La oposición no puede contra el PLD-Estado

Por Juan Bolívar Díaz

20_03_2016 HOY_DOMINGO_200316_ El País16 A

El desbordamiento de la publicidad política del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Gobierno y su financiamiento de una red nacional de medios y comunicadores, es una de las explicaciones de las altas preferencias electorales que le arrojan las encuestas, en contraste con graves insatisfacciones en ellas mismas expresadas.

Todas las encuestas han dado a Danilo Medina en camino a reelegirse en primera vuelta, pero él y su grupo partidario quieren ratificar el control total de los tres poderes del Estado. Por eso no se conforman con menos del 60 por ciento del voto, para liquidar definitivamente a Leonel Fernández y prolongar el nuevo liderazgo mesiánico.

Felices con la Gallup-HOY. Esta vez cuatro ministros del Gobierno no salieron en rueda de prensa para impugnar los resultados de la encuesta Gallup-HOY, y pedir explicaciones, como hicieron con la anterior, publicada en la primera semana de febrero.

El 51.8 a 35.7 por ciento, diferencia de 16 puntos, de Danilo Medina-Luis Abinader que marcó aquella no era suficiente. Querían a su candidato sobre el 60 por ciento, y lo consiguieron con tres décimos adicionales, frente a un opositor que retrocedía 5 puntos.

La única explicación visible es que esta encuesta se hizo en la misma semana en que Medina pronunció su triunfal discurso reeleccionista que pretendió ser de rendición de las cuentas gubernamentales del año pasado. Y disfrutó del enorme privilegio de monopolizar todas las frecuencias de radio y televisión a nivel nacional y medios digitales de la Internet.

El nivel de propaganda que mantienen el PLD y su Gobierno, con tantas otras ventajas adicionales, ya no se explica solo en querer ratificar todo el control del Estado, sino en hacerlo de forma apabullante, para reducir más la oposición y aplastar definitivamente al expresidente Leonel Fernández, a quien le están diciendo que no lo necesitan en la campaña, y lograr así un predominio de largo plazo del presidente Medina.

Ya estrategas del danilismo dicen abiertamente que no correrán el riesgo de que un “Leonel vengativo”, pueda volver al poder, y que el único que garantizaría que no ocurra es Medina, y que ya saben modificar la Constitución sin costo político.

Monopolio de la publicidad. Que Abinader cayera en cinco puntos y Guillermo Moreno bajara del 4.3 al 3.5, y que Minou Tavárez apenas marque el 1.3 por ciento, con otros cinco candidatos sin registro, no debería sorprender a la luz del monitoreo a la publicidad política de febrero en prensa, radio y televisión, que acaba de publicar el movimiento Participación Ciudadana (PC), según el cual el PLD gastó el 79.3 por ciento del total, y con sus aliados el 81.5 por ciento, seguido del Partido Revolucionario Moderno y aliados con el 17.8 por ciento. Si es extrema la diferencia

entre los dos primeros, es terriblemente antidemocrático que los otros siete partidos con candidaturas presidenciales, apenas dispusieran del 0.7 por ciento de la publicidad. Con esas cifras no se puede hablar de competencia electoral.

Es relevante que del total de la publicidad de febrero en los medios masivos, ascendente a 453 millones 339 mil pesos, el PLD invirtiera 369 millones, equivalente al 86 por ciento de los 429 millones 356 mil pesos que recibirá del Presupuesto General del Estado para todo el año. Con razón se oponen a una legislación que transparente el origen del dinero que gastan los partidos, como ocurre en casi todo el mundo democrático.

Explica las inconsistencias. Esa inmensa maquinaria publicitaria y propagandística, capaz de convertir al exalcalde de Nueva York Rudolph Guilliani en un impostor y delincuente, porque lo contrató Abinader como asesor en seguridad ciudadana, y que reduce a “una pendejaita” la prisión en Brasil del asesor de la campaña electoral del presidente Medina, Joao Santana, y que oculta las revelaciones sobre soborno de millones de dólares en la compra de los aviones Tucano, podría ser una de las explicaciones de las inconsistencias que siguen arrojando las encuestas.

Por ejemplo, la misma Gallup-HOY que otorga un 60 por ciento de preferencias electorales a la reelección, establece que el 61 por ciento de los propios encuestados cree que su situación económica es mala o muy mala, con solo 16 por ciento que la percibe buena o muy buena.

Hay todavía mayores inconsistencias: el 81 por ciento cree que la nación precisa de un cambio político en los próximos años, para el 35 por ciento de ellos muy grande o revolucionario. El 85 por ciento cree que la corrupción es un problema nacional grave o muy grave, y el 75 por ciento señala la delincuencia e inseguridad ciudadana como principal problema nacional, seguido del costo de la vida, escasez de fuentes de trabajo, apagones y corrupción.

Si el poder de la propagada es reconocido universalmente, nadie debería sorprenderse del nivel de aprobación de un presidente con ese nivel de inversión publicitaria y que enuncia logros y manipula cifras durante hora y media monopolizando todo el sistema nacional de radio y televisión.

Es contra todo el Estado. Tal como proclamó Danilo Medina cuando lo derrotó Leonel Fernández en las primarias para la candidatura presidencial del 2008, es todo el Estado que está venciendo.

Todavía en la campaña del 2012 que lo llevó al poder, al proclamar “sus convicciones democráticas”, Medina sostuvo que la institucionalidad nacional necesitaría 20 años para soportar un proceso reeleccionista, “porque los funcionarios, cuando van a un proceso de reelección, no distinguen la línea que separa los bienes públicos de los bienes partidarios”.

La abultada nómina pública y las nominillas suman más de 700 mil personas, y más de 2 millones 200 mil tienen tarjetas para acceder a subsidios que solo mitigan la pobreza, constituyéndose en una inmensa base clientelar. Cada senador, además de los barrilitos, suspendidos por dos meses, tiene veinte empleados a su servicio, una inmensa ventaja frente a sus retadores de la oposición.

Pero además, las candidaturas del PLD cuentan con el beneficio de los órganos judiciales: El Tribunal Superior Electoral llegó al extremo de tratar de imponerle un candidato a la alcaldía capitalina al principal partido opositor, y la Procuraduría General inició acciones judiciales contra su candidato a senador por San Cristóbal el mismo día en que fue inscrito, desenterrando una investigación del 2013 sobre acusaciones de manejo irregular de fondos en la Federación de Fútbol.

Es contra todo el Estado que lucha lo que el PLD dejó de oposición, después de tragarse golosamente a gran parte del Partido Reformista Social Cristiano y del Partido Revolucionario Dominicano. Y se los tragó con los recursos públicos, los mismos con los que ha comprado todo lo que ha podido mercantilizar de la sociedad dominicana.

Últimas encuestas arrojan incertidumbres políticas

 Por Juan Bolívar Díaz

07_02_2016 HOY_DOMINGO_070216_ El País13 A

Las últimas encuestas muestran una clara tendencia a la bipolarización, con una progresiva reducción de las preferencias por el presidente Danilo Medina y el ascenso de Luis Abinader de cara a los comicios nacionales del 15 de mayo, determinando mayores presiones sobre los alternativos para que pacten y eviten ser absorbidos.
La desproporcionada reacción del partido gobernante ante la encuesta Gallup-HOY adelanta una ofensiva para invertir la tendencia que beneficia a la oposición, teniendo principal objetivo reducir las tensiones en su máximo liderazgo y superar sus múltiples conflictos por las candidaturas congresuales y municipales.

Una clara bipolarización. La tendencia que reflejan las encuestas publicadas en enero pasado marca una progresiva bipolarización, con el presidente Danilo Medina en baja y el opositor Luis Abinader subiendo de cara a las elecciones del 15 de mayo, lo que parece haber disipado las certidumbres del año pasado.

Todavía la encuesta Mark Penn-SIN, primera del año, realizada del 6 al 10 de enero, ratificaba una ventaja de 30 puntos (57-27) para la reelección, pero luego otras seis del mismo mes parecieron diluir las certidumbres, al punto que ahora se habla de la posibilidad de que se repita la doble vuelta electoral, que solo se ha dado en el país en el 1996.

La que causó mayor impacto, por el crédito que se le otorga, fue la Gallup-HOY, que esta semana dejó al candidato de la coalición de unas catorce organizaciones políticas que encabeza el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) gobernante con apenas 1.8 por ciento sobre la mayoría absoluta, aunque con ventaja de 16 puntos sobre Abinader, postulado por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y otros cuatro. El resultado de 51.8 a 35.7, con 4.3 por ciento para Guillermo Moreno, candidato de Alianza País, configura, como en el 2012, un claro escenario bipolar.

La encuesta ASISA, cuyo patrocinio se ha atribuido por años al PLD, se había adelantado con 55-39-3 para los tres punteros. Cabrera y Asociados, una de las primeras encuestadoras del país, que estaría trabajando a Abinader, arrojó 53-41-5. La que sin duda investiga para este, la del Centro Económico del Cibao no se ha publicado este año, pero se supo que arrojó un balance bastante cercano al de Gallup.

La CIES International bajó a Medina a 49 con Abinader en 37. La firma mexicana Votia debutó aquí con el resultado más apretado 46-41-3, con dos por ciento para Minou Tavárez y la norteamericana New Link, para Telesistema Dominicano, marcó 50-34-7-3.

¿Hacia una doble vuelta? Las tendencias que indican las encuestas son muy tomadas en cuenta por los analistas, y en la serie de enero fueron muy acentuadas en la reducción de Medina que los observadores apreciaban, y en el ascenso de Abinader, más significativo por tener como principal apoyo un partido que apenas cumplió un año de constituido, y que no ha estado exento de dificultades, en la elección de candidatos congresuales y municipales.

