El PRSC podría quedar preso del culto al poder

Por Juan Bolívar Díaz

La última encuesta registra que el PRD y Leonel Fernández seguirían siendo fortalezas para las elecciones presidenciales                                              

            El Partido Reformista Social Cristianlo (PRSC) tendrá que apurar el paso si quiere estar en la competencia de la elección presidencial de mayo del 2004, para la cual van quedando sólo 21 meses, dadas las fortalezas que mantienen los otros dos partidos mayoritarios.

            En la última encuesta sobre preferencias políticas, la Omnimedia-Gallup publicada en las últimas dos semanas por la revista Rumbo, resalta que el Partido Revolucionario Dominicano(PRD) se mantiene en un sólido primer lugar en las preferencias partidarias y que el expresidente Leonel Fernández es una lína dura por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

            Aunque hay mucha vocación entre el liderazgo reformista para trillar su propio camino, ese partido podría quedar preso de una cultura de reverencia y negociación frente al poder, lo que le impediría cosechar el descontento natural que genera toda gestión gubernamental en países de una gran deuda social acumulada, imposible de saldar en corto plazo.

Diferencias en el PRSC

            Apenas se va disolviendo en la memoria colectiva la muerte del doctor Joaquín Balaguer cuando se han expresado públicamente importantes divergencias en su seno, lo que podría dispersar sus energías e impedirle retomar la ofensiva de cara a las elecciones presidenciales del 2004, para las cuales ya solo restan 21 meses y dias.

            Está pendiente el tránsito a la institucionalización del partido colorado, mientras se hace notable que algunos de sus dirigentes persistirán en poner por delante del interés partidario sus negociaciones personales o grupales, como fue la práctica de los tiempos finales del doctor Balaguer.

            Entonces daba resultado porque el caudillo tenía unos poderes acumulados, magnificados por una mitología que casi lo presentaba como inmortal. Pero con su desaparición el PRSC tendría que jugar a la fortaleza institucional o correr el riesgo de la dispersión, ya que el fenómeno Balaguer es irrepetible y ni siquiera hay ahora mismo un líder que pueda aglutinar por sí solo todo el partido.

            Eso tampoco ocurre ahora en los otros dos partidos mayoritarios, que han tenido que realizar importantes ajustes y aplazar ambiciones y negociaciones personales en aras de la unidad y para mantenerse como opciones de poder.

            Es relevante que las reuniones de los máximos dirigentes reformistas sigan siendo convocadas en la residencia del recién fallecido líder. Como si pudiera prolongarse su desinstitucionalización o como si no tuviesen ninguna prisa en emprender el escabroso camino de la reorganización, con miras a la consagración de un liderazgo colectivo y el posterior lanzamiento de un candidato presidencial.

            La prueba inmediata para el PRSC es la elección de candidatos o candidatas a presidir la Cámara de Diputados y la Liga Municipal Dominicana, ya que se da por hecho que no podrán resistir la tentación de mantener esos reductos de poder, para lo cual cuentan con ofertas de los otros dos partidos, especialmente del gobierno.

            Ha quedado de manifiesto que varios de los aspirantes a esos cargos están buscando respaldo fuera del partido a su cuenta y riesgo individual, lo que debilita las posibilidades de negociación del colectivo político.

            Por de pronto la doctora Rafaela Alburquerque ha dicho que el doc tor Balaguer le dejó una chiva amarrada para que continuara en la presidencia de los diputados. Por su parte Rafael Bello Andino, el presidente en funciones del partido, sostuvo que “hay un compromiso” para llevar a Miguel Sanz Jiminián a la secretaría general de la Liga Municipal.

            Ambos planteamientos han sido cuestionados por otros dirigentes del partido colorado que creen que, al igual que como ocurrió con el porcentaje para la elección presidencial, esas decisiones deben ser adoptadas por Comisión Nacional Ejecutiva.

El culto al poder

            Uno de los más agudos dirigentes reformistas decía en estos días que entre sus “compatriotas” predomina un cierto culto al poder que los lleva a querer estar bien con los que gobiernan. De tanto tiempo que han pasado cerca de las fuentes del poder político se han acostumbrado a negociar con éste y les resultará difícil otra cosa que no sea atender las ofertas a las que está presto el presidente Hipólito Mejía en aras de su gobernabildiad.

            Al mandatario y su partido le conviene también mantener las mejores relaciones con el PRSC por los dos años de mandato que le restan y para dificultar una alianza de este con el PLD en una eventual segunda vuelta electoral en el 2004. Satisfaciendo aspiraciones políticas y personales se ganan aliados dentro del partido colorado para la hora en que deba inclinarse la balanza.

