El congreso del PLD agudiza las tensiones

Por Juan Bolívar Díaz
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La proximidad del inicio del Octavo Congreso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha agudizado las tensiones entre quienes aspiran a una renovación dirigencial con miras a la candidatura presidencial del 2016 y los leonelistas que entienden que debe volver quien les ha permitido disfrutar del poder durante 12 años.

Entre seguidores y voceadores del expresidente Leonel Fernández no se oculta la inconformidad con la gestión de Danilo Medina y su sello de austeridad y moderación y buscan mediatizar una renovación pendiente de cargos gubernamentales que daría más independencia y protagonismo partidario al actual mandatario.

Almeyda lanza dardos

Cinco días después Franklin Almeyda, también fundador del PLD, cuestionó a Jiménez por haber descalificado a Fernández, y reivindicó al expresidente como virtual candidato, al sostener que la unidad alrededor de éste y de Medina es lo que les garantiza retener el poder en 2016. El exministro de Interior y Policía del pasado Gobierno, y uno de los pocos altos dirigentes sin cargo gubernamental ahora, atacó directamente al ministro de la Presidencia de Medina, Gustavo Montalvo, a quien acusó de pretender reducir la presencia del PLD en el Gobierno y de rodearse de gente de la sociedad civil, advirtiendo que los peledeístas pelearán para no dejarse desplazar.

También se quejó de que gente del gobierno asume que en el pasado régimen no se hizo nada, afirmando que el programa de seguridad ciudadana anunciado por el actual gobierno es el mismo que él impulsó en el pasado. Según Almeyda elementos que rodean a Montalvo forman parte de una especie de conjura para debilitar al PLD, en la que incluyó al Consejo Nacional de la Empresa Privada, el movimiento Participación Ciudadana y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Los “infiltrados” de la sociedad civil a que alude Almeyda son viceministros, asesores y directores que como Antonio Isa Conde, Ramón Tejada Holguín, Luis Henry Molina y Pedro Luis Castellanos integraron el equipo técnico del sector externo que apoyó a Danilo Medina en la campaña electoral y del que formaron parte también varios empresarios, pero ninguno dirigente del CONEP, entre ellos el Ministro Administrativo de la Presidencia José Ramón Peralta y el Ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo.

Ya en el gobierno Medina integró como asesores económicos a Nelson Suárez e Isidoro Santana. Una dirigente peledeísta confió que estos dos “han causado irritación porque fueron muy críticos de la política económica del gobierno de Leonel e ideólogos  del Foro Ciudadano y del Centro Juan Montalvo de los jesuitas”.

Amarante dispara la alarma

La rapidez y contundencia con que Carlos Amarante Baret, uno de los peledeistas que apoyó a Medina cuando los leonelistas le cerraron el paso para el 2008 y también cuando lo intentaron para el 2012, respondió al día siguiente a Almeyda, disparó la alarma en el partido. No se anduvo con diplomacia ni medias tintas en una declaración escrita de 14 párrafos que él mismo distribuyó a los medios informativos.

Amarante, actual director del Instituto Dominicano de  Telecomunicaciones, no se limitó a defender a Montalvo, sino que acusó a Almeyda de “confrontar al Presidente de la República”, emplazándolo a dar la cara en la reunión que esa noche sostendría el Comité Político del partido. Y, más aún, advirtió que si Franklin decide llevar a cabo una línea de denuncias contra el régimen, “vamos a movilizar a las bases para defender el gobierno de Danilo Medina, que es del Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados”.

Temístocles, Felucho, Almeyda y Amarante tienen en común que son de los 26 integrantes del Comité Político, que en su reunión del martes 16 pidió un alto al fuego y hasta decidió reunirse cada quincena para que se puedan debatir allí, en familia, las diferencias que han creado tensiones.

Irrumpen otros actores

Por primera vez se reportó que hubo peledeístas con carteles al frente del local donde sesionaba el máximo organismo ejecutivo. Y desde las bases partidarias saltaron  al escenario público otros protagonistas, cuando 53 presidentes de comités intermedios, miembros y exmiembros del Comité Central anunciaron una propuesta conjunta de reformas estatutarias, luego de haber sopesado la Constitución, varias leyes adjetivas y los anteproyectos de leyes de partido que reposan en el Congreso Nacional.

Dijeron que también sopesaron los estatutos, la declaración de principios del partido, y que luego de haber “estudiado la teoría boschista” decidieron formular su propuesta de reformas “retomando los principios que nos dieron origen”. Expresaron esperanzas de que la mayoría de los delegados aprueben sus propuestas y que luego no se repitan “las flagrantes violaciones” de que fueron objeto resoluciones de anteriores congresos.

El grupo que tuvo como vocero público al secretario de Medio Ambiente del PLD, Paíno Abréu, plantea que no se abulte la matrícula del Comité Central como se ha propuesto al Congreso. En cambio el dirigente intermedio Jimmy García se quejó de que no se propone elegir los integrantes del Comité Político y el Comité Central, que se auto prolongaron su período apelando a la ratificación de un plebiscito en el 2011, junto a la elección del candidato presidencial, reprobado por el 30 por ciento.

