El PRM necesita coherencia y disciplina para vencer el inmenso poder del PLD

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El principal partido opositor pareció superar el desafío de 7 diputados y del expresidente Hipólito Mejía a su Dirección Ejecutiva, pero sin poder aprovechar el descontento nacional frente a la garata y la imposición política que lidera el PLD   

                                                Por Juan Bolívar Díaz

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) pareció haber superado esta semana el desafío de siete diputados y sobre todo del expresidente Hipólito Mejía a su Dirección Ejecutiva por el sostenido rechazo a la imposición del padrón electoral abierto en la elección de las candidaturas, contenido en el proyecto de Ley de Partidos del Senado.

Sin embargo, se advierte que los perremeístas caen en la tentación de reproducir las luchas intestinas que destruyeron el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de donde procede la mayoría ellos, desperdiciando el descontento nacional que anhela una coherente y disciplinada adscripción a los principios y prácticas democráticas.

Casi se arma la de Troya

El PRM comenzó la semana con una crisis cuando uno de sus dos principales líderes, el expresidente Hipólito Mejía, emitió un declaración escrita expresando su «decisión de apoyar la modalidad de primarias abiertas» con el padrón nacional de electores, desafiando la posición contraria de su Dirección Ejecutiva y coincidiendo con el interés del grupo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que hegemoniza el poder, encabezado por el presidente Danilo Medina, y que busca imponerlo por encima de casi todos los partidos y de las expresiones de la sociedad civil.

El pronunciamiento de Mejía, el domingo 6, ocurrió cuando se había convocado para el día siguiente al órgano ejecutivo y a 7 diputados que el jueves 3 coincidieron con sus colegas danilistas en boicotear la sesión donde la Cámara de Diputados conocería el proyecto de Ley de Partidos aprobado el mes pasado por el Senado. Se hablaba de sancionar a los que desatendieron los reclamos del vocero de la bancada perredmeísta, Alfredo Pacheco.

Después de una reunión del presidente y el secretario general, Andrés Bautista y Jesús Vásquez, de sus relevos electos, José Ignacio Paliza y Carolina Mejía, y  del precandidato presdencial Luis Abinader con el también precandidato Hipólito Mejía, se anunció que éste, aunque prefería el padrón abierto, «como un demócrata acogería la línea del partido». Tras varias horas de reunión con los diputados, los siete  bajo cuestionamiento se comprometieron también a acatar la decisión de la Dirección Ejecutiva, tras asegurar que no estaban en desacuerdo con el fondo,  sino con la forma en que se condujo la frustrada sesión y que preferían que el proyecto fuera a comisión de estudio.

Inconsistencia de Hipólito

            Hasta ahora la dirección del PRM salió bien del trance, Mientras Hipólito Mejía quedaba como coherente defensor de las primarias abiertas, pero incoherente e indisciplinado dirigente partidario, ya que apenas 10 días antes, el 23 de abril, su vocero de prensa Andrés Matos había emitido un comunicado tras la difusión de una entrevista de enero donde defendía las primarias abiertas: «Luego el propio presidente (Mejía) ha reiterado que aunque está de acuerdo con las primarias abiertas, respeta y apoya la decisión del PRM, su partido, que aprobó que sean primarias cerradas», indicaba. La misma posición había externado en otras entrevistas de televisión y al periódico El Día el 23 de octubre.

Hipólito hizo un largo recuento de su apoyo a las primarias abiertas, señalando que en su gobierno promulgó la ley 286-04, donde se establecieron, pero no recordó que la Suprema Corte la declaró inconstitucional en el 2005. Relató gestiones ante el presidente Medina en el 2013 junto a otros dirigentes del PRD, asumiendo que el PRM, constituido después, tenía que seguir la misma línea. Y sostuvo que la aprobación del padrón cerrado  se produjo «Sorpresivamente, en una reunión de la Dirección, convocada sin agenda ´previa». Aunque fue hace 13 meses, en abril del 2017, él nunca la había objetado.

