, y demuestra que la mayoría de la población considera dominicanos a los descendientes de haitianos indocumentados nacidos en el país.

 La fortaleza de Danilo

Uno de los más relevantes indicadores de la encuesta Gallup-HOY, realizada a fin de enero y publicada esta semana, es la alta aprobación que mantiene el presidente Danilo Medina a un año y medio de su gestión gubernamental, cuando mantiene una opinión positiva del 84.7 por ciento de la población, casi similar al 86 por ciento que registró en la anterior, de septiembre del 2013, pero ahora genera confianza en el 87 por ciento, 14 puntos más sobre el 73 por ciento de cuatro meses atrás. Casi 9 de 10 encuestados, 87 por ciento, aprueba la forma en que conduce el país.

La aprobación de Medina es tan fuerte que, aunque no se presentó su nombre como posible candidato para las elecciones del 2016, por estar prohibida la reelección consecutiva, el 47.3 por ciento del universo y el 49 por ciento de los peledeistas lo prefieren, casi las mismas proporciones de 47.7 y 50 por ciento, respectivamente, de hace cuatro meses.

Parece obvio que el ejercicio y los poderes presidenciales y la cultura presidencialista favorecen a Medina, erigido ahora como primer líder de su partido, y sus preferencias podrían ser mayores aún sin no tuviera el impedimento constitucional, difícil de superar porque tanto para una modificación constitucional como para canalizarlo por vía de un referendo se requiere dos terceras partes de la Asamblea Nacional proporción que no alcanza ni con todos los votos del PLD y sus aliados. Pero hay que prepararse para ver un intento reeleccionista, difícil de materializar por el poder que aún mantiene el doctor Fernández, actual presidente del partido.

La corrupción persigue a LF

Resalta que Danilo Medina más que duplica las preferencias que se expresan por Leonel Fernández, y aunque éste no tiene impedimento legal de postularse, consigue apenas el 18.7 por ciento en el universo de los encuestados y el 23 entre los peledeistas. Empero, en ambos renglones subió en relación al 15 y 17.7 respectivamente, de septiembre. El tercer lugar de las preferencias del PLD para el 2016 lo sigue ocupando la vicepresidenta y esposa de Fernández Margaria Cedeño, quien registra 11 por ciento en el universo y 14 entre los peledeistas, casi lo mismo de septiembre.

Pero lo peor de esta encuesta para Leonel Fernández es que marcó cómo lo persigue la percepción de que su gobierno rompió los récords de corrupción. A la pregunta en qué gobierno cree usted que hubo mayor corrupción, a partir de los 12 años de Balaguer iniciados en 1966, el 47.7 por ciento señaló los 8 años seguidos de Leonel y otro 4.8 por ciento su primer período de 1996-2000, para 52 por ciento.

En el segundo lugar, con un 25.5 por ciento quedó situado el gobierno de Hipólito Mejía, 2000-04, y luego los 12 años de Balaguer, 1966-78, con 10 por ciento. El de Salvador Jorge Blanco, 1982-86, fue señalado por el 3.8 por ciento, aunque este es el único mandatario en la historia del país condenado por malversación de fondos públicos, en un proceso cargado de manipulaciones políticas.

La reafirmación de Medina se registra en la encuesta Gallup en momentos en que incrementaba su fuerza con una barrida de sus seguidores de tres cuartas partes en la elección de nuevos miembros del comité central del PLD, y de 7 de ocho nuevos electos a su Comité Político. Aunque el 69 por ciento de los encuestados percibe mal o muy mal la situación económica y 53 por ciento dice que el país va por mal camino. 

Abinader sigue en ascenso

Otro elemento relevante en esta encuesta es que Abinader mantiene el ascenso en las preferencias que registró en las tres mediciones del año pasado para candidato del principal partido de oposición, el dividido Revolucionario Dominicano (PRD), superando a Hipólito Mejía y al ex.candidato presidencial Miguel Vargas, tanto en el universo de los encuestados como entre los perredeístas. El expresidente se mantiene muy cerca de Abinader, y Vargas sigue relegado, especialmente por los perredeístas.

En el universo las puntuaciones obtenidas fueron 24.4 para Abinader, 21.9 Mejía y 21.3 Vargas, quien se nutre de las preferencias de los que se dijeron peledeístas, donde alcanza 28.5 por ciento. Entre los perredeístas menos de la mitad, sólo 13.4, aunque dos puntos más que el 11.5 por ciento de septiembre. Abinader lo triplica con el 39.7 de los perredeístas, 3 puntos más que el 36 por ciento marcado en septiembre, y Mejía 35.5 por ciento, 1.5 menos que hace 4 meses.

Si se suman las preferencias expresadas por Abinader y Mejía, aliados en la confrontación con Vargas que mantiene dividido el PRD, en cualquiera de los dos escenarios, tienen una gran mayoría, y entre los que se dijeron perredeístas en proporción de seis a uno. El posicionamiento de Vargas no ha mejorado en relación a las encuestas del 2012, pese a que maneja personalmente los casi 18 millones de pesos mensuales del subsidio estatal a los partidos. 

Apoyo a dominico-haitianos

La encuesta Gallup-HOY desmonta la pretensión de que la mayoría de la población dominicana apoya la sentencia del Tribunal Constitucional que despoja de la nacionalidad a los nacidos en el país desde 1929 descendientes de extranjeros indocumentados. El 58. 2 por ciento respondió positivamente a la pregunta considera que son dominicanos o no los hijos de haitianos indocumentados. En la zona metropolitana alcanzó casi dos tercios, el 65.5. En la región sur sólo el 43. 5 por ciento.

Se ratifica otra encuesta acreditada, la del Barómetro de las Américas, publicada en noviembre, que había registrado mayoría a favor de la ciudadanía de los dominico-haitianos, con 31.2 muy de acuerdo y 25.7 muy en desacuerdo en escala de 1 a 7, con 38.5 por ciento del lado negativo y 53.1 por ciento del positivo.