No han dado tregua

Las tensiones en el PLD se originan en que Leonel Fernández y sus seguidores no han dado tregua y se han mantenido moviéndose para garantizarse el retorno al poder en el 2016, mediatizando los esfuerzos de Danilo Medina por imprimir su propio sello al gobierno, y porque seguidores del mandatario no han olvidado las afrentas e intentos de aniquilamiento que sufrieron.

A diferencia de lo que es normal, ejemplos de México y Brasil, donde los presidentes salientes, aún del mismo partido, se inhiben algún tiempo, Leonel Fernández parece haber seguido el camino de su amigo Alvaro Uribe, cuyo prolongado protagonismo lo ha llevado a confrontar el gobierno de Juan Manuel Santos. El dominicano se ha mantenido pronunciando discursos, incluso en vísperas de los de Medina, como ocurrió a los cien días y antes del informe presidencial del 27 de febrero cuando en una asamblea de dirigentes del PLD y en mítin ante el Altar de la Patria, pronunció discursos de corte electoral adelantando que su partido “gobernará durante 20 años” y después que “será una fábrica de presidentes”.

Eso mientras el 25 de febrero, Diario Libre recogía el anuncio del alcalde capitalino Roberto Salcedo, de que “estoy trabajando para que Leonel vuelva a la Presidencia en el 2016”. Y la inmensa maquinaria mediática montada por Fernández no ha cesado de promoverlo y darlo como candidato seguro en el 16, sin economizar críticas abiertas y sutiles e intentos de chantaje al gobierno de Medina.

Hasta se burlan de Danilo

Los leonelistas se han burlado “de la austeridad de Danilo”. Se quejaron de que transparentara el inmenso hoyo fiscal que le heredaron, de que no reprimieran las manifestaciones y “juicios populares” contra Leonel, de su rectificación del reparto de Bahía de las Aguilas, de su denuncia del infame contrato con la Barrick Gold, de que no reprimieran las manifestaciones y hasta de que recibiera en el Palacio Nacional a Hipólito Mejía, quien obtuvo el 47 por ciento de los votos en mayo pasado. Además del Ministro de la Presidencia, también han denunciado agriamente la gestión del  Procurador General y de la Procuradora Fiscal del Distrito Nacional y hasta la del ministro de Economía, a quien algunos tratan de “traidor”.

Ese protagonismo y abiertas provocaciones han causado escozor entre danilistas e independientes, algunos incluso se quejan “de la paciencia” con que el presidente se ha conducido, otros reclaman las remociones de funcionarios ejecutivos, diplomáticos, militares y policiales que esperaban al inicio del gobierno y que luego se voceaba que vendría el 27 de febrero. La incesante promoción de Fernández, a quien atribuyen “buscarse distinciones en el exterior para reafirmarse en el interior”, es lo que ha movilizado a quienes creen en la renovación del liderazgo y los candidato.

Un excelente observador cercano al presidente sintetizó la situación, expresando su convicción de que “la sangre no llegará al río, porque todos los sectores se necesitan”, pero también advirtió que las tensiones aumentan en la medida en que los peledeístas perciben que ningún partido amenaza su reinado. “La falta de oposición externa desplaza las luchas a lo interno del PLD”.

Pasan las turbulencias para el PLD y Danilo

Por Juan Bolívar Díaz
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El retiro de la candidatura presidencial de la primera dama, doctora Margarita Cedeño de Fernández, despeja el panorama para una competencia democrática de la que muy probablemente saldrá el licenciado Danilo Medina como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Con el presidente Leonel Fernández comprometido a guardar neutralidad en la contienda y después de un doble tropiezo político es muy difícil que pueda endosarle su caudal de votos a alguno de los precandidatos, lo que beneficia al segundo líder peledeísta que ha trabajado denodadamente por la candidatura.

Margarita marchitada

La declinatoria de Margarita Cedeño a la precandidatura presidencial se esperaba desde el mismo domingo 10 de abril en que fue propuesta en la reunión del Comité Central del PLD. Cuando se aprobó que la añadieran a la lista de los seis aspirantes declarados, ya se había regado como pólvora el compromiso del presidente Fernández de persuadirla a “no correr”.

 La candidatura de la doctora Cedeño quedó marchitada en la  víspera, como consecuencia de la saturación de incertidumbres que había generado el prolongado y atropellante proyecto continuista que el presidente Fernández había liquidado apenas el día antes, lo que ya era reclamado con sordina por muchos de los dirigentes originales del partido morado.

Cuando en su reunión del sábado 9 el Comité Político acordó presentar al Comité Central las precandidaturas de los seis peledeístas que habían expresado sus aspiraciones, ahí debió quedar todo, lo que habría dificultado que al día siguiente agregaran a la primera dama y tal vez hasta que la aprobaran. Pero fue el propio presidente Fernández quien advirtió que no podrían impedir la presentación de otras candidaturas.

En esa circunstancia es que Felucho Jiménez plantea que eso sólo podría ocurrir con “tu mujer Leonel”, advirtiéndole que “si pierde será una derrota para ti y si gana,  una victoria pírrica porque se vería como una imposición del poder”. Y fue entonces que el líder peledeísta prometió que aunque la aprobaran, él se encargaría de que no corriera. Eso se regó como pólvora en la reunión del Comité Central al día siguiente, de donde casi todos salieron esperando que la dama rechazara de inmediato la nominación. La sorpresa fue que la dilatara dos semanas.

