2011: un año de incertidumbres

Por Juan Bolívar Díaz
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El  2011 concluye con tantas incertidumbres como comenzó, primero  institucionales y políticas, y ahora en el orden económico sin que pueda asegurarse si el Gobierno quiere y puede mantener el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), congelado en el último trimestre.

A pesar de altos déficits fiscal y en la cuenta corriente de la balanza de pagos, con un volátil escenario económico internacional y encarecimiento de las importaciones que agravan el déficit de balanza de pagos, el Gobierno logró mantener la estabilidad macroeconómica y el crecimiento gracias a un alto endeudamiento.

Fracaso del continuismo.  Durante todo el primer trimestre del año el país fue sometido a un fuerte estrés político-institucional cuando tomó cuerpo el intento de imponer una nueva repostulación del presidente Leonel Fernández a pesar de la prohibición incluida en la Constitución que él mismo había promulgado un año antes.

Una parte de los funcionarios del Gobierno y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y hasta la primera dama se manifestaron partidarios de otra reelección del doctor Fernández, mientras desarrollaban una movilización nacional en procura de dos millones de firmas para avalar el proyecto.

Paralelamente se desarrollaban acciones como la elección de un secretario general “provisional” de la Liga Municipal, la aprobación de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura sin los dos tercios de los votos que manda la Constitución e intento de desconocer el límite de los 75 años para la elección de los miembros del nuevo Tribunal Constitucional, que configuraron un “relajamiento institucional para condicionar la sociedad a cualquier salto”.

El 14 de marzo aumentó la tensión cuando el Presidente se declaró “en reflexión” sobre la posibilidad de repostularse. El domingo 27 de marzo en un acto masivo recibió “más de dos millones 200 mil firmas” en libros encuadernados donde se le pedía que se postulara. Fue el 8 de abril cuando finalmente el mandatario anunció que declinaba la candidatura, aunque avalaba el argumento de los “ingenieros constitucionalistas” y algunos abogados de que podía optar por la reelección.

Para entonces ya se había lanzado la precandidatura presidencial del vicepresidente Rafael Alburquerque y el 10 de abril la de la primera dama Margarita Cedeño, tratando de crear una alternativa a la de Danilo Medina que había corrido casi solo. En medio de tensiones intrapartidarias  ella pronunciaría un dramático discurso de declinatoria al final del mes. Y Alburquerque apoyaría a Medina antes de que éste fuera finalmente electo candidato presidencial el 26 de junio, poniendo fin a las incertidumbres. Predominó la voluntad democrática en el partido gobernante.

 Intensa movilización social.  Por encima de las profundas insatisfacciones expresadas en las encuestas y recogidas por los medios de comunicación, especialmente por el desempleo, elevación del costo de la vida, la corrupción generalizada y el incremento del narcotráfico y la inseguridad, la sociedad dominicana protagonizó este año intensas luchas que incluyeron marchas, protestas y un paro casi general de actividades en junio.

Lo más relevante del año ha sido la amplia movilización social en reclamo del cumplimiento del mandato legal y ahora también constitucional de destinar el 4%  del Producto Interno Bruto a la educación. La incorporación de grupos juveniles y segmentos de clases medias y altas a las manifestaciones constituyó un aliento para los que promueven un mayor sentido de ciudadanía como contrapeso el pragmatismo salvaje en que ha devenido la actividad política.

Una Coalición por la Independencia de la Justicia concertó también a numerosas entidades de diversos estamentos sociales en los reclamos porque se elijan los jueces de la Suprema Corte y los nuevos tribunales Constitucional y Superior Electoral en función de la integridad y la capacidad y no por simple conveniencia política. También hubo grupos que se movilizaron contra la delincuencia y la corrupción, aunque los órganos del ministerio público no produjeron ni un solo proceso judicial y ni siquiera parecieron preocuparse por las denuncias de malversación que se produjeron casi cada semana, incluso en auditorías de la Cámara de Cuentas.

La movilización más exitosa del año fue la que en el primer trimestre logró hacer respetar la Constitución, reivindicando el carácter de las leyes orgánicas y poniendo freno a los intentos continuistas que amenazaron hasta la integridad del partido de gobierno y sobre todo la institucionalidad democrática nacional. El empresariado, las iglesias, las instituciones que luchan por la vigencia de la democracia y el fortalecimiento institucional, así como gran parte de los medios de comunicación constituyeron un sólido valladar social.

El mayor éxito del Gobierno.  El Gobierno ratificó su éxito en mantener la estabilidad macroeconómica con un crecimiento del producto bruto proyectado al 4.5%, en el promedio regional, inflación del 8% e ínfima devaluación, pero continuando el endeudamiento interno y externo que ha duplicado la deuda dominicana en 7 años.

Crece la convicción de que esa pista se está agotando. En este 2011 por primera vez hubo que dedicar más del 50% del monto de los ingresos fiscales al servicio de la deuda.

El déficit fiscal que a finales de septiembre el Banco  Central cuantificó en más de 35 mil millones de pesos, volverá a sobre pasar los 50 mil millones, por cuarto año consecutivo. Aunque en junio hubo que hacer una rectificación fiscal poco ortodoxa para buscar unos 12 mil millones de pesos. Peso a ello las recaudaciones quedaron por debajo de lo presupuestado en diez mil millones de pesos. Mientras el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos se proyecta sobre los 5 mil millones de dólares, un diez por ciento del PIB.

A lo largo del año siguieron siendo intensos los cuestionamientos a la política de inversiones y el gasto social a lo que se atribuye que la población no perciba los beneficios del crecimiento económico, mientras devastadoras evaluaciones internacionales dejaban al país en absoluto descrédito, como las de competitividad del Foro Económico Mundial que lo declaró campeón mundial en malversación de los recursos públicos y en confianza en la Policía, entre 142 naciones evaluadas.

El año concluye con gran incertidumbre sobre la suerte de la institucionalidad democrática y la estabilidad económica en medio de una nueva dispendiosa campaña electoral que se vaticina con ribetes de arrebatos por la incursión de todo el Gobierno en la promoción de su candidatura para cuyo triunfo ya el propio presidente Fernández tuvo la osadía de anunciar que invertiría 40 mil millones de pesos.

El acuerdo con el FMI ha quedado frisado. El Gobierno no ha pasado con éxito ninguna de las evaluaciones trimestrales desde su firma en el 2009, y desde septiembre no ha podido presentar una nueva carta de intención para reanudarlo, mientras adelantaba venta de bonos por 250 millones de dólares con cargo al presupuesto de 2012 de por sí sobrevaluado, convertía en deuda una línea de crédito de 210 millones de dólares en el Banco de Reservas y elevaba sobre esa cifra su deuda con los generadores eléctricos.

Economistas, empresarios, comunicadores y hasta el gobernador del Banco  Central han dejado constancia de la conveniencia de reanudar el acuerdo con el FMI, con la esperanza de que pueda moderar el vaticinado desguañangue de la economía nacional en aras de la prolongación en el Gobierno.

Resucitó y llegó papá

El mayor partido de la oposición, el Revolucionario Dominicano (PRD) también fue sometido a fuertes tensiones en el proceso de elección de su candidato presidencial para los comicios de 2012, lo que culminó temprano el 6 de marzo con la resurrección política del expresidente Hipólito Mejía, quien fuera derrotado de forma aplastante en el 2004 cuando intentó la reelección en medio de una devastadora crisis financiera.

Al grito de “llegó papá”, el agrónomo Mejía logró una victoria que muy pocos creían posible al comienzo del año, superando por 7 puntos al presidente del partido blanco Miguel Vargas  Maldonado, el cual había sido candidato para la elección del 2008. La elección de Mejía fue más sorpresiva por cuanto su contendiente controlaba los cargos ejecutivos del partido, su Comisión Política y gran parte de los legisladores, alcaldes y dirigentes provinciales.

La elección generó grandes tensiones que sacudieron el PRD y sólo a regañadientes Vargas aceptó dos meses después que Mejía fuera proclamado candidato, y desde entonces mantiene una “presidencia institucional” del partido, sin participar en ninguna actividad de la campaña electoral y más bien proyectando una imagen de resentimiento sin límites en lo que parece un hecho sin precedentes en el mundo, aunque gran parte de quienes le promovieron han optado por la decisión partidaria.

Pero la resurrección del agrónomo Mejía no fue sólo en su partido, sino en el ámbito nacional, pues la generalidad de las encuestas, especialmente las más acreditadas, como la Gallup y la Penn Schoen-Berland lo han proyectado encabezando las preferencias electorales, bordeando el cincuenta por ciento. Para los analistas políticos él posicionamiento de Hipólito Mejía ha constituido “el retorno del año” como lo proclamaron los seis periodistas que participaron el viernes en el debate periodístico de fin del año de Teleantillas.

Tiende a acentuarse el bipartidismo

Por Juan Bolívar Díaz

Las encuestas y las percepciones de los analistas indican una tendencia a acentuarse el bipartidismo en el sistema electoral dominicano con un Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en progresiva decadencia y que lleva más de un año discutiendo cómo afrontar el desafío de las elecciones presidenciales de 2012.

Por otra parte media docena de partidos alternativos, sin perspectivas de convertirse en una opción competitiva frente a las fuerzas dominantes, se encaminan a otro fracaso en el viejo proyecto de orquestar una candidatura común que pudiera representar una opción siquiera para el segmento más insatisfecho del electorado.

 Bipartidismo más fuerte.  Todas las encuestas publicadas en los últimos meses indican una tendencia al fortalecimiento del bipartidismo que fuera quebrado en los comicios presidenciales de 1986 cuando el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) alcanzó el 18% del sufragio para restablecerse en el 2008 cuando el PRSC se redujo al 4.6%.

Las investigaciones de las preferencias electorales otorgan al reformismo entre el 3 y el 6% y las perspectivas no apuntan a mejorar sus perspectivas ya que el partido colorado está virtualmente congelado más de un año después que en noviembre de 2010 inició su Tercer Congreso Unitario Joaquín Balaguer que sesionó en enero y concluyó en febrero con la resolución de elegir candidato presidencial en julio pasado.

 Aunque sus organismos ejecutivos han ratificado una y otra vez la resolución de elegir un candidato todo indica que llegará al nuevo año sin concretarlo.

El último intento fue el 17 de septiembre cuando la Comisión Ejecutiva, sin la participación del presidente del partido, acordó la elección para el 16 de octubre, y aunque varios  precandidatos la respaldaron, luego fue dejada sin efecto “en aras de la unidad”.

El pasado fin de semana el presidente del PRSC, Carlos Morales Troncoso, dijo que no se dan las condiciones para que participen en los comicios aliados a alguno de los partidos dominantes, pero sin señalar fecha para escoger candidato propio.

Cuando en las encuestas se ha preguntado a los reformistas si prefieren ir solos o aliados a las elecciones de mayo, los resultados indican una división casi en partes iguales.