Aunque el 62 por ciento consideró que la sentencia 168-13 no tiene un carácter antihaitiano, el 68 por ciento es partidario de una ley de amnistía que legalice el estatus de los haitianos indocumentados que vinieron al país a trabajar para la industria azucarera. Llama la atención que pese al intenso debate de casi 5 meses, el 35 por ciento de los encuestados dijera que no han oído hablar de la sentencia.

La Gallup-HOY muestra que los dominicanos responsabilizan al propio Estado, 42.6 por ciento, y a los empresarios, 27.6 por ciento, de la desbordada inmigración haitiana. Sólo el 28 por ciento culpa a los propios haitianos, contradiciendo el discurso detrás del cual se ha ocultado la explotación de una mano de obra masiva e indefensa.   

El Estado a la defensiva

Esta semana marcó una situación crítica para el Estado dominicano que defiende la sentencia del constitucional. En el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas el rechazo fue masivo y generalizado, Amnistía Internacional volvió a pedir que se revierta la sentencia, estimando que su ejecución constituiría “una brutal violación de los derechos humanos”. Mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió medidas cautelares, de protección, para los y las dirigentes del movimiento Reconocido integrado por dominico-haitianos.

Lo duro para el Estado dominicano fue la evaluación a que fue sometido en el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el miércoles y viernes en Ginebra, donde representantes de otros 50 estados le formularon 134 recomendaciones sobre derechos humanos, 22 de ellos expresando preocupaciones por el derecho a la nacionalidad dominicana a decenas de miles de personas.

Entre los estados que se expresaron están los más relacionados con RD, como Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Guatemala, Jamaica y Trinidad-Tobago. Sólo estos dos del CARICOM que ha encabezado el rechazo internacional. También España, Portugal, Francia, Italia, Alemania, Suiza, Noruega, Irlanda, Eslovania, Ucrania, Australia y Somalia.

Hubo 24 recomendaciones sobre derechos de los inmigrantes y sus descendientes nacidos en el país, 22 sobre la pertinencia de que el país ratifique convenciones internacionales sobre reducción de apatridia, castigo del genocidio, trabajo doméstico y otros, 18 sobre violencia contra la mujer, 8 sobre violencia y ejecuciones sumarias policiales y 4 sobre tráfico de personas, y otras.

El discurso del representante de España fue el más explícito al pedir que RD “evite la aplicación retroactiva de las normas que podría derivarse de la ejecución de la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional y que podría generar situaciones de apatridia de ciudadanos que ostentan la nacionalidad dominicana”. También “España recomienda la aplicación rápida y no discriminatoria del Plan de Regularización de Extrranjeros y que la RD considere, a estos efectos, las recomendaciones formuladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tras su visita al país el pasado 6 de diciembre, “que el proceso en su conjunto se haga de acuerdo con sus obligaciones internacionales de derechos humanos”.-

Se configura la división definitiva del PRD

Por Juan Bolívar Díaz

Tras el fracaso esta semana de un “último intento de conciliación para celebrar una Convención Nacional democrática”, los sectores dirigenciales mayoritarios del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) anuncian una “ofensiva final” para tratar de recuperar el control de la organización.

Pero con el favor del Tribunal Superior Electoral, Miguel Vargas Maldonado seguirá adelante en un calendario electoral con una Comisión Organizadora parcializada, lo que configuran la división definitiva del más viejo partido nacional que el 21 de este mes cumpliría 75 años de fundado.

La hora de los hornos. A casi tres años de luchas internas que no cesaron ni para las elecciones presidenciales del 2012, cuando obtuvo el 47 por ciento de los votos, el Partido Revolucionario Dominicano parece encaminarse a la división definitiva, ya que en la práctica quedó escindido por las confrontaciones del año pasado, que incluyeron la expulsión de su mayor líder tras la muerte de José Francisco peña Gómez, el expresidente Hipólito Mejía, y su presidente en funciones Andrés Bautista, un violento asalto a la casa nacional y la celebración de dos reuniones paralelas de su Comité Ejecutivo Nacional.

La elección el 16 de diciembre de una Comisión Nacional Organizadora para la Convención que desde el año pasado debió escoger nuevo presidente, ya que el período para el que fue juramentado Miguel Vargas venció el 19 de julio, parece marcar el punto de inflexión en la prolongada crisis, ya que la misma es rechazada por la mayoría de sus dirigentes, constituidos por las corrientes que encabezan Hipólito Mejía, Luis Abinader, Neney Cabrera, los llamados terceristas y el Foro Renovador, que tras unos meses de aparentes divergencias se presentan unificados contra el empresario Vargas.

La designación de una Comisión Organizadora integrada por los más fieles seguidores de Vargas, incluyendo a su presidente Julio Maríñez, ha sido considerada por los demás sectores como nueva evidencia de su propósito de imponerse “contando solo con el favor del Tribunal Superior Electoral que él constituyó junto al expresidente Leonel Fernández”, por lo que lo rechazan como parcializado.

Fracasa “último esfuerzo”. El otro factor que ha decantado la lucha del “todos contra Miguel” ha sido el fracaso esta semana de lo que algunos señalan como “último intento” por alcanzar un entendimiento para restablecer los procedimientos democráticos en el partido blanco, cuando Miguel Vargas volvió a condicionar cualquier tipo de entendimiento a que se le garantice seguir en la presidencia del partido y la candidatura presidencial para el 2016.

Las condiciones se conocieron el jueves al publicarse una carta del 8 de enero, dirigida a Peggy Cabral y Eduardo Jorge Prats, que en representación del presidente del partido se habían reunido con los remitentes Ana María Acevedo, Orlando Jorge Mera, César Cedeño y Deligne Ascensión, a nombre de las corrientes de Mejía y Abinader.

