Por Juan Bolívar Díaz
El candidato presidencial del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) ha comenzado el año con buen pie, dando pasos importantes hacia la reunificación partidaria luego de tres meses de incertidumbre derivada de las heridas que causó la lucha interna por la candidatura presidencial, culminada con la elección primaria del primero de octubre pasado.
El primer aliento lo consiguió el empresario Jacinto Peynado cuando el tercer dia de 1996 el caudillo reformista doctor Joaquín Balaguer presidió una concentración de cuadros políticos del Distrito Nacional y San Cristóbal, donde pronunció una arenga y apeló a los sentimientos partidarios, en respaldo a su candidatura presidencial.
Los reformistas respiraron profundamente y se distensionaron un poco el domingo ante la presencia de una multitud considerable de partidarios reunidos en el primer mítin del año, evocando pasadas campañas electorales, cuando montaban confiados sobre el brioso caballo rojo que tantos ruedos ha sabido dar en torno al poder.
LO DEJARON SOLO
Jacinto Peynado parece que supo aprovechar el descanso de las festividades navideñas para hacer amarres y revaluar sus tácticas electorales. Tal vez le benefició el hecho de que tras pasar unos pocos dias en Miami, donde realizó reuniones de evaluación con asesores, retornó al país para encontrarse con que sus dos contrincantes, José F. Peña Gómez y Leonel Fernández, le habían dejado toda la cancha libre. Y se lanzó al ruedo, dominando el escenario en la primera semana del año.
Los candidatos del PRD y el PLD se fueron bien lejos, por dos semanas, ambos para el continente asiático. Peña Gómez visitó La India mientras Fernández se familiarizaba con los extraordinarios avances de Taiwán, en viajes que de alguna manera implicaban alejarse del escenario para revaluar sus posiciones lejos de las presiones del ámbito nacional.
Una revisión de la prensa no deja dudas de que el reformismo copó todos los espacios políticos, con el acto que presidió Balaguer, una visita a la Junta Central Electoral, recorrido por la provincia de Puerto Plata y mitin, con declaraciones y entrevistas.
EL APOYO DE BALAGUER
Aunque Balaguer respaldó la candidatura de Peynado con su presencia y un discurso en la Convención Nacional del 25 de Noviembre, ante la persistencia de las dudas y el hecho indiscutible de que importantes dirigentes y cuadros partidarios seguían sin incorporarse a la campaña, la reunión con los militantes el 3 de enero, fue positiva.
En su arenga de ese dia, el doctor Balaguer reiteró su apoyo a la candidatura de Peynado, porque «había sido electo en una convención democrática y porque estimaba, como dominicano que soy, que era el que mejor garantizaba los intereses sagrados de la Nación».
Al apelar al sentimiento partidario, más allá de su propia figura, Balaguer justificó su exhortación a la acción argumentando que el PRSC «es el que representa en este país, desde hace más de 30 años, el equilibrio político. Este es un partido que el país necesita, que no puede desaparecer del escenario político porque representa la paz, representa la justicia social, representa el verdadero progreso dominicano».
En un claro esfuerzo por disipar toda duda, el caudillo proclamó que «no daremos ni un solo paso hacia atrás. La consigna es que desde hoy debemos marchar hacia delante, mirar hacia el porvenir, hacia el futuro de la República Dominicana, y que el futuro sólo tiene un nombre que se llama Partido Reformista Social Cristiano».
Y para sellar su estímulo a los cuadros del partido, Balaguer apeló a uno de los recursos que le han ayudado a mantener vigencia tan prolongada en la política nacional, el uso del patrimonio público, la repartición de bienes estatales. Ofreció entonces distribuir 30 apartamentos entre los militantes más meritorios, sin que los opositores expresaran mayores reparos a ese abuso gubernamental, que se pretendía superado en la presente campaña.
MENSAJE RECIBIDO
La manifestación del domingo 7 en Puerto Plata pareció mostrar que los reformistas recibieron el mensaje de su líder histórico. La plana mayor del partido se presentó allí y subió a la tribuna con Peynado, incluyendo a los que fueron competidores por la candidatura en las elecciones primarias, con la excepción del ingeniero Carlos Morales Troncoso, quien convalece de una reciente cirugía.
Sin embargo, figuras relevantes que respaldaron a Morales consideraron conveniene viajar a Puerto Plata para ponerse al lado del candidato, incluyendo al rebelde presidente del Senado, Amable Aristy Castro, a la diputada Milagros Díaz, el senador Eduardo Estrella, a Milton José Ginebra e Ito Bisonó, e incluso a la tremenda gobernadora de Santiago, doña Rosa Fadul, quien todavía al terminar 1995 seguía proclamando que su compromiso político copncluía con Balaguer.
