Las candidaturas perredeístas salen al ruedo dispuestas a echar una exitosa pelea

Por Juan Bolívar Díaz

            El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) presentó la primera candidatura completa para las elecciones del próximo año durante su convención extraordinaria celebrada en esta capital el pasado sábado 17 de julio.

            La fórmula integrada por el agrónomo Hipólito Mejía y la abogada y politóloga Milagros Ortiz Bosch sale con muchos vientos a su favor, sustentada en la más sólida maquinaria política de la historia nacional, lo que le permitirá mantener la expectativa de un posible triunfo en primera vuelta.

            En lo inmediato la convención selló la unidad del PRD, aunque a un costo poco institucional de repartición del poder partidario, al elegir por aclamación a dos de los precandidatos perdedores para presidente y secretario general, para lo cual fue necesario sacrificar a quien presidió la organización enfatizando la disciplina en el difícil tránsito de la competencia interna.

Que “entren to´”

            La célebre frase -“entren to´”- que el presidente del senado Ramón Alburquerque acuñó en el enfrentamiento de enero pasado por la Liga Municipal, cobró vida en la convención perredeista. Y no sólo en boca de los delegados como saludo al aguerrido senador, sino en el ánimo de los estrategas de Hipólito Mejía que jugaron todas las cartas a la unidad del partido.

            Se sabe que el candidato no simpatizaba en principio con la idea de repartir, pero cedió y luego militó en la repartición en aras del objetivo de economizarse hasta el menor fraccionamiento, convencido de que “hay que atar todos los cabos para mantener la expectativa de ganar en primera vuelta”.

            Esa línea de acción tomó tanta amplitud que en las últimas semanas entre sectores perredeistas se llegó a plantear la posibilidad de acoger hasta a Rafael Peguero Méndez y otros 8 diputados que practicaron el transfuguismo en agosto del año pasado incentivados por el gobierno que de esa manera privó al PRD del control de la Cámara de Diputados. Esa posibilidad parecía sepultada ya desde temprano de la semana pasada, cuando el esfuerzo se orientaba a abrir un espacio de negociación con el ex-presidente Joaquín Balaguer y su Partido Reformista Social Cristiano.

            Parte de la línea táctica de Mejía pasa por la distensión con el PRSC, aprovechando la circunstancia de que este tendrá que disputarse con el PLD el derecho a participar en la segunda vuelta. De ahi que tan pronto fuera electo en la votación del 20 de junio, girara una visita al caudillo colorado. A ese propósito es más beneficioso que la presidencia de la cámara baja esté en manos de un reformista a que siga controlada por Peguero, que para el caso equivale al partido de gobierno.

            Por de pronto Hipólito Mejía no solo consiguió ser investido candidato presidencial con el 74 por ciento de los 608 mil 276 votos contados en la votación primaria, sino que convirtió el acto de proclamación en una fiesta de la unidad, algo que fuera puesto en duda por la mayor parte de la opinión pública.

            Y la fiesta fue tan bulliciosa que pocos repararon en la ausencia de Enmanuel Esquea, en cuya vocación por la disciplina y fuerte carácter se encarnó el esfuerzo para organizar y culminar con éxito las elecciones primarias. Hay quienes aseguran que Mejía le tiene reservada su reivindicación, en caso de llegar a la presidencia de la nación. Su propio carácter y trayectoria lo colocan más cerca de Esquea que de Suberví Bonilla y de Camps.

Por ahora, el común de los perredeistas celebra la unidad, aunque para ello haya habido un sacrificado. La ambición de volver al poder da vigencia al grito de “entren to”.

Sin ningún titubeo

            Tan pronto fue proclamado candidato presidencial el agrónomo Mejía hizo su propia proclama, de Milagros Ortiz Bosch como candidata vicepresidencial. No había tiempo que perder para reafirmar la imagen de hombre de palabra, que será uno de los recursos con que apelará al favor de la ciudadanía.

            De esa forma, además, el partido blanco saca otra ventaja en la competencia, pues no se espera que por el momento ninguno de los otros dos grandes partidos se de el lujo de completar su boleta electoral. Más bien se reservarán lo más posible la elección para mantenerla como elemento de negociación o complemento de última hora para rellenar algún vacío.

            Hipólito Mejía y Milagros Ortiz se complementan humana y políticamente. Cibaeño, él encarna el pragmatismo y proviene del mundo agropecuario, con énfasis en el campo, sin mayores pretensiones teóricas. Ella capitalina, vinculada a los sectores intelectuales y artísticos, es una nítida representante de los grupos que en el perredeismo todavía reivindican principios ideológicos y compromisos sociales. Nadie se reclama más heredera de los planteamientos de José Francisco Peña Gómez.