Por lo que se ha informado, los contestatarios del presidente del PRD tomaron la iniciativa de un nuevo intento de conciliación buscando salvar la unidad. Ambos grupos de comisionados se reunieron el 7 de enero y allí se expusieron de forma verbal las condiciones de Vargas: Apoyo para presidente del partido en la Convención Ordinaria y para la candidatura presidencial del 2016, así como “una distribución proporcional de los cargos nacionales del partido de un 40% para el sector de Miguel Vargas, un 40% para el sector de Hipólito Mejía y un 20% para otros sectores”.

Los remitentes de la carta dicen que tras consultar con Mejía y Abinader decidieron mantener la disposición al diálogo para “una solución a la situación interna del partido que sea satisfactoria para toda la familia perredeísta y la democracia dominicana”. Propusieron que los cargos directivos fundamentales del partido sean electos por voto universal y directo de los miembros como establecen los estatutos, y que los reservados a la Asamblea de Delegados sean pactados con las proporciones de 40, 40 y 20%. También proponen que la Comisión Política elija de inmediato, y con la misma proporción, una Comisión Organizadora, que fije la Convención para el 23 de febrero y apruebe el reglamento y el padrón electoral, entre otros asuntos.

No perderán más tiempo. En los últimos meses ha crecido la convicción de que Miguel Vargas y su grupo de ninguna forma auspiciarán un proceso democrático, ni para elegir dirigentes ni candidatos. Guido Gómez Mazara, que es de los que más ha activado por la conciliación en el último año y cabeza junto a Tony Peña Guaba, Eligio Linares y otros de los llamados terceristas, es de los que cree que “ya no podemos perder más tiempo”.

Los terceristas incluso se alejaron de Hipólito Mejía cuando en agosto pasado propusieron una Comisión Organizadora de la Convención eleccionaria concediendo a Vargas la designación de 9 de 15 integrantes, sin previamente revocar las expulsiones y suspensiones. Estaban convencidos de que ni con esa ventaja el ingeniero y empresario podría ganar una convención, “pues las encuestas entre los perredeístas no le otorgan más del 10 por ciento, incluyendo la Gallup-HOY de abril 2013”.

Pero los terceristas, que llegaron a reunirse con el mismo Vargas, se han quedado esperando una respuesta y el intento parece haber fracasado como todos los anteriores que involucraron comisiones como la de los doctores José J. Puello y César Mella y el periodista Homero Figueroa. En varias ocasiones los contestatarios promovieron la mediación de figuras de la Iglesia Católica, que llegaron a aceptar si todos lo pedían, pero nunca Vargas formalizó una respuesta.

Desde mediados de semana, los sectores que reclaman democracia interna comenzaron a hablar de una ofensiva final para forzar a Vargas, que incluiría fuertes denuncias sobre sus vínculos con el expresidente Leonel Fernández, cuya campaña para la candidatura presidencial del partido gobernante ha sido iniciada por sus allegados. Al presidente del PRD le atribuyen un entendimiento político y de negocios con el exmandatario, desde el pacto por la reforma constitucional que ambos firmaron en el 2009, y que pasó incluso por la campaña electoral, en la que el presidente del partido blanco se negó a promover su candidatura presidencial.

La división luce inevitable. A casi tres años que se inició la última confrontación interna en el PRD, cuando en marzo del 2011 Hipólito Mejía ganó la nominación presidencial 53.4% a 46.5%, lo que el derrotado Miguel Vargas atribuyó a “300 mil votos de peledeístas”, en ese partido, como en la sociedad dominicana, hay un sobre cansancio de la situación y cada vez son más reducidas las esperanzas de que pueda ser superada.

Convencidos de que Vargas mantendrá el secuestro no solo de la casa nacional, privativa de sus partidarios, sino también de los organismos y de la presidencia del partido, son más frecuentes los dirigentes que entienden el planteamiento de hace un año del doctor Hugo Tolentino, de que si no hay forma de hacer valer la democracia en ese partido, deben formar otro. El asunto lo retomó a fin del 2013 Ramón Alburquerque, expresidente de la organización.

Otros como Jorge Mera dicen que se morirán en ese partido, porque están en el mismo desde niños. Pero en general va tomando cuerpo la resignación de que si el partido está secuestrado, tienen que buscarse alternativas, como la de forjar uno nuevo o plantearse una conjunción de fuerzas para enfrentar la vuelta de Fernández, lo que ya se propone lanzar el “Frente Amplio” de izquierda que encabeza Fidel Santana.

Alburquerque no descarta la posibilidad de recuperar posteriormente el PRD, derrotando a Vargas con una conjunción de fuerzas de oposición. Pero otros entienden que para eso primero tienen que arrinconarlo lo más posible y demostrarle a los perredeístas que “con él solo no ganan ni un senador ni la alcaldía de un municipio importante”.

Habrá que esperar a ver la estrategia definitiva de los que han decidido el “todos contra Miguel” y sobre todo si son capaces de guardar coherencia y firmeza, de vencer la apatía y el cansancio que cunde en niveles importantes dentrp de ese partido y mostrar suficiente amplitud para ganar adeptos fuera de los muros perredeístas.