La reciente encuesta Gallup-HOY indicó que 47% quieren ir solos y 41 en alianza. Registró al PRSC una preferencia del 5%, un punto menos que el 6 que le había otorgado en agosto y casi similar al 4.7% en la de mayo.

La última encuesta Penn Schoen Berland publicada el mismo mayo le atribuyó el 5%. Otras como la CID Latinoamericana han reducido el caudal reformista al 3%.

Un frente alternativo.  Como ha ocurrido en múltiples procesos electorales desde  de 1994, partidos y grupos alternativos han estado envueltos en intentos por orquestar un amplio frente electoral, pero luego de meses de reuniones y discusiones el tiempo se les viene encima sin que hayan logrado el objetivo.

La agitación comenzó con el año y pese a haber tenido como abogados a una Coalición de  Movimientos Políticos Independientes, a un grupo de presión como Autoconvocados y hasta a una docena de sacerdotes católicos, van quedando pocas expectativas de éxito.

En el proceso fueron proclamadas las candidaturas de Julián Serulle, por el partido Frente Amplio, (el antiguo MIUCA), Guillermo Moreno por el nuevo partido Alianza País, Max Puig por la Alianza por la Democracia y Eduardo Estrella por Dominicanos por el Cambio. Todos estos han  participado en reuniones donde se ha discutido la posibilidad de unificación de sus candidaturas.

Para este mes de diciembre el Frente Amplio que encabeza Serulle ha convocado una “cumbre de líderes” donde se discutiría el proyecto unitario, pero hay quienes creen que ya es tarde para iniciar el proceso de escogencia de un solo candidato, cuando los partidos dominantes llevan meses en campaña y las encuestas le atribuyen sobre el 90%  de las intenciones de voto.

De los cuatro candidatos involucrados en el proyecto, el que más preferencias ha obtenido en las encuestas es Moreno, con 2.2% en la última Gallup-HOY. Le ha seguido Estrella.

El veterano exlider perredeísta Hatuey de Camps, ahora presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata, ha favorecido el frente unitario y lo mismo han hecho Ismael Reyes y Luis Acosta, que encabezan otros dos agrupamientos minoritarios.

Se ha considerado que la decadencia del PRSC representa  una mayor posibilidad para una tercera fuerza independiente, que aunque no pueda desplazar el bipartidismo, alcance una votación que le permita ser la llave para una segunda vuelta y en consecuencia negociar un programa serio de reformas político-sociales y económicas, que le sirva de plataforma para el futuro.

Sólo el PLD lo ha logrado.  El electorado dominicano ha sido históricamente conservador, casi siempre cultivando el bipartidismo. En la etapa democrática que se inició en 1978, y hasta el 1994, que abarca cinco elecciones, las opciones fueron el PRSC y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y en las últimas cuatro, desde el 1996, el PLD sustituyó al partido colorado.

El PLD es el único partido que en la etapa democrática logró romper el bipartidismo y necesitó participar en seis comicios para lograrlo, a pesar de que en los primeros cinco intentos tuvo de candidato presidencial al profesor Joaquín Balaguer., su fundador e ideólogo.

En su primera cita -en 1978- apenas alcanzó el uno por ciento de los votos y pasó al 9% en 1982, duplicándolo a 18% en 1986.

En 1990 el partido morado pudo haber ganado el poder si los comicios hubiesen sido real expresión de la voluntad popular. Con el 33%  la candidatura de Bosch quedó a menos de 2% de Joaquín Balaguer. Y aunque se redujo al 14% en el 1994 con un Bosch ya agotado, alcanzó el poder en la segunda vuelta de 1996 para lo cual requirió el apoyo de Balaguer cuando a éste se le prohibió buscar otra reelección.

Irónicamente, los peledeístas no pudieron romper el bipartidismo en las cinco ocasiones en que llevaron de candidato presidencial al profesor  Bosch, uno de los mayores líderes políticos de la historia nacional, que había ganado la primera elección democrática tras la tiranía de Trujillo, entonces postulado por el PRD, lo que indica la escasa alternabilidad que ha tenido el partidismo dominicano.

34 fracasos en 9 comicios.  En las 9 elecciones presidenciales celebradas a partir de 1978 el electorado ha tenido opciones alternativas al bipartidismo, especialmente en el 2004, cuando se le presentaron ocho, además de los tres que entonces dominaban el escenario.

La mayor expresión del tripartidismo fue el resultado del 2000, cuando el PRD ganó con el 49.9% y el PLD y el PRSC quedaron casi empatados, ambos a fracciones para alcanzar el 25%.

Treinta y cuatro  candidaturas presentadas por una veintena de partidos representaron las alternativas del período y sólo tres consiguieron más del uno por ciento del sufragio, mientras de las otras 31 sólo tres superaron el medio por ciento. Jacobo Majluta, tras ser candidato del PRD en 1986, obtuvo casi el 7% en 1990 postulado por su nuevo Partido Revolucionario Independiente, y cuatro años después se redujo al 2.29%. Y Elías Wessin consiguió el 1.89 en 1982.

Los más insistentes fueron José Rafael Abinader y Narciso Isa conde que se postularon tres veces cada uno.

Las candidaturas alternativas que fracasaron han representado todo el espectro ideológico y han incluido a destacadas figuras de la vida nacional. Trece pueden situarse en el centro democrático: César Estrella Sadhalá, Roberto Saladín, Eduardo Estrella, Rafael Flores Estrella, Jorge Martínez Lavandier, Jaime Manuel Fernández, Rafael Peguero Méndez, Trajano Santana, Jacobo Majluta dos veces, y José Rafael Abinader en tres elecciones.

La derecha ha tenido diez candidaturas alternativas: Elías Wessin, Francisco Augusto Lora, Luis Julián Pérez, Homero Lajara Burgos, Pedro de Jesús Candelier, Carlos Bencosme, Nelson Didiez  y Ramón E. Concepción y Vincho Castillo dos veces.

Desde la izquierda salieron 11 candidaturas: Rafael Fafa Taveras, José González Espinosa, Antonio Reynoso, Pin Montás, Raúl Pérez Peña, Guillermo Moreno, Ramón Almánzar –dos veces-  y Narciso Isa Conde en tres oportunidades.

Aunque todas las encuestas señalan el descrédito de los partidos dominantes y la poca confianza que inspiran en la ciudadanía, a la hora de las votaciones los electores apenas han tomado en cuenta a relevantes figuras del arco iris político nacional, lo que se atribuye a diversos factores, como el clientelismo y el rentismo, el desproporcionado financiamiento estatal y del lavado de activos, así como a la inconsistencia de muchas de las alternativas que se han presentado y a una cultura nacional de votar por el que puede ganar.

 

Avance de Danilo y fortaleza de Hipólito

Por Juan Bolívar Díaz
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Más esperada que nunca, la encuesta de Gallup para HOY ratificó el bipartidismo y mostró un repunte extraordinario y la potencialidad de la candidatura presidencial de Danilo Medina, ya con el pleno apoyo de su Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Gobierno del presidente Leonel Fernández.

Pero al mismo tiempo quedó ratificada la fortaleza de la candidatura de Hipólito Mejía y del Partido Revolucionario Dominicano  (PRD), que mantuvo su mismo porcentaje aun con una significativa ventaja de cinco puntos y a solo dos de la mayoría absoluta necesaria para alcanzar la presidencia de la República.

El ganador fue Danilo. Así como Hipólito Mejía resultó el gran ganador de la anterior Gallup-HOY publicada en agosto, en la de noviembre lo ha sido Danilo Medina al haber logrado un repunte que cierra la brecha en la prematura lucha por la presidencia de la República a seis meses de las elecciones del 20 de mayo.

En agosto Mejía creció seis por ciento en las preferencias electorales, para quedar con un registro de 47.9 a 33.4%, que representaba una cómoda ventaja de 14.5 sobre el candidato oficialista. Pero ahora Medina marcó un extraordinario avance de 9.2  mientras el puntero mantenía su mismo porcentaje para cerrar la competencia en 47.9 a 42.6 por ciento, para cerrar la diferencia a 5.3 por ciento.

Llamó la atención de los observadores las agresivas descalificaciones de  la encuesta por parte de dirigentes peledeístas, que casi convertían en derrota lo que para los analistas más independientes representaba un gran avance. El despliegue de cinco encuestas propias en el último mes, una de las cuales –la de la firma ASISA- le otorgó una asombrosa ventaja de 16 puntos con Margarita Cedeño de candidata vicepresidencial, pareció convencer a dirigentes del PLD que ya estaban cómodamente situados. Una de Hamilton Campaigns del 17 de noviembre arrojó ventaja de 46 a 45 al candidato peledeísta. Pero el 8 de noviembre la también norteamericana Zogby Analytics otorgó 56 a 40 a favor del perredeísta.

Tampoco los perredeístas han parecido conformes con los resultados de la  encuesta más acreditada del mercado electoral dominicano, pues según sus propias investigaciones mantienen entre 10 y 12 puntos de ventaja, también reducida en relación a los 16 y 18 puntos que se atribuían en los meses anteriores.

La Gallup-HOY de esta semana ratifica la bipolarización, ya que los candidatos de los dos partidos mayoritarios acaparan el 90.5 por ciento de las preferencias. La ausencia de definición en el Partido Reformista Social Cristiano contribuye a la misma. Su último candidato presidencial Amable Aristy Castro recibe 2.2 por ciento, empatado con el ascendente Guillermo Moreno. En tanto su presidente, Carlos Morales Troncoso, queda en fracción de un punto junto a sus compatriotas Ito Bisonó y Ricardo Espaillat.

Habrá dura competencia. La generalidad de las interpretaciones concluyen en que esta encuesta apunta a una dura competencia para los comicios de mayo entre las dos principales fuerzas políticas. Medidas las simpatías por partido, el resultado no dista del de las candidaturas presidenciales: 44.8 a 40.2 con diferencia de 4.6 en favor del PRD. La percepción de ganador sigue beneficiando a Hipólito, ya que el 50.8 por ciento cree que ganará en primera vuelta, mientras el 45.9 por ciento estima que lo logrará Danilo.

A diferencia de la Gallup-HOY de agosto, ahora los entrevistados que dijeron simpatizar por el PRSC se inclinan más a votar por Medina que por Mejía, en proporción de 21.7 a 8.3. En la anterior, favorecían al perredeísta con proporción de 24.7 a 17.8, lo que restablece el beneficio para el PLD de repetir la alianza que hizo en el 2010 con el reformismo, aunque el 70 por ciento de los reformistas favorece que lleven su propia candidatura. El candidato morado saca ventaja en la tasa de rechazo, pues registra sólo 28.8 por ciento en tanto el del partido blanco está en 36.5 por ciento.

