España afronta LA INMIGRACION

Por Juan Bolívar Díaz

Como necesitan inmigrantes se proponen ordenar su llegada e invertir para integrarlos a la sociedad con igualdad de derechos y respeto a la diversidad cultural

Madrid, España.- El gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero está afrontando el problema de la masiva inmigración que cada año preocupa más a esta sociedad, partiendo de un sincero reconocimiento de que España necesita inmigrantes e implementando políticas destinadas a ordenar el tráfico de personas.

La creación de una Dirección General de Integración de los Inmigrantes hace dos años y la reciente propuesta de un Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración (PECI) conforman una política de rasgos profundamente humanos, económicamente racional e ideológicamente acorde con las tradiciones solidarias del socialismo.

En vez de aislar y discriminar a los inmigrantes, las actuales autoridades españolas se proponen invertir 2 mil millones de euros (unos 85 mil millones de pesos) en los primeros 4 años de un plan de normalización y universalidad de servicios dentro del principio de la responsabilidad compartida y tomando en cuenta la igualdad de derechos humanos y el respeto a la diversidad cultural.

Una gran preocupación

La llegada a las costas españolas de miles de inmigrantes del Africa Subsahariana (Senegal, Nigeria, Mali, Gambia, Cabo Verde), en los llamados cayucos, que son embarcaciones tan frágiles y rudimentarias como las que usan miles de dominicanos para llegar a Puerto Rico, exacerba las preocupaciones de los españoles y europeos sobre los flujos migratorios.

Como muchas de esas yolas han naufragado ocasionando centenares de muertos en condiciones dramáticas, su proyección a través de los medios de comunicación, especialmente de la televisión, ha contribuido a exacerbar las preocupaciones sobre la inmigración.

Resultados de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas publicados este jueves 26 por el diario El País muestra que la inmigración es el problema que más preocupa en la actualidad a los españoles. El 59 por ciento la señaló cuando en septiembre les preguntaron cuáles eran los cuatro principales problemas de España. Llamó la atención un fuerte incremento de 21 puntos sobre el 38 por ciento que la citó en la encuesta anterior de la entidad en julio del 2006, y el 28 por ciento en julio del 2005.

El paro (desempleo) con el 42 por ciento, la vivienda con 21 y el terrorismo con 18 por ciento, son los otros tres problemas más presentes en las preocupaciones de los españoles. En los años anteriores el terrorismo solía ocupar el primer lugar.

El tema de los flujos migratorios y su correcta canalización convocó un seminario de tres días organizado por la Fundación Jaime Vera, del PSOE, en su austero local de formación política enclavado en las afueras de Madrid, donde reunió a funcionarios gubernamentales y de organizaciones sociales vinculadas a los inmigrantes y algunos invitados latinoamericanos y africanos.

Las mayores fuentes

Aunque el drama de los cayuqueros es lo que más impresiona a españoles y europeos, en realidad los que llegan por ese medio (sumarían 27 mil al terminar el año)no son más que el 3 por ciento del total llegados, y en su mayoría han sido devueltos a los países de origen. Serían apenas el 4 por ciento de la emigración africana a España, según sostienen los expertos.

El grueso de los inmigrantes que llegan a España lo han hecho a través de transportes regulares o de las ciudades-territorios españoles africanos de Ceuta y Melilla. Los marroquíes encabezan la lista de los 4 millones de extranjeros (10 por ciento de la población total) residentes en España, estimándoseles en más de un millón. Le siguen los ecuatorianos y colombianos, que juntos suman también más de un millón. Los rumanos y bolivianos se estiman en unos 500 mil y 400 mil respectivamente.

Estos últimos encabezan las entradas en los últimos meses. Llegan por centenares cada día a través de los vuelos comerciales, pues Bolivia, junto a Brasil y Venezuela son los tres países latinoamericanos cuyos ciudadanos aún pueden ingresar a España sin visa. Se da por hecho que en enero se les acabará la gracia a los bolivianos.

A los dominicanos se les señala como los precursores de la gran inmigración latinoamericana en los finales de los setenta y principios de los ochenta. Según los registros del Voluntariado de Madres Dominicanas en España (VOMADE) la comunidad está integrada por poco más de 100 mil personas, de las cuales más de 59 mil tienen residencial legal, mientras otros 24 mil han conseguido nacionalizarse.

La fuerte inmigración a España, como a muchos otros países de Europea Occidental está determinada por la necesidad de mano de obra en capacidad de asumir tareas que su población nativa no quiere realizar, especialmente en los servicios domésticos, incluyendo cuidados de ancianos y niños, restaurantes, tiendas, salones de belleza, transporte, limpieza y construcción.