Por televisión, la doctora Milagros Ortiz Bosch, reconoció cambios de preferencias a causa del dominio de los mecanismos electorales que estableció el PLD, pero rechazó que el PRM lo aprobara de improviso. Entregó los informes de comisiones encargadas por la Dirección Ejecutiva para estudiar los proyectos de leyes de Partidos y del Régimen Electoral. La primera, de siete miembros, dos vinculados a Mejía  incluyendo a Salvador Ramos que la presidió, consignó en el punto 17, página 12, que «La elección de los candidatos será mediante el voto universal, personal, directo y secreto de la militancia de cada partido, con el Padrón de Militante de cada partido».

Unapérdida de tiempo

            Después de las reuniones del lunes, Hipólito Mejía no ha desmentido lo que se le atribuyó, de haber acatado la línea partidaria. Como él decía en su declaración que la decisión sobre el padrón no fue llevada a la Comisión Política del Comité Nacional para su ratificación, lo que él nunca solicitó, la salida pudo haber sido esa. Pero podría ser una simple pérdida de tiempo, ya que los seguidores de Abinader, firme opositor al padrón abierto, aparecen como mayoría en ese partido, según las encuestas y por el resultado de la reciente elección de dirigentes.

Una desautorización de la Dirección Ejecutiva, constituida por 50 miembros, hubiese constituido una catástrofe para el PRM que justamente encabeza un bloque de 11partidos que han mantenido una oposición cerrada al proyecto de los danilistas, y remitía directamente y sin amortiguamiento a las confrontaciones que destrozaron el antiguo PRD.

Otra expresión de la recurrencia de los antiguos perredeístas a la garata es la petición del secretario general Jesús Vásquez de que anulen la reciente votación para elegir los dirigentes, basado en irregularidades organizativas, como no haber entregado el padrón a todos los candidatos con anticipación o que hubo que diferir la votación en una diez por ciento de las localidades por retrasos logísticos.

Hasta ahora nadie ha denunciado exclusiones, dislocaciones o manipulación del padrón, y Vázquez, un veterano organizador, debió admitir que los fallos no fueron por manipulación ni engaño, sino fruto de prisa y deficiencias, El tenía suficientes méritos para haber sido escogido para repetir en el cargo, pero por «prudencia unitaria», que debió entender, los dos mayores líderes del partido sumaron fuerzas por Carolina Mejía para secretaria general y a José Ignacio Paliza para presidente.

Muy difícil de entender

            La detonación del conflicto por el padrón en el principal partido de oposición es difícil de entender cuando los organismos locales están eligiendo los delegados para culminar a principio de junio el proceso convencional que ha producido una  significativa renovación en la dirección partidaria nacional y local del PRM, algo que no ocurre hace muchos años en el sistema partidista.

Es comprensible que los seguidores de Danilo Medina, enfrentados a Leonel Fernández por el control del PLD, traten de imponen el padrón abierto para beneficiarse de  que el 23 por ciento de los electores reciben cada mes un ingreso del Estado. Pero es muy difícil de entender que todavía haya opositores que no se den cuenta que si los danilistas logran los dos tercios de los votos de los diputados, «conquistando» los 30 que les faltan para imponerle a todos  el padrón abierto, su paso inmediato sería la reforma de la Constitución, para lo cual se requiere la misma proporción.

Mucho peor es que con todas las desventajas que confrontan, los dirigentes del PRM no puedan interpretar el sentimiento nacional que reclama unidad, coherencia y firmeza para limitar el desmesurado control que el PLD ha impuesto sobre el Estado y la sociedad, hasta el extremo de plantear que lo de la ley de partidos es un asunto exclusivo  de Danilo Medina y Leonel Fernández. Las encuestas indican una mayoritaria desconfianza de a ciudadanía en el sistema partidista, y sin revertirla significativamente no hay posibilidad de cambio alguno. Sin eso ni todos los partidos juntos desplazan al PLD.