Ha llamado la atención que la candidatura de Mejía-Abinader se mantuviera sin mínima variación de preferencias en relación a la Gallup de agosto, lo que permite interpretaciones contradictorias: para unos es indicativo que alcanzó su techo y se congeló, pero para otros muestra su gran fortaleza, sobre todo por la escasa propaganda que ha desarrollado. Estimaciones empíricas indican que la propaganda del peledeísta es más de 20 a 1 en las vías públicas de todo el país, y sobre 10 a 1 en prensa, radio y televisión.

Asesores de Mejía sostienen que éste se lleva de sus propias encuestas, que le dan amplia ventaja, por lo que se está reservando recursos para multiplicar su propaganda en la recta final, “consciente de que nunca podrá estar ni cerca de la inversión del partido de Gobierno en la campaña”.

Se unifican los partidos. La percepción pública es de que la elección de la primera dama Margarita Cedeño para completar la candidatura del PLD marca una tendencia a la plena unificación más acentuadamente que en el PRD. Sin embargo, la Gallup-HOY indica que Mejía supera a Medina en la preferencia de sus propios partidarios: el 97.2 de los perredeístas y el 94.4 de los peledeístas dicen que votarán por sus propios candidatos.

Sin embargo, el estrechamiento de la competencia que indica esta encuesta podría alentar  el papel de Caballo de Troya que aún se atribuye al presidente del PRD Miguel Vargas Maldonado y a alguno de sus fieles, que llegan al extremo de plantear una modificación de la candidatura vicepresidencial, lo que carece de precedente y sería un desastre mercadológico y político.

La persistencia del “fenómeno Vargas Maldonado” ratifica la percepción del PRD  como un partido ingobernable, que debe ser el único en el mundo cuyo presidente no apoya al candidato presidencial luego de ocho meses de electo, pero se aferra al cargo, en su caso peor por haber modificado los estatutos partidarios bajo el predicamento de que el candidato debe también presidir el partido para evitar precisamente el absurdo que él está protagonizando.

En el ascenso de Danilo Medina habría influido la selección de Margarita Cedeño, tal como se esperaba en lo inmediato, por sus  propios méritos y porque mete en la campaña a los más beneficiarios del Gobierno de Leonel Fernández, con enorme potencial económico y de uso de los recursos del Estado. Ya las movilizaciones del PLD incluyen varios helicópteros y un gran despliegue de recursos, incluyendo los repartos del Plan de Asistencia Social de la Presidencia que preceden las giras proselitistas.

Pero nadie puede ignorar los propios méritos de Danilo, que desde su elección como candidato en junio no se ha dado tregua en una agotadora labor regional y provincial y con sus presentaciones ante las organizaciones sociales, donde ha sido portador de un discurso propio, aunque ahora con menos énfasis en la diferenciación del gobierno de su partido.

El peso de las insatisfacciones. El carisma de Hipólito parece seguir jugando en su favor, con un discurso que interpreta y se apropia de las grandes insatisfacciones de la sociedad. Una serie de spots televisivos del PLD que enfatizan sus desaciertos de gobierno miles de veces repetidos no le han quitado un solo voto, según el resultado de esta encuesta, lo que podría deberse al axioma de que el último golpe es el que más duele.

La Gallup-HOY sigue mostrando unos porcentajes muy elevados de insatisfacciones con la marcha de la economía, con un 75 por ciento que la considera negativa, aunque 9 puntos menos que en agosto. El 57 por ciento cree que su situación económica personal es negativa, con un 68 por ciento que cree que las cosas en el país van por mal camino y 59 por ciento advierte que al final del Gobierno será peor, contra sólo un 31 por ciento con expectativas de que mejorará.

A la pregunta sobre los principales problemas nacionales, las respuestas se van casi todas a los que son de difícil amortiguación en los 6 meses que distan para las elecciones: alto costo de la vida, delincuencia e inseguridad, desempleo, apagones, pobre inversión en educación, narcotráfico y corrupción.

El peso de las insatisfacciones se verifica en todos los estratos sociales, como quedó patente en la reciente convención del Consejo Nacional de la Empresa Privada, cuyas conclusiones fue una larga y terrible factura con cargo al Gobierno. Las denuncias de corrupción, incluidas algunas tan dramáticas como la formulada esta semana por el embajador de Gran Bretaña o la de la auditoría al Instituto Agrario Dominicano, sigue a la orden de cada semana, mientras crecen las protestas y demandas sociales.

El congelamiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no mejora las perspectivas de ingresos para los próximos meses, en un escenario internacional cada vez más complicado y con el petróleo sobre 95 dólares el barril. Aunque el economista y analista político Bernardo Vega cree que facilitará otro “desguañangue” de la economía similar a los de los comicios del 2008 y 2010 en beneficio de la candidatura oficialista. Eso, por un lado podría dar votos por el reparto y los parches de emergencia, pero también acentuar el rechazo en las clases medias y altas, cuya capacidad de influir en la opinión pública es significativa.

 

Novedoso proyecto de reforma electoral

Por Juan Bolívar Díaz
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El proyecto de reformas a la Ley Electoral,  elaborado por la OEA, contiene importantes regulaciones a la extensión y el gasto en las campañas electorales con topes e identificación de donantes, y actualiza las sanciones.

El proyecto de reformas a la Ley Electoral elaborado por una misión técnica de la Organización de Estados Americanos (OEA) contiene numerosas novedades regulatorias de la extensión y el gasto de las campañas electorales y faculta a la Junta Central Electoral (JCE) a cautelar el abuso de los recursos estatales.

El documento está ahora en manos del Pleno de los gerentes electorales que deberían hacerlo propio y tramitarlo a los partidos y al Congreso Nacional con la urgencia que demanda la adecuación de la legislación al nuevo orden constitucional antes de que se inicie formalmente la adelantada campaña electoral.

Una urgente adecuación.  La JCE pidió asistencia técnica a la OEA para elaborar un proyecto de reformas integrales a la vigente Ley Electoral que quedó obsoleta con la Constitución de la República promulgada en enero del 2010, para lo cual a mediados del año vino al país una misión técnica que realizó consultas con los funcionarios electorales y los partidos políticos.

El documento fue entregado en Washington el 26 de septiembre al presidente de la JCE, Roberto Rosario, y al miembro titular del organismo Eddy Olivares, por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. Pese a la urgencia de la legislación fue más de mes y medio después que esta semana fue entregado al Pleno de la Junta que deberá hacerlo propio y tramitarlo a los partidos y al Congreso Nacional, donde hace meses duerme el proyecto de Ley de Partidos Políticos.

Este proyecto es un desafío a los legisladores por las novedosas regulaciones que  implica, y dada la escasa voluntad que ha mostrado el sistema político dominicano para establecer límites a las campañas electorales y los abusos de recursos estatales, así como por la actualización de las sanciones a los violadores de las normas.

La urgencia está determinada en primer lugar, por la necesidad de adecuar la Ley Orgánica de la JCE al nuevo orden constitucional que separó en dos organismos autónomos las funciones administrativas y normativas de las contenciosas del sistema electoral. La nueva JCE tiene ahora un solo órgano ejecutivo, el Pleno de sus miembros titulares, por lo que se requiere eliminar de la Ley Electoral la división de cámaras Administrativa y Contenciosa.

El proyecto es integrado por 248 artículos, 68 más que los 180 de la ley actual, incluyendo 4 nuevos que definen los principios generales. El 6 remite las funciones contenciosas al nuevo Tribunal Superior Electoral aún pendiente de ser constituido.

Una reforma integral.  El artículo primero del proyecto indica el objetivo de regular el ejercicio ciudadano de elegir y ser elegido, el procedimiento y desarrollo del proceso electoral y el funcionamiento y competencias de la JCE “como máximo ente responsable de la organización de los comicios”.  Aquí se debería incluir también la gestión del registro civil, la que certeramente es detallada en el texto. El proyecto de la OEA tiene una importante omisión, al no especificar el tiempo que durará la campaña electoral, limitándose a plantear en su artículo 119 que “se entenderá abierto desde el día en que se emita la proclama por parte de la JCE, y concluirá a las 12:00 de la noche del jueves inmediatamente anterior al día de las elecciones”.

La ley vigente establece que la Junta Central Electoral debe proclamar el inicio de la campaña electoral al menos 90 días antes de la votación, aunque los partidos y candidatos la inician hasta más de un año antes.

Se incluyen amplias previsiones para normar al artículo 81 de la nueva Constitución que instituye la elección de siete diputados en representación de la comunidad dominicana en el exterior. Condiciona la postulación a haber residido en la circunscripción correspondiente por lo menos los cinco años anteriores.

Establece tres circunscripciones en el exterior. La primera, que comprende Canadá y Estados Unidos (excluyendo Miami), elegirá 3 diputados (as). La segunda circunscripción corresponde a Miami, Curazao, Panamá, Puerto Rico, San Marteen y Caracas y elegirán 2 diputados(as). La tercera se encuentra en Europa (Madrid, Barcelona, y Amsterdam) y tendrá 2 diputados (as).

Se propone ampliar los límites para la inscripción de candidaturas y registro de alianzas, fusiones o coaliciones. El primero que es de 60 días antes de los comicios, pasaría a 75, y el segundo, que es de 75 días, se llevaría a 90.

Reformas transcendentes.  La limitación de la campaña electoral al período oficial, la prohibición de usar recursos y actos estatales para hacer propaganda política,  la presentación de un presupuesto de gastos al comenzar la campaña, incluido un tope a ser establecido por la JCE, la definición de normas éticas en la competencia electoral, y la actualización del régimen de sanciones son de los aspectos más relevantes del proyecto de la OEA.

El artículo 132 plantea:  No puede difundirse propaganda ni realizarse acto alguno de campaña electoral fuera del período definido por la presente ley, con excepción de lo dispuesto por la Ley de Partidos Políticos con relación a las Precampañas. Exceptúa la divulgación de las actividades de los partidos. Prohíbe la publicidad anónima, indicando que deberá indicar el responsable.

Según los artículos 166-167, los partidos o sus candidatos deberán depositar ante la JCE, en un plazo no menor a 60 días antes de los comicios, un presupuesto general de ingresos y gastos en el proceso electoral, que incluirá la nómina de contribuyentes, fuentes y relación de ingresos. Indica que la JCE, en consulta con los partidos, “definirá el tope de gastos” que no podrá superar el presupuesto más alto presentado por los partidos, y en el mismo se incluirá “todo tipo de aportes, ya sea en calidad de  donación, cesión o préstamo que no implique la erogación de recursos económicos”. Prohíbe la contribución de las personas jurídicas.

La celebración de actos públicos de los organismos estatales “no podrá servir de escenario para la promoción de cualquiera de los candidatos”, incluyendo propaganda o cualquier actividad. Tampoco utilizar en las campañas recursos materiales, equipos o personal pagado por el Estado. Las inauguraciones quedarían prohibidas en los últimos 15 días de campaña. Durante toda la campaña la publicidad estatal no podrá promover directa ni indirectamente la motivación del sufragio a favor de candidatos. Las encuestas no podrán publicarse dentro de los cinco días anteriores a la votación y hasta 3 horas después de la misma.