Aún en la Penn-SIN que le marcó la mayor ventaja, las preferencias de Medina cayeron de 63 a 57 por ciento, mientras las de Abinader subían del 17 al 27, en relación a la anterior de julio del 2015. En Gallup-HOY se acentuó la doble tendencia, ya que en el mismo período el gobernante cae 11 puntos, de 63 a 52 por ciento, y el opositor sube 19, del 17 al 36 por ciento, para una movida de 30 puntos. Cabrera y Asociados registra una movilización de 33 puntos, 13 menos para Medina y 20 más para Abinader.

En julio del 2015, cuando las dos firmas más acreditadas encuestaron, ya Luis Abinader había sido electo candidato por el PRM y el Partido Humanista Dominicano. Danilo Medina había sido proclamado por el PLD y en junio había recibido el apoyo del Partido Revolucionario Dominicano, reducido por la división que parió al PRM.

Alarma en el PLD. La rueda de prensa del secretario general del PLD, acompañado de tres ministros (Economía, Turismo y Medio Ambiente) y del director de Información Estratégica del Gobierno, apenas unas horas después que se publicara la encuesta Gallup-HOY, y los prepotentes reclamos a la encuestadora para que la justificara, mostraron la preocupación del oficialismo al día siguiente a la proclamación de su candidato presidencial.

Los peledeístas tienen razones adicionales para estar preocupados, como el profundo y prolongado conflicto entre sus dos principales líderes reflejado en el caótico intento de elegir apenas una docena de candidatos a diputados y medio centenar a alcaldías, cuyos resultados han generado divisiones en las cuatro mayores provincias, Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y La Vega. Ya la repostulación total de los senadores y del 80 por ciento de los diputados y el 70 por ciento de los alcaldes, negando el derecho a ser elegido de miles, había desalentado su militancia.

Aunque respiraron con la presencia del expresidente Fernández en el acto de proclama de Medina, se supone que advirtieron, como los observadores, que el lenguaje gestual del presidente del partido no era alentador, como testimoniaron las fotos en las redes de Internet. Andrés L. Mateo lo retrató en su artículo: “Estaba aquí, pero no soy yo”.

Desde luego que Danilo conserva aún ventajas para ganar, y que tratarán de incrementarlas con los recursos del poder que con tanta efectividad han utilizado, especialmente en la última presidencial, cuando el Gobierno gastó más de 150 mil millones de pesos fuera del presupuesto. El ministro de Medio Ambiente dijo en la rueda de prensa citada que buscarán los votos “por municipios y provincias y hasta debajo de las piedras”.

Desafío para la oposición. Las tendencias que marcan las encuestas suponen un desafío a la inteligencia política y capacidad de negociación para una oposición que persiste en ir dividida frente a una maquinaria de poder casi absoluto. Para Luis Abinader y el PRM es urgente superar los conflictos que le quedan en la escogencia de candidaturas y hacer un último esfuerzo para convencer a los alternativos Guillermo Moreno y Minou Tavárez, de una coalición siquiera en los niveles congresual y municipal.

Aún manteniendo sus candidaturas presidenciales, si un acuerdo implica el compromiso formal de que todos, bajo un programa de prioridades, apoyarán al que vaya a una eventual segunda vuelta, podrían despertar nuevas sinergias y alentar la ilusión de cambio político que también aumenta en las encuestas.

Un acuerdo de esa naturaleza sería bien beneficioso para los alternativos, que atraerían más votos de los sectores que quieren un cambio y no están suficientemente entusiasmados con el PRM, se podrían garantizar significativa representación congresual y hasta algunas alcaldías que pudieran convertir en modelo, y hasta sobrepasar el 5% que multiplica el financiamiento estatal. Pero también evadirían la tendencia a la tradicional bipolarización absoluta que ha mantenido en la insignificancia electoral a los grupos de izquierda y progresistas.

Quemados por la corrupción

 Por Juan Bolívar Díaz

07_02_2016 HOY_DOMINGO_070216_ Opinión9 A

Aunque los gobernantes insistan en negarlo, por todas partes brotan las evidencias que justifican la quemazón del país en los índices de Percepción de la Corrupción que anualmente publica la muy acreditada organización Transparencia Internacional (TI), el último a finales de enero pasado.

Para vergüenza de los dominicanos, la nación apenas recibió 33 puntos sobre 100 en transparencia y combate a la corrupción, quedando en la posición 103 de 168 países evaluados, y entre los últimos diez de los 34 del continente, mejorando apenas un punto y manteniendo estancada la pésima evaluación de los años anteriores, registrada también en el Indice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial.

El Indice de TI se construye en base a las evaluaciones de múltiples organismos internacionales, incluyendo multilaterales como el Banco Mundial o publicaciones del prestigio de The Economic, además de encuestas y consultas a centenares de personas influyentes en los respectivos países.

Pero los que abrigan dudas sobre las evaluaciones internacionales, y no faltan quienes atribuyen tan bajas calificaciones a una conspiración, solo tienen que verificar los resultados de las encuestas nacionales más acreditadas sobre la percepción de la ciudadanía sobre la falta de transparencia y la corrupción predominantes.

La Gallup-HOY publicada esta semana ratifica que la corrupción sigue siendo un cáncer que debilita progresivamente el cuerpo social de la nación, sustrayendo una proporción considerable de los recursos que deberíamos invertir para paliar la pobreza que sufre alrededor del 40 por ciento de la población. Con la agravante de una progresiva corrosión de las instituciones gubernamentales, incluyendo la justicia, el Poder Legislativo y el municipal.

Los resultados de esa encuesta son perturbadores: El 45.7 por ciento considera que ahora hay más corrupción que antes, y otro 34.4 cree que igual, para totalizar un 80 por ciento, mientras solo el 19.2 cree que ahora es menor. Un ínfimo 0.4 por ciento no percibe corrupción. Es relevante que hasta un 32 por ciento de los que dicen simpatizar por el partido de Gobierno aprecian que hay más corrupción que antes.

Estremecedor que el 62.7 por ciento de los jóvenes considere que aumenta con el paso del tiempo.

Esas apreciaciones constituyen un total fracaso de las actuales autoridades y en especial del presidente Danilo Medina que en la pasada campaña electoral firmó, como otros candidatos, el Protocolo por la Transparencia e Institucionalidad presentado por el movimiento cívico Participación Ciudadana, cuyas evaluaciones del mismo también lo quema. Es penoso porque este Gobierno inició estableciendo un Código de Pautas Éticas que recogió lo fundamental del protocolo. Un decreto presidencial dispuso que fuera firmado por todos los altos funcionarios. Se ignora si alguno ha cumplido, por ejemplo, la letra b de su capítulo 6, donde se comprometían a “presentar anualmente mis informes fiscales y la constancia de mis compromisos tributarios”…

Un rotundo fracaso ha sido la reformulada Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental que jamás se ha preocupado por verificar el cumplimiento de las metas de transparencia, incluidas en el protocolo y en el Código de Ética. Ni siquiera ha podido lograr que más de 1,200 funcionarios cumplan con la obligación de formular su declaración jurada de bienes, acorde con la ley, y que ha reclamado tan persistentemente la presidenta de la Cámara de Cuentas, Licelot Marte.

La sociedad dominicana tiene que protagonizar una rebelión contra el nivel de corrupción que percibe.

Encuestas marcan competencias Danilo-Leonel y Abinader-Hipólito

Por Juan Bolívar Díaz
tema de hoy 25 mayo

Resalta que el presidente Medina mantiene altísima aprobación, aunque las principales preocupaciones de la población  son la delincuencia, alto costo de la vida, desempleo, apagones y corrupción, con situación económica mala

Las dos encuestas más antiguas y acreditadas del país, Gallup-HOY (GH) y Penn Schoen Berland (PSB) han ratificado la altísima aprobación a la gestión del presidente Danilo Medina y evidencian que sin la competencia del mandatario, el expresidente Leonel Fernández sería un fuerte candidato del partido gobernante.

Con el Partido Reformista Social Cristiano que registra 3 y 4 por ciento de simpatías, la oposición se concentra en el dividido Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con fuerte competencia de liderazgo entre el expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader, dejando a Miguel Vargas Maldonado en posición crítica.

Coincidencias y discrepancias. El análisis de los resultados de las dos encuestas indica coincidencias y discrepancias, algunas significativas. La primera realizada del 5 al 10 de abril, y publicada por el Servicio Informativo Nacional por el Canal 9, y la difundida por HOY esta semana, es de un mes más reciente, del 8 al 13 de mayo.

Ambas coinciden en la gran aprobación que sigue registrando el presidente Medina luego de haber agotado el 44 por ciento de su período gubernamental, aunque con distancia, 89% en GH y 69 en PSB. También en las preferencias para los comicios del 2016, Danilo hasta con 70 por ciento (PSB) que quieren modificación de la Constitución para que pueda repostularse, pero con él inhabilitado, ninguno de los aspirantes a la candidatura del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se aproxima siquiera a las posibilidades de Leonel Fernández.

Las dos encuestas confirman la baja significación en que ha caído el Partido Reformista Social Cristiano, al que apenas le otorgan 3 y 4 por ciento de simpatías. El PLD sigue atrayendo a la mitad de la población, en el caso de la PSB hasta 58 por ciento y en la GH 51 por ciento, mientras el PRD alcanza 38 y 22 por ciento, respectivamente. Las distancias entre las dos investigaciones son notables.

Coinciden también en marcar fuerte competencia entre Mejía y Abinader por la candidatura presidencial del PRD, y en atribuir sólo un 13 por ciento de las preferencias a Miguel Vargas, dejándolo relegado en la lucha interna. Discrepan en que la PSB otorga fuerte ventaja a Mejía y la GH a Abinader.

Es notable que ambas tienen idéntico resultado, en el mismo orden, en la pregunta sobre las principales preocupaciones de la población: delincuencia y criminalidad, alto costo de la vida, desempleo, apagones y corrupción.