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La única opción de los diputados  

En cuanto al proyecto de Ley de Partidos aprobado por los senadores, el miércoles la Cámara de Diputados agotó la única opción que tenía sin previo acuerdo político: enviarlo a la comisión que ya venía estudiando las dos piezas de reformas electorales, pues  ninguna de las dos posiciones sobre el padrón puede conseguir las dos terceras partes de los votos ni para modificar el proyecto de los senadores, ni para rechazarlo o aprobar otro.

Quedó evidente que la ausencia del bloque danilista la semana anterior fue una maniobra política, tal vez para medir cuántos diputados del PLD y el PRM estaban dispuestos a seguirlos. Con ellos fuera, los demás podrían completar el quórum, lo que hubiese ocurrido con todos los del PRM. Pero en tal caso entraban de inmediato los gobiernistas para evitar que dos tercios de esos decidieran. Para evitarlo, el jefe de esa bancada se mantuvo dentro del salón, aunque escondiera la cabeza cuando pasaban lista.

El balance de la maniobra fue que no le desertó ni uno a Leonel, y que los 7 del PRM se arrepintieron. Con todo hay quienes siguen apostando a que «el presidente se impondrá como quiera y a cualquier costo», Mientras todo indica que pasará semanas para el siguiente capítulo del drama político, ya que la presidencia de los diputados está en manos del experimentado y firme leonelista Rubén Maldonado, hasta el 16 de agosto.

Hipólito en un laberinto; debería apoyar a Abinader

Por Juan Bolívar Díaz
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Las encuestas y la opinión pública marcan una amplia ventaja para Luis Abinader en la competencia por la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y lo señalan como el de mayores posibilidades de encarnar una alternativa ante la maquinaria política del poderoso Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

El escenario luce desfavorable para el expresidente Hipólito Mejía, quien arriesga demasiado en una competencia a la que entró empujado por su entorno político, cuando él mismo contemplaba apoyar a Abinader y convertirse en el líder que requeriría el proyecto de frente electoral concebido como “Convergencia por un Mejor País”.

Abinader se afianza. La última encuesta Gallup-HOY, publicada la semana pasada, muestra que Luis Abinader mantiene un progresivo afianzamiento en sus aspiraciones de ganar la candidatura presidencial de su partido, que ya se marcaba en las cinco investigaciones anteriores del 2013 y 2014, y ahora aparece como el político opositor con mayores preferencias de cara a los comicios del año próximo.

En esta encuesta el economista Abinader supera al agrónomo Mejía 45 a 16 por ciento en el universo, y 69 a 28 entre quienes dijeron simpatizar por el PRM en respuesta a la pregunta de quién cree que debería ser candidato presidencial en 2016. En la totalidad de los encuestados casi lo triplica, con diferencia de 29 puntos. Entre los perremeístas, que deberán elegir candidato presidencial el 29 de marzo próximo, la diferencia es mayor, de 41 puntos.

En escenarios frente a candidaturas de Danilo Medina, Miguel Vargas y Guillermo Moreno, Abinader registra 13% y Mejía 11 por ciento, y cuando se sustituyó a Medina por Leonel Fernández, la diferencia se amplía 24 y 18 puntos. En todas las preguntas el economista queda mejor parado que el agrónomo: en opiniones favorables 33 a 20; en desfavorable 41 a 70.

En la encuesta CID Latinoamérica publicada en HOY esta semana también sale adelante en imagen favorable y muy favorable de las personalidades del PRM, 45 a 34 por ciento; y en imagen desfavorable o muy desfavorable 46 a 64%.

Abinader queda bien posicionado también cuando Gallup preguntó a los encuestados a fines de enero pasado por cuál de los posibles candidatos a la presidencia nunca votarían. Su tasa negativa fue apenas de 0.7 por ciento, empatado con el presidente Medina, quien registró 0.8. Hipólito encabeza el rechazo con 41 por ciento, seguido de Leonel con 31 y Miguel Vargas 11%.

Tras lanzamiento de Hipólito. Es significativo que las diferencias entre ambos precandidatos se va ampliando progresivamente en la serie de seis encuestas Gallup-HOY desde el 2013. En la anterior, agosto del 2014, el universo favoreció a Abinader 36 a 13 por ciento, con 23 puntos de diferencia. En esa oportunidad no se segregaron los partidarios, tal vez porque estaban en proceso de constituir el nuevo partido. En la penúltima, de mayo 2014, ya se ratificaba la tendencia pero con menores diferencias: 27 a 21 por ciento en el universo y 44 a 32 entre sus partidarios.