  Cuestión de ética y equidad

El proyecto de la OEA contiene múltiples regulaciones destinadas a mejorar la competencia electoral, a garantizar la equidad democrática y a defender los principios éticos que deben normar las actividades de partidos y candidatos. Su artículo 123 establece que la campaña electoral “deberá enmarcarse dentro de las más altas normas de ética”  y a continuación explicita cuatro fundamentales.

Se otorga a la JCE la facultad de promover debates de programas y propuestas y de adoptar  medidas cautelares para hacer cumplir la normativa, incluso para “hacer cesar el uso indebido de los recursos y medios públicos y aquellos que puedan  ser considerados ilícitos” y actualiza el régimen de sanciones de una lista específica de “delitos electorales” ahora medidas en base a salarios mínimos que pueden llegar a 200. Y los “delitos electorales” conllevarían hasta dos años de reclusión, además de multas.

El documento elaborado por especialistas de la OEA tiende a una actualización integral de la legislación electoral dominicana, a tono con las tendencias en la materia en diversos países latinoamericanos. Hace tiempo que los analistas internacionales colocan a la República Dominicana entre los países con mayor atraso en las regulaciones de las campañas electorales, del financiamiento y el gasto de los partidos y candidatos.

La lentitud con que el presidente de la JCE ha manejado el proyecto de la OEA, dejando pasar ya casi dos meses, puede ser indicativo de las dificultades de que el mismo pueda aprobarse siquiera antes de que se inicie formalmente la campaña electoral, lo que dependerá de la voluntad que muestren los partidos por normativas que promueven la transparencia, la equidad y la democracia electoral.

Ninguno de los partidos mayoritarios ha mostrado disposición a las reformas que plantea el documento elaborado por la OEA. No respaldaron el proyecto presentado en el 2007, con más anticipación a la siguiente elección, para reglamentar la campaña electoral, que fue una valiente iniciativa de la entonces Cámara Administrativa, cuando era presidida por el doctor Rosario e incluía a otros dos de los cinco actuales titulares de la JCE.

Sin embargo, esta vez el proyecto tiene una ventaja, y es la urgencia institucional de adecuar la JCE al nuevo orden constitucional para ratificar plenamente su legitimidad antes de que se ejecute el proceso electoral en marcha.

 

Margarita: ¿un tónico de efectos secundarios?

Por Juan Bolívar Díaz

Una serie de acontecimientos fueron dejando al licenciado Danilo Medina sin más opción que la primera dama, doña Margarita Cedeño de Fernández, para completar la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) si quería asegurar la unidad partidaria y el pleno apoyo del presidente Fernández y su Gobierno.

Las encuestas y la percepción general concluyen en que la doctora Cedeño es como un tónico que en lo inmediato dará aliento a la candidatura de Medina, pero hay quienes temen que a mediano plazo pudiera tener efectos secundarios al pegarle el sello definitivo de la continuidad de un Gobierno en progresivo declive.

Presiones ineludibles.  El Danilo Medina que logró imponerse como candidato presidencial venciendo la ofensiva y resistencia de la maquinaria gubernamental leonelista ha quedado subordinado a la misma al verse obligado a proclamar a la primera dama como su candidata vicepresidencial.

La tropa mayor del Presidente, la misma que intentó imponerle al país una repostulación del mandatario cuando acababan de proclamar una Constitución que lo prohíbe, que fracasó con una precandidatura presidencial de doña Margarita Cedeño, la impuso ahora como compañera de boleta de Medina, reduciendo su independencia frente al líder del partido.

Sin contrincante visible, promovida abiertamente en vallas y afiches, por radio, prensa y televisión, la doctora Cedeño recibió el impulso del líder cuando en septiembre éste dijo en Nueva York que ella tenía los méritos y las condiciones suficientes para ser vicepresidenta. Luego ella misma se autoproclamó en un acto público cuando repitió la consigna de que “con Danilo y con Mamá esa pela va”. Y el desbordamiento fue definitivo cuando una semana atrás el senador Félix Bautista, secretario de organización del PLD y principal brazo político del mandatario, dijo en una formal rueda de prensa que ella sería la candidata vicepresidencial.

Para entonces algunos de los estrategas y colaboradores de Medina que buscaban una alternativa capitularon convencidos de que tenían que pagar el precio de sellar la unidad partidaria y obtener el pleno respaldo del presidente Fernández y sus cuadros, que incluyen a los más poderosos funcionarios y asociados del Gobierno. Y hasta las encuestas de la oposición la señalaban como la mejor opción. No había modo de ignorarla sin que se interpretara como un desplante al líder. Se le proclamó de repente, con el menor protocolo, como quien apura un medicamento amargo.

Lo bueno de la inversión.  Ella es como un tónico de triple acción, porque integra a una primera dama que ha manejado miles de millones de pesos del presupuesto en labores asistencialistas, reconoce al Presidente que el candidato desafió y llena de entusiasmo a una pléyade de inversionistas que necesitaban un acierto luego de varios tropezones y a una dirigencia y militancia partidista que precisa un aliento de continuidad en el poder.

Margarita Cedeño es por sí misma una buena inversión, independientemente de  su condición de primera dama de un Gobierno de ocho años consecutivos y doce de los últimos dieciséis. Ella ha logrado cierta popularidad con un trabajo asistencialista y político sistemático, con dedicación de tiempo completo, y pone una nota femenina y de simpatía personal a una candidatura adusta y de limitado carisma.

Podría ser pura casualidad, pero el tónico Margarita llegó al día siguiente del cara a cara protagonizado por Medina con su principal contrincante Hipólito Mejía ante la Asociación de Industrias, donde el perredeísta pareció salir ganancioso a juicio de observadores y en sondeos realizados entre los empresarios presentes. Aunque el discurso del peledeísta fue más minucioso y bien estructurado, hubo apreciación de que “no conectó con la audiencia por su limitado carisma”. Para otros, Mejía sacó ventaja porque formuló un programa económico basado en un mayor protagonismo del empresariado y la inversión privada con un Estado facilitador y no competidor.

La precipitada proclama de Margarita de Fernández (se había dicho que la selección sería a principios del próximo año) puede también ser parte de una estrategia que busca por lo menos una notable mejoría en los resultados de próximas encuestas independientes como la Gallup-HOY que se espera este noviembre. La anterior de agosto registró una ventaja al candidato del PRD de 14.5 por ciento en el universo de los electores y de 20 por ciento en los que dijeron que estaban bien seguros de que votarán en mayo próximo. Pero en las dos últimas semanas de octubre se publicaron cuatro encuestas auspiciadas por el sector oficialista en dos de las cuales Danilo Medina aparece en ventaja y en las otras dos en “empate técnico”.  En ese período, dos encuestas por encargo del opositor mantienen amplia ventaja a Hipólito Mejía.

Un Gobierno en declive.  El sello de la continuidad puede resultar costoso con un Gobierno en pleno declive, según indican las encuestas, y en un escenario económico cada vez más complicado al punto de que ahora mismo tiene en suspenso el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que depende el presupuesto de este año  y unas reservas de divisas que en el 2011 se han reducido en más de 700 millones de dólares.

El Latinobarómetro publicado hace una semana deja muy mal parada la gestión  de Leonel Fernández, con aprobación de 36 por ciento, la penúltima de América Latina,  9 puntos menos que en  2010 y 26 menos que en 2005, cuando le otorgaba 62 por ciento. Esa aprobación es 2 puntos menos que el 38 por ciento registrado por la evaluadora mexicana Mitofsky al principio de octubre pasado, y uno menos que la Gallup-HOY de agosto.

En confianza en el Gobierno, el dominicano queda en penúltimo lugar con índice de 25 en un promedio latinoamericano de 40. En eficiencia del Estado y en situación económica personal el país ocupa el último lugar en el acreditado Latinobarómetro, donde queda patente el descrédito alcanzado por el Gobierno del PLD.

La evaluadora internacional Eurasia Group acaba de advertir un panorama adverso: “La baja popularidad de Fernández, la perspectiva de una desaceleración de la economía de Estados Unidos y el cansancio de los votantes después de 8 años de Gobierno del PLD significa que el expresidente Hipólito Mejía está en mucho mejor posición para tomar la Presidencia que el candidato del PLD, Danilo Medina”.

Para más complicaciones el FMI está condicionando la reanudación del acuerdo llamado a facilitar aún más de 500 millones de dólares este año a importantes ajustes macroeconómicos, con elevación de la tarifa eléctrica, reducción del gasto y reajuste hacia abajo del presupuesto de 2012, ya aprobado, y elaboración y aprobación de leyes para adoptar una tarifa técnica en el sector eléctrico y de un mecanismo de flexibilización de la tarifa eléctrica. Eso si quieren que el directorio del FMI apruebe en diciembre la reanudación del acuerdo, según comunicación del 19 de octubre dirigida a los funcionarios económicos del Gobierno nacional, que trascendió esta semana.

Todo eso aunque el presidente Fernández dijo el 6 de septiembre, al inaugurar un seminario sobre cambios globales y política exterior dominicana, que el FMI le había autorizado a gastar más en lo que restaba del año. El panorama, con tendencia a complicarse, es desolador para el país y desde luego para las perspectivas electorales del partido de Gobierno.

Posible efecto secundario

El principal efecto secundario del tónico Margarita es que pega el sello de la continuidad a un candidato que había hecho esfuerzo y ganado espacio presentándose con diferenciación del régimen decadente, especialmente desde que Medina se separó del Gobierno para perseguir la candidatura presidencial de su partido en las elecciones del 2004, lo que terminó en una agria confrontación que distanció a los dos líderes del PLD y sus respectivos equipos.

Además de que los mismos peledeístas han presentado a Margarita y el aliento de Leonel como el salvavidas de un “minusválido político”, mientras la campaña del PRD se fundamenta en rechazar a ”Leonilo” como expresión de “más de lo mismo”. Con la esposa y todos los hombres del Presidente al lado el discurso de Danilo se reducirá en los aspectos de “corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo”, predominando lo de “continuar lo que está bien”. Tras ser proclamada ella dijo que “trabajaremos juntos en continuar este camino de progreso, de modernidad y de institucionalidad que hemos estado transitando bajo el Gobierno de alguien que ustedes saben que adoro: el presidente Leonel Fernández”.

Pero una mirada más profunda podría descubrir que la fórmula Margarita es una “jugada capicúa” que invierte al fortalecimiento del liderazgo de su esposo. Si ganan la elección reclamarán  el mérito y sobrevivirá el nuevo mesianismo nacional con todo el carril para volver a la presidencia en el 2016, y si pierden lo atribuirán a “la debilidad del candidato” sepultándolo para que Leonel reine por siempre.