Entre Danilo y Leonel. La fortaleza del presidente Medina es tal que ambas encuestas lo marcan ampliamente como preferido para la repostulación y la reelección, aún cuando tiene impedimento constitucional. En pregunta abierta de la Gallup-HOY, Medina alcanza el 51 por ciento de las preferencias de la población para la candidatura y el 50 por ciento entre sus partidarios. En segundo lugar Fernández tiene un bajo 18 por ciento de la población y 26 por ciento de los peledeístas. Sin embargo, cuando la PSB preguntó quién es el líder del PLD quedaron casi empatados 49 a 47 por ciento a favor del Presidente, con el 77 por ciento de los peledeístas favoreciendo la reelección, por lo que parece que es Medina quien lleva la antorcha en el partido gobernante, aunque Leonel luce su más posible heredero.

La alta aprobación de la gestión de Medina se explica, generalmente, en su sencillez y cercanía con la población, en cierto control de la desbordada corrupción, mejoramiento de la inversión en educación y aciertos como la revisión del contrato sobre la mina de oro, la contención en Bahía de las Aguilas y otros. El 69 por ciento de la aprobación que registra PSB sube al 85 cuando lo comparan con la gestión de Leonel. En esa alta aprobación también influye la pobre oposición y contrasta con los porcentajes que evalúan la situación económica: En GH 67 por ciento la considera mala o muy mala y sólo 11 por ciento buena o muy buena, y en la PSB 56 por ciento la entiende buena, pero 62 por ciento cree que va en dirección equivocada.

En ambas encuestas, con la mitad de los consultados prefiriendo al PLD, Fernández registra un alto rechazo en el resto, sólo 18 y 19 por ciento de este lo preferiría. Obtiene ventaja frente a los más preferidos perredeístas, pero sólo gana en primera vuelta frente a Vargas, 51 a 26 en una y 52 a 21 en la otra. Supera 46 a 32 a Mejía y muy cerrado frente a Abinader 44 a 41 en la GH. En PSB Fernández registra el mismo resultado frente a Abinader y Mejía, 48 a 42 por ciento. Eso con el actual desconcierto perredeísta, que de ser superado podría poner en apuros a Fernández.

Entre Abinader y Mejía. En el desguañangue en que se mantiene el PRD, resalta que una abrumadora mayoría, hasta 85 por ciento según PSB, seguiría a Hipólito Mejía y Luis Abinader, si crean una nueva opción, ya que creen que Miguel Vargas seguirá con el control de ese partido, aunque de 7 líderes de los dos partidos mayoritarios evaluados por la PSB éste es quien alcanza el mayor rechazo, 74 por ciento y la menor aprobación, 11 por ciento.

Abinader sigue siendo la figura nacional emergente, como lo han indicado las últimas cuatro GH. En esta última alcanza el apoyo del 27 por ciento del universo y del 44 por ciento de los perredeístas, superando significativamente a Mejía, quien obtiene 21 y 32 por ciento, y a Vargas con 20 y 13 por ciento respectivamente.

Pero en la PSB quien lidera es Hipólito con 42 por ciento del universo encuestado y 48 de los que se confiesan perredeístas, bien por encima de Abinader, quien registra 23 y 39 por ciento, y de Vargas con 25 y 13 por ciento respectivamente. Pero en la misma encuesta los dos primeros están empatados, si se enfrentan a Leonel.

Hay que tomar en cuenta que Abinader lleva más de un año en campaña por la nominación perredeísta y que Mejía no ha definido si buscará la candidatura, lo que sólo podría hacer por otro partido ya que fue expulsado por Vargas Maldonado. Esta semana, tras dar por hecho que han constituido comités del “PRD mayoritario”, que integra junto a Abinader, el expresidente dijo que dedicará todas sus energías a la construcción de la “Convergencia por un País Mejor” para derrotar al PLD y a Leonel.

Hipólito advirtió que “nadie crea que pretendo ser el dueño de un proceso que nos pertenece a todos” y que no será obstáculo para el desarrollo del liderazgo y aspiraciones de otros compañeros, de los que se mantendrá equidistante, defendiendo la elección de los candidatos de la Convergencia mediante “procesos y procedimientos democráticos y transparentes”. Frente a la interrogante de si volverá a aspirar a la presidencia, afirmó “estaré en el lugar donde las circunstancias y las mayorías me requieran”. Nadie duda que si se lanza a buscar la candidatura será un fuerte competidor.

 

Se configura la división definitiva del PRD

Por Juan Bolívar Díaz

Tras el fracaso esta semana de un “último intento de conciliación para celebrar una Convención Nacional democrática”, los sectores dirigenciales mayoritarios del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) anuncian una “ofensiva final” para tratar de recuperar el control de la organización.

Pero con el favor del Tribunal Superior Electoral, Miguel Vargas Maldonado seguirá adelante en un calendario electoral con una Comisión Organizadora parcializada, lo que configuran la división definitiva del más viejo partido nacional que el 21 de este mes cumpliría 75 años de fundado.

La hora de los hornos. A casi tres años de luchas internas que no cesaron ni para las elecciones presidenciales del 2012, cuando obtuvo el 47 por ciento de los votos, el Partido Revolucionario Dominicano parece encaminarse a la división definitiva, ya que en la práctica quedó escindido por las confrontaciones del año pasado, que incluyeron la expulsión de su mayor líder tras la muerte de José Francisco peña Gómez, el expresidente Hipólito Mejía, y su presidente en funciones Andrés Bautista, un violento asalto a la casa nacional y la celebración de dos reuniones paralelas de su Comité Ejecutivo Nacional.

La elección el 16 de diciembre de una Comisión Nacional Organizadora para la Convención que desde el año pasado debió escoger nuevo presidente, ya que el período para el que fue juramentado Miguel Vargas venció el 19 de julio, parece marcar el punto de inflexión en la prolongada crisis, ya que la misma es rechazada por la mayoría de sus dirigentes, constituidos por las corrientes que encabezan Hipólito Mejía, Luis Abinader, Neney Cabrera, los llamados terceristas y el Foro Renovador, que tras unos meses de aparentes divergencias se presentan unificados contra el empresario Vargas.

La designación de una Comisión Organizadora integrada por los más fieles seguidores de Vargas, incluyendo a su presidente Julio Maríñez, ha sido considerada por los demás sectores como nueva evidencia de su propósito de imponerse “contando solo con el favor del Tribunal Superior Electoral que él constituyó junto al expresidente Leonel Fernández”, por lo que lo rechazan como parcializado.

Fracasa “último esfuerzo”. El otro factor que ha decantado la lucha del “todos contra Miguel” ha sido el fracaso esta semana de lo que algunos señalan como “último intento” por alcanzar un entendimiento para restablecer los procedimientos democráticos en el partido blanco, cuando Miguel Vargas volvió a condicionar cualquier tipo de entendimiento a que se le garantice seguir en la presidencia del partido y la candidatura presidencial para el 2016.

Las condiciones se conocieron el jueves al publicarse una carta del 8 de enero, dirigida a Peggy Cabral y Eduardo Jorge Prats, que en representación del presidente del partido se habían reunido con los remitentes Ana María Acevedo, Orlando Jorge Mera, César Cedeño y Deligne Ascensión, a nombre de las corrientes de Mejía y Abinader.

Por lo que se ha informado, los contestatarios del presidente del PRD tomaron la iniciativa de un nuevo intento de conciliación buscando salvar la unidad. Ambos grupos de comisionados se reunieron el 7 de enero y allí se expusieron de forma verbal las condiciones de Vargas: Apoyo para presidente del partido en la Convención Ordinaria y para la candidatura presidencial del 2016, así como “una distribución proporcional de los cargos nacionales del partido de un 40% para el sector de Miguel Vargas, un 40% para el sector de Hipólito Mejía y un 20% para otros sectores”.

Los remitentes de la carta dicen que tras consultar con Mejía y Abinader decidieron mantener la disposición al diálogo para “una solución a la situación interna del partido que sea satisfactoria para toda la familia perredeísta y la democracia dominicana”. Propusieron que los cargos directivos fundamentales del partido sean electos por voto universal y directo de los miembros como establecen los estatutos, y que los reservados a la Asamblea de Delegados sean pactados con las proporciones de 40, 40 y 20%. También proponen que la Comisión Política elija de inmediato, y con la misma proporción, una Comisión Organizadora, que fije la Convención para el 23 de febrero y apruebe el reglamento y el padrón electoral, entre otros asuntos.

No perderán más tiempo. En los últimos meses ha crecido la convicción de que Miguel Vargas y su grupo de ninguna forma auspiciarán un proceso democrático, ni para elegir dirigentes ni candidatos. Guido Gómez Mazara, que es de los que más ha activado por la conciliación en el último año y cabeza junto a Tony Peña Guaba, Eligio Linares y otros de los llamados terceristas, es de los que cree que “ya no podemos perder más tiempo”.

Los terceristas incluso se alejaron de Hipólito Mejía cuando en agosto pasado propusieron una Comisión Organizadora de la Convención eleccionaria concediendo a Vargas la designación de 9 de 15 integrantes, sin previamente revocar las expulsiones y suspensiones. Estaban convencidos de que ni con esa ventaja el ingeniero y empresario podría ganar una convención, “pues las encuestas entre los perredeístas no le otorgan más del 10 por ciento, incluyendo la Gallup-HOY de abril 2013”.

Pero los terceristas, que llegaron a reunirse con el mismo Vargas, se han quedado esperando una respuesta y el intento parece haber fracasado como todos los anteriores que involucraron comisiones como la de los doctores José J. Puello y César Mella y el periodista Homero Figueroa. En varias ocasiones los contestatarios promovieron la mediación de figuras de la Iglesia Católica, que llegaron a aceptar si todos lo pedían, pero nunca Vargas formalizó una respuesta.

