Ministerio de Exteriores: gran relajo institucional

Por Juan Bolívar Díaz
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Con la publicación de la nómina completa del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) el periódico digital Acento puso de nuevo sobre el tapete el inmenso entramado de clientelismo, nepotismo, derroche y desorden institucional que desde hace años se ha entronizado en ese organismo en beneficio del partido gobernante y su principal aliado.

El Gobierno ya realizó una limpieza de botellas locales, en su gran mayoría de militantes y relacionados del Partido Reformista Social Cristiano, cuyo presidente, Carlos Morales Troncoso, fue titular del MIREX en los últimos diez años, y ahora tropieza con el problema de cientos de botellas de su propio partido con altísimos sueldos en el exterior.

Un persistente derroche. Tras revisar la nómina del MIREX publicada esta semana se puede comprobar que nada ha cambiado a casi tres años de que se publicara en esta misma página de HOY (22 de enero del 2012) el análisis titulado “RD también lidera el derroche diplomático”. Además de replantear el desorden, Acento presenta los salarios reales que se paga a los designados en el servicio exterior, ya que en la nómina anterior, como quedó consignado, todos los embajadores aparecían con un sueldo ficticio de 3 mil dólares mensuales.

Un aporte adicional es que en esta versión de la nómina es una columna donde aparece el padrino, parentesco o relación de muchos designados, lo que permite advertir el nivel de nepotismo y favoritismo político con su consiguiente grado de remuneración. La desigualdad salarial guarda relación con la categoría del político y el grado de familiaridad. Aquí también resalta la influencia del ingeniero Félix Bautista, quien habría tramitado un centenar de designaciones, en su mayoría recomendados por una comisión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en Nueva York, pero también más de una veintena de familiares y relacionados, incluyendo hermanos, sobrinos, primos y cuñados. Otros dirigentes peledeístas también apadrinan pero generalmente con una o dos designaciones.

Un total de 1,876 personas integran la nómina exterior de la Cancillería, 1,189 como diplomáticos y 657 en los consulados. Los primeros devengan 6 millones 366,524 dólares mensuales, que convertidos a pesos a tasa de 44.15 y multiplicados por 13 representan 3,664 millones de pesos anuales. En el servicio consular se paga el equivalente a 120 millones 168 mil pesos mensuales, que multiplicado por 13 ascienden a 1,692 millones 692 mil pesos para un total en ambos renglones de 5,356 millones de pesos anuales.

Desproporciones salariales. Cuando se observan los salarios se advierte un gran desorden, con embajadores que reciben desde 10 mil a 40 mil dólares mensuales. Y lo mismo ocurre con cónsules que oscilan entre 10 mil y 26 mil dólares, y ministros consejeros que ganan de 4,400 a 9,700 dólares, y consejeros de 4,132 a 8 mil dólares. Pero al mismo tiempo se encuentran primeros secretarios (de menor jerarquía) con sueldos de 10,825 dólares. Cuando se ponderan los nombres y patrocinios se encuentran las explicaciones.

Por ejemplo, el embajador en México, la segunda nación más grande y poblada de América Latina, tiene un salario de 11,825 dólares mensuales, pero el de Honduras gana 16 mil, el de Nicaragua 22 mil, el de Paraguay 28 mil y el de Colombia 30 mil dólares. El primero es un intelectual sin militancia partidista y los últimos cuatro tienen en común el ser dirigentes políticos.

Los salarios no guardan relación con la importancia política, poblacional, territorial o del intercambio bilateral, sino más bien con la militancia política o el grado de familiaridad, incluyendo esposas, hijos e hijas y otros relacionados de altos funcionarios del Gobierno, de la justicia, de legisladores y dirigentes políticos. En la misma ciudad de Ginebra hay embajadores con sueldos de 18 mil y 25 mil dólares. La cónsul en México, hermana de un prelado, gana más que el embajador. No se explican los altos sueldos de algunos cónsules que tienen altísimos ingresos de las tasas que cobran por servicios a los dominicanos, como en Nueva York, Miami o San Juan. Tampoco otros de 23 mil dólares, como el de Alameda, San Francisco de California.