Víctima del estrés

 De no haberse prolongado por más de 9 meses el intento continuista a contrapelo de la propia Constitución, la doctora Cedeño hubiese tenido posibilidades de correr como precandidata. Lo que le cerró el paso fue el estrés a que fue sometido el PLD por lo que se veía como una desbordada ambición continuista con ribetes de caudillismo que ponía en tensión a toda la sociedad y exponía el partido hasta a la división.

Vencido el intento reeleccionista, hubo respiro hasta en los más altos niveles dirigenciales del PLD, donde se rechazaba lo de que “con ella seguimos con él” y no se concebía el inicio de un ruido que mantuviera las incertidumbres. Felucho Jiménez, dijo un dirigente peledeísta, fue un portavoz del “estrés generalizado”, y el presidente Fernández lo interpretó correctamente. Es posible que todavía estuviera ensayando otra jugada, al menos para negociar, lo que explica que en vez de cerrar con los seis precandidatos, él mismo abriera la brecha para que la inscribieran, cuando era más fácil disuadirla antes y economizarse el nuevo tropiezo.

La obligada declinación de su esposa, poco después de la de él mismo, ha dejado a Fernández en mayor debilidad para intentar inclinar la balanza a favor de un candidato alternativo a Danilo Medina, como todavía esperan quienes le atribuyen una aversión  total a las aspiraciones de su brazo derecho en sus dos primeros períodos de gobierno.

De por medio está también la promesa que formuló el primer mandatario en el discurso del viernes 8, cuando declinó su repostulación. En esa ocasión dijo que jugaría un papel neutral en la elección primaria de su partido, sin inclinar la balanza a favor de nadie y que respaldaría al que resulte electo candidato presidencial.

Por más animadversión que tenga a Medina, las perspectivas no auspician que el doctor Fernández pueda ya cerrarle el paso, sin exponer su liderazgo a sufrir nuevos tropiezos que pudieran serle costosos.

El mismo escenario del 2000

La elección de Danilo Medina como candidato presidencial del PLD, habida cuenta de que ya Hipólito Mejía fue escogido por el Partido Revolucionario Dominicano, remitiría al mismo escenario del 2000, cuando tras el primer gobierno del doctor Fernández y su partido, el perredeísta fue electo presidente con el 49.85 por ciento de los votos en la primera vuelta.

Pero yerran tanto los peledeístas como los perredeístas que pretenden extrapolar las situaciones, pues hay diferencias fundamentales. Hace 11 años había tripartidismo y el tercer candidato fue nada menos que el  caudillo reformista Joaquín Balaguer, quien obtuvo casi la misma votación que  Medina, cada uno con más del 24 por ciento. En la última elección presidencial, del 2008, el reformismo no llegó al 5 por ciento.

El Partido Revolucionario Dominicano de ahora no es el del 2000, cuando  despertaba más ilusiones de alternativa y venía de dos elecciones en que había aparecido como víctima. La del l994 por el fraude de Balaguer y la del 96 por la alianza PLD-PRSC para cerrarle el paso al doctor Francisco Peña Gómez, quien en la primera vuelta obtuvo 46 por ciento y en la segunda 48 por ciento. Peña moriría en 1998 dejando su partido en la cúspide de la popularidad por lo que barrió en los comicios congresuales y municipales de ese año.

 Es obvio que el PLD de ahora tampoco es el mismo del 2000 y ha perdido buena proporción de su crédito, pero también ha aprendido las “malas artes” del poder y las utiliza con ventajismo en los comicios. Creer que Leonel Fernández preferiría la derrota de Danilo puede ser otro error, porque nada le garantiza que a él y los suyos queden  mejor saliendo del poder. Sus riesgos serían mayores con otro partido en el gobierno.

Medina no tiene el carisma de Mejía, pero en los últimos años es un político más depurado y ha cultivado una amplia red de apoyo externo a su partido, con un discurso propositivo como casi ningún otro político dominicano. Aunque desde luego, cargaría el peso muerto del desgaste del PLD gobernante. Más aún si en aras de buscar el apoyo de Leonel postula a Margarita Cedeño  para la vicepresidencia, lo que le restaría posibilidades de diferenciarse como nueva opción.

Adiós a las turbulencias

Para analistas y observadores las perspectivas dan la razón a Danilo Medina que aún cuando el proyecto continuista tomaba fuerzas sostenía que se trataba de turbulencias destinadas a disiparse y que cuando pasaran la nave peledeísta se estabilizaría y él sería el candidato presidencial.

No faltaron advertencias de que el casi imposible proyecto continuista beneficiaba a Medina, por cuanto él corría casi solo mientras sus competidores esperaban la definición del presidente Fernández. En un escenario sin el mandatario las encuestas de los últimos meses han otorgado a Medina más del 50 por ciento de las preferencias para la candidatura presidencial en el 2012. Sólo Margarita Cedeño le hizo sombras y en algún momento le superó.

Y no es que entre los otros cinco competidores falten quienes le pudieran disputar la nominación a Medina. Ahí está el vicepresidente Alburquerque, que a fin de diciembre fue lanzado bajo la consigna de que “desde que el mundo es mundo, después del primero va el segundo”, pero luego aparentemente abandonado a su suerte cuando tomó impulso el proyecto de la primera dama.

