Por Juan Bolívar Díaz
La estrategia gobiernista privilegia el pacto con el reformismo mientras el PLD recibe una dosis de lo que sembró hace 4 años
El abierto respaldo del gobierno perredeísta para una reelección de Amable Aristy Castro en la secretaría general de la Liga Municipal Dominicana pone de relieve, una vez más, las dimensiones alcanzadas en el país por el pragmatismo político, que ahora se encuentra al colorado y rojo vivo.
Cada vez es más claro que la estrategia perredeísta privilegia la alianza al menos con una parte del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) de cara a la próxima elección presidencial, mientras el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) prueba una dosis de la medicina que patentizó hace cuatro años.
En tanto la renuncia del ingeniero Carlos Morales Troncoso a su precandidatura presidencial parece indicar las dificultades reformistas para orquestar una posición unitaria y propia de cara al próximo proceso electoral.
El Amable Aristy Castro
Mañana domingo 26 Amable Aristy Castro será reelecto para otros cuatro años en la secretaría general de la Liga Municipal Dominicana (LMD) y esta vez sin las dificultades e ilegitimidades que protagonizó en 1999.
Ahora el hábil cacique higueyano no tendrá ningún cuestionamiento, ni habrá asamblea paralela para elegirlo. Tampoco habrá despliegue militar ni ocupación policial de las oficinas de la LMD. Esta vez será revalidado casi a unanimidad por los delegados de los 125 municipios, convocados para un placentero fin de semana en el enclave turístico de Bávaro, allá en sus predios de la provincia Altagracia.
Atrás, bien atrás, habrá quedado el grito de “Entren to” con que el senador perredeísta Ramón Alburquerque desafió el arrebato político dispuesto por el gobierno peledeísta en su vano esfuerzo por prolongar la alianza política con el PRSC que en 1996 le confirió el poder.
Los senadores Dagoberto Rodríguez y Jesús Vásquez apenas recordarán las cicatrices físicas y morales que les dejó aquel enfrentamiento cuando fuerzas policiales cercaron el local de la Liga Municipal y le impidieron la entrada a sus legítimas autoridades, cuatro días antes de la elección, mientras a billetazos compraban las conciencias de los más débiles ediles perredeístas.
El ejercicio del poder ha hecho olvidar el cerco tendido sobre el Congreso Nacional, con vuelos de helicópetros incluídos, para arrebatar al PRD el control sobre la LMD que le confería el haber ganado las sindicaturas de 95 de los entonces 115 municipios, y la mayoría en el 57 por ciento de las salas capitulares.
Las víctimas de ayer son las que ahora, complacidas, hacen su ofrenda ante el interés de Aristy Castro y sectores reformistas por seguir controlando esa parcela del pdoer que es la Liga Municipal. Pudieron haber negociado con los mismos reformistas para cambiar el beneficiario, pero ni eso, no hay el menor rubor, tampoco contradicciones fundamentales.
Tremendo pragmatismo
El pragmatismo político en todo su apogeo ha determinado que el presidente Hipólito Mejía, sin mayores contradicciones, dispusiera prolongar a don Amable Aristy Castro en la función que a golpe de arrebato le confirió el peledeísmo gobernante.
La única dificultad enfrentada por Aristy Castro ha sido de orden interno, por cuando Miguel Sanz Jiminián le disputó el derecho a ser candidato a la secretaría general de la LMD que los perredeístas le habían reservado al PRSC.
Las negociaciones entre Aristy y Sanz han sido otra expresión del pragamatismo político, donde abiertamente se reparte el patrimonio público. Diez días atrás se llegó a hablar de una compensación a Sanz en término de subsecretarías generales y empleos para sus seguidores.
También se dilucidó públicamente que algún influyente le había ofrecido la dirección de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses, pero el mismo Sanz Jiminián dijo que le jerarquía del ofertante no le daba suficientes garantías, por lo que siguió reclamando lo suyo.
Para completar el cuadro, la Comisión Ejecutiva del PRSC se lavó las manos sobre la disputa y dejó el asunto al libre entendimiento entre los competidores, tras aprobar la candidatura de Aristy Castro, aunque algunos influyentes, como Jacinto Peynado y Carlos Morales, habían planteado que lo más conveniente era suspender los pactos con el partido en el poder.
Un dirigente reformista confió que el candidato hizo todos los amarres posibles tanto con las máximas instancias del gobierno y del PRD, como con los mismos síndicos y finalmente con los miembros de la Comisión Ejedutiva reformista. A algunos de estos hubo que prometerle algunos fragmentos del pastel, como igualas.
El pragmatismo político tuvo un gran impulso en 1996 con el Frente Patriótico y se desarrolló en el gobierno surgido del mismo. Al punto de justificar la compra de diputados o regidores para romper la mayoría perredeísta. Todavía recientemente un miembro del comité político del PLD, bien conocedor de la historia, defendía el golpe institucional de la LMD, aduciendo que era lo que recomendaban las circunstancias, independientemente de razones institucionales y ética política.