Desde mediados de semana, los sectores que reclaman democracia interna comenzaron a hablar de una ofensiva final para forzar a Vargas, que incluiría fuertes denuncias sobre sus vínculos con el expresidente Leonel Fernández, cuya campaña para la candidatura presidencial del partido gobernante ha sido iniciada por sus allegados. Al presidente del PRD le atribuyen un entendimiento político y de negocios con el exmandatario, desde el pacto por la reforma constitucional que ambos firmaron en el 2009, y que pasó incluso por la campaña electoral, en la que el presidente del partido blanco se negó a promover su candidatura presidencial.

La división luce inevitable. A casi tres años que se inició la última confrontación interna en el PRD, cuando en marzo del 2011 Hipólito Mejía ganó la nominación presidencial 53.4% a 46.5%, lo que el derrotado Miguel Vargas atribuyó a “300 mil votos de peledeístas”, en ese partido, como en la sociedad dominicana, hay un sobre cansancio de la situación y cada vez son más reducidas las esperanzas de que pueda ser superada.

Convencidos de que Vargas mantendrá el secuestro no solo de la casa nacional, privativa de sus partidarios, sino también de los organismos y de la presidencia del partido, son más frecuentes los dirigentes que entienden el planteamiento de hace un año del doctor Hugo Tolentino, de que si no hay forma de hacer valer la democracia en ese partido, deben formar otro. El asunto lo retomó a fin del 2013 Ramón Alburquerque, expresidente de la organización.

Otros como Jorge Mera dicen que se morirán en ese partido, porque están en el mismo desde niños. Pero en general va tomando cuerpo la resignación de que si el partido está secuestrado, tienen que buscarse alternativas, como la de forjar uno nuevo o plantearse una conjunción de fuerzas para enfrentar la vuelta de Fernández, lo que ya se propone lanzar el “Frente Amplio” de izquierda que encabeza Fidel Santana.

Alburquerque no descarta la posibilidad de recuperar posteriormente el PRD, derrotando a Vargas con una conjunción de fuerzas de oposición. Pero otros entienden que para eso primero tienen que arrinconarlo lo más posible y demostrarle a los perredeístas que “con él solo no ganan ni un senador ni la alcaldía de un municipio importante”.

Habrá que esperar a ver la estrategia definitiva de los que han decidido el “todos contra Miguel” y sobre todo si son capaces de guardar coherencia y firmeza, de vencer la apatía y el cansancio que cunde en niveles importantes dentrp de ese partido y mostrar suficiente amplitud para ganar adeptos fuera de los muros perredeístas.

 El último año de la agonía del PRD

14 de enero 2013:
Consejo disciplinario de parciales de Miguel Vargas expulsa del PRD a Hipólito Mejía y Andrés Bautista, y suspende a Geanilda Vásquez y Jorge Mera.
27 de enero:
Seguidores de Mejía y otros sectores asaltan la casa nacional del PRD para impedir reunión de dirigentes convocada por Vargas. Destrozos y heridos.
3 de mayo:
Mejía y Vargas Maldonado conversan durante 30 minutos en casa de José M. Soto Jiménez.
4 de junio:
Vargas y Mejía se reúnen por última vez. El primero dice que consiguió la presidencia del partido y la próxima candidatura presidencial. El otro lo niega.
16 de julio:
Tribunal Electoral dice no pudo comparar listados de miembros del CEN y avala el de Vargas que según sus oponentes excluye a 629 miembros e incluye a 300.
19 de julio:
Vence el período de 4 años para el que en el 2009 fue electo y juramentado Miguel Vargas como presidente del PRD.
1 de agosto:
Se celebran dos reuniones paralelas del Comité Ejecutivo. La de Vargas designa a Peggy Cabral y Junior Santos en sustitución de Geanilda y Jorge Mera.
30 de agosto:
“Sector tercerista” propone a Vargas elegir una comisión organizadora de una Convención unitaria” de 15 miembros, dejándole designar a 9. No hay respuesta.
16 de Diciembre:
Reunión sorpresa de una parte de la Comisión Política del PRD, designa la Comisión Organizadora y calendario de la Convención Nacional.
20 de Diciembre:
Tras reunión de la Comisión Consultiva del PRD que preside, Enmanuel Esquea proclama que “se acabó la tolerancia con Miguel Vargas”. Rechazan la Comisión Organizadora de la Convención.
8 de Enero del 2014:
Fracasa último intento de conciliación. Rechazan conceder a Miguel Vargas presidencia del PRD y candidatura presidencial del 2016.
10 de Enero del 2014:
Abogados encabezados por Enmanuel Esquea vuelven al Tribunal Electoral pidiendo anular reuniones y decisiones del CEN de Miguel Vargas.

 

El PRD no logra salir de su calvario

Por Juan Bolívar Díaz
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Las expectativas de inicio de un diálogo que pudiera conducir a la reunificación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), derivadas del reciente encuentro entre Hipólito Mejía y Miguel Vargas, parecieron esfumarse justo al conmemorarse el decimoquinto aniversario de la muerte de su líder José Francisco Peña Gómez.

Sólo el rescate de los procedimientos democráticos para elegir nuevos dirigentes podría permitir al PRD superar su prolongado calvario, pero su presidente sigue boicoteando todos los intentos de mediación y solución, persistiendo en su empeño de concertar afuera e imponerse dentro.

Esperanza que se esfuma. El encuentro verificado el viernes 3 de mayo entre el presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado y el expresidente de la República Hipólito Mejía despertó expectativas de reunificación entre diversos sectores de ese partido, pero parecieron esfumarse en apenas una semana al conmemorarse el decimoquinto aniversario de la muerte de su líder José Francisco Peña Gómez.

Al conocerse del encuentro la reacción inicial fue de incredulidad y sorpresa, pues ni en la campaña electoral del año pasado se logró reunir a esos dirigentes políticos, a pesar de múltiples mediaciones, hasta de familiares. Se dio por hecho un cambio de actitud y se comenzaron a trazar rutas para el restablecimiento de la unidad, aunque algunos advertían que no avalarían “acuerdos de aposento”, y que cualquier solución tendría que incluir a todos los sectores, con aval de los organismos partidarios.

La proximidad del aniversario de la desaparición de Peña Gómez alentó las expectativas de que se aprovechara la ocasión para, invocando al líder histórico, realizar una conmemoración unitaria que empujara un compromiso de concertación. Por canales de mediación se propuso restablecer la presencia de todos en una misa conmemorativa, como se hizo hasta el 2010.

La misa unitaria era, para los más eufóricos, una manera de demostrar que se iniciaba una nueva etapa de entendimiento entre los perredeístas. Para los incrédulos y desconfiados era poner a prueba la disposición de los dos protagonistas más allá del encuentro celebrado bajo la sombra del general retirado Miguel Soto Jiménez y el médico José Joaquín Puello.

Un José Joaquín Puello. En la euforia que siguió al encuentro Vargas-Mejía, sectores perredeístas llegaron a plantearse la posibilidad de escoger una nueva dirección plural, presidida por alguien aceptable para todos y que no aspire a la candidatura presidencial, llegándose a identificar al neurocirujano José Joaquín Puello, sin excluir a otros como el también médico Jesús Feris Iglesias.

El doctor Puello fue candidato vicepresidencial del PRD en el 2008 en la boleta que llevó de candidato presidencial a Vargas Maldonado, justamente por su integridad y su carácter conciliador y afable y por su pluralidad y ascendiente en diversos sectores nacionales. Respaldó a Vargas en la lucha por la candidatura presidencial del 2012, pero terminó aceptando y respaldando a Mejía, aunque se ha mantenido entre quienes han mediado para subsanar los conflictos derivados de la lucha interna.

Se afirma que el doctor Puello sería aceptable para los mayores protagonistas de la confrontación perredeísta, pero también para Luis Abinader, quien busca afianzar su propia identidad y camino, aunque se teme que pudiera producir disgusto en algún legítimo  aspirante a la presidencia del partido, pero que terminaría en consenso en aras de la unidad.

Varios dirigentes perredeístas consultados se mostraron partidarios de un presidente de consenso, aunque algunos reconocen que es una tarea muy difícil y requeriría una dedicación de tiempo completo, sobre todo cuando se les recordó que personas de la integridad e independencia de Hugo Tolentino, Milagros Ortiz, Enmanuel Esquea y Quico Tabar terminaron siendo impugnados por Miguel Vargas como árbitros en la convención que desató la crisis con la elección de Hipólito Mejía para candidato presidencial del 2012.

El tiempo apremia. En las tertulias políticas se discutió intensamente sobre las causas que determinaron la reciente reunión Vargas-Mejía. Unos la creen resultado de la última encuesta Gallup-HOY que mostró a Abinader como primera opción para la próxima candidatura presidencial con 26 por ciento en el electorado y 41 por ciento entre los que se identificaron como perredeístas, atribuido en parte al cansancio de la pugnacidad entre los dos últimos candidatos presidenciales del PRD.

Vargas con 9 por ciento de las preferencias de los perredeístas, luce muy rezagado, y aunque Mejía registró un 35 por ciento, “ya fue presidente y lleva dos intentos de regreso frustrados y frustratorios”. Una de sus defensoras dijo que, a diferencia de Vargas y Abinader, él no ha dicho que aspira a la candidatura del 2016 y que si lo proclama sube.

Otra explicación de la reunión es el reconocimiento mutuo de que el tiempo apremia y de que en julio termina el período para el que Vargas fue electo presidente del partido. Se reconoce que Mejía siempre ha estado abierto al diálogo, y que lo demostró cuando en la campaña fue al local del partido, anunciando su interés de reunirse con Vargas, lo mismo que al almuerzo con que los hermanos de éste intentaron juntarlos dos semanas antes de los comicios del año pasado.