José Tomás Pérez es de los que ha hecho mayor trabajo en las bases peledeístas y mantiene buena imagen. Francisco Domínguez Brito es una opción novedosa y refrescante, y quedan todavía Franklin Almeyda y Radhamés Segura, dos militantes de méritos partidarios.

Sin embargo, la convicción general es que ya resultará difícil que alguno de ellos pueda alcanzar a Medina en menos de dos meses que restan de la precampaña. Hasta entre seguidores del presidente Fernández cunde el sentimiento de que será muy difícil cerrarle el paso al economista e ingeniero químico sanjuanero. No se descarta una avalancha detrás del favorito, por ese sentimiento de cuerpo que tienen los peledeístas, que los hace renuentes a romper el consenso grupal, y por el deseo de alejar conflictos que pudieran poner en peligro su disfrute del poder.

 

Leonel insiste en deshojar Margaritas

Por Juan Bolívar Díaz
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El lanzamiento de la precandidatura presidencial de la doctora Margarita Cedeño, esposa del presidente Leonel Fernández, ha elevado las tensiones a los máximos niveles en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), donde esperan el cumplimiento de una promesa del líder de que ella no correría.

Temen la materialización de la consigna de que “con ella seguimos con él”, y se revela que el continuismo tenía menos respaldo del que se presumía en los altos niveles del partido morado ahora preocupados porque una imposición pudiera poner en peligro la unidad y las posibilidades de retener el poder en los comicios del 2012.

Dispara las tensiones.  La maquinaria reeleccionista liderada por los “ingenieros constitucionalistas” se repuso rápidamente de la decisión anunciada el viernes 8 de abril por el presidente Leonel Fernández de no correr la aventura de una repostulación  y tras una intensa promoción de la primera dama Margarita Cedeño lograron 40 horas después su inscripción como precandidata presidencial del PLD.

Desconciertos, temores y rechazos abiertos y solapados se han producido en el liderazgo tradicional del PLD, donde a la doctora Cedeño no se le atribuyen mayores méritos políticos que los de ser la esposa del Presidente de la nación, aunque nadie se atreve a discutir su derecho a aspirar a la candidatura presidencial. Hay quienes aseguran que ni uno sólo de los otros seis precandidatos está conforme con la decisión, convencidos de que el primer mandatario no podrá cumplir el papel de neutralidad, sin inclinar la balanza hacia alguno, como prometió en su discurso de declinatoria.

Dirigentes peledeístas de larga data están convencidos de que la precandidatura de la primera dama generará “mucho ruido al interior del partido”, que podría ser debilitado y hasta fragmentado en caso de una victoria que muchos verían simplemente como imposición del poder presidencial, una especie de que “con ella seguimos con él”, como se acuñó hace meses cuando algunos comenzaron a promoverla.

El rechazo incluyó al influyente aliado peledeísta Vincho Castillo, quien el domingo llegó a anunciar su separación del bloque gubernamental donde él detecta que tiene lugar “un baile de puñales”.

Contribuyó a las inquietudes el hecho de que la precandidatura fuera una iniciativa de los mismos que durante los últimos meses promovieron ardientemente la reelección del presidente Fernández aún a contrapelo de la prohibición constitucional, y no faltan quienes la consideran una nueva maniobra del mandatario,  un nuevo ajedrecista de la política nacional, con tanta sagacidad y ambición del poder como el desaparecido Joaquín Balaguer.

Sorpresa del Comité Político.  Siempre se creyó que el doctor Fernández tenía un dominio completo del Comité Político de su partido, integrado por 25 miembros, y que donde podría tener dificultades para encontrar apoyo a su repostulación era en el Comité Central con 403  integrantes, pero fue sorprendente la afirmación del doctor Euclides Gutiérrez, recogida por HOY (página 5-A del lunes 11) de que la mayoría del órgano ejecutivo “no estaba de acuerdo”. Otro miembro del organismo precisó que además de Gutiérrez no la favorecían otros 13, entre ellos Danilo Medina, Reinaldo Pared, Franklin Almeyda, José Tomás Pérez, Carlos Amarante Baret, Lidio Cadet, Radhamés Segura, Radhamés Camacho y Cristina Lizardo.

Tampoco favorecieron la precandidatura de Margarita Cedeño cuando el Comité Político se reunió el sábado 9, en víspera de la proclamación de los precandidatos. Allí se aprobó una plancha única a ser presentada al Comité Central con los seis abiertos aspirantes: Danilo Medina, José Tomás Pérez, Rafael Alburquerque, Francisco Domínguez Brito, Franklin Almeyda y Radhamés Segura.

Tras la aprobación fue el propio presidente y líder del PLD quien advirtió que no se podía impedir la presentación de otra candidatura ante el Comité Central. Felucho Jiménez sorprendió al responder que a lo mejor proponían a Temístocles Montás, lo que fue rápidamente rechazado por este. Y entonces dijo “Leonel, pues será a tu mujer”, para a continuación advertirle que era una jugada riesgosa, pues si perdía sería una derrota para él y si ganaba, sería una victoria pírrica, pues se consideraría una imposición presidencial.

La versión, confirmada por dos de los presentes indica que entonces el presidente Fernández prometió que en caso de ser propuesta y aprobada, su esposa no correría, dando garantías de que no será precandidata.