 El último año de la agonía del PRD

14 de enero 2013:
Consejo disciplinario de parciales de Miguel Vargas expulsa del PRD a Hipólito Mejía y Andrés Bautista, y suspende a Geanilda Vásquez y Jorge Mera.
27 de enero:
Seguidores de Mejía y otros sectores asaltan la casa nacional del PRD para impedir reunión de dirigentes convocada por Vargas. Destrozos y heridos.
3 de mayo:
Mejía y Vargas Maldonado conversan durante 30 minutos en casa de José M. Soto Jiménez.
4 de junio:
Vargas y Mejía se reúnen por última vez. El primero dice que consiguió la presidencia del partido y la próxima candidatura presidencial. El otro lo niega.
16 de julio:
Tribunal Electoral dice no pudo comparar listados de miembros del CEN y avala el de Vargas que según sus oponentes excluye a 629 miembros e incluye a 300.
19 de julio:
Vence el período de 4 años para el que en el 2009 fue electo y juramentado Miguel Vargas como presidente del PRD.
1 de agosto:
Se celebran dos reuniones paralelas del Comité Ejecutivo. La de Vargas designa a Peggy Cabral y Junior Santos en sustitución de Geanilda y Jorge Mera.
30 de agosto:
“Sector tercerista” propone a Vargas elegir una comisión organizadora de una Convención unitaria” de 15 miembros, dejándole designar a 9. No hay respuesta.
16 de Diciembre:
Reunión sorpresa de una parte de la Comisión Política del PRD, designa la Comisión Organizadora y calendario de la Convención Nacional.
20 de Diciembre:
Tras reunión de la Comisión Consultiva del PRD que preside, Enmanuel Esquea proclama que “se acabó la tolerancia con Miguel Vargas”. Rechazan la Comisión Organizadora de la Convención.
8 de Enero del 2014:
Fracasa último intento de conciliación. Rechazan conceder a Miguel Vargas presidencia del PRD y candidatura presidencial del 2016.
10 de Enero del 2014:
Abogados encabezados por Enmanuel Esquea vuelven al Tribunal Electoral pidiendo anular reuniones y decisiones del CEN de Miguel Vargas.

 

Más éxitos políticos que económicos para Danilo

Por Juan Bolívar Díaz
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El presidente Danilo Medina ha logrado más éxitos políticos que económicos al agotar su primer cuarto de gestión gubernamental con un sello personal que le ha generado amplia aprobación popular, beneficiándose de la ausencia de oposición externa pero limitado por un escaso margen de maniobra al interior de su partido.

Imponiendo disciplina fiscal y relativa austeridad, con mayor prioridad en el gasto y cercanía a la población, el mandatario logró evadir el costo político de la reforma tributaria impuesta por los déficits heredados, pero no así el de una reducción del crecimiento económico que arroja sombras sobre el futuro inmediato.

    Mayor racionalidad política.  Desde su discurso de juramentación, su decreto de austeridad y un código de ética gubernamental, el licenciado Danilo Medina tuvo el acierto político de diferenciarse de la gestión precedente del líder de su partido Leonel Fernández, proyectando una imagen de mayor racionalidad política.

La prioridad que ha dado a la inversión en educación y salud, atención a las micro, pequeñas y medianas empresas y a los productores agropecuarios, y a las demandas de la población, constituyen factores claves de la aprobación que ha tenido Danilo Medina en este primer año de gobierno, entre el 71 y el 81 por ciento en las dos últimas encuestas Gallup-HOY y en otras mediciones.

El mayor éxito ha sido haber proyectado una imagen personal de austeridad, de modestia y cercanía con la gente que contrastan con la aparatosidad, grandiosidad y boato que signaron la gestión de su antecesor y compañero de partido. El respeto por el tiempo de los demás, el desplazamiento con mínima seguridad y escasas comitivas han determinado que hasta sus viajes al exterior, uno por mes, hayan registrado aprobación.

Aunque es posible que al finalizar 2013 no se haya alcanzado la meta del 4 por ciento del producto bruto interno para educación, por la lentitud en la construcción de escuelas que concentró excesivamente la inversión en el sector, no se percibe engaño ni evasión. La eliminación de las cuotas de recuperación en los  hospitales públicos y un gran esfuerzo por mejorar la calidad de sus servicios, son partes fundamentales de una gestión más comprometida con el bienestar de  las mayorías.

La atención del Gobierno a las micro, pequeñas y medianas empresas (PYMES), a los productores agropecuarios, con el semanal acercamiento del propio presidente Medina, convencido de que son la base de un desarrollo más equilibrado, han sido factores de crédito a una gestión que trata de cumplir normativas legales.

Otros éxitos notables.  El mayor éxito del gobierno de Medina puede haber sido la disciplina que ha reducido el déficit fiscal de 8.5 del PIB registrado el año pasado en todo el Estado a alrededor del 1 por ciento en la primera mitad del 2013, y aunque ha evadido sancionar la corrupción que hizo metástasis en el cuerpo social dominicano la percepción general ha sido de mucho mayor transparencia y menor corrupción en los ámbitos gubernamentales.

No ha sido posible evaluar los resultados del Decreto de austeridad 499-12, entre otros factores porque no se ha cumplido  su artículo 13 que encarga al Contralor General velar por sus alcances y emitir “informes trimestrales financieros institucionales”. Pese a ello se percibe que ha tenido efectos positivos con la reducción de la malversación y el dispendio escandaloso de los últimos años.

Hay que acreditarle que redujera las iniquidades del contrato para la explotación del oro de Cotuí, cuya materialización está pendiente del sometimiento al Congreso Nacional, sin que todavía se pueda precisar el monto adicional a recibir, ya que el precio del metal ha caído en 290 dólares en relación a los 1,600 dólares la onza de los que se partió para la renegociación. Es el hecho de mayor aprobación.

Menos conocido porque no han querido enrostrárselo a los antecesores, pero igualmente rectificatorio, han sido la renegociación de la concesión vial a Dovicon que economizaría al Estado unos 70  millones de dólares anuales, durante tres décadas, y renegociaciones de otros contratos como los de la carretera Ocoa-Piedra Blanca y la circunvalación de La Romana y el bulevar del Este-Miches que implican ahorro de unos 240 millones de dólares.

El presidente demostró apertura a los reclamos de la sociedad cuando anuló su autorización para negociar con usurpadores de terrenos estatales en Bahía de las Águilas, así como en la suspensión de la explotación de ferroníquel en la loma de Miranda.