            Milagros Ortiz Bosch aporta votos del frente liberal democrático y del mayoritario sexo femenino. Podría convertirse en la primera mujer en ser electa vicepresidenta de la nación. Ninguna fue postulada con tan buenos auspicios. La doctora Josefina Padilla fue la pionera en los comicios de 1962 en la boleta del antiguo Partido Revolucionario Social Cristiano., que corría y quedó en tercer lugar. Lo mismo ocurrió cuando Maribel Gassó completó la boleta colorada con Jacinto Peynado en 1996.

            En términos geopolíticos, Hipólito Mejía representa el Cibao Central donde radica el 40 por ciento del electorado. Milagros Ortiz la capital con el 30 por ciento. Por tratarse de políticos flexibles, ambos podrían atraer votos de otros sectores políticos, no sólo en la primera vuelta, sino especialmente en caso de que se vaya a la segunda.

Los más populares

            Si se mide por los resultados de las encuestas publicadas en los últimos meses, el PRD no pudo escoger una fórmula presidencial de más posibilidades. Hipólito Mejía y Milagros Ortiz encabezaron las encuestas de popularidad y la intención de votos. El, bien por encima de todos los demás políticos que se barajan. Ella en ocasiones en la segunda posición. El año pasado estuvo en la primera. Ambos con las tasas de rechazo más bajas

            Por ejemplo, en la encuesta de Hamilton and Staff para el diario Hoy de marzo pasado, Mejía encabezaba un listado de 13 líderes políticos, con un total de 62 puntos a favor y 34 en contra. Le seguía Milagros con 54 y 42. Tercer y cuarto lugares estaban ocupados por Leonel Fernández y Jaime David Fernández, presidente y vicepresidente actuales. Luego seguía Joaquín Balaguer con 43 puntos a favor y 54 de rechazo, y Danilo Medina con 42 puntos de apoyo y un rechazo de 44.

            Cuando Gallup -del 28 de abril al 4 de mayo- realizó la última encuesta para Rumbo, Hipólito Mejía encabezó las respuestas sopre preferencia entre 8 posibles candidatos presidenciales. Acumuló 35 por ciento, mientras el segundo fue Joaquín Balaguer con sólo 16, seguido por Jaime David Fernández con 12 y Milagros Ortiz con 9. Detrás Danilo Medina acumulaba 7 por ciento.

            Hamilton para Hoy de finales de mayo pasado contrastó una candidatura de Mejía con la de Danilo Medina y otros, sin incluir a Balaguer, con un resultado abrumador en favor del perredeista: 47 a 21 por ciento. Si se excluye el 11 por ciento que no escogía ninguno o no sabía a quien escogería, el candidato presidencial del PRD registraba más del 50 por ciento.

            Como partido el PRD registró en esa encuesta 44 por ciento contra 26 del PLD y 16 del PRSC. Excluyendo el 13 por ciento que dijo no saber por quien votaría, el perredeismo acumulaba también más del 50 por ciento.

            Hasta para sus mayores contrincantes resulta obvio que la fórmula Hipólito-Milagros será dura de roer. Ya que también reconocen la fuerza del partido blanco, sus competidores basan expectativas en los errores que puedan cometer, con tendencia a subestimar la capacidad del candidato presidencial, especialmente por su tendencia al lenguaje franco y a la espontaneidad, que en circunstancias y temas delicados puede resultar “poco político”.

            Sin embargo, hay quienes estiman que esa franqueza y llaneza de Mejía son parte de su potencial, de su popularidad, al igual que Jacinto Peynado, y que bien administrada debe redundar en éxito.

            La imagen del candidato presidencial perredeista no se ha improvisado ni es fruto de una coyuntura. Se ha ido conformando a lo largo delos últimos 21 años, desde su designación como secretario de Agricultura del gobierno del presidente Antonio Guzmán en el período 1978-82. Desde entonces no sólo goza de popularidad, sino que se le considera entre los pocos políticos honestos, que no ha dispuesto de recursos estatales para hacer carrera política.

            En imagen de honestidad la fórmula perredeista alcanza un nivel extraordinario, puesto que Milagros Ortiz Bosch encarna el máximo entre los políticos y políticas activos. Ambos son bien dedicados y practicantes del trabajo en equipo. Se anticipa que será difícil montarle una campaña sucia de ataques personales, como se hizo en el pasado con Peña Gómez.

            Hasta prueba en contrario, la fórmula Hipólito-Milagros arranca como la candidatura a vencer, cuya suerte dependerá en gran medida del propio desempeño.

            Arrancaron con fuerza y con fuerza plantearon una candidatura de oposición bastante dura al gobierno, convencidos de que es a éste a quien tendrán que vencer en los comicios de mayo próximo. El discurso de Hipólito Mejía tras su proclamación del sábado último, demarcó el enfrentamiento con el PLD y su gobierno. Por valor no será vencido, ya que hace honor a su mote de “el guapo de Gurabo”, aunque demasiado guapeza sí puede ser su Talón de Aquiles. Por el momento debería administrarla conservadoramente.-