Acentuada la ventaja de Hipólito y del PRD

Por Juan Bolívar Díaz

Las ventajas que marcó la encuesta Gallup-HOY publicada en mayo a favor de Hipólito Mejía y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para las elecciones del año próximo se acentuaron en la de esta semana, resaltando la amplia  diferencia de 20 puntos en la intención de voto entre los que expresan firme disposición al sufragio.

Aunque faltan todavía 9 meses para las elecciones y pueden producirse cambios significativos, esta investigación perfila un voto de censura motivado por la creciente desaprobación del Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) generada por los problemas económicos, el desempleo, la corrupción y la inseguridad ciudadana.

Muy cómoda ventaja.  El titular de HOY causó impacto al informar que Hipólito Mejía superaba a Danilo Medina por 14.5 por ciento en las preferencias del universo de los “habilitados para votar” en el 2012, al registrar 47.9 a 33.4 por ciento, en la encuesta Gallup- HOY, lo que significa un incremento de 6.2 en relación a los resultados de la realizada a fines de abril y publicada en mayo pasado, mucho antes de que el PLD escogiera su candidato presidencial el 26 de junio.

Pero la ventaja del perredeísta es mucho más amplia, 20 puntos, en “el total de entrevistados habilitados para votar y que manifestaron intención inequívoca de voto” entre quienes obtiene un 54.4 contra un 34.5 por ciento de los que se inclinan por el peledeísta.

En el renglón de las simpatías partidarias, el PRD también supera al PLD, con registros de 41 a 36.4 por ciento. En la encuesta anterior el partido morado todavía tenía mayor simpatía, 42 a 40 por ciento. Sin embargo, esa vez el partido blanco ya aparecía en primer lugar, 37.7 a 31.1 por ciento en intención de voto. Ese renglón no se ha incluido en la publicada esta semana.

Faltando casi 9 meses para los comicios, es obvio que Mejía no puede cantar victoria. El 26 por ciento de los encuestados entre el 11 y 15 de este agosto manifestó que todavía podría cambiar su intención de voto y el PLD controla el Gobierno, lo que otorga ventajas significativas en la pobre tradición institucional de la nación.

Sin embargo en la historia de las encuestas dominicanas ningún candidato presidencial ha superado una desventaja inicial, con la excepción de los comicios viciados de 1990 y 94, y la de esta investigación es de las mayores, sólo comparable con las registradas a favor del PLD y su candidato Leonel Fernández cuando Mejía buscaba reelegirse en el 2004.  El promedio de las tres encuestas más acreditadas en el país (Gallup, Penn-Schoen y Hamilton) cada una con dos entregas entre enero y marzo de ese año otorgaba a Leonel Fernández el mismo 58 por ciento con que ganó. En el 2008 las encuestas le promediaron 55 por ciento y terminó con el 54.

Desaprobación del Gobierno.  La progresiva caída de la popularidad del PLD y su Gobierno queda ratificada en esta encuesta Gallup-HOY, lo que deja a Danilo Medina en cuesta arriba y no porque faltara la formalidad de su proclamación, ya que hace dos meses que fue electo con el 87 por ciento de los votos de los militantes peledeístas. De hecho parece tener más propaganda en las vías públicas y los medios de comunicación que su competidor.

La desaprobación del Gobierno que en mayo alcanzaba el 59 por ciento se elevó ahora al 63, mientras la aprobación caía en la misma proporción de 28 al 24 por ciento, es decir apenas la cuarta parte de la población. Aunque la valoración del trabajo del presidente Fernández subió del 47.6 al 52.5 por ciento.

El resultado más devastador para la imagen del Gobierno sigue siendo el referente a la corrupción. El 61.6 la aprecia mayor que antes. En mayo era 63 por ciento. Sumados los que estiman que es igual que antes del actual Gobierno, la proporción se eleva a 88 por ciento, ahora dos puntos menos. Apenas el 10 por ciento aprecia que ahora la corrupción es menor, lo que implica que aún la mayoría de los simpatizantes del partido de Gobierno estiman que la corrupción empeora.

Pero lo que más estaría influyendo en la pobre valoración del Gobierno y las expectativas de cambio en el 2012 son las apreciaciones sobre la situación económica: 84 por ciento la estima mala o muy mala, y sólo 6 por ciento buena. El 80 por ciento, 8 puntos menos que en mayo, cree que el país va por mal camino y, lo que es peor,  el 71 por ciento considera que estará peor o igual al final del actual Gobierno.