 Otros déficits gubernamentales.  En la lista de los déficits del Gobierno de Medina hay que colocar la ausencia de esfuerzos por concretar sus metas fundamentales de los tres pactos sociales previstos en la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo: el educativo, el fiscal y el eléctrico, aunque en el primero haya avanzado por el costado de la inversión. El segundo sufrió un revés con la imposición de otra reforma tributaria al no poder concertar en el Consejo Económico y Social que reclamaba una drástica reducción del gasto corriente. El tercero no ha sido ni tocado cuando este año el subsidio a la electricidad, programado en unos mil millones de dólares, se acercará a los 1,500 millones, según informó el mes pasado el Ministro de Industria y Comercio.

Amarrado por el clientelismo y la repartición de botellas el Gobierno no ha podido siquiera dar el golpe de reducir el oneroso cuerpo diplomático, con cientos de funcionarios, incluyendo consulares, que cobran en dólares sin trabajar. Limitó a seis los subsecretarios o viceministros, pero casi todos quedaron en sus mismos puestos con otra denominación.

Pero el mayor déficit del Gobierno ha sido no haber procesado a nadie por los múltiples escándalos de corrupción del gobierno anterior, tendiendo un manto de impunidad, con los procuradores fiscales rehuyendo hasta investigar las denuncias que han incluido al propio expresidenrte Fernández.

Lo peor es que los amarres al interior del partido de gobierno han impedido al presidente Medina establecer un equipo gubernamental  más diferenciado del que heredó, lo cual ha dejado insatisfacción y le ha limitado la renovación que es normal en el mundo  en los cambios de gobierno, aún del mismo partido.

Desafíos a la vista.  El Gobierno comienza su segundo año con una situación económica crítica y un grito generalizado por la desaceleración del crecimiento económico y el incremento del desempleo, y agotando sus posibilidades de endeudamiento, mientras se reduce la inversión extranjera.

Se beneficia de la ausencia de oposición política, con el desguañangue del Partido Revolucionario Dominicano y la domesticación del Partido Reformista Social Cristiano, lo cual deja espacio a un mayor protagonismo de las minorías políticas y las fuerzas sociales contestatarias que incrementarían sus movilizaciones y protestas.

A su vez la falta de oposición externa genera mayores tensiones internas en el PLD donde ya proliferan los aspirantes a la candidatura presidencial. El liderazgo del partido se diversifica con el fortalecimiento de las posiciones del presidente Medina, mientras el ex presidente Fernández y sus fieles no cesan en sus preparativos para el retorno, lo que obliga a otros a destapar temprano otras aspiraciones y asoman los pronunciamientos continuistas con una Constitución que prohíbe la reelección seguida.

La reconocida financiera internacional JP Morgan advirtió esta semana que el ex presidente  Fernández “sigue siendo una figura muy poderosa dentro del gobernante Partido de la Liberación Dominicana y muchos expertos locales creen que su ambición de buscar un nuevo mandato presidencial en el 2016, podría socavar la capacidad de Medina paras movilizar el apoyo a su programa de reformas”.

El pobre resultado económico

El bajo crecimiento económico en la primera mitad de este año es el mayor revés de la gestión de Medina, derivado directamente del paquete fiscal que implementó para revertir en gran medida el déficit fiscal que heredó de los últimos 8 meses de su antecesor, que el Fondo Monetario Internacional estimó en 8.5 por ciento del PIB, cerca de 200 mil millones de pesos, incluyendo todos los órganos del Estado. El informe del Banco Central sobre los resultados del primer semestre del 2013 indica un crecimiento de apenas 1.6 por ciento, poco más de la mitad del 3 por ciento que se proyectó para el año. Resalta que ese tímido crecimiento ha sido motorizado básicamente por un incremento del 223 por ciento de la minería y del 9 por ciento de la intermediación financiera, con caídas significativas de los sectores claves: industria, agropecuaria, construcción, comercio y hasta del turismo, éste por primera vez en más de tres décadas de sistemático crecimiento.

Aunque el peso ha tenido una devaluación del 4 por ciento en los 12 meses, las autoridades han podido controlar la inflación, con un déficit presupuestario de 70 mil  300 millones de pesos este año, la estabilidad sigue dependiendo, al igual que en el quinquenio anterior, de un extraordinario endeudamiento que eleva la carga de la deuda pública al  45 por ciento del PIB, según los cálculos del reputado economista Carlos Despradel, quien estima que al final del 2013 la deuda total del Estado, externa e interna, financiera y no financiera, habrá pasado en un año de 25 mil a 30 mil millones de dólares.

Con una inversión de apenas 15 por ciento de su gasto total, y un nuevo incremento del gasto corriente, alrededor del cinco por ciento, y vistos los altísimos déficits en el comercio exterior y la cuenta corriente, la gestión económica del Estado sigue muy lejos de despertar optimismo, y lo que se advierte es su progresiva insostenibilidad.

 

El PRD no logra salir de su calvario

Por Juan Bolívar Díaz
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Las expectativas de inicio de un diálogo que pudiera conducir a la reunificación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), derivadas del reciente encuentro entre Hipólito Mejía y Miguel Vargas, parecieron esfumarse justo al conmemorarse el decimoquinto aniversario de la muerte de su líder José Francisco Peña Gómez.

Sólo el rescate de los procedimientos democráticos para elegir nuevos dirigentes podría permitir al PRD superar su prolongado calvario, pero su presidente sigue boicoteando todos los intentos de mediación y solución, persistiendo en su empeño de concertar afuera e imponerse dentro.

Esperanza que se esfuma. El encuentro verificado el viernes 3 de mayo entre el presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado y el expresidente de la República Hipólito Mejía despertó expectativas de reunificación entre diversos sectores de ese partido, pero parecieron esfumarse en apenas una semana al conmemorarse el decimoquinto aniversario de la muerte de su líder José Francisco Peña Gómez.