La Gallup-HOY, del 16 al 23 de enero es la primera de la serie que se publica después que Hipólito se lanzara abiertamente tras la candidatura presidencial del PRM, y aunque apenas a semanas de que lo anunciara, a mediados de diciembre, ya llevaba varios meses recorriendo el país. Es significativo que en vez de mejorar su posicionamiento frente a Abinader, se hayan ampliado tanto sus desventajas.

Los que favorecen la precandidatura del expresidente, reivindican el 47 por ciento de los votos que obtuvo en el 2012 aún compitiendo con todo el poder y el enorme dispendio y reparto del Gobierno del PLD, que ese año registró un exceso presupuestario de 156 mil millones de pesos, solo en el Gobierno central, y unos 200 mil por todo el Estado. Pero no toman en cuenta las dos derrotas consecutivas de Mejía tras su presidencia 2000-04 y que en el 2016, con 75 años de edad, volverá a competir contra la misma maquinaria de poder.

¿Una expectativa fallida? Tanto entre sus más ardorosos seguidores como entre analistas políticos y observadores se esperaba que el inicio de la campaña abierta por la candidatura del PRM daría un fuerte aliento a los registros de Mejía en las encuestas, lo que todavía no se debe descartar, aunque apenas faltan cinco semanas para la fecha en que se ha pactado la votación primaria del PRM, el domingo 29 de marzo.

Las esperanzas de los hipolitistas se han fundado en que se repetiría el proceso para la elección presidencial anterior, cuando en marzo de 2011, “llegó papá”, derrotando a Miguel Vargas que tiempo antes le llevaba gran ventaja en las encuestas. Pero ahora hay diferencias importantes. Aquella vez el competidor había perdido la elección presidencial anterior y la congresual y municipal del 2010, había pactado con el presidente Fernández la reforma constitucional y se alejó progresivamente de las posiciones históricas de su partido.

Tampoco fue una sorpresa la victoria de Mejía. En “El Tema de Hoy” del 6 de marzo de 2011 el subtítulo rezaba “Un resucitado Hipólito Mejía aparece como favorito en la elección primaria de hoy retando el control de la maquinaria partidaria atribuido a Vargas Maldonado”. El vaticinio se fundamentaba en que a mediados de febrero la Gallup-HOY le había dado una ventaja de 11 puntos en las preferencias del universo frente a Vargas, y de 21, con 60.6 a 39.0, entre los que se decían perredeístas. Se citaban otras cuatro encuestas que otorgaban amplísimas ventajas al agrónomo, aunque también a dos que favorecían a Vargas.

Así mismo se anotaba que ya en la Gallup-HOY de julio del 2010, tras los comicios legislativos y municipales en que el PRD no ganó una sola provincia bajo la presidencia de Vargas, Mejía lo alcanzó en las preferencias del universo y le llevó 8 puntos entre los que se confesaron perredeístas para la elección presidencial del 2012.

En la opinión pública. El economista y empresario Luis Abinader no solo ha sido favorecido en las encuestas como potencial candidato presidencial, sino también por la gran mayoría de los articulistas y los que hacen opinión pública, especialmente en los segmentos de clase media y alta.

Hipólito conserva muchas simpatías en los sectores populares, donde llega más su carisma, su discurso y su habitual buen humor. También porque su Gobierno, sobre todo en la primera mitad, desconcentró la inversión pública con miles de pequeñas obras que llegaron a comunidades olvidadas.

