La abstención pesará este 16 de mayo

Por Juan Bolívar Díaz

            Superadas las incertidumbres institucionales que en el pasado caracterizaron los procesos electorales dominicanos, la mayor preocupación parece girar en torno a la respuesta que darán los 4 millones 647 mil 839 ciudadanos y ciudadanas convocados a las urnas el próximo jueves 16 de mayo.

            Tanto la Junta Central Electoral (JCE) como la veintena de partidos y agrupaciones participantes en el proceso cifran sus últimos esfuerzos en convencer al electorado de la conveniencia de acudir a las urnas para fortalecer la institucionalidad democrática nacional y reducir los cuestionamientos que una alta abstención pudiera generar.

            El récord electoral dominicano parece indicar que el mayor beneficiario de una alta abstención sería el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) por la firmeza de sus militantes y simpatizantes, especialmente en las zonas más empobrecidas del país, que son precisamente los más prestos a responder el llamado a las urnas.

Tres grandes competidores

            Aunque prevalece el criterio de cierto desgaste de los partidos tradicionales dominantes y hay una amplia pluralidad de opciones, representadas en más de 20 partidos y agrupaciones participantes, las encuestas fortalecen la convicción de que no habrá grandes sorpresas y una vez más el voto mayoritario se distribuirá entre los tres partidos mayores del sistema político nacional.

            La calidad de los candidatos presentados por agrupacioens emergentes no parece haber roto el dominio de los partidos tradicionales sobre el electorado, afianzado en el clientelismo político y una concentración de los recursos para financiar las campañas proselitistas, especialmente en los medios de comunicación social.

            No escapa a los analistas lo positivo que resultaría que las agrupaciones emergentes y /o minoritarias alcanzaran representación congresional y municipal y que pudieran, mediante una gestión transparente y dinámica, sembrar la semilla para nuevas alternativas de poder local y nacional.

            Resalta la participación que en este proceso ha tenido un frente “de izquierda” constituído por tres agrupaciones, el Movimiento de Integración, Unidad y Cambio (MIUCA) el Partido Nueva Alternativa y la Fuerza de la Revolución, que se ha ganado, con muy pocos recursos financieros, una significativa presencia en la campaña electoral.

            Sin embargo, el poder financiero de los tres grandes partidos se ha impuesto una vez más en la campaña, dejando poco margen a las sorpresas, y convirtiendo este proceso en una antesala indicativa del rumbo que podría tomar el poder político de cara a la próxima contienda por la presidencia de la República.

            El empeño de los partidos de oposición no sólo está encaminado a reducir el amplio dominio del PRD en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Municipal, sino en la búsqueda de la segunda posición, clave en la institución de la doble vuelta electoral.

            Virtualmente empatados en las elecciones presidenciales del 2000, con un cuarto del electorado cada uno, los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y Reformista Social Cristiano (PRSC) han mantenido desde entonces ese equilibrio en las encuestas sobre preferencias políticas.

            Dado el costo que representaría encuestas representativas de las preferencias electorales por provincias y municipios, las investigaciones publicadas se limitan al Distrito Nacional y la nueva provincia Santo Domingo que se le desprendió, así como a la provincia de Santiago. Las tres jurisdicciones totalizan 2 millones 29 mil 014 electores y electoras, para un 43.6 por ciento del electorado.

            El municipio más pequeño del país es Postrer Río, de la provincia Independencia, con apenas 3 mil 25 electores, el 0.46 por ciento de la mayor concentración municipal, el Distrito Nacional, que tiene 661 mil 960 empadronados.

            Sin embargo, dado la desigual representación senatorial solo tienen el 9.3 por ciento de las curules de la cámara alta, igual a las tres provincias menos pobladas que totalizan 49 mil 469 electores y electoras, para un 10.6 por ciento del total. La provincia menos poblada es San José de Ocoa, el último invento provincial apenas suma 11 mil 844 electores, dejando ahora en segundo lugar a Pedernales que totaliza 12 mil 238.

Batalla PLD-PRSC

               Nadie pone en dudas que el PRD ocupará el primer lugar en la votación del próximo jueves. Incluso la generalidad de los analistas y dirigentes políticos estiman que mantendrá el dominio en las cámaras legislativas y los municipios, aunque no en las proporciones logradas hace 4 años.

            Las encuestas independientes publicadas y las de los partidos que han trascendido muestran una fortaleza del PLD en las grandes concentraciones urbanas del DN, y las provincias Santo Domingo y Santiago, donde aparece muy por encima del PRSC, su competidor por el segundo lugar, lo que le confiere una ventaja competitiva de cara a las presidenciales del 2004.