Se atribuye también la reunión al convencimiento de ambos de que se les puede hacer tarde para relanzar el partido blanco, con 21.7 por ciento de preferencias en la última encuesta Gallup. Y no faltan quienes plantean que Vargas busca ganar tiempo, desconcentrando a sus contradictores que han venido celebrando masivas asambleas partidarias en todas las provincias, lo que él ha limitado a dos o tres, por el alto rechazo de la militancia perredeísta que lo señala como mayor responsable de la crisis.

El presidente del PRD administrará este año unos 225 millones de  pesos del presupuesto nacional, lo que le implica una ventaja significativa para el proselitismo interno y atraerse adherentes, sobre todo si logra mantener la facultad para registrar candidaturas para el 2016, cuando millares de perredeístas aspirarán a todos los cargos electivos.

Rescate de la democracia. El rescate del PRD pasa necesariamente por el restablecimiento de los procedimientos democráticos, porque aunque los principales protagonistas de sus luchas internas se pongan de acuerdo en un procedimiento, cuando llegue la hora de escoger candidato volverán a dividirse, a menos que acepten los principios básicos de la democracia que en los partidos tienen expresión en los organismos de dirección.

Ese rescate luce tan difícil como el de los principios ideológicos que durante décadas dieron vigencia al perredeísmo y le permitieron sobrepasar numerosas crisis y divisiones. Pero las ambiciones y los intereses individuales han predominado, con expresiones de clientelismo. Los que aún creen en los principios socialdemócratas que animaron al PRD no tienen recursos económicos para competir con los empresarios de la política.

Mientras tanto, el PRD sigue en proceso de desgaste acelerado, incapacitado para ejercer su responsabilidad como primera fuerza política de oposición, por lo que la sociedad se va acostumbrando a vivir sin contar con esa fuerza predominante por más  de medio siglo. Sus principales dirigentes han lucido errantes buscando favores y acuerdos con otras fuerzas políticas, especialmente con contrincantes del partido gobernante, pero negados a dialogar entre ellos mismos.

Un balde de agua fría

Por una carta conciliatoria de Hipólito Mejía a Miguel Vargas del miércoles 8, se supo que éste rechazaba “lo ideal” de celebrar la misa con la presencia de todo el liderazgo partidista.

El expresidente mostró resignación, indicando que no debía ocurrir nada que dañara la memoria de Peña ni el proceso iniciado con el encuentro del día 3, y propuso la integración de una comisión de tres representantes de cada uno de los dos sectores enfrentados para preparar el protocolo que “permita discutir y definir la hoja de ruta y la agenda, de acuerdo con los Estatutos, y solucionar la crisis que vive actualmente el partido, lo que es exigido a gritos por la mayoría de los dominicanos, especialmente los perredeístas”.

Vargas terminó de echar un balde de agua fría al entusiasmo perredeísta cuando el jueves, respondiendo a los reporteros sobre la solicitud de Mejía, dijo que “nosotros no vamos a discutir nada al margen de lo que son los organismos del PRD, porque así es como se fortalece la democracia, donde prevalezca la posición de la mayoría”. Se ignora si alguno de los mediadores habrá podido rescatar la ruta de entendimiento, explicándole a Vargas que la propuesta busca explorar caminos de entendimiento que democráticamente tendrían que desembocar en los organismos máximos del partido que hace tiempo no funcionan.

Uno de los dirigentes consultados expresó su convicción de que los mediadores deberán proseguir una tarea en la que han fracasado numerosos mediadores desde que se originó la crisis tras los resultados de la convención que el 6 de marzo del 2011 escogió a Hipólito Mejía candidato presidencial para el 2012. Todos los intentos, incluyendo los impulsados por familiares y los que han involucrado a personalidades religiosas, han tropezado con la renuencia de Vargas a aceptar un diálogo. Los otros sectores, incluyendo a Mejía, siempre han mostrado disposición.

 

Gallup otorga a Danilo una significativa ventaja

Por Juan Bolívar Díaz
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Los seis puntos de ventaja que registró la última encuesta Gallup-HOY publicada el viernes a favor del candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, son bien significativos si se le agregan los amplios beneficios que da el control del poder del Estado  en la endeble democracia dominicana.

Algunos indicadores dejan dudas pero en cualquier caso el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, tendrá que desarrollar una muy exitosa campaña en las tres semanas que quedan para ganarse el favor del electorado y por lo menos provocar una segunda vuelta.

Resultado sorprendente.  El resultado de 50.6% a 44.6% registrado por la encuesta Gallup-HOY sorprendió a los observadores y analistas por cuanto se realizó entre el 14 y 18 de abril cuando la candidatura peledeísta aparecía sacudida por el escándalo de corrupción internacional derivado de la banca de financiamiento político documentada a su secretario de organización y senador Félix Bautista.

Sin haber podido desmentir las cuentas bancarias exhibidas por la periodista Nuria Piera ni revocar el escándalo en Haití por el otorgamiento de contratos grado a grado por 385 millones de dólares al influyente peledeísta, el partido morado apareció a la defensiva durante el último mes, pero eso no declinó las preferencias por su candidato presidencial que en las encuestas Gallup mantiene una curva ascendente desde noviembre cuando redujo a 5 puntos la desventaja de 14 que registró en agosto para encabezar en marzo por tres puntos porcentuales.

La Gallup junto con la Penn and Schoen (46 a 44 por ciento a favor de Medina en enero) son las encuestas más acreditadas del mercado electoral dominicano. En cambio la Greensberg, que por ser para el Diario Libre se le estima independiente, arrojó a fines de marzo 49 a 46 por ciento a favor de Mejía.

Además de su propio desempeño como candidato, viniendo de una clamorosa victoria en la lucha interna del PLD cuando la maquinaria del poder le era adversa, Danilo Medina cuenta ahora con todo el apoyo de ella, del partido y del presidente Leonel Fernández lanzado a la campaña electoral gastando sin regateos hasta acumular un déficit fiscal de 30 mil millones de pesos en el primer trimestre del año, e iniciando obras hasta de la magnitud de la carretera Cibao-Sur. Casi dos de cada tres encuestados (63 por ciento) considera que el Gobierno utiliza recursos públicos en la campaña.

El apoyo del Estado y una masiva propaganda que alcanza porcentajes del 70 y 80 por ciento del total invertido en vallas y afiches, en prensa, radio y televisión (documentada en la molestosa observación electoral de Participación  Ciudadana) y una inmensa red de medios de comunicación y comunicadores en toda la geografía nacional, podrían explicar el sistemático crecimiento de la candidatura peledeísta. Cualquier comparecencia de dirigente o funcionario es transmitida por una docena de canales de televisión.

 Extrema bipolarización.  Esta encuesta Gallup-HOY muestra una extrema bipolarización, al atribuir el 95.2 por ciento de las intenciones de voto a los candidatos de los dos partidos mayoritarios, proporción similar al inequitativo financiamiento estatal, con apenas 3.7 por ciento a los otros cuatro candidatos presidenciales, y un bajísimo 1.2 por ciento de indecisos, dejando poco margen para inversión de las preferencias.

Los candidatos alternativos siguen siendo víctimas de la bipolarización, de la inequidad de recursos propagandísticos, del clientelismo y de una cultura de exclusión que tiende a ignorarlos. Guillermo Moreno alcanza 2 por ciento de las preferencias, y Eduardo Estrella 1.4. Max Puig y Julián Serulle a la zaga con 0.2 y 0.1 por ciento.

Al no indicarse la proporción de los que no se han decidido a votar resulta difícil estimar la medida en que esa pudiera ser una fuente nutricia para una campaña de sensibilización del voto. Se establece que un 18 por ciento pudiera cambiar su preferencia electoral. El promedio de abstención es del 28 por ciento en las elecciones de la etapa democrática iniciada en 1978. En el 2008 alcanzó 29 por ciento.

Visto por los niveles socio-económicos, los más altos favorecen abrumadoramente a Medina 59 a 37 y los medios-medios por 10 puntos, 53 a 43. Se reduce a solo un punto en los medios bajos y muy bajos, donde el balance es de 48 a 47 por ciento. Pasa ligeramente del 50 por ciento tanto en las zonas urbanas como  rurales y saca mayor ventaja entre las mujeres, por 57 a 39. Hipólito gana entre los hombres por 52 a 44 por ciento.

Hipólito en cuesta arriba.  La candidatura de Hipólito Mejía está urgida de un golpe de suerte, primero que alguna otra encuesta más o menos independiente, como la Penn and Schoen o la Greenberg-Diario Libre, aparezcan pronto y le inviertan la desventaja o por lo menos se la reduzcan, antes que surta efecto el “voto oportunista” de los que se suman “al que va a ganar”.

El esfuerzo concertado y la puntería tendrían que ser afinados en función de los sectores insatisfechos con la gestión peledeísta que el discurso de Mejía no ha podido convencer de que es una alternativa válida. La misma encuesta indica dónde tendrán que concentrar su mayor ofensiva proselitista y cuáles son las mayores preocupaciones de la población: desempleo, inflación, inseguridad ciudadana, financiamiento a la educación, apagones, tráfico de drogas y corrupción.

Si los peledeístas tienen identificados los beneficiarios de las tarjetas de los programas sociales, los perredeístas pudieron haber conseguido lo mismo para tener acceso directo y llevar confianza a ese sector tan vulnerable por la pobreza en que viven. No es tan difícil en las pequeñas y medianas comunidades.

La campaña de radio y televisión del PRD ha estado limitada y con muy poca variación. Se creía que aumentaría considerablemente en la recta final, lo que no ha ocurrido y les queda poco tiempo para la innovación.

Tal vez ya sea un poco tarde, pero don Hipólito Mejía no debe darse el lujo de una sola frase altisonante más, como la de los “pelafustanes de la Suprema Corte” que sepultó el magnífico discurso que acababa de pronunciar en un evento de Finjus en la Universidad Pedro Henríquez Ureña, donde formulaba un programa de austeridad y combate a la corrupción.