Una proporción considerable del personal designado en el exterior pasa la mayor parte del tiempo en República Dominicana, y los hay que apenas han ido de visita a las sedes donde están adscritos. En múltiples embajadas y consulados no los quieren ni de visita, porque no tienen espacio donde colocarle un escritorio y solo obstruyen a los pocos que trabajan. Por ejemplo en Nueva York solo una docena de los 92 vicecónsules y asistentes consulares tienen escritorio y otros tantos se dejan ver. La gran mayoría se dedican a la política y a negocios y actividades personales.

Prometida reestructuración. Desde su discurso inaugural el presidente Danilo Medina se comprometió con una reestructuración del MIREX y de las relaciones internacionales. Desde el inicio quiso cambiar al titular del ministerio, pero terminó inclinándose ante el reparto partidista del poder. Fue en agosto, ya en víspera del fallecimiento del ingeniero Morales Troncoso, tras larga inhabilitación por enfermedad, cuando fue designado canciller el arquitecto Andrés Navarro.

Semanas antes ya había trascendido que inspectores de la Contraloría hacían un levantamiento del personal del ministerio, donde habrían detectado cientos de botellas, en su mayoría reformistas y familiares. Desde entonces se ha informado de cancelaciones oscilantes entre 700 y mil. El ministro administrativo de la Presidencia las cifró en “casi un millar”.

El nuevo canciller ha hablado de reestructuración y depuración de personal que abarcaría a los designados en el exterior, así como de una renovación integral de las relaciones internacionales.

Es sintomático que la depuración comenzara en el ámbito interno, donde el abultamiento de la nómina estaba determinado por los aliados reformistas. En el servicio exterior fueron designados por decretos del presidente Leonel Fernández, y en gran proporción son peledeístas. Persisten dudas de que se pueda hacer una profilaxis significativa.

Desde luego, hay en el servicio exterior muchos profesionales y personal que cumple la misión encomendada, como también hay subvalorados o desaprovechados que guardan banca en la lista de más de un centenar de embajadores adscritos a la Cancillería. Pero no hay dudas de que en general el MIREX es una muestra del desquiciamiento institucional provocado por el reparto político del Estado.

Consulados y organismos

En todas las embajadas dominicanas se mantiene un personal supernumerario, pero donde sigue liderando el derroche es en los principales consulados y ante los organismos internacionales. Hace tres años un muestreo de 16 de las embajadas más importantes, sin incluir a Estados Unidos, arrojaban un acentuado desbalance: ellas tenían 84 funcionarios en el país, mientras República Dominicana les había designado 442, es decir cinco por uno. La situación se mantiene con ligeras variantes, lo que se explica en el hecho de que la nómina de Acento es del 2012; la que dio base al análisis anterior era de solo un año antes.

Donde hay más dominicanos designados como diplomáticos y funcionarios consulares es en Estados Unidos con un total de 386, casi los mismos que hace tres años, cuando eran 384. La representación ante el Gobierno de Washington había bajado de 44 a 41 y en el consulado de Nueva York de 97 a 93. El Gobierno norteamericano ha rehusado acreditar muchos de esos funcionarios. Los designados ante las Naciones Unidas en Nueva York aumentaron de 63 a 74, una docena como embajadores adscritos, y ante la Organización de Estados Americanos, en Washington se redujo de 38 a 33. Son las mayores representaciones ante esos dos organismos. el consulado de Miami pasó de 54 a 57 designados, y en San Juan de 21 a 25, pero en Boston disminuyeron de 31 a 25.

Los designados en España crecieron de 89 a 116, especialmente en el consulado de Madrid, donde pasaron de 22 a 39. En Haití el personal dominicano aumentó de 64 a 109, en gran proporción en la embajada en Puerto Príncipe donde pasó de 31 a 51. En Colombia y Costa Rica, como muestreo, los dominicanos siguen siendo un número muy superior a lo que esos países tienen acreditados en el país, 32 contra 5 y 23 contra 4, respectivamente.

 

Crece y crece nómina

Por Juan Bolívar Díaz
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La nómina del servicio exterior dominicano es una muestra de por qué el país es líder mundial en malversación de los recursos públicos, con 1,163 funcionarios, de ellos 660 diplomáticos y 503 consulares, muchos de los cuales son auténticas cuotas del clientelismo político y el nepotismo, equivalentes a los de toda América Central.