Abinader está lejos del carisma popular del expresidente, con la desventaja adicional de no haber tenido experiencia en cargos públicos, pero todavía con 47 años es percibido como más representativo de un electorado mayoritariamente de su generación, como una alternativa novedosa, y un profesional gen que no genera rechazos ni sufre de incontinencia verbal. En los partidos y grupos que auspician la Convergencia es ampliamente preferido, y uno de ellos el Partido Humanista Dominicano, ya lo ha proclamado su candidato, no por rechazo a Mejía, sino porque creen que su bajo rechazo les abre mayores perspectivas de crecimiento, sobre todo en los segmentos juveniles, de mujeres y clases medias. Y particularmente porque atrae más perredeístas aún indecisos o con Vargas Maldonado. En la última Gallup-HOY 47 a 34 por ciento.

 

Los dilemas del PRM entre Hipólito y Abinader

Por Juan Bolívar Díaz
ABINADER

La consulta mediante encuestas de amplia representatividad podría ser el mecanismo más expedito, de menor costo económico y más seguro para la elección del candidato presidencial del nuevo Partido Revolucionario Moderno (PRM) que todavía se encuentra en la etapa del afianzamiento y construcción nacional.

Los principales líderes del PRM, comenzando por Hipólito Mejía y Luis Abinader, se muestran conscientes de que si quieren construir una nueva opción política que capitalice la división del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) tienen que superar la cultura de la imposición y demostrar cohesión y capacidad gerencial.

Coherencia o morir

Los dirigentes del nuevo partido, encabezados por Hipólito Mejía y Luis Abinader dicen estar conscientes de que están obligados a dar firmes demostraciones de coherencia con los principios y el concierto democrático para poder capitalizar la oposición pol´tiocia y crear nuevas ilusiones de cambio fgrente a una maquinaria como la representada por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que se ha impuesto en las últimas cinco elecciones generales.

El abandono de las prácticas democráticas, las intensas luchas internas y el canibalismo en que devino el PRD alcanzaron niveles de saturación y descrédito tan altos que muchos esperan que se repitan en el PRM. Con eso cuentan los líderes del partido de gobierno y gran parte de los columnistas y comentaristas de los medios informativos.

Los vaticinios  insisten en que Mejía y Abinader terminarán protagonizando una confrontación al estilo perredeísta que liquidaría el nuevo partido al que las encuestas atribuyen una gran proporción de los que militaron en el perredeísmo histórico. Tratando de mantener la ilusión de cambio, los dos dirigentes se empeñan en  aparecer juntos en la mayoría de las actividades partidistas.

Muchos de los que abandonaron las filas perredeístas para seguir a Mejía y Abinader se  inscriben entre quienes consideran que no tiene ningún futuro una reproducción de las prácticas antidemocráticas que han reducido al mínimo al más antiguo partido político nacional. Tanto el presidente Andrés Bautista como el secretario general del PRM, Jesús Vásquez, se cuentan entre quienes rechazan la reedición de las confrontaciones.

Candidatura presidencial

La primera disyuntiva del PRM es cómo escoger candidato presidencial para las elecciones del 2016, sin haber elaborado un padrón de militantes, marchando contra el tiempo, y cómo evadir el riesgo de que una competencia entre sus líderes principales que podría generar confrontaciones en los niveles medios y bajos donde el clientelismo político alcanza categoría de fanatismo.

El mecanismo más democrático sería la elección primaria, mediante la votación universal de los miembros, pero en este caso cuáles miembros, si el PRM está apenas en la etapa de la construcción de cuadros a nivel nacional y no tiene un padrón. Crearlo tomaría meses y tendría un costo económico considerable, a la vez que incentivaría la competencia desenfrenada que ratificaría una imagen que pretenden borrar.

Otro mecanismo sería la adopción del padrón nacional de electores, excluyéndole los registrados en los padrones del PLD y del Partido Reformista Social Cristiano, como se hizo en el 2011 cuando Mejía fue electo candidato presidencial, pero ese fue el origen de la división, ya que el precandidato derrotado, Miguel Vargas Maldonado, alegó que dos o tres cientos mil peledeístas habrían votado para inclinar la balanza en su contra. Ahora tendrían la dificultad adicional de identificar y excluir a los que se mantienen en el PRD que ya tiene al mismo Vargas proclamado candidato presidencial.