 Hasta entre los estrategas y los equipos de Danilo había una corriente que consideraba fundamental para el triunfo electoral que el candidato mantuviera la  diferenciación que le permitió montar un entramado de grupos de apoyo extra partido, creando la ilusión de renovación, pero el leonelismo es muy fuerte y el PLD no estaba en capacidad de asimilar esa estrategia, lo que remite la campaña a un debate entre continuidad y cambio, con la agravante de que detrás de la refrescante figura de doña Margarita se cuelan los más objetados del peledeísmo gobernante.

El desafío pendiente de Hipólito y el PRD

Por Juan Bolívar Díaz

El candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, retorna tras una exitosa gira política de dos semanas por Europa, con la expectativa de que finalmente el ingeniero Miguel Vargas Maldonado decida respaldarlo en su lucha por la presidencia de la República.

En los ámbitos perredeístas se cree que el presidente del partido se va quedando aislado tras la incorporación a la campaña electoral de la mayoría de los que apoyaron su búsqueda de la candidatura, por lo que tendría que aceptar la realidad si no quiere incurrir en un suicidio político.

El gran desafío del PRD.  En la medida en que se van disipando las dudas que algunos albergaban en  cuanto a si el presidente Leonel Fernández daría su respaldo a la candidatura de Danilo Medina, en el PRD crecen las preocupaciones porque a casi siete meses de la elección de su candidato, aún no se  logra la plena unificación partidista.

El agrónomo Mejía retorna al país este domingo tras una gira por España, Italia y Francia, donde cosechó respaldos y amplió sus relaciones internacionales, con la expectativa de lograr el pleno respaldo de Vargas Maldonado, quien no solamente fue su contrincante en la lucha por la candidatura presidencial y obtuvo un 46% de los votos, sino que además ostenta la presidencia del partido.

Antes de salir hacia España, Mejía hizo lo que pareció un último esfuerzo por lograr la plena unificación de su partido, al presentarse al local nacional para entregar una carta pidiendo una reunión con Vargas. Esta semana le felicitó por su cumpleaños a través de las redes sociales, tratándolo de “querido compañero”, lo que se interpretó como un nuevo esfuerzo de acercamiento. Se ha dicho que el presidente del PRD espera el retorno del candidato para darle una respuesta que los perredeístas anhelan positiva.

Desde antes de su elección, Mejía planteó la unidad del partido como garantía de triunfo en los comicios del 2012 y ha reiterado su apertura, aunque algunos de los suyos mantienen una “actitud triunfalista” alentada por las ventajas que le han otorgado las encuestas. La última Gallup-HOY, de agosto, dio a Mejía una ventaja de 14 por ciento en el universo y del 20 entre quienes se confesaron con la firme decisión de votar. La última del Centro Económico del Cibao para el PRD, en septiembre, le mantenía una ventaja de 16 puntos, con registro de  54 a 38 por ciento. Aunque las encuestas de Medina la reducen a 5 y 7 puntos y se publicó una que indicaba empate.

Va quedando aislado.  Casi todo el “estado mayor” de Vargas Maldonado en la lucha por la candidatura presidencial se ha distanciado de su resentimiento, ya por convicción o por racionalidad política, varios de ellos en posiciones relevantes del Comando Nacional de Campaña del PRD, como Alfredo Pacheco, Neney Cabrera, Andrés Bautista y Jesús Vásquez, Orlando Jorge, Eligio Linares, Roberto Fulcar y Alejandro Abréu, y líderes femeninas que encarnaron el “varguismo” como Peggy Cabral viuda Peña, Geanilda Vásquez y Yanet Camilo. También cuadros profesionales tan influyentes como Andy Dahuajre, José Joaquín Puello, César Mella, Jaime Aristy y Fausto Ruiz.

Como de fidelidad absoluta son señalados Julio Maríñez y Aníbal García Duvergé, que han declinado públicamente asumir posiciones en el comando de campaña, y Rafael Díaz  Filpo, Henry Sarraf y Fiquito Vásquez, que están a medias sin que se descarte que puedan renunciar, como el alcalde de Santo Domingo Norte, o hasta acogerse al transfuguismo, como ya lo han hecho tres o cuatro del interior, incluido el alcalde de San Cristóbal, el pelotero Raúl Mondesí o la antigua reina de belleza llevada por Vargas a la posición de vicealcalde de Santo Domingo Norte.

El asunto es que a casi siete meses de la elección primaria efectuada el 6 de marzo, Vargas Maldonado y algunos de sus partidarios siguen sin entender que perdieron, o están todavía convencidos de que Hipólito ganó con el voto de cientos de miles de peledeístas, como se argumentó desde que se conoció el cómputo.  A su esposa Angelita García le atribuyen la posición más intransigente y se afirma que echó de la casa a personajes tan influyentes como Andy Dahuajre, Pacheco y Neney Cabrera, cuando éstos se fueron convenciendo de que los perredeístas y la opinión pública reconocían a Mejía como candidato legítimo. El mismo Vargas ha evadido encontrarse con el candidato, aún pese a esfuerzos de Peggy Cabral o del reputado neurocirujano José Joaquín Puello, su candidato vicepresidencial del 2008, a quien le habría dejado una cena puesta todavía recientemente.

Peligro del triunfalismo.  A estas alturas del juego es obvio que lo más conveniente para el PRD es lograr la total coherencia si se descarta que Vargas Maldonado vaya a renunciar a la presidencia del partido.

Pero ese elemento de distracción tiene que ser superado ya pues renueva la convicción en importantes sectores medios y altos de que los perredeístas son incapaces de ponerse de acuerdo.

Mejía y los suyos tienen el desafío de evadir las actitudes triunfalistas que algunos exhiben, al creer y proclamar que no hay manera de modificar las perspectivas electorales que dibujan las encuestas, dado el progresivo deterioro de la imagen del Gobierno y del partido morado.

 Ya a estas alturas los que contaban con que el presidente Fernández no apoyaría a Danilo Medina deberían estar convencidos de su error, pues las declaraciones del mandatario en su reciente viaje a Nueva York y el aval público que dio a su esposa Margarita Cedeño para la candidatura vicepresidencial, no parecen dejar dudas.

Tal como se había advertido, gracias a un fuerte sentimiento de cuerpo y temor a romper el consenso grupal, el PLD avanza firme en la cohesión en torno a su candidatura y es dueño de una poderosa maquinaria política afianzada en el poder y en disposición de pelear hasta el último cartucho por mantenerlo.

El escandaloso planteamiento newyorkino del presidente Leonel Fernández de que destinará 40 mil millones de pesos para distribución de 10 millones de raciones alimentarias y para establecer 900 plazas agropecuarias, además de pavimentar el país, deberían ser un aviso eficiente, pues ya lo han hecho en los dos últimos torneos electorales. Desde el 2010 no se han vuelto a ver las inmensas cocinas rodantes que proporcionaron comida cocida en casi todas las provincias, y en ambos procesos el déficit fiscal sobrepasó los 40 mil millones de pesos en la campaña electoral.

Súmenle el anuncio esta semana del vicepresidente Rafael Alburquerque de una segunda fase de las políticas sociales del Gobierno, que persigue alcanzar a un millón 800 mil hogares, nada menos que seis millones de personas, el 60 por ciento de la población nacional.

Por demás, el PLD está demostrando que le sobra dinero para una inversión publicitaria que multiplica varias veces la del PRD, y las caravanas interprovinciales a 7 meses de los comicios no dejan dudas de que le sobran recursos y voluntad para dar la pelea con un candidato presidencial que mantiene un discurso altamente propositivo.

Vargas: nadar

 o morir

El progresivo aislamiento político en que va quedando el ingeniero Vargas lo llama a moverse con más racionalidad si es que no quiere incurrir en un suicidio político, reconocía uno de los hombres que lo impulsaron a la presidencia del partido y a la búsqueda de la candidatura. Cuando se le preguntó si no se lo había advertido, el dirigente perredeísta adujo que el empresario y político había roto sus nexos con él.

Otro entiende que Vargas está ganando tiempo para ver si Hipólito Mejía logra mantener las ventajas que le otorgan las encuestas y la percepción general, atribuyéndole consciencia de que como presidente del partido no puede arriesgarse a quedarse fuera del tren de la victoria, como tampoco ser responsabilizado de una derrota, pues en cualquiera de los dos casos le resultaría difícil escapar de la ira de los perredeístas, muchos de los cuales entienden que “no pueden correr el riesgo de otros cuatro años en el abajismo”.

Los más radicales frente a la actitud de Vargas, entre los cuales se señala al doctor Hugo Tolentino, llegan a considerar que el presidente del partido se tiene que acoger a la decisión de las mayorías o renunciar.

Como ironía del destino recuerdan que aquel modificó los estatutos del PRD para permitir que el candidato presidencial fuera a la vez presidente del partido, para evitar incoherencias en las campañas electorales, como adujo que se produjo cuando él encabezó la boleta blanca en el 2008, con el ingeniero Ramón Alburquerque en la presidencia.

La generalidad de los perredeístas lo que quieren es la unidad e integración de todos los sectores, especialmente los que creen que Vargas mantiene vigor y recursos para lograr otra oportunidad en el 2016, para lo cual tiene que moverse en la actual coyuntura o la maquinaria perredeísta y su ambición de poder le pasará por encima.

Se cree que Mejía ha realizado los últimos esfuerzos de acercamiento, desatendiendo recomendaciones de asesores políticos nacionales y extranjeros que aconsejan quitarle importancia a la “huelga de brazos caídos” del presidente del partido. Aducen que “eso mientras más se bata más hiede”.

El PRSC necesita candidato propio

Por Juan Bolívar Díaz

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) está urgido de superar su crisis interna y hallar consenso en torno a un candidato presidencial propio en   los próximos comicios, para no terminar de devaluarse en el mercado electoral, incluyendo el riesgo de una virtual disolución.

Los dirigentes reformistas que presionan por la elección del candidato propio  concuerdan con las encuestas en que, una alianza con el partido oficial desde la primera vuelta, reducirá drásticamente su  caudal, ya que la mayoría de sus miembros y simpatizantes votaría por el perredeísta Hipólito Mejía.

Resolución desesperada.  Convencidos de que, cada semana que pase será más incierta la suerte del partido colorado, fue que una parte de sus dirigentes convocó la reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional el pasado sábado 17, la que fijó para el 16 de octubre la elección de su candidato presidencial, al margen del presidente del partido, quien ha dilatado esa decisión en lo que se interpreta como pérdida de tiempo para no dejar otra opción que la repetición de la alianza con el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Entre muchos reformistas cunde el pánico al ver pasar el tiempo sin que se cumpla la tercera resolución del Congreso Joaquín Balaguer, celebrado entre noviembre y marzo pasados, según la cual el PRSC llevaría candidato propio a la elección presidencial de 2012. Tal resolución fue refrendada en marzo por una reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional y luego por la Comisión Política y el Consejo Presidencial. En principio se fijó la elección del candidato para el 1 de julio, pero no pudieron ponerse de acuerdo en el método a implementar, pues unos abogaban por votación universal y  otros porque fuera a través de una asamblea de delegados. A principio de agosto un pleno nacional de dirigentes resolvió que la elección sería en septiembre, lo que no ha sido acatado por la presidencia del partido.