La nación gasta en el servicio exterior más de cuatro mil millones de pesos anuales, con salarios que a veces superan los de los altos funcionarios de los países donde están acreditados, y compite con Estados Unidos en la representación en las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.

Líder diplomático y consular.  En términos proporcionales la República Dominicana lidera la representación diplomática y consular en el mundo, compitiendo con las grandes potencias económicas, poblacionales y territoriales, en una contundente expresión del derroche clientelista que sitúa el país como campeón mundial en malversación de los recursos públicos entre 142 naciones evaluadas en el índice de competitividad del Foro Económico Mundial.

Al 30 de noviembre pasado la nómina oficial del servicio exterior dominicano totalizaba 1,163 funcionarios diplomáticos y consulares designados en 54 países y 6 organismos internacionales, además de 113 embajadores adscritos al Ministerio de Relaciones Exteriores, que este año dispone de un presupuesto de 4 mil 937 millones de pesos, 100 millones menos que el año pasado.

Sólo en Estados Unidos el Estado paga 384 funcionarios, lo que según un embajador dominicano supera los acreditados por los seis países de América Central así como los de Brasil, una de las diez mayores economías del mundo, que posee 21 veces la población y 177 veces la extensión territorial de la República Dominicana.

Una considerable proporción de los funcionarios dominicanos en el exterior no reside en los lugares donde están designados, y por lo menos en Estados Unidos y  Colombia muchos no han recibido la acreditación diplomática o consular porque han excedido la proporción correspondiente. En el caso norteamericano se complica la situación porque muchos no califican al ser ciudadanos  estadounidenses o residentes, lo que en los últimos años ha causado tensiones entre las respectivas cancillerías.

Muchos diplomáticos dominicanos pasan la mayor parte del tiempo, y hasta trabajan, en el país. En muchas embajadas y representaciones consulares los designados asisten esporádicamente y en algunos lugares se les ha pedido que no concurran ya que no tienen espacio disponible ni para sentarlos. Es común que embajadores tengan cónyuges, hijos u otros familiares designados como diplomáticos o servidores consulares en el mismo país donde están acreditados.

Representación muy desigual.  La desproporción del cuerpo diplomático y consular dominicano acreditado en el exterior queda de manifiesto cuando se compara con los acreditados en la República Dominicana. De un muestreo de 16 países de los que se estableció el número de sus representantes en Santo Domingo, se alcanzó un total de 84, pero en esos países los dominicanos acreditados ascienden a 442, lo que arroja más de cinco por uno.

En la muestra se incluyen países tan ricos y enormes como Canadá, que tiene 8 funcionarios diplomáticos y consulares aquí, pero los dominicanos allá suman 46 entre la embajada en Ottawa (26) y los consulados de Montreal (16), Toronto (3) y Vancouver.

La desproporción es mayor con Haití, 64 a 6,  diez veces mayor la misión dominicana. España, seis a uno, donde la embajada dominicana cuenta con 30, y los consulados de Madrid 22, Barcelona 16, de Valencia 11, de Sevilla 8, e Islas Canarias 2, para totalizar 89, mientras los diplomáticos y consulares españoles aquí son 15.

Colombia ha rehusado acreditar más personal dominicano. Los designados allá son 30, contra 5 aquí. Las mayores desproporciones están con Jamaica, 14 a 1, con Trinidad Tobago 9 a 1, (cónsul honorífico). Y se dan casos como las islas caribeñas de Aruba, Curazao, Antigua-Barbudas, y Saint Maarten, donde la representación nacional es de 10, 9, 6 y 6 funcionarios consulares contra 0. La mayoría son vicecónsules que cobran hasta 200 dólares para legalizar cualquier documento a los miles de dominicanos y dominicanas trabajadores emigrantes a esos territorios.

Un país tan grande y rico como Argentina tiene en Santo Domingo apenas tres funcionarios: un embajador, un ministro consejero encargado de asuntos consulares y comerciales y un encargado de asuntos administrativos. En la embajada dominicana en Buenos Aires hay 15, un embajador, 4 ministros consejeros, 4 consejeros, cuatro secretarios de primera clase, una agregada cultural y un auxiliar.

