Por Juan Bolívar Díaz
El rechazo del sector Peynado-Antún-Morales-Pimentel al resultado de las primarias reformistas cedería si le dan la dirección del partido.
Los esfuerzos por distensionar las relaciones entre los líderes del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) para superar la crisis que lo sacude han tropezado con la firmeza de quienes rechazan los resultados de las elecciones primarias que eligió al ingeniero Eduardo Estrella como candidato presidencial.
La posición de Jacinto Peynado y los demás dirigentes que confrontan los resultados de las votaciones del 30 de marzo es definitivamente la de echar el pleito dentro de la estructura partidaria, descartando la posibilidad de formar tienda aparte en la actual coyuntura política nacional.
Fuentes bien informadas aseguran que ese sector estaría dispuesto a negociar su apoyo a la candidatura presidencial de Estrella a cambio de un acuerdo que implique que ellos asumirán la dirección del partido en ocasión de la Convención Nacional que debe ratificar la candidatura de Estrella, según los estatutos partidarios y la ley electoral.
Un rechazo radical
La actitud del empresario Jacinto Peynado y los demás dirigentes reformistas que respaldaron su lucha por constituirse de nuevo en candidato presidencial del PRSC no es de simple pataleo, ni de dividir el partido, y más bien parecen decididos a echar la pelea desde dentro en los mandos medios y bajos de la organización política.
Están firmes en su objeción al resultado de las votaciones primarias del 30 de marzo, oficializado el domingo 6 de abril, por considerar que fue vulnerado en la provincia de San Pedro de Macorís y en los municipios de San José de las Matas, Jánico, Tamboril y Miches.
“El tiempo juega a favor de Jacinto. El paso de los días irá poniendo cada cosa en su lugar”, sostuvo un veterano dirigente cuando se le consultó sobre la crisis y la posibilidad de que el tiempo curara las heridas. Encarnando la posición más dura, aseguró que reconocer la candidatura presidencial de Eduardo Estrella está fuera de toda posibilidad.
Algunos llegan tan lejos como demandar una nueva elección del candidato presidencial, “para que refleje la voluntad de la mayoría de los reformistas, asegurando que la actitud de Peynado es “firme e invariable”.
La posición del empresario capitalino es compartida plenamente por los ingenieros Carlos Morales Troncoso, Federico Antún y Héctor Rodríguez Pimentel, quienes apoyaron sus aspiraciones de convertirse en candidato presidencial del PRSC después de renunciar a sus respectivas precandidaturas.
Sin bien no llegan a la decisión de dividir el partido colorado, están conscientes de que tienen casi la mitad y hay que negociar con ellos para mantener la organización en capacidad de competir dentro de la actual coyuntura política nacional.
Según los resultados oficializados por la dirección del PRSC, Estrella consiguió el 52 por ciento de los votos y Peynado el 48, lo que implica una división por la mitad.
El día antes de que se anunciara el final del proceso electivo y juramentaran a Estrella como candidato presidencial, los cuatro dirigentes indicados encabezaron un acto masivo donde plantearon su disposición a seguir peleando desde dentro del partido, aunque constituyendo un “Equipo Nacional Colegiado” integrado por un Directorio Nacional de 500 miembros y una Comisión Ejecutiva de 75.
Según comunicado que se publicó en los diarios el lunes 7, esos organismos estarían auxiliados por equipos de apoyo técnicos, sectoriales y territoriales “para accionar a favor de la preservación del PRSC y de la conquista del Poder en las elecciones generales del 2004”.
La bomba de Hipólito
A mitad de semana, cuando se esperaba que surtieran efecto positivo las conciliatorias declaraciones del candidato presidencial Eduardo Estrella, llamando a la unidad y apelando personalmente a los disgustados, y las gestiones mediadoras de otros dirigentes, el presidente Hipólito Mejía se despachó con una declaración que reavivó las emociones.
Después de visitar a Morales Troncoso en su residencia de La Romana y de reunirse con el reformista Guaroa Liranzo, a quien se atribuye el padrinazgo de Estrella, el agrónomo Mejía reafirmó su neutralidad frente al proceso del partido colorado, pero al mismo tiempo dijo que el PPH (Proyecto Presidencial Hipólito) sí había tenido injerencia.
Cuando un reporte4ro de HOY le preguntó, en presencia de Morales Troncoso, si su visita tenía por objeto desvirtuar las versiones sobre participación de su grupo político perredeísta en el proceso reformista, respondió: “Hipólito Mejía no entró en esa fase. El PPH sí participó. El PPH tiene sus conexiones y hay gente que simpatiza. Hay gente nuestra que simpatiza con uno o diferentes candidatos. Todo el mundo tiene su candidato en todas las actividades de la vida, pero yo particularmente no participé”.