Al conocerse del encuentro la reacción inicial fue de incredulidad y sorpresa, pues ni en la campaña electoral del año pasado se logró reunir a esos dirigentes políticos, a pesar de múltiples mediaciones, hasta de familiares. Se dio por hecho un cambio de actitud y se comenzaron a trazar rutas para el restablecimiento de la unidad, aunque algunos advertían que no avalarían “acuerdos de aposento”, y que cualquier solución tendría que incluir a todos los sectores, con aval de los organismos partidarios.

La proximidad del aniversario de la desaparición de Peña Gómez alentó las expectativas de que se aprovechara la ocasión para, invocando al líder histórico, realizar una conmemoración unitaria que empujara un compromiso de concertación. Por canales de mediación se propuso restablecer la presencia de todos en una misa conmemorativa, como se hizo hasta el 2010.

La misa unitaria era, para los más eufóricos, una manera de demostrar que se iniciaba una nueva etapa de entendimiento entre los perredeístas. Para los incrédulos y desconfiados era poner a prueba la disposición de los dos protagonistas más allá del encuentro celebrado bajo la sombra del general retirado Miguel Soto Jiménez y el médico José Joaquín Puello.

Un José Joaquín Puello. En la euforia que siguió al encuentro Vargas-Mejía, sectores perredeístas llegaron a plantearse la posibilidad de escoger una nueva dirección plural, presidida por alguien aceptable para todos y que no aspire a la candidatura presidencial, llegándose a identificar al neurocirujano José Joaquín Puello, sin excluir a otros como el también médico Jesús Feris Iglesias.

El doctor Puello fue candidato vicepresidencial del PRD en el 2008 en la boleta que llevó de candidato presidencial a Vargas Maldonado, justamente por su integridad y su carácter conciliador y afable y por su pluralidad y ascendiente en diversos sectores nacionales. Respaldó a Vargas en la lucha por la candidatura presidencial del 2012, pero terminó aceptando y respaldando a Mejía, aunque se ha mantenido entre quienes han mediado para subsanar los conflictos derivados de la lucha interna.

Se afirma que el doctor Puello sería aceptable para los mayores protagonistas de la confrontación perredeísta, pero también para Luis Abinader, quien busca afianzar su propia identidad y camino, aunque se teme que pudiera producir disgusto en algún legítimo  aspirante a la presidencia del partido, pero que terminaría en consenso en aras de la unidad.

Varios dirigentes perredeístas consultados se mostraron partidarios de un presidente de consenso, aunque algunos reconocen que es una tarea muy difícil y requeriría una dedicación de tiempo completo, sobre todo cuando se les recordó que personas de la integridad e independencia de Hugo Tolentino, Milagros Ortiz, Enmanuel Esquea y Quico Tabar terminaron siendo impugnados por Miguel Vargas como árbitros en la convención que desató la crisis con la elección de Hipólito Mejía para candidato presidencial del 2012.

El tiempo apremia. En las tertulias políticas se discutió intensamente sobre las causas que determinaron la reciente reunión Vargas-Mejía. Unos la creen resultado de la última encuesta Gallup-HOY que mostró a Abinader como primera opción para la próxima candidatura presidencial con 26 por ciento en el electorado y 41 por ciento entre los que se identificaron como perredeístas, atribuido en parte al cansancio de la pugnacidad entre los dos últimos candidatos presidenciales del PRD.

Vargas con 9 por ciento de las preferencias de los perredeístas, luce muy rezagado, y aunque Mejía registró un 35 por ciento, “ya fue presidente y lleva dos intentos de regreso frustrados y frustratorios”. Una de sus defensoras dijo que, a diferencia de Vargas y Abinader, él no ha dicho que aspira a la candidatura del 2016 y que si lo proclama sube.

Otra explicación de la reunión es el reconocimiento mutuo de que el tiempo apremia y de que en julio termina el período para el que Vargas fue electo presidente del partido. Se reconoce que Mejía siempre ha estado abierto al diálogo, y que lo demostró cuando en la campaña fue al local del partido, anunciando su interés de reunirse con Vargas, lo mismo que al almuerzo con que los hermanos de éste intentaron juntarlos dos semanas antes de los comicios del año pasado.

Se atribuye también la reunión al convencimiento de ambos de que se les puede hacer tarde para relanzar el partido blanco, con 21.7 por ciento de preferencias en la última encuesta Gallup. Y no faltan quienes plantean que Vargas busca ganar tiempo, desconcentrando a sus contradictores que han venido celebrando masivas asambleas partidarias en todas las provincias, lo que él ha limitado a dos o tres, por el alto rechazo de la militancia perredeísta que lo señala como mayor responsable de la crisis.

El presidente del PRD administrará este año unos 225 millones de  pesos del presupuesto nacional, lo que le implica una ventaja significativa para el proselitismo interno y atraerse adherentes, sobre todo si logra mantener la facultad para registrar candidaturas para el 2016, cuando millares de perredeístas aspirarán a todos los cargos electivos.

Rescate de la democracia. El rescate del PRD pasa necesariamente por el restablecimiento de los procedimientos democráticos, porque aunque los principales protagonistas de sus luchas internas se pongan de acuerdo en un procedimiento, cuando llegue la hora de escoger candidato volverán a dividirse, a menos que acepten los principios básicos de la democracia que en los partidos tienen expresión en los organismos de dirección.

Ese rescate luce tan difícil como el de los principios ideológicos que durante décadas dieron vigencia al perredeísmo y le permitieron sobrepasar numerosas crisis y divisiones. Pero las ambiciones y los intereses individuales han predominado, con expresiones de clientelismo. Los que aún creen en los principios socialdemócratas que animaron al PRD no tienen recursos económicos para competir con los empresarios de la política.