En un país donde casi todo se compra y se vende, y el financiamiento clandestino rebasa la frontera y cruza océanos, hasta las mejores encuestas pueden ser vulneradas, lo que no debe ser vulnerable es el candidato presidencial. A Hipólito Mejía se le ve cuesta arriba y necesitado de nuevas energías, por lo menos para ganar tiempo provocando una segunda ronda.

Los más pobres decidirían

Pero según Gallup-HOY la ventaja de Medina está determinada por las  enormes diferencias en las regiones Sur y Este, en la primera de 27 puntos (62.6 a 35.4) y de 16 puntos en la segunda (55.6 a 39.2). En la provincia de San Cristóbal, la cuarta en mayor acumulación de electores (después de Santo Domingo, DN y Santiago), se registra una diferencia desproporcionada entre los candidatos punteros con 64 a 34 por ciento a favor de Medina, sin algo que lo explique.

Llama la atención que en relación a marzo Mejía cayera entre los orientales de 52 a 39 por ciento, 13 puntos, y que Medina subiera 14, de 42 a 56 por ciento, justo después que el caudillo higüeyano Amable Aristy Castro respaldara al candidato perredeísta, dado el dominio que el reformista ha mantenido en la región, especialmente de la provincia Altagracia.

Entre las regiones metropolitana y Norte se produce un relativo equilibrio, pues el candidato del PLD sale adelante en la primera y el del PRD en la segunda, en ambos casos con diferencia de cinco puntos, 50 a 45 por ciento. Con una pequeña ventaja para el perredeísta ya que la región Norte aventaja 38 a 33 en el porcentaje del padrón electoral del 2010. Sorprende que en el Distrito Nacional ahora Mejía supere a Medina por 5 puntos, cuando antes era una de sus jurisdicciones adversas, y en cambio que en Santiago, que se le atribuía “absoluto dominio”, solo saque 0.7 de ventaja. En la provincia Santo Domingo, la mayor concentración de electores y reservorio de una alta proporción de la pobreza de la región metropolitana, la ventaja de Danilo es de 8.3 por ciento.

El cambio de las preferencias en Santiago podría relacionarse con la concentración en esa provincia de esfuerzos políticos y recursos estatales, lo mismo  que en las regiones Sur y Este, que son las más pobres del país, donde el millón 800 mil tarjetas de los diversos programas gubernamentales pudieran surtir más efectos, especialmente en las pequeñas y medianas comunidades donde todos se conocen. Al votar pudieran tener más seguridad del secreto que respondiendo a encuestadores.

 

El ascenso de Danilo en la encuesta Penn

Por Juan Bolívar Díaz
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Buenas  noticias para el candidato Danilo Medina, reconociéndose que la Penn, Schoen and Berland, entre encuestadoras más acreditadas  en República Dominicana aunque  esta vez  presenta inconsistencias y preguntas sesgadas o “no neutrales”.

La encuesta Penn, Schoen and Berland (PSB) publicada esta semana por los servicios informativos del canal 7 muestra un ascenso de Danilo Medina en las preferencias electorales y una caída de Hipólito Mejía, colocándolos en un empate técnico, aunque con dos puntos de ventaja para el peledeísta.

Por tratarse de una de las firmas encuestadoras más acreditadas y la pionera en el mercado electoral dominicano, hay que ponerle atención a sus datos, aunque esta vez presenta importantes inconsistencias y contiene preguntas sesgadas o no neutramente formuladas.

  Buena noticia para Danilo.  Los resultados de la encuesta PSB realizada entre el 12 y el 18 de enero en curso arrojan una buena noticia para el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, ya que es la primera vez que saca ventaja en una de las dos encuestas más acreditadas del mercado electoral dominicano, al registrar la preferencia del 46 por ciento de los encuestados, frente al 44 de Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien obtuvo amplia ventaja tanto en la anterior de esta firma como en las de Gallup-HOY, las  más antiguas y de mayor credibilidad en tres décadas de encuestas políticas en el país.

La diferencia de apenas dos puntos entre ambos candidatos es un empate técnico, ya que el margen de error de esta encuesta está cifrado en más o menos 3.1 por ciento, habiendo abarcado a mil personas. Pero como quiera marca un gran ascenso de las perspectivas electorales del candidato del partido gobernante, que en la PSB anterior, de mayo del 2011, quedó 12 puntos por debajo del opositor, cuando el resultado fue 51 a 39 por ciento.

En la última Gallup-HOY, de noviembre, Mejía mantenía una ventaja de 5.3 puntos, 47.9 a 42.6.

Por partido, el PLD vuelve a recuperar la preponderancia en la PSB, con registro de 52 a 45 por ciento sobre el PRD. En la de mayo pasado predominó el PRD 49 a 45 por ciento. Acentúa la decadencia política del Partido Reformista Social Cristiano que cayó de un 4 a un 2 por ciento en relación a la de mayo del 2011. La encuesta se realizó antes de que se anunciara que el partido colorado no llevará candidato a los comicios de mayo y de que se diera por hecho que seguirá aliado al partido gobernante. También indica que los reformistas están divididos casi por mitad: 55 por ciento prefiere ir aliados a uno de los dos grandes partidos y 45 por ciento quiere candidatura propia. Cuando se plantea la alianza con el PLD, sólo 49 por ciento dice que votaría por Medina y 45 por ciento por Mejía. La correlación no cambia si se aliaran al PRD.

Factores determinantes.  Son varios los factores que estarían determinando el ascenso de la candidatura peledeísta, resaltando la progresiva compactación del PLD y su Gobierno en torno a su candidatura presidencial, lo que contrasta con la incoherencia que predomina en el PRD, el desempeño de Danilo Medina, que mantiene un discurso propositivo y es un gran trabajador de la política, la masiva propaganda electoral muy superior a la de la oposición, la acogida de la candidatura de la primera dama Margarita Cedeño y hasta los amplios repartos gubernamentales del período navideño. Cada vez son menos los que mantienen dudas sobre el apoyo del presidente Leonel Fernández y líder del PLD a la candidatura de Medina y se percibe que los sectores internos que lo rechazaban se han integrado progresivamente a su campaña electoral, aportando importantes recursos.

Llama la atención que en esta encuesta Danilo saltara en las preferencias de los jóvenes entre 18 y 24 años, pasando del 30 al 52 por ciento en relación a la anterior de la misma firma. Mejía, que había registrado 63 por ciento cae ahora al 44 por ciento. En la generalidad de las encuestas publicadas y conocidas en el último año, el perredeísta marca una alta proporción en ese segmento de edades.

La encuesta no es concluyente en cuanto a los aportes de la primera dama a las preferencias por la candidatura del PLD, pues cuando se preguntó si votaría por la fórmula Danilo-Margarita el resultado apenas fue un punto más que cuando se preguntó sólo por los candidatos presidenciales. Sin embargo, un 25 por ciento de los que favorecen la candidatura del partido morado dicen que influyó la nominación de la doctora Cedeño, cuyos méritos parecen ratificados en el hecho de que encabeza la lista de los políticos de mayor fiabilidad con 59 por ciento, superior a Medina y Mejía casi empatados con 45 y 43 por ciento, mientras Leonel Fernández queda en cuarto lugar con 39 por ciento.

Importantes inconsistencias.  El análisis de la encuesta PSB permite advertir inconsistencias en sus resultados. Uno de los más significativos es que presenta un 52 por ciento satisfechos con la labor del Gobierno,  aunque el 63 por ciento considera que las cosas en el país van en dirección equivocada, el 74 por ciento cree que la economía va en dirección equivocada y sólo el 39 por ciento tiene una imagen  favorable del presidente Fernández.

A la pregunta de por quién votó en las elecciones presidenciales, los porcentajes de respuestas distan de lo que fueron los resultados oficiales de esos comicios: el 46 por ciento dijo que por Leonel Fernández, quien obtuvo el 53.8 por ciento. El 32 por ciento afirma que votó por Miguel Vargas, pero este registró 40.5 por ciento. El 2 por ciento dijo haber votado por Amable Aristy, quien en realidad obtuvo más del doble, el 4.59 por ciento. Y lo más distante: el 18 por ciento asegura que no votó, pero la abstención ascendió al 29 por ciento.

El cuadro que indica las respuestas a la pregunta de cuán probable es que usted vote en la próxima elección presidencial también contiene fuertes inconsistencias: el 30 por ciento dice que definitivamente no votará, lo que se corresponde con el 29 por ciento de abstención en el 2008 y con un 28 por ciento de abstención histórica en los comicios presidenciales de las últimas tres décadas. Pero otro 16 por ciento dice que probablemente no votará y un 28 por ciento no sabe si lo hará, mientras 26 por ciento dice no saber o no responde. Según ese cuadro, nadie está seguro de que votará.

El porcentaje de quienes no saben ni responden oscila bruscamente en los grupos de edades: el 52 por ciento de los que están entre 18 y 24 años, cae al 7 por ciento en la franja de 25 a 39 años. Vuelve a subir al 54 por ciento en los que están entre 40 y 54 años para concluir en 2 por ciento entre los mayores de 55 años.

Todas esas inconsistencias implican la posibilidad de errores en la escogencia o aplicación de la muestra o en la tabulación de los resultados.

Hubo preguntas sesgadas que parecían buscar una respuesta

Como esta: “la forma cherchosa o chabacana con que Habla Hipólito Mejía hace que usted se incline más o menos a votar por él? Otra pregunta parte de la consideración de que “el candidato del PRD Hipólito Mejía dijo que aquí hacen falta muchas cosas del Jefe”, sin incluir la matización que él hizo de que “no todo lo que hizo el Jefe fue negativo”. Otra más: “Danilo Medina tiene buena experiencia política pero nunca ha sido Presidente, mientras Hipólito Mejía también tiene esa experiencia pero también ha sido Presidente, ¿hace esto que usted se incline a votar por Medina o por Mejía?