Aunque anunció su disposición a visitar también a Peynado y Quique Antún, en la misma entrevista el presidente Mejía rechazó que tuviera la intención de mediar en la crisis reformista, pero reafirmó la importancia de la preservación de ese partido.
La declaración del mandatario causó escozor entre dirigentes reformistas y en vez de tener el efecto conciliatorio implícito en el encuentro con Morales, fortaleció el rechazo de este y de sus compañeros en el cuestionamiento a la elección de Estrella, recordando que desde antes de la votación ellos habían insistido en denunciar la injerencia del PPH.
Uno de los hombres claves de Peynado citó una carta enviada por este el 21 de marzo, al presidente del PRSC, Rafael Bello Andino, en la que denuncia la intervención del grupo perredeísta en el proceso. La misiva sostiene que “he recibido denuncias de que en el padrón de nuestro partido figura una gran cantidad de miembros del PRD”.
Peynado como Morales, Antún y Rodríguez Pimentel, José Osvaldo Leger y otros dirigentes colorados sostuvieron repetidas veces en los medios de comunicación que el PPH financiaba la candidatura de Estrella. También alegaban que habían inscrito militantes para votar por el santiaguero.
El viernes Federico Antún y otros dirigentes recorrían el país, consultando sus bases para impulsar sus organismos dirigenciales paralelos, mientras muchos no salían del asombro ante la admisión presidencial de que el PPH.”sí participó” en el proceso electoral reformista.
Transacción, no división
Preguntado sobre las gestiones de conciliación encaminadas, un importante dirigente reformista reveló que se ha creado una corriente que propugna por una transacción al estilo perredeísta para salvar la unidad del partido: que Estrella y los suyos mantengan la candidatura presidencial y se entregue la dirección del partido al sector Peynado.
La fórmula es de magnufactura del desaparecido líder perredeísta José Francisco Peña Gómez. La puso en vigencia por primera vez en 1977, cuando Antonio Guzmán ganó la candidatura presidencial y para lograr la cooperación de Salvador Jorge Blanco, que se la disputó se le entregó a éste la presidencia del partido.
Para la convención de 1981, la presidencia del PRD correspondió a Jacobo Majluta, al fracasar en la búsqueda de la candidatura presidencial ganada por Jorge Blanco. Ya muerto Peña Gómez, la fórmula fue reafirmada en el 1999 por Hipólito Mejía, quien tras ganar la nominación presidencial, auspició la presidencia del partido para Hatuey de Camps y la secretaría general para Rafael Suberví Bonilla.
Estos dos fueron los que con más persistencia cuestionaron la votación que favoreció a Mejía, aunque este recibió el 74 por ciento del sufragio. Subeví contó con el 14 por ciento y De camps el 5, mientras Milagros Ortiz Bosch acumulaba el 7 por ciento. En 1981 Jorge Blanco ganó la nominación con el 57 por ciento yMajluta recibió el 39.
La propuesta de ahora para el reformismo implicaría que Bello Andino dejara la presidencia y Johnny Jones y Ramón Rogelio Genao renunciaran a la secretaría Política y a la secretaría de Organización, respectivamente. Además se plantea la elección de una nueva Comisión Ejecutiva, ya sea integrada por 50 miembros, como ahora, o con los 75 que se acordó hace dos años y nunca se implementó.
Se recordó que en reunión del Directorio Central Ejecutivo el 1 de julio del 2001 en la residencia del doctor Balaguer se eligió la actual Comisión Ejecutiva. En la ocasión Donald Reid Cabral fue sacado de la presidencia en funciones y Federico Antún de la secretaría Política.
Los propulsores de esta transacción creen que la misma debe ser aprobada y legitimada por la Convención Nacional que de acuerdo al artículo 28 del Estatuto del PRSC tiene la misión de proclamar el candidato presidencial.
El Párrafo I de ese artículo dice que “para escoger el candidato Presidencial del Partido se realizará la Convención Nacional Extraordinaria o elecciones primarias internas, por lo menos 30 días de anterioridad a la fecha en que deba celebrarse la Convención Nacional que tenga la misión de verificar y aprobar sus resultados y proclamar el candidato”.
De acuerdo con el estatuto, fue una precipitación de Bello Andino el haber tomado juramento a Estrella como candidato presidencial sin que la Asamblea Nacional verificara los resultados de la votación primaria y lo proclamara.
Aunque se negaron a hablar en público sobre la propuesta, dos de los dirigentes que cuestionan el resultado de la votación primaria, dejaron entrever que la están considerando. En lo que hubo claridad absoluta fue en descartar el rompimineto, el fraccionamiento o la división del PRSC. El pleito se echará dentro.-