            Desde luego, los que aspiran a un partido sólido y competitivo, que les permita algo más que recibir migajas del poder, favorecen posiciones más independientes y contestatarias frente al gobierno. Algunos llegan a considerar que lo más conveniente para el crecimiento del partido sería no pactar absolutamente nada con el gobierno y lanzarse a competir con el PLD por el liderazgo de la oposición con miras a capitalizar insatisfacciones.

            Otros valoran la necesidad de mantener las fuentes de poder y empleos que suponen la presidencia de la Cámara de Diputados y la Secretaría general de la Liga Municipal, con las que se pueden satisfacer parte de las demandas más urgentes de los cuadros medios y bajos del partido.

            Además influye la posibilidad de mantener y obtener contratas gubernamentales para obras y suministros que habrían sido de los nidos en que se mantenían algunas de las chivas amarradas en más de un ámbito reformista.

            Las elucubraciones al respecto abundan en estos días entre los reformistas y las preocupaciones aumentan en la medida en que se incrementan las protestas sociales, que han caracterizado el curso de las últimas dos semanas, especialmente por los apagones y el desproporcionado incremento en el costo del peaje de las carreteras.

La fuerza de Leonel

            Lo que más llamó la atención de los resultados de la última encuesta de Gallup Dominicana para Omnimedia fue la fortaleza mostrada por el expresidente Leonel Fernández, quien desde hace tiempo ha expresado su decisión de buscar la postulación presidencial por el PLD para el 2004.

            Fernández aparece empatado con el presidente Mejía, cuando a los encuestados se les puso elegir entre ellos dos, en caso de que fueran candidatos. El líder peledeísta registró un 46.1 por ciento, apenas fracciones menos que el 46.5 atribuido al perredeísta.

            La ventaja de Fernández es inmensa en relación a otros 5 potenciales candidatos del PLD, cuando se preguntó al universo cuál de ellos podría ser un buen presidente. Registró 31.3 por ciento y el que más cerca le quedó fue Jaime David Fernández con 6.8.

            Entre los encuestados que se declararon peledeístas la ventaja del exmandatario es mucho mayor, con un 56.4 por ciento contra 10.1 de Fernández Mkirabal y 7.4 de José Tomás Pérez.

            Cierto que hasta el momento de la encuesta ningún peledeísta había manifestado disposición a disputarle la candidatura presidencial a Leonel Fernández, lo que ha hecho recientemente Jaime David. Habría que esperar otra encuesta a ver si esa decisión cambia el curso de las preferencias electorales al interior del partido morado, cosa que muchos dudan, al menos para la coyuntura del 2004.

Y el PRD se mantiene

            Para hacer menos optimistas las perspectivas del PRSC, la última encuesta publicada señala que el PRD se mantiene como la primera fuerza política nacional, ñpese al desgaste del poder y a las divergencias que lo han afectado en relación a la reforma constitucional.

            Los encuestadores pidieron marcar el partido de su preferencia en una boleta que podían introducir directamente a una urna. El 44 por cierto marcó al partido blanco, el 24.8 al PLD y el 18.7 al colorado. Ese porcentaje está inclusio por encima de los registros perredeístas en muchas de las encuestas de los últimos años, que han rondado el 40.

            Como viene ocurriendo desde 1995, el PRSC ocupa el tercder lugar en las preferencias electorales, con cinco puntos por debajo del PLD, diferencia que podría ser descontada tan pronto los colorados puedan presentar una opción presidencial sólida y verse nuevamente como una opción real de poder.

            Pero mientras tanto los resultados de esa encuesta han sido subrayados por los que en el partido colorado ven más allá de la curvita de la Paraguay, conscientes de que cada semana que desperdicien sin meterse en la competencia, es un punto de retroceso.                        La conclusión la expresan en privado algunos dirigentes que consideran urgente devolver el partido a su local, implementar reuniones semanales de la Comisión Ejecutiva, dar luz verdde a los grupos de trabajo, especialmente a la comisión técnica, y fijar un calendario para elegir el candidato presidencial.

            Ese calendario pasa por unas votaciones primarias que legitime con la mayor transparencia un potencial nuevo liderzgo del partido. Aunque Jacinto Peynado, el reformista más favorecido por las encuestas de los últimos años, ha propuesto que el candidato presidencial sea escogido mediante una encuesta.

            Otros, como Federico Antún, creen que la encuesta deberá determinar los precandidatos, pero que el voto de las bases es la garantía de legitimdiad y solidez de la candidatura y requisito fundamental para iniciar la nueva etapa democrática del partido.

            Todos, sin embargo, están convencidos de que el próximo gran desafío lo representa la decisión sobre la Cámara de Diputados y la Liga Municipal, que en alguna medida marcará también la actitud reformista en torno a la elección de los jeuces electorales. Para lo primero y lo tercero faltan apenas dos o tres semanas.-