El tiempo conspira contra la oposición cuando al menos cinco peledeístas, incluyendo al expresidente Leonel Fernández, llevan ya más de un año en campaña por la candidatura presidencial y se va afianzando la idea de que no tienen competencia. El PRM tendría por delante también la constitución de la “Convergencia”, un frente amplio de oposición para enfrentar la corporación política en el poder, lo que con más razón supondría otra votación universal si logra integrar a varios partidos políticos.

Proponen encuestas

En ese contexto fue que tomó cuerpo recientemente la idea de escoger al candidato del nuevo partido a través de tres encuestas de amplias muestras a ser realizadas por diversas firmas. Se dijo que en principio estuvieron de acuerdo los aspirantes públicos a la candidatura: Luis Abinader, Geanilda Vásquez y Amaury Justo Duarte, además de Hipólito Mejía y los principales dirigentes del PRM. Pero posteriormente surgieron objeciones desde sectores que tratan de convencer a  Mejía de lanzarse a la búsqueda de la candidatura y quienes creen que en campaña sobre el territorio nadie le ganaría.

Tienen razón los críticos en que las encuestas no son un método de elección de candidatos, pero en un partido emergente se hace hasta por consenso entre sus dirigentes. En este caso si todos los aspirantes aceptan someterse al resultado de investigaciones científicas, no deja de ser una consulta que podría incluir sólo a quienes se confiesen simpatizantes del nuevo partido o al universo ciudadano.

También es cierto que ese mecanismo no está previsto en la Ley Electoral, pero sí la convención por delegados. Si en ella todos los aspirantes a la candidatura validan los resultados, estarían acogiendo un mecanismo de consulta de la opinión ciudadana. Pero es obvio que para implementarlo necesitaría el compromiso previo de todos los precandidatos y de la dirección del partido.

Hipólito en su laberinto

Nadie debe subestimar la posibilidad de que el expresidente gane una convención interna, una vez decida lanzarse tras la candidatura presidencial, dado su arraigo y carisma, pero lo mismo podría ocurrir con encuestas. Subyace en esa subestimación la alta tasa de rechazo que le registran las encuestas de los últimos años con la que tendría que enfrentarse una vez fuere proclamado candidato.

El propio Mejía, que tendrá 75 años para la próxima elección, está consciente de sus dificultades y de que se arriesgaría a concluir su carrera política con una tercera derrota electoral consecutiva después de haber sido presidente de la República. No le favorece el haber sido visualizado como protagonista, junto a Vargas Maldonado, de la división del PRD. Con los dos de candidatos es difícil que alguno pueda desplazar del  poder al PLD. Serían circunstancias más difíciles que en el 2012.

En conversaciones privadas Mejía ha reconocido que él también podría constituirse en líder del frente electoral Convergencia y auspiciar otra candidatura que cree nuevas expectativas e ilusiones de cambio, sobre todo si tiene más posibilidades de acercarse a la mayoría joven del electorado, a las mujeres y a los sin partido.

Aunque muchos de sus seguidores, especialmente sus más cercanos colaboradores, lo quieren de nuevo en la lucha por el poder, Hipólito no ha decidido lanzar su candidatura y durante meses ha dicho a empresarios, diplomáticos y profesionales amigos que no protagonizaría una batalla electoral tras la larga agonía de su viejo PRD y que respaldaría a Abinader, quien fuera su candidato vicepresidencial en los comicios del 2012.

El 21 de mayo pasado ante el Grupo de Comunicaciones Corripio, Mejía dijo que nunca sería obstáculo para el desarrollo de otros liderazgos, que se mantendría equidistante de los aspirantes a la candidatura presidencial, que su prioridad sería la construcción de la Convergencia para derrotar el continuismo y sobre una eventual nominación suya dijo que “estaré en el lugar donde las circunstancias y las mayorías me requieran”.

Ventajas de Abinader

Economista y empresario, Luis Abinader ha venido afianzándose como opción electoral desde su papel como candidato vicepresidencial en el 2012 y ha mantenido un crecimiento sostenido en las encuestas, con preponderancia tanto entre sus partidarios como en el universo. No tiene el carisma de Mejía, pero el día de las elecciones estará en los 48 años, lo que le permitiría acercarse más al segmento mayoritario del electorado.