Fajador como es, Peynado se propone continuar sin tregua su naciente ofensiva durante todo el mes de enero y febrero, con un calendario de trabajo minuciosamente elaborado que pone atención a los mayores centros poblacionales del país. Miércoles 10 y jueves estará en Santiago, y el viernes recorrerá los municipios de la provincia Duarte como calentamiento para una concentración el sábado 13 en San Francisco de Macorís. Desde el domingo 14 pasará cuatro dias haciendo proselitismo en el Distrito Nacional.
Obviamente, no es que Jacinto Peynado haya salido del lejano tercer lugar en que lo han situado las encuestas y la percepción generalizada. Pero logró avances en la reunificación partidaria y arrancar su campaña con relativo éxito. Con sus cualidades personales de hombre de acción, con la maquinaria partidaria y los recursos materiales que pueden mover, no es para que nadie lo descalifique. Más aún lo recomendable para sus contrincantes es que no vuelvan a dejarle libre toda la cancha.
¿MODERA EL DISCURSO?
Jacinto Peynado llegó a las navidades con un discurso crítico, especialmente cuando se refirió a la inconstitucionalidad del decreto que limitó el doble sueldo navideño, a la huelga de los médicos y al reclamo de los jueces cibaeños, que exigieron y lograron lo que la ley le acordaba en materia salarial.
Se produjo entonces la advertencia del dirigente reformista Mario Read Vittini, de que con ese discurso no lograría unificar el partido e iría al fracaso total. Varios balagueristas reaccionaron por lo bajo. Columnistas y analistas le advirtieron. Peynado se fue a Miami y revisó su línea táctica, y vino con un lenguaje moderado frente al gobierno.
Se afirma que un asesor le sugirió moderación, sobre todo en la actual etapa cuando necesita mucho más el respaldo del caudillo para poner todo el partido en acción y despegar su campaña. Prometió que aunque buscaría que no le carguen las deficiencias, basaría su discurso en los logros de los gobiernos de Balaguer.
Comenzó con declaraciones de prensa, y en el acto del dia 3, en presencia del caudillo pidió a los presentes un compromiso para darle el triunfo al Presidente Balaguer. «Vamos a decirle al Presidente Balaguer que vamos a ganar las elecciones y que será un triunfo de él, del partido y de la República Dominicana». En Puerto Plata dijo que la obra realizada en esa provincia por el Presidente Balaguer es tan grande que ningún otro partido tiene nada que ofrecer.
POR VOTOS MUDADOS
Jacinto Peynado dijo a Margarita Cordero (Rumbo 101) que va en busca de los votos colorados emigrados hacia el PLD. En Puerto Plata proclamó que «los votos de los militantes reformistas ni se alquilan, ni se venden ni se mudan». El problema puede consistir en que más que los militantes, los que se han tornado morado parecen más bien los simpatizantes o gente de la periferia, conservadores, ayer antiboschistas y hoy antipeñagomistas.
Pero la táctica reformista parece ser elegir como contrincante a Peña Gómez, por dos razones básicas, tratando de ignorar el fenómeno llamado Leonel Fernández; y apelando al conservadurismo, al rechazo al candidato perredeista, de ahí que se esté insistiendo nuevamente en la «dominicanidad», la supervivencia de la nación, y en que hay que sacar a decenas de miles de extranjeros (haitianos, desde luego) del padrón electoral, por de pronto eliminando a todo inscrito con actas de nacimiento tardías.
No se puede descartar que esa táctica pueda dar resultado. Pero, dada la firmeza de las preferencias que registra Peña Gómez en las encuestas y los indicadores de que Fernández ha crecido en buena proporción a costa del reformismo, cualquiera piensa que tiene debilidades. Atacando a Peña no se garantiza su reducción, ni mucho menos la de Leonel, que ya es una alternativa real al perredeista.
La otra línea de acción podría ser dirigir los cañones en la primera fase contra el PLD, pero ello podría implicar afianzarlo definitivamente; reformistas y perredeistas entienden que lo conveniente es minimizarlo, sellarlo como fenómeno transitorio. Por eso ambos coinciden en escogerse como contrincantes. El riesgo grande de Leonel Fernández es que el empuje de las huestes de Peynado le de un repunte siquiera de algunos puntos, y que una encuesta con credibilidad indique que es a costa de las preferencias del PLD. Porque entonces se alentarían quienes sostienen que el leonelismo es coyuntural, mientras despega el reformismo.
Por los resultados de la primera semana del año, Jacinto Peynado y su partido podrán decir que están arrancando, pero todavía tienen que demostrarlo mas convincentemente.-