Ante tal promesa, Danilo Medina, presente en ambas instancias,  habría instruido a sus seguidores a no desairar a la doctora Fernández y aprobar su precandidatura. El diputado Frank Soto cuestionó su militancia partidaria y  Rubén Peña pidió que se votara de nuevo para contarle los votos pues creía que no  había sido aprobada, lo que fue rechazado por el secretario general Reinaldo Pared.

El Aníbal dominicano.  De lo que hay pocas dudas es de que la postulación de la primera dama por los mismos que pretendieron la inconstitucional reelección, no es ajena a la voluntad del primer mandatario  a cuya inteligencia no podía escapar que  provocaría un gran ruido, cuando apenas la sociedad salía del sobresalto del intento continuista y está pendiente aún de la prometida rectificación de la aprobación inconstitucional de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura y de la observación presidencial a la del Tribunal Constitucional, de las que no se volvió a hablar esta semana.

Aún entre partidarios de Leonel Fernández se le atribuye una tendencia a sobre estimarse, por su convicción de que en el país son muy pocos los que conceptualizan, y por el creciente aislamiento en que se ha sumido, rodeado de áulicos, y cada vez más distante de quienes pudieran hacer el papel de conciencia crítica.

Como todo un maestro del ajedrez, el Presidente pasaría horas frente a su tablero hilvanando jugadas para mantenerse en medio del baile y que todos los concurrentes estén pendientes de su voluntad de gran estratega que al declinar la repostulación que le estaba prohibida se comparó con el legendario general cartaginés Aníbal Barca, que según expresó se detuvo a la puerta de Roma, pudiendo tomarla, por temor a destruirla.

Se trata de una especulación sin fundamento objetivo, pues lo más socorrido es que ciertamente el voluntarioso y genial estratega militar alcanzó numerosas victorias ante de acercarse a Roma con un ejército ya diezmado que había perdido la mitad de sus 60 mil hombres y caballos y 37 de sus 38 elefantes en el fatigoso rodeo de Italia a través de los Pirineos y los Alpes partiendo de la península Ibérica.

Durante más de una década Aníbal mantuvo posiciones en Italia esperando refuerzos que nunca le llegaron. Se cree  que fue una sabia decisión no intentar asaltar la capital imperial, pues habría adelantado el suicidio en que terminaría su legendaria vida más de tres décadas después en el  año 183 antes de Cristo, tras haber sido reducido y humillado, lo mismo que su pueblo, por el imperio romano. –

Un globo de ensayo

En círculos peledeístas donde se había respirado con alivio tras el final del proyecto continuista, hay decepción con la postulación de la doctora Cedeño, y hasta entre fieles seguidores del líder Fernández se expresan seguridades de que “eso a lo más que llega es a un globo de ensayo”. Hay quienes creen que se inscribió la candidatura para ver la reacción en el partido y de la opinión pública.

La generalidad de los análisis y comentarios no discuten los derechos de Margarita Cedeño, pero coinciden en que hace imposible la neutralidad que prometiera el presidente Fernández. En internet han circulado montajes fotográficos donde sintetizan en uno solo los rostros de la pareja presidencial. Mientras el escritor Andrés L. Mateo sostenía el jueves en su columna de HOY que “la candidatura de Margarita es la medida de una pasión bien visible por el poder, que cuajó en desmesurada”, porque “el verdadero candidato es él, Leonel Fernández”.

Para otros la postulación se corresponde con la decisión que atribuyen al doctor Fernández de impedir a toda costa el triunfo de Danilo Medina, por haber tenido la osadía de disputarle la candidatura presidencial en el 2008. Más suave es la interpretación de que tiene por objeto demostrar a los precandidatos quién reina en el PLD.

El presidente podría estar esperando el resultado de alguna encuesta para decidir si disuade o no a su esposa de seguir en la carrera por la nominación presidencial del PLD, sin descartar una alianza con algún otro precandidato que garantice competitividad frente al reconocido empuje de Medina. Y finalmente queda el recurso de lograr que Danilo Medina le oferte la candidatura vicepresidencial, “en aras de garantizar la unidad del partido y el apoyo del presidente y su gobierno”. Entre seguidores de éste, incluyendo a comentaristas de radio y televisión, se comparte la fórmula Danilo-Margarita.

 

Discurso de Leonel definirá su camino

Por Juan Bolívar Díaz
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Convencidos  de que se le agota el tiempo para las ambigüedades, tanto  seguidores como antagonistas del Presidente Leonel Fernández están esperanzados  de que en su discurso del próximo domingo 27, el Mandatario decidirá si transita o no el camino del continuismo.

También se espera que el  presidente de la República apele a algunos recursos para restar presión a la caldera social y responda a crecientes demandas e insatisfacciones como las recogidas por los obispos dominicanos en su carta pastoral con motivo de la festividad de la Independencia Nacional.

Se le agota el margen.  El sociólogo César Pérez en su  artículo publicado el miércoles en HOY,  recoge  la convicción general de que al presidente Leonel Fernández se le está agotando “el margen de maniobra del juego reeleccionista”, presionado por factores tanto internos como externos a su propio partido.

Por esa razón son muchos, seguidores como adversarios, los que tienen la  expectativa de que Fernández  aprovechará su comparencia del próximo 27 de febrero ante las cámaras legislativas, para despejar las incertidumbres generadas por el movimiento que promueve su reelección.