Incluso, se cree que el peledeísmo podría sorprender ganando por lo menos en una de las tres mayores.Estaría compitiendo con fuerza también en La Romana y Salcedo, dos de las cuatro que ganó en 1998. En las otras dos, El Seibo y Elías Piña, se le reconocen menos posibilidades de repetir.

            Sin embargo, las estimaciones de los propios partidos indican la posibilidad de que el PRSC obtenga mayor número de senadores, dado su absoluto dominio en provincias como San Pedro de Macorís y Altagracia y su fortaleza en otras menores como Independencia. Se le otorgan posibilidades de ganar en Puerto Plata y Hato Mayor, y la importante sindicatura de Santiago.

            El PLD podría sorprender en alguna que otra provincia, dependiendo de la respuesta que dé el electorado al partido de gobierno. Su campaña está mejor estructurada, más unificada y más agresiva que la del reformismo, y cuenta con la fuerza de su líder Leonel Fernández, quien empuja sus candidaturas, a diferencia del reformismo, donde Joaquín Balaguer es cada vez más un mito o líder virtual, que una realidad operativa.

La abstención beneficiaría al PRD

            El nivel que alcanzará la abstención es la gran incógnita para el próximo jueves, temiéndose que pueda superar el 47 por ciento de 1998. En esa ocasión votó el 53 por ciento, para el nivel congresional, aunque sólo se contó el 51, porque el 2 por ciento restante resultó anulado.

            La estimación de que una fuerte abstención podría beneficiar al PRD es tan generalizada que el PLD ha acusado al partido oficialista y hasta a la JCE de promoverla, aunque sin presentar el menor indicio al respecto.

            Esa presunción se basa en la fortaleza y la tradición perredeísta y en su arraigo en los sectores populares, más dispuestos a acudir a las urnas. El PLD podría ser el más perjudicado, ya que su mayor fuerza descansa en las clases medias y los grandes núcleos urbanos, más renuentes a responder el llamado a las urnas, como se demostró en los anteriores comicios congresionales y municipales.

            En efecto, aunque la abstención promedió 47 por ciento a nivel nacional, en el DN y en la generalidad de las 9 provincias de mayor población urbana, resultó superior. El liderazgo lo tuvieron La Romana y San Pedro de Macorís con 61 y 53 por ciento de abstención. En el DN alcanzó el 55 por ciento y en Santiago 53.

            Por municipios, en los de mayores dominaron los abstencionistas: 64 por ciento en San Pedro de Macorís; 62 en la Romana; 58 por ciento en Santiago; 55 en el DN; 51 por ciento en Puerto Plata y 50 en San Cristóbal.

            En las provincias del sur y suroeste, del noroeste y nordeste, las de mayor presencia rural y pobreza, ganadas todas por el PRD, excepto Elías Piña, la votación fue en mayor proporción. En Independencia sólo se abstuvo el 26 por ciento; En Pedernales y Elías Piña el 28; En Dajabón y Santiago Rodríguez el 31 por ciento; Montecristi el 33 por ciento, En Salcedo el 35; en Azua el 36 por ciento. En San Juan, Barahona, Bahoruco y Sánchez Ramírez se abstuvo el 37 por ciento.

            Se estima que el factor que más promueve la abstención electoral es el sistema de votación penalizante para la ciudadanía del llamado colegio electoral cerrado, que obliga a invertir entre 2 y 4 horas para sufragar.

            También la cultura presidencialista que aquí como en casi todos los países, resta importancia a la elección de legisladores y autoridades municipales, basada en que el Ejecutivo es quien resuelve.

            Así mismo se cita el poco aprecio por el Congreso y los municipios, donde parte de la población más consciente y contestataria no se siente representada.

            Es generalizada la creencia de que la muerte de José Francisco Peña Gómez, 6 días antes de los anteriores comicios congresionales y municipales elevó la votación a favor de su partido. Sin embargo, la encuesta Hamilton para HOY registró lo contrario, ya que un porcentaje de los abstencionistas dijo que no había acudido a las urnas por la desaparición del líder perredeísta.

            Un factor que podría reducir la abstención es que ésta vez hay mayor conciencia del riesgo y tanto los partidos como la JCE desarrollan una ofensiva para promover el voto, en lo que también se encuentran instituciones de la sociedad civil, como las iglesias y Participación Ciudadana.

            El establecimiento de las circunscripciones en las grandes provincias y el DN y el voto preferencial también podrían incentivar una mayor respuesta del electorado a la convocatoria del próximo jueves.

Pero mientras se ve si esos factores surten efecto, lo mejor sería que la opinión pública se preparara para la posibilidad de que la concurrencia a las urnas quede por debajo del 50 por ciento.-