Mientras tanto, el PRD sigue en proceso de desgaste acelerado, incapacitado para ejercer su responsabilidad como primera fuerza política de oposición, por lo que la sociedad se va acostumbrando a vivir sin contar con esa fuerza predominante por más  de medio siglo. Sus principales dirigentes han lucido errantes buscando favores y acuerdos con otras fuerzas políticas, especialmente con contrincantes del partido gobernante, pero negados a dialogar entre ellos mismos.

Un balde de agua fría

Por una carta conciliatoria de Hipólito Mejía a Miguel Vargas del miércoles 8, se supo que éste rechazaba “lo ideal” de celebrar la misa con la presencia de todo el liderazgo partidista.

El expresidente mostró resignación, indicando que no debía ocurrir nada que dañara la memoria de Peña ni el proceso iniciado con el encuentro del día 3, y propuso la integración de una comisión de tres representantes de cada uno de los dos sectores enfrentados para preparar el protocolo que “permita discutir y definir la hoja de ruta y la agenda, de acuerdo con los Estatutos, y solucionar la crisis que vive actualmente el partido, lo que es exigido a gritos por la mayoría de los dominicanos, especialmente los perredeístas”.

Vargas terminó de echar un balde de agua fría al entusiasmo perredeísta cuando el jueves, respondiendo a los reporteros sobre la solicitud de Mejía, dijo que “nosotros no vamos a discutir nada al margen de lo que son los organismos del PRD, porque así es como se fortalece la democracia, donde prevalezca la posición de la mayoría”. Se ignora si alguno de los mediadores habrá podido rescatar la ruta de entendimiento, explicándole a Vargas que la propuesta busca explorar caminos de entendimiento que democráticamente tendrían que desembocar en los organismos máximos del partido que hace tiempo no funcionan.

Uno de los dirigentes consultados expresó su convicción de que los mediadores deberán proseguir una tarea en la que han fracasado numerosos mediadores desde que se originó la crisis tras los resultados de la convención que el 6 de marzo del 2011 escogió a Hipólito Mejía candidato presidencial para el 2012. Todos los intentos, incluyendo los impulsados por familiares y los que han involucrado a personalidades religiosas, han tropezado con la renuencia de Vargas a aceptar un diálogo. Los otros sectores, incluyendo a Mejía, siempre han mostrado disposición.

 

Avanza Abinader y se hunde Leonel

Por Juan Bolívar Díaz
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En el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) estaría emergiendo un nuevo liderazgo encarnado en el economista y empresario Luis Abinader, que se coloca por encima de Hipólito Mejía y de Miguel Vargas Maldonado, de acuerdo a los resultados de la encuesta Gallup-HOY publicada esta semana.

También resultó relevante el fortalecimiento del liderazgo del presidente Danilo Medina, quien mantiene muy alta aprobación mientras continúa en declive el del expresidente Leonel Fernández, cuyas preferencias electorales de cara al 2016 han caído al 11 por ciento.

Alta valoración de Danilo.  Aunque declinó en relación a enero, la valoración del presidente Danilo Medina en la última encuesta Gallup-HOY sigue siendo muy elevada, generando un 71 por ciento de satisfacción con sólo 15 por ciento de insatisfechos. En la de enero la aprobación de la gestión del mandatario alcanzó  el 81 por ciento con 16 por ciento de desaprobación. Con tan alta deuda social acumulada y 8 años seguidos de dominio de su partido, más el grave déficit fiscal heredado, es difícil que el presidente pueda mantener tan altas tasas de aprobación.

Cuando se preguntó sobre el desempeño presidencial de Medina en relación a la expectativa que se tenía, el 70 por ciento dijo que se maneja mejor de lo esperado, casi 10 puntos más que el 60.5 por ciento registrado en enero. La valoración de la gestión en educación se eleva hasta el 82 por ciento, atribuible al acatamiento del clamor nacional por el cumplimiento de la ley que dispone el 4 por ciento del producto bruto para la educación preuniversitaria.

La gestión en el apoyo a la agropecuaria alcanza aprobación del 75 por ciento, 74 en la economía y el 70 por ciento en salud. Se quema en inseguridad ciudadana, combate al narcotráfico, la corrupción y el costo de la vida, con puntuación descendente entre 54 y 46 por ciento.

Los ingredientes de la personalidad del presidente Medina resaltan en su valoración, muy superior al 55 por ciento que se manifiesta satisfecho con su gobierno en general y con el 27 por ciento que expresó insatisfacción. En la opinión pública se sigue apreciando el sello de modestia, austeridad, humildad y cercanía con la gente en el desempeño público del mandatario, sobre todo en contraste con el boato, la majestad y el triunfalismo que rodeaba a su antecesor.

Margarita sigue en alta. Resalta también la alta proporción de simpatía que sigue registrando la doctora Margarita Cedeño de Fernández, colocada en el segundo lugar de preferencias para la próxima candidatura presidencial del partido morado, entre todos los encuestados, con 23.5 por ciento, y liderando entre  los confesos peledeístas con 31 por ciento. Le siguen Jaime David Fernández con 4 por ciento en los dos niveles y José Tomás Pérez con 4 y 2 por ciento respectivamente.

La abogada comenzó su acumulación popular cuando, como primera dama, manejó personalmente un presupuesto anual que alcanzó hasta 800 millones de pesos, superior a los de los ministerios de la Mujer, la Juventud y Deportes juntos, y con contribuciones de otros organismos estatales que le permitieron realizar una intensa labor de asistencialismo social, socorriendo personalmente a grupos y personas necesitadas o en condiciones de precariedad. Ahora como vicepresidenta tiene a su cargo el gabinete que maneja los subsidios sociales del gobierno.

