El drama de Peña Gomez

Por Juan Bolivar Diaz

      Aunque ya era un secreto a voces, la confesión del doctor José Francisco Peña Gómez sobre la reaparición del cáncer que le fue extirpado hace casi dos años, en el marco de un extenso discurso, impactó el ánimo nacional al concluir la última semana, relegando a un segundo plano los temas que dominaban el debate público.

      Aunque advirtió que su discurso de más de tres horas ante una reunión del hipertrofiado Comité Ejecutivo Nacional de su Partido Revolucionario Dominicano, no era un testamento, sino un “informe para la historia”, la pieza incluyó importantes lineamientos de cara al nuevo gobierno, para la acción legislativa, para la renovación de las estructuras y las posiciones ideológicas partidarias, asi como en lo concerniente a las reformas políticas y económicas que espera la nación.

      De inmediato, mientras Peña Gómez libra una nueva “colosal batalla contra la adversidad”, su anuncio abre un compas de espera entre sus partidarios y supone un respiro para el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana con un debilitamiento del principal partido de la oposición.

Todas las expectativas

      Desde que en la última semana de agosto el doctor Peña Gomez pasó de Cleveland a Houston, a un centro especializado en cáncer y se informó que era examinado allí por una junta de especialistas, la opinión pública percibió que el tumor maligno que le afectó el estómago y la cola del pancreas en 1994 estaba en proceso de reaparición. Las promesas de que vendría al país y diría toda la verdad, no hicieron otra cosa que reafirmar los temores.

      Una expectativa invadida por la tristeza y la pesadumbre fue expandiéndose por los predios de la dirección perredeista, mientras en otros sectores de la sociedad se escuchaban expresiones que deploraban las terribles desventuras que han acompañado la vida de este político dominicano, desde los días mismos de su nacimiento en 1937, cuando junto a sus padres fue victima del genocidio contra millares de haitianos y dominicanos negros o de ascendencia haitiana, reprimidos sangrientamente por la tiranía de Trujillo. Aunque parece muy lejano aquel acntecimiento, ya para entonces, el doctor Joaquíin Balaguer era subsecretario de Relaciones Exteriores, y como tal tuvo que manejar las repercusiones internacionales del genocidio.

      Aunque hubo quienes ni en tales circunstancias se apiadaron del notable hombre público que es el doctor Peña Gomez, la generalidad de los comentaristas públicos, al igual que en los circulos políticos, deploraron su mala suerte y hasta el doctor Balaguer, su más duro contrincante, bajó sus banderas para rendirle un reconocimiento a la vez que le deseaba una pronta recuperación, para conveniencia del país.

      El escenario para la confesión del líder del PRD fue montado en un centro de convenciones y con la presencia de gran parte de los 600 miembros del inmanejable comité ejecutivo perredeista. El discurso apenas pudo ser transmitido por radio. Sus más de tres horas

de duración lo hacian inviable para la televisión.

Un discurso dramático

      Maestro en el manejo del drama, Peña Gómez comenzó la pieza refiriéndose a los primeros exámenes que le practicaron en Venezuela, para dedicarse durante cerca de dos horas a discurrir sobre importantes aspectos políticos, antes de formular públicamente su último diagnóstico.

      Se refirió ampliamente a las recientes negociaciones con los reformistas sobre la integración de los bufetes directivos de las cámaras legislativas y el Consejo Nacional de la Magistratura. Se internó en un largo análisis de la pasada campaña electoral y las causas de su derrota, asi como en torno a las negociaciones que pusieron fin a la crisis postelectoral de 1994, hasta internarse en las perspectivas creadas por el reciente proyecto de reformas constitucionales, presentado por los senadores del Partido Reformista Social Cristiano.

      El ex-candidato presidencial del Acuerdo de Santo Domingo rechazó enérgicamente las acusaciones que durante la campaña electoral lo vincularon al narcotrafico, junto a dirigentes de su partido y hasta familiares, las que lo presentaban como una marioneta al servicio del interés norteamericano, y como un peligro para la nación dominicana, dado el supuesto plan para “fusionar” la República Dominicana con Haiti.

      Fue después de todo eso que abordó en detalles su situación de salud para posteriormente formular una serie de propuestas, que de inmediato fueron acogidas por el comité ejecutivo, en orden a la renovación del partido, a su sustitución provisional y al trabajo político para los próximos meses.

      La generalidad de los que escucharon el discurso, incluyendo observadores independientes, han comentado el dramatismo de la exposición del líder perredeista. Y particularmente de la lucidez, la generosidad y el espíritu positivo de sus propuestas y recomendaciones. Peña Gomez hizo brotar lágrimas hasta en contradictores. El texto publicado el lunes por el diario El Caribe en tres páginas y cuarto, fue lo escrito previamente. Como es su hábito -lo que lo metió en numerosas imprudencias políticas a lo largo de su carrera- se salió frecuentemente del texto para imprimir fuerza a sus argumentos, y ahí fue donde desarrolló las mayores cotas de dramatismode la pieza oratoria, al decir de algunos de los que lo siguieron.

El tumor ha reaparecido     

      El doctor Peña Gomez relató que tanto en los exámenes médicos de que fue objeto en Caracas, como en Cleveland y Houston, los diagnósticos coincidieron en que había señales de que el tumor había reaparecido, lo que atribuyó a “la terrible presión psicológica y física a que nos sometimos en una campaña realizada inmediatamente después de esa intervención quirúrgica”. La junta médica de Houston concluyó en que requiere una nueva intervención quirúrgica, aunque “no se trata de una emergencia, nos dijeron, pero el tumor es muy poco conocido, su incidencia es de solamente 1 por ciento y el único tratamiento eficaz contra él es la cirugía”.