La ocasión suele ser tradicionalmente  propicia para que los mandatarios definan el curso político del último año del cuatrienio gubernamental, período en que los partidos se adelantan a celebrar elecciones primarias para escoger su candidato presidencial con un año de anticipación a los comicios. El presidente Joaquín Balaguer pudo retrasar esa indicación hasta pocos meses antes de las elecciones porque nunca tuvo competencia interna y porque la Constitución no prohibía la reelección presidencial.

El discurso-informe a la nación ocurrirá cuando en el propio partido del Mandatario, el de la Liberación Dominicana (PLD), aumenta el reclamo para  que se decida sobre el clamor de sus más ardientes seguidores, de que intente una repostulación no obstante la prohibición conteniad en la nueca Carta Magna.

Fernández tiene la presión que representan seis dirigentes de su partido que aspiran a sucederlo en la candidatura presidencial. Son ellos el vicepresidente Rafael Alburquerque, Danilo Medina, José Tomás Pérez, Franklin Almeyda, Francisco Domínguez Brito y Radhamés Segura. Con la excepción de Medina, todos han expresado de alguna manera que abandonarían sus aspiraciones si el doctor Fernández decide optar por un tercer período de gobierno consecutivo y cuarto de su carrera.

Ansiedad en el PLD.  La ansiedad es creciente en el partido de gobierno donde una gran mayoría desearía que el Presidente pueda repostularse, aunque muchos reconocen que tendría que vencer el escollo constitucional. Pero cada semana son más los que advierten que el tiempo corre contra el proyecto continuista porque tanto dentro como fuera del partido se generaliza la convicción de que su suerte es incierta.

Varios de los precandidatos presidenciales peledeístas han expresado públicamente sus expectativas de que la Comisión Política decida convocar al Comité Central a más tardar en marzo, para decidir quiénes competirán por una candidatura que tradicionalmente se define en mayo, un año antes de las elecciones.

Pero esta semana hubo algo más, no sólo que Medina recordó el plazo tradicional, sino que el secretario general del partido, Reinaldo Pared Pérez, y el precandidato Franklin Almeyda asumier que Fernández además de buscar la candidatura, también será un árbitro moderador de  la elección primaria.

Pared Pérez, también presidente del Senado, respondió cuestionamientos periodísticos sobre la reciente promoción del vicepresidente  Alburquerque para la candidatura presidencial utilizando la fotografía del presidente Fernández, y rechazó que éste tenga el aval del mandatario. Llegó a decir, como lo consignaron los diarios del martes 15, que el líder del PLD “sería incapaz de apoyar a alguien por encima de los demás. Más bien él se dedica a velar porque la unidad del partido quede intacta después de estos comicios”.

El secretario general y otros altos dirigentes peledeístas,  algunos tan cercanos al presidente como Temístocles Montás y César Pina Toribio, ministros de la Presidencia y de Economía, respectivamente, son de los que no han mostrado simpatía alguna con el proyecto continuista que encabezan los “ingenieros constitucionalistas” Félix Bautista y Freddy Pérez. Más bien se inscriben entre quienes discretamente expresan su convencimiento de que el mandatario no escogerá ese “aventurero camino” .

Tiene que desactivar la caldera.  Hay quienes creen que el presidente Fernández todavía podría seguir jugando a ganar tiempo antes de despejar la ruta para la candidatura presidencial de su partido, aún a riesgo de seguir sacrificando las posibilidades de quienes le subordinan su precandidatura, y de seguir beneficiando a  Medina, que es el único decidido y quien encabeza por mucho las encuestas excluyendo al líder del partido.

Lo que no podrá ignorar el Mandatario son el descontento de la gente por las  generalizadas de precios y los reclamos de incremento salarial que han matizado el comienzo de este año, generando protestas sociales en diversas regiones.

También tendrá el Presidente, sobre todo si deja abierto el camino al continuismo, que poner atención a las grandes insatisfacciones reflejadas por la Conferencia del Episcopado DominicanoCarta  publicada el jueves, donde se   denuncia un “estado de incertidumbre, desigualdad social, pobreza, delincuencia, deficiencia educativa, violencia, impunidad, destrucción y contaminación del ambiente, pérdida de valores e identidad”.

El grito episcopal subió de tono para proclamar que “en esta situación de atracos, sicariato, narcotráfico, participación de autoridades en actos delictivos, corrupción administrativa, politiquería clientelista, inseguridad ciudadana, no podemos construir un país libre, soberano e independiente  tal como lo soñara el Padre de la Patria Juan Pablo Duarte.

En el contexto político llamó la atención que los obispos concluyeran su carta pastoral llamando a que “Hagamos valer nuestra Constitución” y a que “superemos la gran brecha que separa el discurso de la realidad, la teoría de la práctica” y a “construir un estado de derecho, donde se pongan en práctica los principios de nuestra Carta Magna y se guarde el debido respeto a las leyes.

Más presión. El presidente tendrá la presión ademásde un déficit fiscal que retrasó hasta el pago salarial en enero, y excedió los compromisos  del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que le ha requerido una nueva “carta de intención que reitere las políticas para el 2011 en línea con el programa”.

¿Un último aliento?

Mientras duró el largo viaje presidencial de dos semanas por Suiza e India y con la velocidad que tomó la promoción del vicepresidente Alburquerque sobre la base de que “después del primero va el segundo”, creció la convicción de que “Leonel no está en eso de volarse su propia Constitución”. Pero un veterano dirigente peledeísta aseguró esta semana que tras el retorno del mandatario “lo de Alburquerque fue frenado”.