Con la más baja tasa de rechazo en las encuestas Gallup, similar a la del presidente Danilo Medina, goza de buena imagen en importantes sectores empresariales, intelectuales y profesionales y en clases medias deseosos de nuevas opciones. Es en estos sectores donde podría encontrarse un caudal de votos para vencer la maquinaria en el poder que con sus políticas clentelistas cuenta con mayor apoyo firme en los sectores populares.

Para salir adelante Abinader tendría que contar con el apoyo decidido de Hipólito Mejía que mantiene fortaleza en sectores populares. Pero lo mismo, si Mejía fuera el candidato tampoco saldría adelante sin el respaldo firme de Abinader. Doble razón por la que muchos creen que si se enfrentan en una lucha por la nominación presidencial, matarán en la cuna la criatura con la que pretenden sustituir el histórico PRD.

Encuestas marcan competencias Danilo-Leonel y Abinader-Hipólito

Por Juan Bolívar Díaz
tema de hoy 25 mayo

Resalta que el presidente Medina mantiene altísima aprobación, aunque las principales preocupaciones de la población  son la delincuencia, alto costo de la vida, desempleo, apagones y corrupción, con situación económica mala

Las dos encuestas más antiguas y acreditadas del país, Gallup-HOY (GH) y Penn Schoen Berland (PSB) han ratificado la altísima aprobación a la gestión del presidente Danilo Medina y evidencian que sin la competencia del mandatario, el expresidente Leonel Fernández sería un fuerte candidato del partido gobernante.

Con el Partido Reformista Social Cristiano que registra 3 y 4 por ciento de simpatías, la oposición se concentra en el dividido Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con fuerte competencia de liderazgo entre el expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader, dejando a Miguel Vargas Maldonado en posición crítica.

Coincidencias y discrepancias. El análisis de los resultados de las dos encuestas indica coincidencias y discrepancias, algunas significativas. La primera realizada del 5 al 10 de abril, y publicada por el Servicio Informativo Nacional por el Canal 9, y la difundida por HOY esta semana, es de un mes más reciente, del 8 al 13 de mayo.

Ambas coinciden en la gran aprobación que sigue registrando el presidente Medina luego de haber agotado el 44 por ciento de su período gubernamental, aunque con distancia, 89% en GH y 69 en PSB. También en las preferencias para los comicios del 2016, Danilo hasta con 70 por ciento (PSB) que quieren modificación de la Constitución para que pueda repostularse, pero con él inhabilitado, ninguno de los aspirantes a la candidatura del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se aproxima siquiera a las posibilidades de Leonel Fernández.

Las dos encuestas confirman la baja significación en que ha caído el Partido Reformista Social Cristiano, al que apenas le otorgan 3 y 4 por ciento de simpatías. El PLD sigue atrayendo a la mitad de la población, en el caso de la PSB hasta 58 por ciento y en la GH 51 por ciento, mientras el PRD alcanza 38 y 22 por ciento, respectivamente. Las distancias entre las dos investigaciones son notables.

Coinciden también en marcar fuerte competencia entre Mejía y Abinader por la candidatura presidencial del PRD, y en atribuir sólo un 13 por ciento de las preferencias a Miguel Vargas, dejándolo relegado en la lucha interna. Discrepan en que la PSB otorga fuerte ventaja a Mejía y la GH a Abinader.

Es notable que ambas tienen idéntico resultado, en el mismo orden, en la pregunta sobre las principales preocupaciones de la población: delincuencia y criminalidad, alto costo de la vida, desempleo, apagones y corrupción.