Casi 5 mil millones anuales.  En el presupuesto del Ministerio de Relaciones Exteriores se consignan para  este año 4,937 millones de pesos, de los cuales 2,899 millones están destinados al servicio diplomático y 1,048 millones de pesos al consular, el resto se consume en las labores administrativas.

Pero los cónsules cobran también por servicios sumas que superan su presupuesto. Han perdido ingresos por la supresión de las facturas consulares, pero siguen cobrando sumas significativas por la certificación de documentos empresariales y personales, renovación y emisión de pasaportes y cartas de ruta y todavía en muchos países por emisión de visas, por las que llegan a cobrar hasta 300 dólares, aunque los sellos oficiales no alcanzan a diez dólares.

Todos los embajadores aparecen en la nómina oficial del ministerio con sueldos de 3 mil dólares al mes, pero esa cifra oculta la realidad de que, por otro lado, reciben asignaciones muy superiores por concepto de gastos de representación, viáticos, para vivienda y oficinas. La mayoría de los embajadores reciben entre 10 y 20 mil dólares mensuales, pero los hay que llegan hasta a 40 mil, como los casos de Washington y  Madrid, que junto a Puerto Príncipe son las únicas tres que tienen residencia y oficina propiedad del Estado dominicano.

Hay casos en que se pagan compensaciones desde el Banco Central, la Oficina de Promoción de Exportaciones, Turismo o la Presidencia de la República. En España, por ejemplo, lo que recibe el embajador supera el sueldo del presidente del gobierno español, que el año pasado fue de 84 mil euros. A la tasa de 1.29 dólar, equivale a 108 mil 360 dólares divididos entre 12 da 9 mil 30 dólares mensuales.

Los ministros consejeros también aparecen con sueldos subestimados de 2 mil dólares mensuales, los cónsules con 2,500 y los vicecónsules oscilan entre 2 mil y mil 500 dólares.

El Ministro de Relaciones Exteriores tiene un salario nominal de 300 mil pesos, los viceministros de 225 mil y 200 mil y los 113 embajadores adscritos a la cancillería reciben entre 59 mil 512 y 50 mil pesos mensuales.-

En las representaciones ante las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y en Estados Unidos es donde la República Dominicana aparece como líder mundial. En la sede central de la ONU, en Nueva York, hay 63 designados y 14 en la de Ginebra, para totalizar 77, de ellos 15 con rango de embajadores, 11 en la americana y cuatro en la europea. En la primera hay 15 ministros consejeros y 24 consejeros.

Los designados ante la OEA son 44, incluyendo 4 con rango de embajadores, 17 ministros consejeros y 16 consejeros. Un exembajador dominicano ante el organismo aseguró que sólo Estados Unidos podría aproximarse a esos números, advirtiendo que muchos de los norteamericanos son acreditados pero trabajan en  organismos estatales. En la embajada en Washington hay 38 designados, entre ellos 4 con rango de ministros consejeros y 17 como consejeros. En total 82 dominicanos están designados en esa capital, aunque algunos ni siquiera residen allí.

Pero en ninguna ciudad hay tantos designados como en Nueva York, donde suman 160, ya que a los 63 ante la ONU hay que sumarle 97 que integran el elenco del consulado dominicano en la gran urbe, de los cuales 35 son vicecónsules y 58 asistentes consulares. Sólo una veintena trabaja en realidad y el resto realiza actividades políticas o personales. Más de la mitad no han sido acreditados por el Departamento de Estado.

Otros consulados mayúsculos son el de Miami, con 54 funcionarios, entre ellos 23 vicecónsules, el de Boston con 31, de los cuales 18 son vicecónsules. En Puerto Rico son 33, con 21 en San Juan y 12 en Mayagüez, de los cuales 25 son vicecónsules.

En Haití el personal diplomático nombrado suma 31, entre ellos 9 ministros consejeros y 13 consejeros. A ellos se suman 33 en 5 consulados para totalizar 64. Además de los 5 cónsules, hay 26 vicecónsules.