Un dirigente de tanta experiencia y conocimientos marrulleros como Luis Incháusti, no se arredró para decir por Teleantillas el jueves que hay funcionarios  que han hecho grandes   fortunas y ahora  temen hasta de sus propios compañeros de partido, por lo que empujarán hasta lo indecible para que Fernández se mantenga en el poder. entendiendo que sólo él les garantiza continuar en el poder, y que requieren algunos años más para terminar de lavar sus fortunas.

La circunstancia de que no se haya podido aprobar la ley orgánica del Tribunal Constitucional, en el que muchos cifran esperanzas de que dictamine una procedencia de la repostulación del presidente Fernández, se ha considerado un tropiezo indicativo de lo abrupto que está el camino al continuismo por el artículo 124 de la Constitución.

Fue Félix Bautista quien en diciembre dijo en Nueva York que “ocho de los jueces que integrarán el Tribunal Constitucional entienden que el presidente puede reelegirse en el 2012”. En el mismo discurso anunció la búsqueda de 2 millones de firmas para un referendo sobre la reelección, lo que comenzó a ejecutarse al concluir el año.

Aunque ya hay consenso para que la ley orgánica del Tribunal Constitucional consigne la facultad de éste para conocer incluso las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, como establece la Carta Magna, todavía los oficialistas insisten en que puedan integrarlo abogados mayores de 75 años, lo que ha impedido la aprobación de la ley. Se cree que la insistencia oficialista tiene como objetivo llevar a la presidencia del nuevo organismo al doctor Rafael Luciano Pichardo, quien precisamente por ese límite de edad tiene que ser jubilado de la Suprema Corte.

 

La fuerte vorágine del continuismo

Por Juan Bolívar Díaz

Dos reuniones en menos de una semana en pleno Palacio Nacional, manifestación frente al Congreso Nacional, lanzamiento de volantes desde helicópteros, aumento de vallas y afiches y apertura de locales parecen indicar que la vorágine del continuismo se apodera de sectores del Gobierno y grupos de apoyo, especialmente provenientes del balaguerismo.

Mientras en sectores políticos y sociales aumentan las preocupaciones porque un precipitado movimiento reeleccionista, a un año y 9 meses de la próxima elección presidencial, distraiga la atención del Gobierno y genere incertidumbres institucionales que se reviertan en desconfianza y mayores problemas económicos.

Un remolino impetuoso.  Los acontecimientos de las últimas semanas parecen indicar que se ha desatado la vorágine del poder que, como remolino impetuoso, se aferra al continuismo por encima de consideraciones institucionales, políticas o económicas, como ha sido recurrente en la historia nacional.

Dos reuniones en el Palacio Nacional en menos de una semana, una manifestación en otro escenario privilegiado, frente al Congreso Nacional, al instalarse los nuevos legisladores, reparto de volantes desde helicópteros, proliferación de vallas y afiches en las vías públicas, y emergencia de nuevos grupos que propugnan por otra repostulación del presidente Leonel Fernández, con apertura de locales, han copado la atención pública.

Lo más significativo, para algunos observadores, han sido las dos reuniones efectuadas en una semana en el Palacio Nacional, la última el martes 17, encabezadas por el ex secretario de Obras Públicas y dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, ingeniero Freddy Pérez, y el hasta el jueves director del Instituto Agrario Dominicano,  Héctor Rodríguez Pimentel, que han incluido a la gama grupal en que se han dispersado los dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano.

Llamó la atención la “destitución” de Rodríguez Pimentel del IAD, lo que los más optimistas interpretan como una señal de freno del presidente Fernández, aunque no faltan maliciosos que consideran que lo están relevando de responsabilidades administrativas para que, con el mismo cargo inorgánico de Ministro sin Cartera que ostenta Freddy Pérez,  pueda dedicarse a tiempo completo a promover el continuismo. Empero, para Rodríguez Pimentel, a quien el director del Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa bautizó como “corrupto patológico”, debe ser un castigo quedarse sin un cargo donde se maneje fondos y pueda pagar a cientos de sus activistas.

Pérez y Rodríguez no sólo han utilizado el Palacio Nacional para reuniones políticas, en violación de la Ley de la Función Pública (inciso 9 del artículo 83), sino que se han regodeado haciendo declaraciones. Rodríguez  anunció allí el martes la apertura del primer local de su “Corriente Balaguerista” de 35 que, según dijo, instalará en todo el país para promover la continuidad del presidente Fernández.

Calma en el PLD.  En los ámbitos del PLD han tomado con calma los aprestos reeleccionistas, incluidos  quienes se oponen resueltamente, como los que promueven la candidatura de Danilo Medina, empeñados en evadir la confrontación. Han sorprendido pronunciamientos continuistas como el del ahora senador por Santiago, Julio César Valentín, hasta la pasada semana presidente de la Cámara de Diputados, y quien fuera vicepresidente de la Asamblea Nacional que aprobó la “Constitución de Leonel” que prohíbe la reelección consecutiva.