La reunión del sábado fue tajante en que hay que cumplir los mandatos de los organismos de dirección y apeló a los estatutos para expulsar del partido al dirigente  Humberto  Salazar, quien ha sido abanderado público de quienes por lo  bajo propugnan por extender la alianza con el PLD que pactaron para los comicios legislativos y municipales del año pasado, gracias a la cual no solo obtuvieron una importante cuota de legisladores y dirigentes municipales, sino que garantizaron cargos para cientos de dirigentes políticos, familiares y relacionados. Ocho de los trece miembros del Consejo Presidencial son altos funcionarios del Gobierno.

El silencio de Morales.  En el 2009 se produjo un consenso para escoger al ingeniero Carlos Morales Troncoso como presidente del PRSC, y muchos creyeron que éste reivindicaría los sueños de rescatar el poder electoral que tuvo la organización hasta la muerte de su caudillo Joaquín Balaguer en el 2002. Habiendo sido vicepresidente de la República bajo la presidencia de Balaguer entre el 1986 y el 1990, y dada su carrera como ejecutivo empresarial, Morales parecía cualificado para encabezar el resurgimiento.

La generalidad de los analistas ha planteado que para sacar al partido colorado del papel de comodín de los dos partidos mayoritarios Morales tenía que alejarse del Gobierno y encarnar un papel de oposición, pero él se ha mantenido en el cargo de ministro de Relaciones Exteriores que ocupa desde el 2004. Sus viajes por el mundo con el presidente Leonel Fernández, a ritmo de uno por mes, lo acercaron al mandatario y le impiden aparecer como alternativa.

Hasta principios de año se creía que Morales Troncoso no quería exponerse a divisiones internas o a ser derrotado en una elección, ya que la generalidad de las encuestas daban como preferido al cacique higüeyano Amable Aristy Castro, quien encarnó la candidatura presidencial en el 2008 y no alcanzó el 5 por ciento de los votos.

Pero hace par de meses que Aristy declinó buscar la candidatura y expresó su disposición a apoyar al presidente del partido. Pese a esto, Morales ha seguido evadiendo convocar la elección del candidato.

A favor de la elección está el hecho de que la mayoría de los que han expresado su interés en buscar la candidatura están respaldando la convocatoria para el 16 de octubre, lo que incluye a Ito Bisonó, Oscar Santiago Batista, Osiris de León, Héctor Rodríguez Pimentel, Ricardo Espaillat, María Rosa Belliard, y acaba de lanzarse el ingeniero Guillermo Caram, uno de los más acreditados dirigentes del partido, convencido de que puede ser un factor de unidad.

Cosa de vida o muerte.  La generalidad de los que aspiran a la candidatura presidencial del PRSC está consciente de que no es una tarea fácil ni un camino alfombrado de flores, y es posible que algunos la busquen para negociar en una tentativa segunda vuelta. Pero creen que es cuestión de vida o muerte para su partido.  Al menos Ito Bisonó, Guillermo Caram y Héctor Rodríguez Pimentel se muestran convencidos de que una alianza en primera vuelta, sea con el PLD o con el PRD, divide el partido. A Rodríguez Pimentel y otros se les ubica buscando valla en el entorno de la candidatura de Hipólito Mejía, en cuyo Gobierno (2000-04) participaron, pero él lo niega rotundamente y dice que para la primera vuelta están obligados a llevar candidato propio, y por lo menos esperar al límite para el registro de alianzas electorales, 75 días antes de los comicios, por lo que el año próximo sería el 5 de febrero.

Estos tres precandidatos están convencidos de que si se impone la tendencia de alianza con el PLD para la primera vuelta, la mayoría de los militantes del partido votarán por Hipólito Mejía, lo que devaluará el poder de comodín que se atribuye al partido colorado. Se fundamentan en el resultado de las encuestas, las publicadas y las que auspician los partidos para trazar estrategias, las que muestran una clara tendencia de los reformistas al voto de rechazo al partido de Gobierno.

“Es que más allá de los dirigentes y los cuadros medios que se benefician de la alianza con el Gobierno del PLD, las bases reformistas son parte de esa mayoría de la población que muestra profunda insatisfacción con la gestión peledeísta, sostuvo otro dirigente reformista. Caram cree que por reacción adversa los reformistas se irían hacia el voto por el PRD en caso de que los colorados no lleven candidato propio.

Feo en la foto de las encuestas

Las encuestas siguen mostrando un Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en declive, del 24.5 por ciento que obtuvo en las elecciones presidenciales del 2000, al 9 por ciento en el 2004 y al 4.5 por ciento en las últimas del 2008. La última Gasllup-HOY publicada en agosto otorga al partido colorado el 6 por ciento de las simpatías. Por posibles candidatos el que más intención de votos registró fue Aristy Castro, con 3.5 por ciento del universo, seguido de Carlos Morales Troncoso con un 2 por ciento, y del diputado  Ito Bisonó con un 1.7 por ciento.

 La encuesta CID Gallup y la del Centro Económico del Cibao de este septiembre apenas otorgan al PRSC el 3 y el 2.6 por ciento de las preferencias electorales, en medio del desconcierto que afecta a ese partido, lo que podría explicar el poco interés de Morales y de Aristy Castro en asumir la candidatura presidencial.

 El problema se torna más complejo cuando se pregunta sobre las posibilidades de alianza del Partido Reformista Social Cristiano, porque entonces queda evidente que esa agrupación se ha devaluado en el mercado electoral hasta perder la capacidad para inclinar la balanza.

La última encuesta Gallup-HOY indicó que contrario a la tendencia predominante en la alta dirección del partido, de alianza con el PLD, entre los encuestados que se confesaron simpatizantes reformistas el 24.7 por ciento dijo que en tal caso votarían por Hipólito Mejía y sólo el 17.8 lo haría por Danilo Medina.

Una encuesta que se asume patrocinada por Ito Bisonó indica que el 45.8 por ciento cree que el PRSC debe llevar su propio candidato, y el 47.8 que debe aliarse a otro. Cuando preguntaron a los confesos reformistas cómo votarían en caso de una alianza con el PLD, también se dividían, 44.8 la apoyaría y 46.9 dijo que votaría por otro. Al especificar partidos el PLD salió ganando con 56 por ciento y PRD el 35.

En las encuestas mensuales del Centro Económico del  Cibao para el PRD, se registra que en caso de la alianza PRSC-PLD, Hipólito Mejía ganaría en primera vuelta por 54.6 a 37.5 por ciento. Entre los que se confesaron reformistas apenas el 28 por ciento dijo que la apoyaría, mientras el 61 por  ciento preferiría votar por la candidatura perredeísta.

Si lo que indican esas encuestas no varía en los casi 8 meses que faltan para la elección presidencial, ni al PRSC ni al PLD le convendría la alianza en primera vuelta, porque la misma abonaría la posibilidad de que no haya una segunda oportunidad. Y lo más posible es que el voto reformista caiga a menos del 4.5 por ciento del 2008.

Y si apuestan contra el ganador, perdiendo financiamiento legal y cargos, sería el desastre, tal vez la disolución definitiva del partido que dominó el escenario político durante tres décadas.

El protagonismo internacional de Leonel

Por Juan Bolívar Díaz

El presidente Leonel Fernández busca un protagonismo internacional al replantear la regulación de los mercados que no han podido establecer los gobiernos de las grandes economías, que en los últimos años han tenido que invertirlo todo para mantener un precario equilibrio financiero.

En diversos sectores se deplora que el mandatario no dedique sus grandes energías, en su último año de gobierno, a reducir la gran especulación que afecta tanto a los productores agropecuarios nacionales como a 10 millones de consumidores en 48 mil kilómetros cuadrados y quiera lograrlo a escala universal.

Preocupación general

Nadie debe ser tan mezquino como para no celebrar que el presidente dominicano plantee reivindicaciones tan importantes como la necesidad de regulaciones sobre el inmenso poder de los mercados internacionales, pero el gobierno no debe crear sobre expectativas de que este pequeño país, de tan escasa incidencia internacional, encabezará una cruzada que no han podido empujar, aunque lo han planteado,  mandatarios como Sarzkozy y Obama.

En la “conferencia magistral” que pronunció el martes el presidente Fernández, reconoce la complejidad del problema señalando que pese a la crisis económica iniciada en el 2007 persiste la insuficiencia de regulación, por lo que “los Estados se encuentran imposibilitados de controlar ese conjunto de operaciones y transacciones financieras que se ha demostrado que tienen una incidencia directa y determinante en la estabilidad de las naciones y la prosperidad de los pueblos”.

Leonel Fernández también reconoce que “la comunidad internacional ha dado importantes pasos para afrontar la crisis global de seguridad alimentaria y sus diferentes causas”. Se refiere al Equipo de Tareas de Alto Nivel sobre la Crisis Mundial de la Seguridad Alimentaria de la ONU, creado en abril del 2008 e integrado por 22 organismos internacionales que ya este año planteó un “Marco Amplio para la Acción”.

Igual cita la resolución de la reunión de ministros de Agricultura del G-20 (los países de mayores economías) de junio pasado, que pide a sus ministros de finanzas “tomar decisiones para una mejor regulación y supervisión de los mercados agrícolas de futuros y derivados”. Y recuerda que ya en abril los propios ministros de Finanzas y Gobernadores de bancos centrales del G-20 clamaron porque los mercados de derivados bancarios “estén sujetos a una regulación y supervisión adecuadas y que mejoren la transparencia en los mercados mencionados de derivados y futuros”.  El propio discurso del mandatario evidencia que es una desproporción pretender que él encabeza una cruzada que precisa el apoyo del resto del mundo.

En la Asamblea General

Es plausible que el presidente Fernández aproveche su discurso anual ante la Asamblea General de la ONU para renovar la preocupación por la especulación y la falta de regulaciones, pero es hasta penoso que se manipule a los dominicanos con una supuesta cruzada de tan difícil materialización. Tras la crisis iniciada en el 2007 el presidente de Estados Unidos ha reclamado nuevas regulaciones de los mercados financieros, pero  que no ha podido contra esos poderes supranacionales.

El gobierno dominicano podría aspirar a lograr la aprobación de una declaración donde la Asamblea General urja a los organismos especializados multilaterales a adoptar providencias, lo que ya sería un gran triunfo diplomático. Para ello debió haber solicitado a la Secretaría General que incluyera el tema en la agenda, haber elaborado y circulado un proyecto de resolución y dedicado un equipo de diplomáticos a promoverlo. Es claro que su éxito dependerá de los grandes centros del poder mundial, ahora demasiado preocupados por la crisis financiera y económica.