La población española lleva ya varios años entre las tres o cuatro con tasas más decrecientes en el mundo, lo que determina un envejecimiento progresivo. El promedio de vida anda por los 77 años, 73 los hombres y 80 las mujeres. La edad media de,l trabajador español es 39 años, mientras la de los inmigrantes es 32. Los inmigrantes están haciendo que la población crezca moderadamente y tenderán a ser el sostén productivo y financiero de la seguridad social de que disfrutan los españoles.

Legalizarlos, incluirlos

Las exposiciones de funcionarios del Ministerio del Trabajo, la secretaría de Estado de Inmigración y de la Dirección General de Inmigración, así como los planteamientos de dirigentes del PESOE y de autoridades municipales se inscriben en la necesidad de sincerar el problema de la inmigración, en legalizarla y ordenarla e integrar plenamente a los inmigrantes a la sociedad, de ninguna forma excluirlos ni rechazarlos.

El actual gobierno mantiene una línea firme de esfuerzo por regular la inmigración e integrar a los inmigrantes, bajo responsabilidad compartida y en base a los principios de igualdad de derechos, respeto a la diversidad cultural, y concepto de ciudadanía.

El trabajo oficial gira sobre 4 ejes fundamentales: control migratorio, que incluye la lucha contra las mafias de traficantes; programas de integración; responsabilidad compartida; y políticas sociales, para y con los inmigrantes con la normalización y universalización de los servicios.

En la actualidad se discute el Plan estratégico de Ciudadanía e Integración, sometido a consideración de las comunidades autónomas, los ayuntamientos y las instituciones sociales que trabajan con inmigrantes.

Funcionarios del Ministerio de Trabajo consideran que una política de inmigración duradera tiene que fundarse en penalizar la contratación ilegal, canalizar la inmigración legal, mejorar el análisis del mercado laboral, facilitar las contrataciones y controlar las condiciones de trabajo, todo ello en consenso con los agentes sociales.

La titular de la Dirección de Integración, Estrella Rodríguez, pondera los alcances del plan y postula como fundamental la despolitización y sinceridad en el tratamiento del tema de la inmigración.

Una propuesta de posición común de los ayuntamientos sobre inmigración distribuida en el seminario propone dar continuidad a la política de inmigración “basada en la aplicación de la ley vigente, e insistir sobre el Pacto de Estado, la Política Común Europea y los fondos para acogida e integración”.

Indica que por razones laborales han propuesto las sucesivas regularizaciones de los inmigrantes ilegales, enarbolando “el interés general de la convivencia social y laboral. Porque la economía sumergida perjudica a los trabajadores, crea situaciones que afectan la transparencia en las relaciones laborales, crea situaciones de abuso, perjudica las políticas de igualdad, crea marginalidad, generaban competencia desleal, y afectaba la convivencia en pueblos y ciudades, al crear situaciones de marginalidad”.

El documento especifica que la administración municipal y local tiene que propiciar todos los servicios sociales, igualdad de trato, participación y sensibilización a los antiguos y nuevos vecinos, dando apoyo al Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración.

El fondo de Integración

Las autoridades españolas tienen la convicción de que si necesitan inmigrantes, lo mejor que pueden hacer es organizar su llegada e integrarlos, para lo cual preparan grandes inversiones.

El Plan de Ciudadanía e Integración contempla inversiones de 2 mil millones de euros en los primeros cuatro años, en áreas de trabajo como educación, empleo, vivienda, salud, participación y atención a mujeres, infancia y juventud.

De hecho ya desde el 2005 la Dirección de Integración, creada por el gobierno del PSOE, empezó a recibir importantes recursos para su Fondo de Acogida e Integración. El presupuesto de este año 2006 asciende a 182 millones de euros, equivalentes a cerca de 8 mil millones de pesos.

El 40 por ciento va a la educación, pues “ahí es donde primero hay que trabajar la integración”, dice la señora Rodríguez. Otro porcentaje igual se destina a reforzar los servicios municipales de acogida, y también se dispone un porcentaje progresivamente mayor para las organizaciones sociales que asisten a los inmigrantes, que incluyen a las sindicales y empresariales.

Si algo queda claro al final de encuentro de tres días es que el tema de las inmigraciones está siendo afrontado con valentía y sinceridad por las autoridades del PSOE, que por demás reivindican los principios de solidaridad en que se fundamenta el socialismo.

También dan muestras de buena memoria, pues no faltaron quienes recordaran los siglos de emigración española, especialmente para América latina. Todavía a mitad del siglo pasado llegaban a Venezuela embarcaciones procedentes de las Islas Canarias con cientos de emigrantes españoles indocumentados.-