Claro mensaje al PRD. El resultado de una encuesta de credibilidad en el país como la PSB implica un mensaje al PRD que a casi 11 meses de la elección de su candidato presidencial no ha podido compactarse en torno al mismo a pesar de su buen posicionamiento, proyectando una imagen de incoherencia y división interna. La generalidad de los analistas estima que eso le impide  consolidar las preferencias del amplio segmento de la ciudadanía sin militancia partidista insatisfecha con el Gobierno del PLD.

El conflicto que envuelve al presidente del partido blanco y su candidato presidencial, derivado de la elección primaria que lo escogió, no resta votos en la militancia perredeísta, como indican las encuestas, pero sí en sectores medios y medios altos cada vez más conservadores y que prefieren la autocracia peledeísta al relajo democrático perredeísta. Entre cientistas sociales predomina el criterio de que el PRD está desperdiciando la insatisfacción con la actual gestión gubernamental. Sea de quien sea la responsabilidad, es insólito que el presidente de un partido sostenga que es al candidato a quien que le corresponde llevar la organización al poder, mientras se declara en un “rol institucional”, manteniendo una confrontación con el beneficiario del voto general de los militantes.

Pero es que todavía dentro del PRD hay quienes consideran que la elección de Mejía fue ilegítima y cifran sus expectativas  en que caiga derrotado, aunque arrastre todo el partido a la frustración.

Esa irracionalidad política no es digerible más allá de un partido cuyos órganos directivos no pueden reunirse ni para discutir cuestiones fundamentales.

 

Avance de Danilo y fortaleza de Hipólito

Por Juan Bolívar Díaz
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Más esperada que nunca, la encuesta de Gallup para HOY ratificó el bipartidismo y mostró un repunte extraordinario y la potencialidad de la candidatura presidencial de Danilo Medina, ya con el pleno apoyo de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Gobierno del presidente Leonel Fernández.

Pero al mismo tiempo quedó ratificada la fortaleza de la candidatura de Hipólito Mejía y del Partido Revolucionario Dominicano  (PRD), que mantuvo su mismo porcentaje aun con una significativa ventaja de cinco puntos y a solo dos de la mayoría absoluta necesaria para alcanzar la presidencia de la República.

El ganador fue Danilo. Así como Hipólito Mejía resultó el gran ganador de la anterior Gallup-HOY publicada en agosto, en la de noviembre lo ha sido Danilo Medina al haber logrado un repunte que cierra la brecha en la prematura lucha por la presidencia de la República a seis meses de las elecciones del 20 de mayo.

En agosto Mejía creció seis por ciento en las preferencias electorales, para quedar con un registro de 47.9 a 33.4%, que representaba una cómoda ventaja de 14.5 sobre el candidato oficialista. Pero ahora Medina marcó un extraordinario avance de 9.2  mientras el puntero mantenía su mismo porcentaje para cerrar la competencia en 47.9 a 42.6 por ciento, para cerrar la diferencia a 5.3 por ciento.

Llamó la atención de los observadores las agresivas descalificaciones de  la encuesta por parte de dirigentes peledeístas, que casi convertían en derrota lo que para los analistas más independientes representaba un gran avance. El despliegue de cinco encuestas propias en el último mes, una de las cuales –la de la firma ASISA- le otorgó una asombrosa ventaja de 16 puntos con Margarita Cedeño de candidata vicepresidencial, pareció convencer a dirigentes del PLD que ya estaban cómodamente situados. Una de Hamilton Campaigns del 17 de noviembre arrojó ventaja de 46 a 45 al candidato peledeísta. Pero el 8 de noviembre la también norteamericana Zogby Analytics otorgó 56 a 40 a favor del perredeísta.

Tampoco los perredeístas han parecido conformes con los resultados de la  encuesta más acreditada del mercado electoral dominicano, pues según sus propias investigaciones mantienen entre 10 y 12 puntos de ventaja, también reducida en relación a los 16 y 18 puntos que se atribuían en los meses anteriores.

La Gallup-HOY de esta semana ratifica la bipolarización, ya que los candidatos de los dos partidos mayoritarios acaparan el 90.5 por ciento de las preferencias. La ausencia de definición en el Partido Reformista Social Cristiano contribuye a la misma. Su último candidato presidencial Amable Aristy Castro recibe 2.2 por ciento, empatado con el ascendente Guillermo Moreno. En tanto su presidente, Carlos Morales Troncoso, queda en fracción de un punto junto a sus compatriotas Ito Bisonó y Ricardo Espaillat.

Habrá dura competencia. La generalidad de las interpretaciones concluyen en que esta encuesta apunta a una dura competencia para los comicios de mayo entre las dos principales fuerzas políticas. Medidas las simpatías por partido, el resultado no dista del de las candidaturas presidenciales: 44.8 a 40.2 con diferencia de 4.6 en favor del PRD. La percepción de ganador sigue beneficiando a Hipólito, ya que el 50.8 por ciento cree que ganará en primera vuelta, mientras el 45.9 por ciento estima que lo logrará Danilo.

A diferencia de la Gallup-HOY de agosto, ahora los entrevistados que dijeron simpatizar por el PRSC se inclinan más a votar por Medina que por Mejía, en proporción de 21.7 a 8.3. En la anterior, favorecían al perredeísta con proporción de 24.7 a 17.8, lo que restablece el beneficio para el PLD de repetir la alianza que hizo en el 2010 con el reformismo, aunque el 70 por ciento de los reformistas favorece que lleven su propia candidatura. El candidato morado saca ventaja en la tasa de rechazo, pues registra sólo 28.8 por ciento en tanto el del partido blanco está en 36.5 por ciento.

Ha llamado la atención que la candidatura de Mejía-Abinader se mantuviera sin mínima variación de preferencias en relación a la Gallup de agosto, lo que permite interpretaciones contradictorias: para unos es indicativo que alcanzó su techo y se congeló, pero para otros muestra su gran fortaleza, sobre todo por la escasa propaganda que ha desarrollado. Estimaciones empíricas indican que la propaganda del peledeísta es más de 20 a 1 en las vías públicas de todo el país, y sobre 10 a 1 en prensa, radio y televisión.

Asesores de Mejía sostienen que éste se lleva de sus propias encuestas, que le dan amplia ventaja, por lo que se está reservando recursos para multiplicar su propaganda en la recta final, “consciente de que nunca podrá estar ni cerca de la inversión del partido de Gobierno en la campaña”.

Se unifican los partidos. La percepción pública es de que la elección de la primera dama Margarita Cedeño para completar la candidatura del PLD marca una tendencia a la plena unificación más acentuadamente que en el PRD. Sin embargo, la Gallup-HOY indica que Mejía supera a Medina en la preferencia de sus propios partidarios: el 97.2 de los perredeístas y el 94.4 de los peledeístas dicen que votarán por sus propios candidatos.

Sin embargo, el estrechamiento de la competencia que indica esta encuesta podría alentar  el papel de Caballo de Troya que aún se atribuye al presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado y a alguno de sus fieles, que llegan al extremo de plantear una modificación de la candidatura vicepresidencial, lo que carece de precedente y sería un desastre mercadológico y político.

La persistencia del “fenómeno Vargas Maldonado” ratifica la percepción del PRD  como un partido ingobernable, que debe ser el único en el mundo cuyo presidente no apoya al candidato presidencial luego de ocho meses de electo, pero se aferra al cargo, en su caso peor por haber modificado los estatutos partidarios bajo el predicamento de que el candidato debe también presidir el partido para evitar precisamente el absurdo que él está protagonizando.

En el ascenso de Danilo Medina habría influido la selección de Margarita Cedeño, tal como se esperaba en lo inmediato, por sus  propios méritos y porque mete en la campaña a los más beneficiarios del Gobierno de Leonel Fernández, con enorme potencial económico y de uso de los recursos del Estado. Ya las movilizaciones del PLD incluyen varios helicópteros y un gran despliegue de recursos, incluyendo los repartos del Plan de Asistencia Social de la Presidencia que preceden las giras proselitistas.

Pero nadie puede ignorar los propios méritos de Danilo, que desde su elección como candidato en junio no se ha dado tregua en una agotadora labor regional y provincial y con sus presentaciones ante las organizaciones sociales, donde ha sido portador de un discurso propio, aunque ahora con menos énfasis en la diferenciación del gobierno de su partido.

El peso de las insatisfacciones. El carisma de Hipólito parece seguir jugando en su favor, con un discurso que interpreta y se apropia de las grandes insatisfacciones de la sociedad. Una serie de spots televisivos del PLD que enfatizan sus desaciertos de gobierno miles de veces repetidos no le han quitado un solo voto, según el resultado de esta encuesta, lo que podría deberse al axioma de que el último golpe es el que más duele.

La Gallup-HOY sigue mostrando unos porcentajes muy elevados de insatisfacciones con la marcha de la economía, con un 75 por ciento que la considera negativa, aunque 9 puntos menos que en agosto. El 57 por ciento cree que su situación económica personal es negativa, con un 68 por ciento que cree que las cosas en el país van por mal camino y 59 por ciento advierte que al final del Gobierno será peor, contra sólo un 31 por ciento con expectativas de que mejorará.

A la pregunta sobre los principales problemas nacionales, las respuestas se van casi todas a los que son de difícil amortiguación en los 6 meses que distan para las elecciones: alto costo de la vida, delincuencia e inseguridad, desempleo, apagones, pobre inversión en educación, narcotráfico y corrupción.

El peso de las insatisfacciones se verifica en todos los estratos sociales, como quedó patente en la reciente convención del Consejo Nacional de la Empresa Privada, cuyas conclusiones fue una larga y terrible factura con cargo al Gobierno. Las denuncias de corrupción, incluidas algunas tan dramáticas como la formulada esta semana por el embajador de Gran Bretaña o la de la auditoría al Instituto Agrario Dominicano, sigue a la orden de cada semana, mientras crecen las protestas y demandas sociales.

El congelamiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no mejora las perspectivas de ingresos para los próximos meses, en un escenario internacional cada vez más complicado y con el petróleo sobre 95 dólares el barril. Aunque el economista y analista político Bernardo Vega cree que facilitará otro “desguañangue” de la economía similar a los de los comicios del 2008 y 2010 en beneficio de la candidatura oficialista. Eso, por un lado podría dar votos por el reparto y los parches de emergencia, pero también acentuar el rechazo en las clases medias y altas, cuya capacidad de influir en la opinión pública es significativa.

 

Hipólito sale con buen pie

Por Juan Bolívar Díaz
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La encuesta Gallup-HOY publicada esta semana registró un buen arranque para Hipólito Mejía como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), incluso con mayor porcentaje que cuando fue postulado por primera vez en 1999 entonces con mucho mayor votación interna.

 Por primera vez, desde el 2002, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) encabeza las preferencias electorales, lo que se puede atribuir a la alta desaprobación del gobierno, pero el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) mantiene el liderazgo en las simpatías, lo que augura una fuerte competencia en los comicios del 2012.

Sale mejor que en 1999. El agrónomo Hipólito Mejía arrancó su campaña electoral con buenas perspectivas de triunfo para las elecciones presidenciales del año próximo, según los resultados de la encuesta Gallup-HOY publicados esta semana, que le otorga la preferencia del 48.7 por ciento, apenas 1.1 menos que el 49.8 por ciento con que fue electo presidente de la República en el 2000 y 15 puntos más que el 33.65 por ciento  que obtuvo cuando fue derrotado en el intento reeleccionista del 2004.

 El candidato perredeísta superó en 8.3 el porcentaje de 40.4 que registró el licenciado Danilo Medina, considerado seguro candidato del PLD por la gran mayoría de los encuestados, cuando se preguntó por cuál de los dos votarían si las elecciones fuesen ahora. La investigación se realizó del 26 al 30 de abril. En  otra pregunta que incluyó a todos los precandidatos del PLD, Mejía sólo recibió 46 por ciento y Medina bajó al 26.6.

 Llama la atención que la encuesta registra un fuerte apoyo a Mejía del 52 por ciento de los hombres y apenas 39 por ciento entre las mujeres, y del 50 por ciento de los electores más jóvenes, los situados entre 17 y 24 años de edad. Por regiones su mejor perspectiva está en el Este con 53.8 por ciento y la peor en la metropolitana (DN y provincia Santo Domingo) donde se queda en 42.2 por ciento.

 Aunque ya estaba reconocido como candidato presidencial del PRD, al realizarse la encuesta el expresidente todavía no había sido proclamado como tal y persistían resabios por los resultados de su elección el 6 de marzo pasado cuando obtuvo más del 53 por ciento de los votos.

 El posicionamiento de Mejía es mejor que en el 1999, cuando a pesar de que fue electo candidato por el 74 por ciento de los perredeístas el 20 de junio, la encuesta Gallup, entonces para Rumbo, sólo le otorgaba al PRD, en mayo, el 41 por ciento de preferencias. Por candidatos, el mismo mes la Hamilton-HOY daba a Hipólito el 44 por ciento, en un escenario contra Jaime David Fernández, y 47 por ciento contra Danilo Medina. En ésta por partidos el PRD registraba 44 por ciento, el PLD 26 y el PRSC 16 por ciento. En octubre de 1999 la Gallup subió a Mejía al 47 por ciento, duplicando a Medina y a Joaquín Balaguer que registraron 23 y 22 por ciento respectivamente.

El PRD sobre el PLD.  Debe llamar la atención que en la Gallup-HOY el PLD se mantiene en primer lugar en las simpatías de los encuestados por 41.9 por ciento a 39.8 por ciento que se atribuye al PRD, pero en la pregunta de por quién votarían si las elecciones fuesen hoy, el perredeísmo supera al peledeísmo 37.7 a 31.1, es decir por 6.6 por ciento, lo que viene a ocurrir en una encuesta acreditada por primera vez en los últimos 9 años.

En la encuesta Penn, Schoen and Berland realizada entre el 23 y el 26 de agosto del 2002, publicada por El Caribe el 17 de septiembre, el PLD desplazó del primer lugar al PRD por primera vez desde 1990, por 33 a 28 por ciento, ante la pregunta de por quién votarían. Desde entonces todas las encuestas Penn, como las Gallup y Hamilton mantuvieron la hegemonía peledeísta, ratificada en todas las elecciones a partir del 2004.

 Es notable que la ventaja ahora  del PRD sobre el PLD es de más de 10 puntos en la región norte (38.7 a 28.2) y supera los 9 puntos tanto en el Sur como en el Este (40.2 a 30.9 y 41.7 a 32.6) pero en la metropolitana el PLD saca una pequeñita ventaja de 0.3 puntos, 34.1 a 33.8 por ciento. Es lo mismo que en las preferencias por candidatos, lo que remite a la concentración de la inversión del gobierno de Leonel Fernández en la región metropolitana del gran Santo Domingo.

 La encuesta publicada esta semana refleja un afianzamiento del bipartidismo, con la persistente caída del PRSC aunque mantiene las simpatías del 4.7 por ciento. En la intención de votos desciende a la mitad, con apenas 2.3 por ciento. Hay que notar que todavía queda un 28 por ciento de los encuestados que no saben o no responden por quién piensan votar, y que apenas el 0.9 dice que por los otros partidos.

 Esta investigación ratifica la resurrección política de Hipólito Mejía, quien en la Gallup-HOY de julio del 2009 registró apenas un 6.4 por ciento de las preferencias, que un año después subieron al 31 por ciento y ahora casi 49 por ciento.

Desaprobación del gobierno.  No hay que sorprenderse de la caída del PLD del primer lugar en las preferencias electorales. Los resultados de la Gallup-HOY revelan gran insatisfacción y desaprobación de la actual gestión gubernamental, especialmente en los temas sensibles de la situación económica, el desempleo, la corrupción, los apagones y la delincuencia.

 El 65 por ciento de los encuestados dijeron que su situación económica está mal o muy mal y sólo 8.8 por ciento la considera bien. El 84 por ciento cree que el país va por mal camino, lo que incluye a la mayor parte de los peledeístas, de los que sólo 21 por ciento dicen que se va por buen camino. Del total, sólo 11.9 por ciento dice que va por buen camino. El 65 por ciento se manifiesta afectado por la inflación.

 Las expectativas para los próximos meses no apuntan en beneficio del PLD, pues el 57.8 por ciento cree que al final del gobierno la situación económica estará peor, mientras otro 19.6 por ciento dice que igual, lo que totaliza más el 77.4 por ciento, casi tres cuartas partes, lo que incluye a gran parte de sus simpatizantes. Sólo 12 por ciento la espera mejor.

 En el sensible tema de la corrupción el gobierno resulta quemado, pues el 63 por ciento dijo que es mayor que antes y 26.8 que es igual, para totalizar 89.9 por ciento, casi 9 de cada diez encuestados. Sólo el 8.9 por ciento la cree menor. Entre los mayores problemas señalaron los apagones y la inseguridad fruto de la delincuencia.

El resumen de la difícil situación política del PLD se refleja en el grado de desaprobación de su gobierno, que alcanza el 59.3 por ciento de los encuestados, con aprobación de sólo 28.3 por ciento. También en la valoración del trabajo del presidente Fernández, con un 47.6 por ciento que lo estima malo o muy malo, y sólo un 34.8 por ciento que lo califica de bueno o muy bueno.

Las proyecciones del año, con graves déficit fiscal y mayor inflación, no auguran una campaña electoral fácil para Danilo Medina o cualquier otro que resulte candidato del partido de gobierno.

 Danilo: mejor perspectiva.

Los resultados de Gallup-HOY publicados esta semana proyectan a Danilo Medina como candidato presidencial del PLD en las primarias del 26 de junio, pues así lo señalan el 60 por ciento de los entrevistados y el 66 por ciento de los que dijeron simpatizar por ese partido.

 Es generalizada la convicción de que Medina tendrá una revancha con Mejía, quien le derrotó en el 2000, duplicando sus votos, pero ahora el escenario es muy diferente, ya que aquella vez el tercer candidato era Balaguer, quien casi alcanzó la misma votación, 24.94 a 24.60 por ciento. En esta encuesta el PRSC sólo registra el 4.5 por ciento de las preferencias, lo mismo que obtuvo en el 2008.

Medina parte en mejor perspectiva, con más del 40 por ciento de las preferencias, casi el doble de las que tenía al comenzar la campaña electoral hace 12 años, y ahora el PLD todavía encabeza las simpatías de los encuestados, con dos puntos sobre el PRD, por 41.9 a 38.8 por ciento.

 Esta vez Medina puede salir mejor parado de la  elección primaria de su partido, proyectándose sobre el 60 por ciento, con su más cercano competidor, José Tomás Pérez, con 3.5 por ciento. El 27 de junio de 1999 venció a Jaime David Fernández 52 a 39 por ciento de los 12 mil 500 militantes que entonces integraban el padrón peledeísta. En el universo de los encuestados de entonces por Gallup Jaime David lo superaba en preferencias, lo que desfavoreció al ganador, a quien se atribuía un férreo control de la maquinaria partidista, desde su posición de secretario de la Presidencia del primer gobierno de Leonel Fernández.

 En la derrota del 2000 influyó el desgaste en que terminó el gobierno del PLD, lo que podría repetirse esta vez, tras dos períodos constitucionales consecutivos y dados los niveles de desaprobación de la actual gestión que registra la Gallup-HOY. Aunque en este último período Medina no carga la misma responsabilidad sobre los resultados del gobierno de su partido y tiene mayores posibilidades de diferenciarse.