En el poder los perredeístas también reivindican el pragmatismo y se escucha a altos dirigentes y legisladores justificar los intentos de violar pactos en virtud de que ellos fueron víctimas en el pasado de comportamientos similares. En otra palabra que lo que ayer era condenable, ahora es repetible.
Ni pies ni pisadas
Entre los estrategas gubernamentales y perredeístas existe la decisión de no perderle ni pies ni pisadas a los reformistas, conscientes de que es difícil que en los comicios del 2004 puedan ganar con sus propias fuerzas, como en el 2000.
Las propias encuestas del gobierno han mostrado el desgaste del perredeísmo en el electorado, especialmente a partir de la segunda mitad del año pasado. Mientras el PLD registra ascenso y el PRSC se mantiene estancado, víctima de las indefiniciones en que lo dejó su caudillo Joaquín Balaguer al fallecer en julio pasado.
Las relaciones del gobierno y el PRD con los reformsitas comenzaron en vida de Balaguer, quien en sus últimos hálitos de vida se convirtió en el “mejor aliado del gobierno”, según lo ha proclamado el propio presidente Hipólito Mejía, quien no se ha cansado de reconocer al lider reformista.
Esas relaciones tuvieron también otros danzantes en el mismo entorno de Balaguer, lo que se conoce como La Casa, encabezados por Rafael Bello Andino, con quienes se privilegia la mejor relación a cualquier costo político y hasta económico, porque algunos relacionados han sido beneficiados con cargos gubernamentales y consulares, así como contratas de obras y de compras.
Los gobiernistas están decididos a mantener esa línea política, de la que es orientador fundamental el presidente Hipólito Mejía. Se fundamentan en que a ellos les ha dado beneficios. “El agradecimiento siempre renta” explicó un funcionario y dirigente político.
Como contrapartida, señalan que el PLD se tomó demasiado a pecho aquello de que el Frente Patriótico fue totalmente desinteresado. Y entraron en contradicción con los reformistas, los cuales no se sintieron recompensados y jamás olvidaron “ingratitudes”.
La renuncia de Morales expresa tensiones
La renuncia del ingeniero Carlos Morales Troncoso a optar por la candidatura presidencial del PRSC expresa las tensiones generadas al interior del PRSC por las indefiniciones en su papel de opositor.
El exvicepresidente ha venido reclamando que el reformismo se desligue del gobierno y lance su propio juego de cara al próximo torneo electoral, “dejando de lado toda idea de alianza o entendido con otras fuerzas políticas en coyunturas venideras”, como escribió en el comunicado de abandono de la precandidatura, en el cual pidió a sus “compatriotas” que aprendan las lecciones de 1996 y 2000.
Posteriormente en declaraciones a los medios informativos, Morales Troncoso fue más claro y beligerante, llegando a plantear que hay reformistas que no están buscando el poder, sino migajas y carguitos. Posteriormente agregó contratitos.
Otro ingeniero reformista, José Osvaldo Leger, fue más claro y específico, denunciando el propósito de incorporar el “Grupo de los 27” a la Comisión Ejecutiva. Se trata de aquellos dirigentes que reclamaron incorporación a esa comisión, tras la última reestructuración de la misma, realizada antes de las elecciones del año pasado y de la muerte de Balaguer, aduciendo que se había acordado en la reunión del Directorio Central Ejecutivo.
En el grupo hay varios de los que mantienen buenas relaciones con el gobierno, encabezados por Angel Lockward, quien entonces era ministro de Industria y Comercio del régimen perredeísta.
En diciembre pasado, el presidente Mejía dijo públicamente que había recomendado a sus amigos reformistas la incorporación del Grupo de los 27 a la Comisión Ejecutiva, lo que de inmediato fue rechazado por Morales Troncoso, quien pidió al mandatario “sacar la mano del Partido”.
La semana pasada el presidente del PRSC, Bello Andino, ratificó que los 27 serán incorporados al organismo ejecutivo durante una reunión que convocaría para el 31 de enero, para lo cual ya tenía lista la documentación correspondiente.
Leger denunció la incorporación “como un intento de entregar el partido al PPH” llegando a acusar driectamente a Bello Andino y a Donald Reid Cabral de “maniobrar para convertir el PRSC en comodín del sector perredeísta que liderea el presidente Mejía”.
En los ámbitos reformistas se ha llegado a sustentar que hasta dos de los ocho precandidatos están en tratos con el gobierno. Se les identifica claramente, aunque no se han aportado pruebas.
Mientras, se ve la reelección de Amable Aristy en la Secretaría General de la LMD como un nuevo triunfo del colaboracionismo entre el partido colorado y el gobierno perredeísta.-