El gran desafío para los comicios

Por Juan Bolívar Díaz

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A medio año de las elecciones congresionales y municipales del 2006 el panorama se caracteriza por un creciente desinterés de la ciudadanía impulsado por el progresivo descreimiento en el sistema partidista, lo que plantea la posibilidad de que se incremente la alta tasa de abstención registrada en las dos anteriores.

Embarcados en una prematura lucha interna que llega al nivel de la violencia criminal, dirigentes y activistas políticos ignoran el sentimiento de rechazo que generan, en tanto 38 nuevos grupos buscan obtener reconocimiento con la esperanza de retar el dominio de los partidos tradicionales.

Todavía sin los fuertes cuestionamientos que han caracterizado los anteriores procesos, la Junta Central Electoral (JCE) trata de cumplir un calendario que tiene como inmediato desafío la reestructuración de las juntas electorales e integración de las correspondientes a 17 nuevos municipios.

El desafío del 2006

Hasta el momento nadie está esperando que los comicios del 16 de mayo del 2006 se conviertan en una confrontación de programas ni posiciones ideológicas, sino simplemente en un festival de ambiciones.

La prematura campaña interna en que están embarcados los partidos tradicionales apunta a una simple disputa por las posiciones electorales, más desde el punto de vista individual que de las corporaciones políticas.

Al interior de los principales partidos lo que se percibe es una guerra sin cuartel, que en los ámbitos del Partido Revolucionario Dominicano ha llegado a una violencia que ha cobrado tres vidas, en Los Alcarrizos y Las Matas de Farfán. En el Partido de la Liberación Dominicana los arrebatos no perdonan a políticos de la mejor imagen como Minou Tavarez Mirabal y José Tomás Pérez. Mientras el Reformista Social Cristiano se ofrece a los dos primeros al mejor postor.

En amplios ámbitos de la clase media, incluyendo a los sectores promotores de la democracia dominicana, lo que se respira es una progresiva decepción del nivel de la lucha política. Hasta líderes de opinión, como Ligia Minaya, Mu-Kian Sang y Rafael Toribio no han ocultado su decepción por el rudimentario nivel de la lucha política, el clientelismo y la corrupción..

En ámbitos de la sociedad civil promotores del fortalecimiento de la democracia expresan temores de que el descreimiento en el sistema partidista arroje una abstención superior al 50 por ciento registrada en las dos elecciones congresionales y municipales celebradas en 1998 y 2002, después de la reforma constitucional que las separó de los comicios presidenciales.

Tal nivel de abstención duplica el promedio histórico del 27 por ciento registrado en las elecciones que involucran la Presidencia de la República.

El Director General de Elecciones, Gilberto Cruz Herasme, estima que poco más de 5 millones 300 mil ciudadanos y ciudadanas estarán aptos para ejercer el sufragio en mayo próximo, con un crecimiento de apenas 300 mil en relación a los 5 millones 20 mil registrados para los comicios presidenciales del año pasado, incremento de apenas 6 por ciento.

Nuevos contendientes

Llama la atención el alto número de nuevos partidos y agrupaciones independientes, ascendientes a 38, que han formalizado ante la JCE solicitudes para participar en las próximas elecciones. Cerca de la mitad corresponden a movimientos municipales y provinciales que tratan de retar el predominio de los partidos tradicionales.

La ley dominicana prevé la participación de estos movimientos, a los cuales se les exige para su reconocimiento proporciones de respaldo en el electorado que superan a las que se les pide a los partidos nacionales. En los comicios del 2002 participó una docena de esos movimientos, de los cuales sólo uno de Yaguate, San Cristóbal, quedó reconocido por haber obtenido un regidor.

Se da por hecho que una buena proporción de los nuevos solicitantes serán rechazados por no reunir los requisitos de ley. Mientras 23 partidos mantienen el reconocimiento legal, la mayoría de los cuales acostumbran participar aliados a los tres partidos dominantes.