Más allá de generalidades, no sería fácil conseguir consenso para “enfrentar los altos precios de alimentos y del petróleo”, porque muchos países se están beneficiando de los mismos, lo que ocurriría a la República Dominicana cuando en pocos meses  reinicie la exportación de oro, cuyos niveles de precios actuales son la mejor prueba de la especulación.

Cuando el presidente Fernández planteó esta semana “un consenso global para la reducción de la volatilidad de precios y la especulación financiera…como todo un nuevo orden financiero mundial” hizo recordar la fracasada cruzada por el “Nuevo Orden Económico Internacional” (NOEI) que impulsaron 110 países agrupados en el Grupo de los No Alineados, que incluía a naciones tan grandes como India, Brasil, México y Argentina, y a líderes y organizaciones de todo el mundo. Entre sus reclamos estaban los precios de las materias primas, el petróleo y los alimentos, las regulaciones financieras y de los mercados transnacionales y el financiamiento del desarrollo del tercer mundo. El NOEI se debatió entre los años 60 y 80 y quedó enterrado al ritmo de las desregulaciones y absoluto libre mercado que impusieron Margaret Tatcher y Ronald Reagan en los 90. La caída del socialismo acabó de enterrar el tercermundismo.

RD: un buen escenario

Roberto Alvarez, un dominicano experto en relaciones internacionales, con décadas de residencia en Washington y hasta hace poco embajador del país ante la OEA, consideró una quimera y vanidad intelectual que el presidente Fernández pretenda encabezar una cruzada que tenga éxito frente a la especulación financiera global. Cuando se le consultó al respecto dijo que esa misión sería para Obama o Sarkozy.

En ámbitos nacionales se estima que el presidente Fernández debería tomar este pequeño país de 10 millones de habitantes para demostrar que es posible regular la especulación con los precios de los alimentos. El vicepresidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) dijo el viernes que sería la salvación de los productores que el gobierno adoptara providencias para reducir los enormes márgenes de beneficios de los comerciantes intermediarios en los productos alimenticios.

 Osmar Benítez entregó un cuadro elaborado por la JAD donde se muestra que el arroz se está pagando a los productores a 15.60 pesos la libra y se vende en los colmados a 28.75, con un incremento de 84.29 por ciento. Y los arroceros dicen que están al borde de la quiebra, pues no cubren sus costos de producción.

La especulación de los intermediarios es mucho mayor en los plátanos, guineos, aguacates, cebollas, yuca, batata y otros rubros agrícolas cuya venta en los colmados supera lo que reciben los productores en 300, 400, 600 y hasta 700 por ciento, sin que ningún organismo estatal se muestre preocupado. La especulación afecta  a los productores de reses, cerdo, pollo y leche. Los productores de batata y repollo a veces prefieren pasarle tractor a sus cosechas antes que vender por debajo de sus costos.

El economista Pavel Isa Contreras planteó esta semana la crisis del mercado agropecuario dominicano en un artículo en El Caribe, con el expresivo título de “Cosechando tempestades en la agropecuaria”. Las importaciones descontroladas, las deudas de los organismos estatales que compran alimentos, la falta de incentivos y la especulación en los precios están generando lo que Isa denominó como “sistemático tsunami social en muchas zonas rurales”. He ahí un campo propicio para los últimos meses de gobierno del doctor Leonel Fernández. –

Cruzada internacional

En las últimas semanas el presidente Leonel Fernández aparece enfocado en la idea de encabezar una especie de cruzada mundial contra la especulación en los precios de los alimentos y el petróleo para lo cual ha venido recabando apoyo de la comunidad internacional y se propone plantearlo esta semana en el nuevo período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde pronunciará un discurso.

Se han venido publicando cartas de unos treinta jefes de estados y de gobiernos, como los de Gran Bretaña, Francia, Alemania y España, así como de funcionarios internacionales, expresando simpatía y hasta apoyo con la causa enarbolada por el doctor Fernández, incluyendo al Papa Benedicto XVI, aunque se ha echado de menos el de Estados Unidos.

La carta del Rey Juan Carlos de España deja claro que responde una petición del presidente Fernández recabando apoyo a su preocupación sobre los daños que ocasiona la desenfrenada especulación en los mercados del petróleo y los alimentos, que el monarca no solo comparte, sino que le manifiesta que “en las diferentes instancias internacionales de las que España forma parte (Unión Europea, Naciones Unidas, G-20), mi país defiende el establecimiento de reglas que garanticen la sostenibilidad y estabilidad de los precios en los productos de consumo básico”.

Las diplomáticas respuestas a la carta del presidente Fernández, que hasta ahora podrían representar un veinte por ciento de la matrícula de la ONU, podrían ser muchas más porque la preocupación es generalizada, aunque seguramente serán pocos los que piensen que la Asamblea General pueda hacer algo más que aprobar una declaración diplomática que a nadie obligará a no ser que la causa sea impulsada por los grandes centros de poder económico del mundo, ahora demasiado perturbados y ocupados por la crisis financiera y la recesión internacional.

Danilo Medina plantea otro estilo de gobierno

El discurso de Danilo Medina tras ser proclamado candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) fue una pieza bien concebida, abarcadora y sintética que trató de responder a grandes insatisfacciones nacionales y en la que esbozó un perfil propio dentro de un proyecto colectivo.

Situado en el filo mismo de la navaja, Medina resaltó los méritos del gobierno de Leonel Fernández, de cuyo apoyo no puede prescindir, y evadió herir susceptibilidades, pero apeló a sus compañeros de partido para que reconozcan con humildad que han cometido errores y descuidos y que falta mucho por hacer.

Un magnífico discurso

Puede ser que le faltara un poco del histrionismo que se le echa de menos, pero el discurso del economista e ingeniero químico Danilo Medina tras su proclamación como candidato presidencial puede ser considerado magnífico, tanto por su construcción como por su contenido.

Fue abarcador, sintetizando en sólo 30 minutos la esencia de sus planteamientos programáticos, proponiendo un nuevo estilo de gobernar y apelando a segmentos poblacionales fundamentales, como los jóvenes, las mujeres, los desempleados y los productores.

Al mismo tiempo, Medina se refirió a los problemas que mayores insatisfacciones causan en la sociedad dominicana, como el desempleo, la desigual distribución del crecimiento económico, la persistente pobreza, la inversión en educación y salud y la creciente inseguridad.

Donde se quedó corto fue en abordar la crisis energética y la sensible querella de la corrupción a la que, dentro de un evidente esfuerzo por no herir susceptibilidades,  apenas aludió cuando planteó que llegará a la presidencia “con el corazón en las manos para nuestros hermanos más pobres pero con el látigo para los deshonestos”.

Reivindicó las realizaciones de los gobiernos del presidente Fernández, y aludió a la anterior gestión de su mayor contrincante, Hipólito Mejía, pero sin convertirlo en centro de la actividad, de lo que se ocupó el secretario general peledeísta y la propaganda electoral presentada en el acto.

Ha habido bastante consenso entre analistas y comentaristas en reconocer la calidad del discurso del candidato, aunque no faltan quienes pretenden que el hábil político deje de reconocer los logros del Gobierno y de pasarle la mano al líder de su partido y Presidente de la nación.

El tiempo de Danilo

Danilo Medina no pretendió saltarse la valla y para reclamar respeto a su propio espacio y tiempo comenzó prometiendo ser un gobernante digno de la memoria, lucha y anhelos del fundador del partido, profesor Juan Bosch, para seguido dirigirse al presidente Fernández comprometiéndose a “continuar y mejorar su obra de gobierno”, casi despidiéndolo al expresar su convicción de que “la historia honrará sus méritos como un gobernante que supo conducirnos en una de las etapas más difíciles del mundo contemporáneo”.

Fue entonces que proclamó “ahora es mi tiempo”, para más adelante expresar: “Óiganme bien, voy a construir mi propio estilo de gobernar. Construyendo una fuerte alianza entre el Gobierno central, los gobiernos municipales, las organizaciones comunitarias y las empresas locales, para impulsar el desarrollo social y económico de las comunidades, potenciando sus recursos naturales, turísticos y culturales y mejorando sus infraestructuras básicas”.

Reconoció que “nuestra economía creció mucho en los últimos años”, pero “ahora es el momento de distribuir esa riqueza con toda la población”, planteamiento con el cual asume la crítica de que el crecimiento que resalta el Gobierno no ha beneficiado a la mayoría de la población y que ha quedado muy concentrado en obras urbanas y capitalinas: “Es hora, por lo tanto, de repartir este crecimiento y hacer que llegue a todas las personas, a todas las regiones, a todas las ciudades y a todos los campos del país.

Medina no temió declarar su prioridad en la educación, acogiendo el reclamo de inversión de por lo menos el 4 por ciento del producto bruto en educación, que tanto ha ofendido al Gobierno del presidente Fernández,  prometiendo también que trabajará “desde el primer día para pagar la deuda social en salud”.

Apela a la humildad

Las cuerdas del discurso de Danilo Medina se tensaron pero guardaron la armonía cuando se dirigió a sus compañeros de partido para pedirles “un exacto equilibrio entre el orgullo y la humildad”. Volvió a reconocer los gobiernos de Fernández, advirtiendo que “así como estamos orgullosos de lo que pudimos realizar, también tenemos que tener humildad sobre lo que aún no se ha hecho y, sobre todo, en lo que nos hemos equivocado y descuidado” (así en negritas en el texto distribuido).

Proclamó que la nación se realiza con “esfuerzo sostenido, diagnósticos serios y balances honestos”, señalando que el pueblo “debe saber que hicimos muchas cosas y que otras, no menos importantes, nos faltan por hacer. En tres ocasiones defendió el planteamiento en que basó su campaña por la candidatura: “continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo”.

Consciente de la resistencia de algunos ante esa formulación, el candidato deslizó que no viene para desunir sino para unir, y siguió dibujando su propio perfil planteando  “no vengo para decidir solo sino a compartir decisiones colectivas. No vengo para mandar sino a dialogar. No vengo solamente para hablar sino, ante todo, para escuchar”, aunque advirtió que no tiene compromisos con nadie cuando se trata de adecentar la vida política del país”.

Quiso también, Medina, dejar claro cuál será su principal prioridad, si alcanza la presidencia de la nación, por un lado “disminuir considerablemente la pobreza absoluta en nuestro país”. Y por otro, disminuir la gran desigualdad social que todavía existe en nuestra República Dominicana”.