Aunque se afirma que más de la mitad de los 25 miembros del Comité Político no favorece otra reelección, la  generalidad de los dirigentes peledeístas guarda discreto silencio. Se estima que si Fernández se decide terminaría imponiéndose, aunque con un costo en la unidad y la coherencia del partido. Se cree que el propio Fernández ha alentado la campaña reeleccionista con sus declaraciones públicas, primero la de Colombia, donde dijo que a un presidente de alta popularidad no se le debería vetar la reelección, y luego la del 3 de julio en almuerzo con periodistas dominicanos cuando dijo que no podía impedir la promoción pese a la prohibición constitucional porque la decisión “en última instancia la tiene el pueblo”.

Franklin Almeyda y José Tomás Pérez, además de Medina, han definido claramente su decisión de buscar la candidatura presidencial del PLD para el 2012. Se dice que también aspiran Francisco Javier García y Radhamés Segura, y es pública la promoción de la primera dama Margarita Cedeño de Fernández. Se señala también a Jaime David Fernández y al vicepresidente Rafael Alburquerque, pero éstos han evadido confirmarlo.

Almeyda declaró esta semana que el presidente había pedido a los precandidatos que esperen la proclama del Comité Político que a principios del 2011 debe abrir un período de precampaña y proponer precandidatos para escoger a mediados del año. Pero hay quienes creen que eso no es posible en tanto arrecia la campaña reeleccionista, en tanto José Tomás Pérez dice que él declinaría si Leonel decide repostularse.

Mientras tanto, una “Cruzada por el Progreso” anuncia que buscará un millón de firmas para reivindicar “la soberanía del pueblo”, y emergen grupúsculos que buscan subirse al carro del continuismo, como un llamado Movimiento Estrellas Rojas que se reunió la semana pasada en un viejo restaurant capitalino.

Incertidumbre a la vista.  En los más diversos sectores sociales se expresan temores de que el movimiento continuista, a contrapelo de la flamante Constitución, cree incertidumbre que desvíe la atención de los problemas nacionales y distraiga el Gobierno, como ocurrió en la segunda mitad del régimen que presidió Hipólito Mejía.

Los temores aumentan en la medida en que hasta abogados reconocidos como Jottyn Cury hijo, empiezan a publicar artículos sosteniendo la viabilidad constitucional de la reelección. A ello se atribuye que un hombre tan cauto como monseñor Agripino Núñez Collado sostuviera esta semana que la nueva Constitución “es un valladar a la reelección presidencial”.

En igual sentido se manifestaron  el miércoles el experto en derecho constitucional y hasta hace poco embajador en Washington, Flavio Darío Espinal,  el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños, y el experto constitucionalista Cristóbal Rodríguez Gómez, quienes coinciden en que para que el presidente Fernández pueda repostularse tendría que modificarse de nuevo la Constitución, lo que estiman difícil y conflictivo, dado que la nueva carta magna fue también fruto de un pacto avalado por los dos principales partidos.

Son muchos los que todavía albergan esperanza de que el presidente Fernández no quede atrapado en la vorágine continuista confiando en su talento político y capacidad de ponderación.

Cada día son más los que creen que por el momento está tocado por el virus del providencialismo y está dejando correr la bola hasta ver si se vuela la valla.

Activistas a la carga

El principal promotor de la reelección que quedó prohibida en la Constitución promulgada en enero por el propio presidente Fernández, es el ingeniero Freddy Pérez, quien fuera secretario de Obras Públicas desde el 2004 a agosto del 2007, cuando fue sustituido por el actual ministro Víctor Díaz Rúa. Ambos han sido tesoreros de campañas del PLD y  objeto de denuncias sobre supuestas sobrevaluación de obras. Díaz Rúa es también de los que han proclamado su apoyo a otra repostulación del doctor Fernández (El Nacional del 20 de julio pasado).

Al entusiasmo de Pérez se le atribuyen las vallas que han aparecido en carreteras y avenidas  proclamando “el destino” del líder del PLD, “que no se pertenece” o que ha dado su apellido al país, el cual “Reyna por él”. A su activismo se le atribuyen también las manifestaciones reeleccionistas que acompañan las actividades públicas del primer mandatario en los últimos meses, incluido el “cálido recibimiento” de que éste fue objeto cuando visitó territorio haitiano al finalizar julio. Afiches a colores de Fernández Reyna fueron levantados “espontáneamente” por cientos de haitianos que los recibieron de activistas dominicanos, gratificados con billetes haitianos y dominicanos de cien pesos.

La campaña diseñada cuenta con la integración de múltiples grupos reformistas, para los cuales “la reelección siempre ha sido un principio balaguerista”, al decir de Rodríguez Pimentel. En las reuniones del Palacio Nacional  han participado dirigentes de la categoría de Amable Aristy, Rogelio Genao, Rafaela Alburquerque, Humberto Salazar, Leoncio Almánzar y Modesto Guzmán, los últimos tres funcionarios del Gobierno.

Se ha dicho que Pérez busca como tropa de asalto a los reformistas por la experiencia que acumularon en las reelecciones de Joaquín Balaguer. Modesto Guzmán declaró tras la reunión del martes, que “un reformista que no sea reeleccionista, no es balaguerista”. Ellos apoyaron también la reforma constitucional del 2002 para que Hipólito Mejía pudiera repostularse en el 2004. Igual en 1998 cuando se intentó reformar la Constitución con el mismo objetivo. A mediados de agosto de ese año fue la célebre exhortación de Aristy Castro: “póngase los pantalones, presidente”.