De éstos últimos los que más votos han alcanzado en los últimos comicios nacionales son el Bloque Institucional Social Demócrata, y la Alianza por la Democracia, aliados al PLD. El Quisqueyano Demócrata, el de Veteranos y Civiles, la Unidad Democrática y el Movimiento de Integración, Unidad y Cambio han perdido terreno en los dos últimos torneos electorales. El financiamiento público de las campañas electorales que rige desde 1997 ha contribuido a fortalecer el predominio de los partidos tradicionales y ha dejado en desventaja progresiva a los nuevos agrupamientos políticos que reciben una ínfima proporción del mismo. Pese al progresivo descontento con los partidos dominantes, las nuevas opciones no han alcanzado proporciones significativas del electorado.

Proceso organizativo

La JCE trabaja cada vez más intensamente en el calendario electoral para mayo del 2006. Para esta ocasión los municipios serán 151, en los cuales se elegirán síndicos, vicesíndicos y regidores, un 20 por ciento superior a los 125 del 2002.

Los diputados a ser electos ascenderán ahora a 178, veintiocho más de los 150 de la última elección, para un crecimiento del 19 por ciento. Sólo los senadores mantendrán el mismo número 32, debido a que el Congreso se atrasó en el conocimiento de varias provincias propuestas.

En el calendario que la JCE se ha dado en el proceso organizativo, lo que está pendiente en lo inmediato es la reestructuración de 43 juntas electorales y la integración de 17 correspondientes a nuevos municipios. En la mayoría de las primeras se trata de sustituir uno a dos de sus integrantes. Hay casos relevantes como el de Santiago, donde hay que escoger de nuevo todos sus integrantes.

En estos días, de acuerdo a los informes de la Dirección General de Elecciones, los inspectores proceden a comprobar las informaciones suministradas por los partidos y movimientos que aspiran a ser reconocidos y se coordina con los partidos la recomposición o integración de las juntas electorales.

Hasta el momento la JCE se desenvuelve sin mayores cuestionamientos sobre el proceso organizativo. Por lo menos están ausentes las denuncias sobre el padrón electoral que han caracterizado los anteriores torneos electorales. Hay quienes creen que por fin los agentes políticos se han convencido de que el registro de electores es sano, como ha quedado evidenciado en los últimos 5 comicios nacionales. El cierre de inscripciones para votar en mayo próximo está programado para el 16 de enero.

En algo en que se ha avanzado es en acuerdos con los partidos sobre el diseño de las boletas y las actas electorales, éstas últimas son tradicionalmente el factor básico de retraso en los cómputos

El calendario electoral

Según el calendario establecido por la JCE, las fechas más relevantes son las siguientes:

28 de noviembre: Inicio del entrenamiento del personal para la transmisión del cómputo electoral.

30 de noviembre: conclusión de la designación de los miembros de las juntas electorales.

16 de diciembre: cierre de los servicios de cedulación y de cambios de residencia con fines electorales.

16 de enero: Cierre de inscripciones en el registro electoral (120 días antes de los comicios, según la Ley Electoral)

31 de enero: fecha límite para entrega a los partidos de la base de datos del registro electoral y los programas a utilizarse en el cómputo.

16 de febrero: límite para publicar la proclama electoral que abre la campaña proselitista (90 días antes de los comicios)

2 de marzo: vence el plazo para depositar las propuestas de alianzas, fusiones o coaliciones (75 días antes de los comicios)

15 de marzo: inicio de la impresión del padrón electoral

17 de marzo: límite para comunicar a los partidos las decisiones sobre alianzas, fusiones y coaliciones y para la presentación de candidaturas y de la relación de ingresos y gastos de los partidos. (60 días antes de los comicios, según la ley.)

23 de marzo: emisión de las resoluciones sobre las candidaturas y comunicación a los partidos políticos y juntas electorales.

30 de marzo: inicio de la impresión de boletas y actas electorales.

16 de abril: límite para publicar la ubicación de los colegios electorales.

1 de mayo: fecha límite para el nombramiento del personal de los colegios electorales.

14 de mayo: límite para instruir el personal de los colegios electorales. Cierre de la campaña proselitista.-