Desde luego que la doctora Cedeño ha puesto un gran empeño y su simpatía personal para emerger como figura presidenciable por encima de la caída en que se encuentra la popularidad de su esposo. Ya en la anterior Gallup-HOY registraba una alta tasa de opinión favorable, 75 por ciento, y desfavorable de apenas 17 por ciento, sólo superada por el presidente Medina. Sin embargo, a la pregunta sobre los políticos más admirados en la encuesta de abril, sólo fue señalada por el 0.5 por ciento, lo que pudiera ser un indicador de que se le aprecia más como asistencialista que como política. Pero eso no la descalificaría como potencial candidata presidencial.

Relevante para el PRD

La emergencia de Luis Abinader como nuevo líderperredeísta, situándose con mayores simpatías que el expresidente Hipólito Mejía y el presidente titular de su partido, Miguel Vargas Maldonado, puede ser el hallazgo más relevante de la encuesta Gallup-HOY publicada esta semana.

Abinader obtuvo el mayor porcentaje para candidato presidencial de todos los partidos de cara a las aún distantes elecciones del 2016, y para la candidatura del PRD supera a Mejía y Vargas en las preferencias del electorado en general y de los que se dicen miembros o simpatizantes del partido blanco.

Entre todos los encuestados el economista obtiene 26 por ciento de las preferencias, mientras Vargas registraba el 20 y Mejía el 18 por ciento. Entre quienes se confesaron perredeístas, Abinader consiguió la opinión favorable del 41 por ciento, en tanto que Hipólito se mantuvo bien situado con el 35 por ciento, mientras Vargas Maldonado apenas conseguía el 9 por ciento.

El resultado es concordante con un sentimiento que se expresa cada vez más abiertamente entre dirigentes del PRD de que sería necesaria la emergencia de un líder y un candidato alternativo para superar la crisis del principal partido de oposición, de la que se responsabiliza en mayor medida a Vargas Maldonado, y en segundo lugar a Mejía.

Ya en la anterior encuesta, (18-21 de enero pasado) Abinader encabezaba a los perredeístas en opiniones favorables, con 37 por ciento, y una tasa de rechazo de 29 por ciento. Mejía y Vargas registraban opiniones favorables del 28 y 20 por ciento, respectivamente, con elevadas tasas de rechazo del 63 y 65 por ciento.

Tremenda caída de Leonel

En medio de acusaciones e intentos de ser procesado por el enorme déficit fiscal de unos 200 mil millones de pesos del año pasado y por presunto tráfico de influencia en beneficio de su Fundación Global, la popularidad del expresidente Leonel Fernández se hunde progresivamente y no solo en el universo de los encuestados, sino incluso entre quienes se manifiestan miembros o simpatizantes de su partido.

A la pregunta de quién debería ostentar la candidatura presidencial del PLD para la elección del 2016, apenas el 11 por ciento del total señaló a Fernández, proporción que apenas subía al 16 por ciento entre sus propios partidarios.

Aunque no se incluía el nombre de Danilo Medina en las opciones, por estar prohíbida la reelección consecutiva, el 25 por ciento de los encuestados y el 28 por ciento de los que se consideran peledeístas, lo señalaron en el renglón “o tros”, lo que sugiere un desplazamiento hacia él, por lo menos coyuntural, en el liderazgo popular del PLD.

El indicador más fuerte de la caída de la popularidad de Leonel en esta Gallup-HOY se registró cuando se preguntó por los políticos más admirados y sólo el 3.2 por ciento lo señalaron, muy lejos del 30 por ciento marcado por Joaquín Balaguer, el 18.4 de Francisco Peña Gómez y el 18 por ciento de Juan Bosch. También lo superaron Antonio Guzmán y Danilo Medina, con 6 y 3.5 por ciento, respectivamente.

Caída asombrosa tras 8 años consecutivos de gobierno y 12 de los últimos 16. A pesar de una activa red de más de 2 mil “Comunicadores con Leonel”, beneficiados en las nóminas y con la publicidad del Estado, en los medios se percibe un progresivo declive de la popularidad del ex mandatario. Ya en la Gallup de enero registró opinión desfavorable del 52.3 por ciento y favorable de sólo 37.5 por ciento.

Sigue el rechazo a Miguel

Luis Abinader, quien tuvo un buen desempeño como candidato vicepresidencial perredeísta el año pasado, se estaría beneficiando del cansancio general, y en especial de sus compañeros de partido, con la crisis que mantiene al PRD al borde de la división, percibida por muchos como una irremediable confrontación entre Vargas y Mejía, que se inició en marzo del 2011 cuando el presidente del partido perdió la candidatura presidencial para el 2012 a manos del expresidente.

Desde entonces Mejía ha estado abierto a varios intentos de mediación mientras Vargas los ha evadido.

Ahora, del 11 al 15 de abril en curso, cuando se preguntó a los encuestados que se consideraron perredeístas quién es responsable de la crisis del PRD, el 40 por ciento dijo que tanto Miguel comoHipólito, el 50 por ciento individualizó a Vargas y sólo el 6 por ciento a Mejía.

En enero las respuestas a la misma pregunta habían arrojado un resultado parecido, 34 por ciento a ambos, y 54 y 9 por ciento respectivamente. En el universo de los encuestados a Miguel le va menos mal. La mitad cree que ambos son por igual responsables, un 23 por ciento lo culpa a él y 16 por ciento a Hipólito.

En enero la diferencia de culpabilidad era de cuatro puntos, 20 a 16 por ciento del universo. Como consecuencia de su crisis, que lo incapacita para asumir un sólido rol de oposición política, el PRD se mantiene en una de sus más bajas tasas de preferencia en su historial de 74 años, de 22.4 por ciento que registró en enero cayó ahora a 21.7, mientras el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ascendió del 51.7 al 53.2 por ciento de las preferencias.

A la pregunta de cuál sería la vía para superar la crisis, el 57 por ciento dijo que una convención nacional, en enero fue el 64 por ciento.