Cuando se le pregunta a los encuestados sobre los principales problemas nacionales se repiten los mismos de mayo pasado, aunque con variaciones en el orden: inflación,  delincuencia, desempleo,  apagones, tráfico y consumo de drogas y corrupción administrativa.

Advertencias a la vista.  Los resultados de esta encuesta ratifican que los problemas del Gobierno son de naturaleza endógena y no de la “conspiración mediática” que vienen denunciando algunos voceros. Dimensionan las dificultades que enfrenta la candidatura de Danilo Medina para salir airosa, más aún cuando son pobres las expectativas nacionales e internacionales de mejoramiento económico en los 9 meses que distan de los comicios.

Hay quienes señalan los mil cien millones de dólares que está recibiendo el Gobierno como fruto de la reanudación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional como un factor importante que permitiría aliviar la situación económica nacional, pero olvidan que ese financiamiento, que incluye los 500 millones de dólares por bonos soberanos recién recibidos, ya estaba comprometido en el presupuesto del año en curso. Podrán desviar alguna proporción, pero no muy alta. Más posibilidades tiene el Gobierno de incumplir de nuevo los compromisos con el FMI en  el último trimestre de este año y el primero del próximo y desbordar los límites fiscales.

Las posibilidades de correctivos que cambien las perspectivas políticas dependen más que nada de una correcta interpretación de lo que arroja esta nueva encuesta Gallup-HOY, en su mayor parte reiterativa de la ejecutada en mayo, y de lo establecido  poco después por la Penn & Schoen y por otras investigaciones que se han conocido informalmente en las últimas semanas.

Las altas ventajas registradas para la candidatura de Hipólito Mejía podrían constituirse en un aliento al triunfalismo y dilatar o imposibilitar una total integración de los líderes y cuadros principales del perdedor de las primarias, Miguel Vargas Maldonado, quien al ser presidente del partido y controlar los principales cargos nacionales tiene suficiente influencia para crear dificultades y generar crisis.

Hipólito Mejía cometería un grave error si se da por ganado. Tiene que contar con las extraordinarias energías, la experiencia política y el discurso propositivo de Danilo Medina que ha ganado terreno en los sectores medios, quien en las próximas semanas deberá cosechar un descuento importante de las desventajas que le arrojan las encuestas y la percepción general.

Los jóvenes con Hipólito Mejía

Cuando se revisan las preferencias marcadas por la Gallup-HOY por edades, llama mucho la atención que Mejía alcanza el 57 por ciento en el segmento más joven del electorado, los que están entre 18 y 25 años. Algunos lo atribuyen a que estos no recuerdan cómo fue la gestión del perredeísta entre el 2000 y 2004.

Otra corriente interpretativa se adscribe a la hipótesis de que en esas edades está el mayor porcentaje de desempleados y desesperanza, en los sectores populares. Un agudo observador señaló que en las clases medias muchos jóvenes dependen de un estipendio fijo para sus gastos personales, especialmente para el combustible de sus autos, y esos son los más atentos al precio de los combustibles, con los que el Gobierno viene haciendo zafra.

Una ventaja significativa es la que registra el candidato perredeísta en las simpatías de los encuestados que se identifican con el Partido Reformista Social Cristiano donde alcanza 24.7 por ciento, mientras Danilo Medina sólo obtiene el 17.8 por ciento, lo que reduce los efectos de una repetición de la alianza PLD-PRSC. Parece que la cúpula reformista, beneficiaria del Gobierno, juega a mantener esa alianza, pero las bases forman parte de la población insatisfecha con la situación económica y social.       La encuesta indagó sobre 18 atributos para ser Presidente de la nación y Mejía ganó por amplios márgenes en 14, incluyendo el de más experimentado en asuntos de Gobierno, el de mejor trayectoria política, que está al lado de los pobres, manejaría mejor una crisis y en que sabrá hacer un buen Gobierno. Sin embargo, Medina lo supera 54 a 36 en el importante renglón de más capacitado e inteligente, en que está en favor de los ricos por 42 a 25 por ciento, y en que haría una mejor gestión financiera y en que mejorará la educación.