      Como ha sido informado de que en la medicina tradicional de la Republica Popular China y en Japón, hay experiencia en el combate de ese tipo de enfermedad, PeñaGomez se propone viajar a esos paises del lejano oriente en busca de tratamiento. Lo mismo haria posteriormente en un hospital de Nueva York, reputado en el tratamiento del cancer. Estimo que el proceso le requerira unos cuatro meses, por lo que pidio a su partido una licnecia por ese tiempo.

      Concluyo su discurso proclamando que “amigos y enemigos deben saber que seguiremos en pie hasta el ultimo aliento y que no permitiremos jamas mientras conservemos la vida la disolucion de nuestro PRD. La unidad de hoy significa la victoria segura de ma;ana. Adelante perredeistasy acuerdistas.” para entonces lanzar su advertencia de que “no se tome este discurso como un testamento, es solo un informe para la historia. Estamos decididos a librar una colosal batalla contra la adversidad que nos asalta y esta nueva prueba que nos ha deparado el Se;or. Soldado de vanguardia nunca retrocederemos ni nos retiraremos. Lucharemos contra nuestra dolencia de la misma manera que hemos sabido sobreponernos a todas las dificultades de nuestra vida, que desde el abismo de la orfandad nos hemos levantado hasta el liderazgo nacional e internacional”.

Planteamiento de reformas

      En uno de sus arranques de generosidad, el lider perredeista reconocio que “un buen numero” de los legisladores de su partido, con la excusa de la reduccion del porcentaje para elegir presidente, del 50 al 40 por ciento, desean la prolongacion del periodo legislativo hasta el a;o 2 mil, como han planteado los reformistas. Expreso entonces su firme oposicion a ese proposito y se manifesto partidario de una simple reforma constitucional, ahora, para consagrar la convocatoria de una Asamblea Constituyente, cuyos integrantes sean electos junto a congresistas y municipes en 1998, para que esta proceda entonces a una reforma a fondo de la Constitucion de la Republica.

      Planteo entonces un acuerdo con el PLD y el PRSC para un compromiso que implique la reduccion del porcentaje para la eleccion del Presidente, al 40 por ciento y la aprobacion de una ley de financiamiento de los partidos politicos. Tambien propuso una modifidacion de la ley sobre expresion y difusion del pensamiento para sancionar mas drasticamente a difamacion y la injuria.

      Pe;a Gomez recomendo a su partido promover, junto al gobierno y el PRSC la aprobacion de las grandes reformas que requiere la economia nacional, asi como las planteadas en los programas de los tres partidos para garantizar la incorporacion de la sociedad civil en las tareas del gobiero nacional.

      Refiriendose directamente al gobierno del Presidente Leonel Fernandez, expreso que “sabemos que su base propia de apoyo parlamentario es muy reducida y que como un deber patriotico estamos en la obligacion de auxiliarlo en lo que nos sea posible para asegurar la estabilidad politica de la nacion”. M’as adelante dijo: “Flexible, prudente y mas humilde que su propio maestro Juan Bosch, el Presidente Leonel Fernandez encontrara en nosotros comprension y respaldo desinteresado sin que tenga que otorgarnos contratos ni canongias, ni exoneraciones ni dadivas”.

Recomendaciones al PRD

      El lider del PRD dedico una parte de su discurso a formular una serie de recomendaciones para la preservacion del partido, tras “confiar” la presidencia del mismo al licenciado Vicente Sanchez Baret, y la presidencia en funciones al doctor Hugo Tolentino Dipp. Advirtio sobre los peligros de destapar la caja de pandora de las ambiciones desatando una temprana lucha por la candidatura presidencial para el a;o 2 mil.

      Entre las recomendaciones resaltan la necesidad de reformas estructurales para hacer manejables el comite ejecutivo y la comision politica, para articular los comites de base con las mesas electorales, renovar los frentres de masas y los directorios de los organismos y crear un frente de intelectuales, artistas y periodistas, ampliar la representacion de jovenes, trabajadores e intelectuales en el comite ejecutivo, asi como reabrir la escuela de formacion politica sepultada en los a;os de los luchas grupales.

      El discurso estuvo salpicado de referencias a las consecuencias que para el PRD tuvieron las luchas de “tendencias” que dividieron ese partido tras su ascenso al poder en 1978, en obvia expresion de preocupacion porque su ausencia, temporal o definitiva, pueda desatar las ambiciones de quienes se sienten llamados al lideragzo y a la candidatura presidencial.

Riesgos de desestabilidad

      Entre analistas politicos se considera que el perredeismo podria pasar por nuevas y desgarrantes luchas en ausencia de un lider de la categoria de Pe;a Gomez, de Jacobo Majluta, o de Juan Bosch. Una ausencia prolongada de su actual lider, o su desaparicion, seria la mas dura prueba en la historia del partido, pues seria la primera vez que se encontraria sin un lider dominante.

      Aunque a primera vista ello pareceria beneficiar la estabilidad del gobierno de Leonel Fernandez, visto mas profundamente podria perjudicarle la ausencia de un lider de la vision y la generosidad de Pe;a Gomez, capaz de sobreponerse a todo genero de emociones y resentimientos para velar por el interes nacional y formular las transaciones que la coyuntura reclama.

      La ausencia de un muro de contencion a las ambiciones, como lo es Pe;a Gomez, podria implicar que salgan adelante proyectos tan oportunistas y peligrosos como el de prolongar el periodo de los legisladores y las autoridades municipales. Degradaria la actividad politica aun mas de lo que ya esta y podria implicar serios tropiezos en los timidos proyectos hasta ahora esbozados por el gobierno, sobre todo en materia legislativa, ambito en el cual todavia se espera la primera iniciativa del regimen de Leonel Fernandez.-