Como es normal en el PLD, desde su fundación, el acto transcurrió con absoluto orden y organización. Se echó de menos a la primera dama Margarita Cedeño, de cuya ausencia no hubo siquiera alusión, lo que dio origen a especulaciones, sobre si era indicativo de que no sería escogida por Medina como candidata vicepresidencial, o si el Presidente no deseaba involucrarla, o si buscaba evitar que su presencia alentara la consigna que ella misma reivindicó hace poco de “con Danilo y con mamá, esa pela va”, misma que fue incluida en una pieza musical popular de las que prologaron la actividad.

En el filo de la navaja

Por dondequiera que se le mire, el discurso del candidato presidencial del PLD estuvo lleno de aciertos, aunque está pendiente comprobar si sus partidarios, especialmente los más dogmáticos y fieles al presidente Fernández, comprendieron el esfuerzo por diferenciarse, por crear un nuevo perfil, por fundamentar nuevas ilusiones, por plantear renovación.

Los estrategas de Medina saben perfectamente que así como es imperativo mantener la unidad y lograr el apoyo del Presidente de la nación y líder del partido para retener el poder, también es imprescindible plantear cambios, que un simple más de lo mismo es un suicidio político.

Las últimas dos encuestas Gallup-HOY y la Penn-Schoen no dejan duda sobre la insatisfacción con la gestión del PLD y la amplia ventaja con que ha partido el candidato del Partido Revolucionario Dominicano, Hipólito Mejía, tan amplia como las que se registraban a favor de Fernández cuando el perredeísta pretendió la reelección en medio de la crisis financiera originada en las quiebras bancarias.

Hay en el PLD quienes creen que es suficiente contraponer la gestión actual a la de Mejía, restando peso al desgaste del Gobierno, sobre todo cuando persiste una grave deuda social. En algunos segmentos poblacionales eso podría tener impacto, pero para la mayoría el último golpe es el que más duele.

En una declaración el jueves, Danilo Medina no dejó dudas de que su campaña golpeará los aspectos negativos de la gestión de Mejía, pero sus asesores son conscientes de que eso no es suficiente y tendrá que seguir bordeando el filo de la navaja buscando diferenciarse de lo que hay, respondiendo las insatisfacciones y reconociendo errores y limitaciones, cada vez con más insistencia.

El problema de Danilo es que no podrá prescindir de las figuras que encarnan el rechazo popular. Pudieron dejar a Euclides Gutiérrez fuera del escenario del domingo, pero el jueves la cúpula partidaria lo reivindicó, llegando al extremo de justificar que no haya pagado la energía eléctrica durante 5 años, acumulando una deuda millonaria.

Acentuada la ventaja de Hipólito y del PRD

Por Juan Bolívar Díaz

Las ventajas que marcó la encuesta Gallup-HOY publicada en mayo a favor de Hipólito Mejía y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para las elecciones del año próximo se acentuaron en la de esta semana, resaltando la amplia  diferencia de 20 puntos en la intención de voto entre los que expresan firme disposición al sufragio.

Aunque faltan todavía 9 meses para las elecciones y pueden producirse cambios significativos, esta investigación perfila un voto de censura motivado por la creciente desaprobación del Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) generada por los problemas económicos, el desempleo, la corrupción y la inseguridad ciudadana.

Muy cómoda ventaja.  El titular de HOY causó impacto al informar que Hipólito Mejía superaba a Danilo Medina por 14.5 por ciento en las preferencias del universo de los “habilitados para votar” en el 2012, al registrar 47.9 a 33.4 por ciento, en la encuesta Gallup- HOY, lo que significa un incremento de 6.2 en relación a los resultados de la realizada a fines de abril y publicada en mayo pasado, mucho antes de que el PLD escogiera su candidato presidencial el 26 de junio.

Pero la ventaja del perredeísta es mucho más amplia, 20 puntos, en “el total de entrevistados habilitados para votar y que manifestaron intención inequívoca de voto” entre quienes obtiene un 54.4 contra un 34.5 por ciento de los que se inclinan por el peledeísta.

En el renglón de las simpatías partidarias, el PRD también supera al PLD, con registros de 41 a 36.4 por ciento. En la encuesta anterior el partido morado todavía tenía mayor simpatía, 42 a 40 por ciento. Sin embargo, esa vez el partido blanco ya aparecía en primer lugar, 37.7 a 31.1 por ciento en intención de voto. Ese renglón no se ha incluido en la publicada esta semana.

Faltando casi 9 meses para los comicios, es obvio que Mejía no puede cantar victoria. El 26 por ciento de los encuestados entre el 11 y 15 de este agosto manifestó que todavía podría cambiar su intención de voto y el PLD controla el Gobierno, lo que otorga ventajas significativas en la pobre tradición institucional de la nación.

Sin embargo en la historia de las encuestas dominicanas ningún candidato presidencial ha superado una desventaja inicial, con la excepción de los comicios viciados de 1990 y 94, y la de esta investigación es de las mayores, sólo comparable con las registradas a favor del PLD y su candidato Leonel Fernández cuando Mejía buscaba reelegirse en el 2004.  El promedio de las tres encuestas más acreditadas en el país (Gallup, Penn-Schoen y Hamilton) cada una con dos entregas entre enero y marzo de ese año otorgaba a Leonel Fernández el mismo 58 por ciento con que ganó. En el 2008 las encuestas le promediaron 55 por ciento y terminó con el 54.

Desaprobación del Gobierno.  La progresiva caída de la popularidad del PLD y su Gobierno queda ratificada en esta encuesta Gallup-HOY, lo que deja a Danilo Medina en cuesta arriba y no porque faltara la formalidad de su proclamación, ya que hace dos meses que fue electo con el 87 por ciento de los votos de los militantes peledeístas. De hecho parece tener más propaganda en las vías públicas y los medios de comunicación que su competidor.

La desaprobación del Gobierno que en mayo alcanzaba el 59 por ciento se elevó ahora al 63, mientras la aprobación caía en la misma proporción de 28 al 24 por ciento, es decir apenas la cuarta parte de la población. Aunque la valoración del trabajo del presidente Fernández subió del 47.6 al 52.5 por ciento.

El resultado más devastador para la imagen del Gobierno sigue siendo el referente a la corrupción. El 61.6 la aprecia mayor que antes. En mayo era 63 por ciento. Sumados los que estiman que es igual que antes del actual Gobierno, la proporción se eleva a 88 por ciento, ahora dos puntos menos. Apenas el 10 por ciento aprecia que ahora la corrupción es menor, lo que implica que aún la mayoría de los simpatizantes del partido de Gobierno estiman que la corrupción empeora.

Pero lo que más estaría influyendo en la pobre valoración del Gobierno y las expectativas de cambio en el 2012 son las apreciaciones sobre la situación económica: 84 por ciento la estima mala o muy mala, y sólo 6 por ciento buena. El 80 por ciento, 8 puntos menos que en mayo, cree que el país va por mal camino y, lo que es peor,  el 71 por ciento considera que estará peor o igual al final del actual Gobierno.

Cuando se le pregunta a los encuestados sobre los principales problemas nacionales se repiten los mismos de mayo pasado, aunque con variaciones en el orden: inflación,  delincuencia, desempleo,  apagones, tráfico y consumo de drogas y corrupción administrativa.

Advertencias a la vista.  Los resultados de esta encuesta ratifican que los problemas del Gobierno son de naturaleza endógena y no de la “conspiración mediática” que vienen denunciando algunos voceros. Dimensionan las dificultades que enfrenta la candidatura de Danilo Medina para salir airosa, más aún cuando son pobres las expectativas nacionales e internacionales de mejoramiento económico en los 9 meses que distan de los comicios.

Hay quienes señalan los mil cien millones de dólares que está recibiendo el Gobierno como fruto de la reanudación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional como un factor importante que permitiría aliviar la situación económica nacional, pero olvidan que ese financiamiento, que incluye los 500 millones de dólares por bonos soberanos recién recibidos, ya estaba comprometido en el presupuesto del año en curso. Podrán desviar alguna proporción, pero no muy alta. Más posibilidades tiene el Gobierno de incumplir de nuevo los compromisos con el FMI en  el último trimestre de este año y el primero del próximo y desbordar los límites fiscales.

Las posibilidades de correctivos que cambien las perspectivas políticas dependen más que nada de una correcta interpretación de lo que arroja esta nueva encuesta Gallup-HOY, en su mayor parte reiterativa de la ejecutada en mayo, y de lo establecido  poco después por la Penn & Schoen y por otras investigaciones que se han conocido informalmente en las últimas semanas.

Las altas ventajas registradas para la candidatura de Hipólito Mejía podrían constituirse en un aliento al triunfalismo y dilatar o imposibilitar una total integración de los líderes y cuadros principales del perdedor de las primarias, Miguel Vargas Maldonado, quien al ser presidente del partido y controlar los principales cargos nacionales tiene suficiente influencia para crear dificultades y generar crisis.

Hipólito Mejía cometería un grave error si se da por ganado. Tiene que contar con las extraordinarias energías, la experiencia política y el discurso propositivo de Danilo Medina que ha ganado terreno en los sectores medios, quien en las próximas semanas deberá cosechar un descuento importante de las desventajas que le arrojan las encuestas y la percepción general.

Los jóvenes con Hipólito Mejía

Cuando se revisan las preferencias marcadas por la Gallup-HOY por edades, llama mucho la atención que Mejía alcanza el 57 por ciento en el segmento más joven del electorado, los que están entre 18 y 25 años. Algunos lo atribuyen a que estos no recuerdan cómo fue la gestión del perredeísta entre el 2000 y 2004.

Otra corriente interpretativa se adscribe a la hipótesis de que en esas edades está el mayor porcentaje de desempleados y desesperanza, en los sectores populares. Un agudo observador señaló que en las clases medias muchos jóvenes dependen de un estipendio fijo para sus gastos personales, especialmente para el combustible de sus autos, y esos son los más atentos al precio de los combustibles, con los que el Gobierno viene haciendo zafra.

Una ventaja significativa es la que registra el candidato perredeísta en las simpatías de los encuestados que se identifican con el Partido Reformista Social Cristiano donde alcanza 24.7 por ciento, mientras Danilo Medina sólo obtiene el 17.8 por ciento, lo que reduce los efectos de una repetición de la alianza PLD-PRSC. Parece que la cúpula reformista, beneficiaria del Gobierno, juega a mantener esa alianza, pero las bases forman parte de la población insatisfecha con la situación económica y social.       La encuesta indagó sobre 18 atributos para ser Presidente de la nación y Mejía ganó por amplios márgenes en 14, incluyendo el de más experimentado en asuntos de Gobierno, el de mejor trayectoria política, que está al lado de los pobres, manejaría mejor una crisis y en que sabrá hacer un buen Gobierno. Sin embargo, Medina lo supera 54 a 36 en el importante renglón de más capacitado e inteligente, en que está en favor de los ricos por 42 a 25 por ciento, y en que haría una mejor gestión financiera y en que mejorará la educación.