Entre Danilo y Leonel. La fortaleza del presidente Medina es tal que ambas encuestas lo marcan ampliamente como preferido para la repostulación y la reelección, aún cuando tiene impedimento constitucional. En pregunta abierta de la Gallup-HOY, Medina alcanza el 51 por ciento de las preferencias de la población para la candidatura y el 50 por ciento entre sus partidarios. En segundo lugar Fernández tiene un bajo 18 por ciento de la población y 26 por ciento de los peledeístas. Sin embargo, cuando la PSB preguntó quién es el líder del PLD quedaron casi empatados 49 a 47 por ciento a favor del Presidente, con el 77 por ciento de los peledeístas favoreciendo la reelección, por lo que parece que es Medina quien lleva la antorcha en el partido gobernante, aunque Leonel luce su más posible heredero.

La alta aprobación de la gestión de Medina se explica, generalmente, en su sencillez y cercanía con la población, en cierto control de la desbordada corrupción, mejoramiento de la inversión en educación y aciertos como la revisión del contrato sobre la mina de oro, la contención en Bahía de las Aguilas y otros. El 69 por ciento de la aprobación que registra PSB sube al 85 cuando lo comparan con la gestión de Leonel. En esa alta aprobación también influye la pobre oposición y contrasta con los porcentajes que evalúan la situación económica: En GH 67 por ciento la considera mala o muy mala y sólo 11 por ciento buena o muy buena, y en la PSB 56 por ciento la entiende buena, pero 62 por ciento cree que va en dirección equivocada.

En ambas encuestas, con la mitad de los consultados prefiriendo al PLD, Fernández registra un alto rechazo en el resto, sólo 18 y 19 por ciento de este lo preferiría. Obtiene ventaja frente a los más preferidos perredeístas, pero sólo gana en primera vuelta frente a Vargas, 51 a 26 en una y 52 a 21 en la otra. Supera 46 a 32 a Mejía y muy cerrado frente a Abinader 44 a 41 en la GH. En PSB Fernández registra el mismo resultado frente a Abinader y Mejía, 48 a 42 por ciento. Eso con el actual desconcierto perredeísta, que de ser superado podría poner en apuros a Fernández.

Entre Abinader y Mejía. En el desguañangue en que se mantiene el PRD, resalta que una abrumadora mayoría, hasta 85 por ciento según PSB, seguiría a Hipólito Mejía y Luis Abinader, si crean una nueva opción, ya que creen que Miguel Vargas seguirá con el control de ese partido, aunque de 7 líderes de los dos partidos mayoritarios evaluados por la PSB éste es quien alcanza el mayor rechazo, 74 por ciento y la menor aprobación, 11 por ciento.

Abinader sigue siendo la figura nacional emergente, como lo han indicado las últimas cuatro GH. En esta última alcanza el apoyo del 27 por ciento del universo y del 44 por ciento de los perredeístas, superando significativamente a Mejía, quien obtiene 21 y 32 por ciento, y a Vargas con 20 y 13 por ciento respectivamente.

Pero en la PSB quien lidera es Hipólito con 42 por ciento del universo encuestado y 48 de los que se confiesan perredeístas, bien por encima de Abinader, quien registra 23 y 39 por ciento, y de Vargas con 25 y 13 por ciento respectivamente. Pero en la misma encuesta los dos primeros están empatados, si se enfrentan a Leonel.

Hay que tomar en cuenta que Abinader lleva más de un año en campaña por la nominación perredeísta y que Mejía no ha definido si buscará la candidatura, lo que sólo podría hacer por otro partido ya que fue expulsado por Vargas Maldonado. Esta semana, tras dar por hecho que han constituido comités del “PRD mayoritario”, que integra junto a Abinader, el expresidente dijo que dedicará todas sus energías a la construcción de la “Convergencia por un País Mejor” para derrotar al PLD y a Leonel.

Hipólito advirtió que “nadie crea que pretendo ser el dueño de un proceso que nos pertenece a todos” y que no será obstáculo para el desarrollo del liderazgo y aspiraciones de otros compañeros, de los que se mantendrá equidistante, defendiendo la elección de los candidatos de la Convergencia mediante “procesos y procedimientos democráticos y transparentes”. Frente a la interrogante de si volverá a aspirar a la presidencia, afirmó “estaré en el lugar donde las circunstancias y las mayorías me requieran”. Nadie duda que si se lanza a buscar la candidatura será un fuerte competidor.